Partida Rol por web

Kenneth puso el motor en marcha mientras pensaba en ello.

-Tienes razón, puede que si que encontremos algo y en cualquier caso podremos contar con el señor Howard para lo de ésta noche. El resto se preguntará por que no hemos llegado a la cena pero bueno, podremos contarselo en el almuerzo de mañana-se volvió a quedar unos segundos en silencio- ¿Tu crees que el doctor tuvo que ver con la desaparición de todos ellos? Quizás le contó algo y él buscó sacar provecho... pero eso no cuadra con la secta ni con la extraña mujer negra... No entiendo nada...

La gestión no os ocupa más allá de la mañana, así que podéis dedicar la tarde a otros menesteres.

Vamos al archivo del colegio de médicos, para con suerte encontrarnos allí con Philip

Michael habia dormindo profundamente, pero no había descansado. probablemente habría tenido sueños que ya no recordaba; o los sucesos del día lo habrían agotado sobremanera, cosa lógica, ya que nada de todo esto se parecía siquiera remotamente a lo que hacía de manera cotidiana. Por esto aprovechó las tres horas de viaje en tren para dormir al calor del sol que entraba a raudales a través del cristal de la ventana, y entonces puso llegar al Smithsonian razonablemente descansado, previo desayuno en un bar de la estación del tren.

Una vez allí, se dirigió directamente a la biblioteca.

De camino al colegio de médicos Tom recordó parte de la conversación durante el desayuno.

Kenneth, da la vuelta, no tiene sentido que hoy vayamos tres extraños preguntando por el archivo. Si pretendemos colarnos que hoy reciban varias visitas interesandose por él no nos pondrá las cosas más fáciles. Dejemos a Philip hacer su trabajo, parece un tipo competente.

Consultó su reloj- Aprovechando que es pronto. ¿Que te parece si vamos al trabajo de Elías?

-Tienes razón, aunque sigo pensando que colarse en los archivos nos puede meter en un lío. Una cosa es entrar a una tienda en Harlem y otra muy distinta irrumpir en un archivo médico pero bueno esperemos que Howard pueda conseguir la información y ahorrarnos ese trabajo-giró con el coche y se metió por el desvío- Si no me equivoco Walter dijo que Elías no trabajaba para un despacho pues va por libre pero si no me equivoco podemos ir a ver a su editor.

No te preocupes, si Howard detecta que la seguridad en el archivo es muy grande lo dejaré pasar, pero normalmente la seguridad en esos sitios se basa en que como a nadie le interesa robar lo que guardan no hace falta más que cerrar la puerta con llave. Aunque puedo equivocarme.

Ya de camino a la editorial en el coche siguió la conversación.- Sí, el editor, ¿Como dijo Walter que se llamaba?...Kensington. ¿Me pregunto porque no se nos habrá ocurrido ir antes a hablar con él?

Aunque las pistas nos indican otra dirección, no descartaría totalmente al editor como sospechoso, por lo menos de momento. Aparte de nosotros solo él, Emerson y el vendedor de la casa del ju-ju sabían que estaba en Nueva York.

Llegáis a Prospero Press, editorial que publica los libros de Jackson Elias, y os recibe su editor, Jonah Kensington.

Buenos días, caballeros, ¿en que puedo ayudarles?

Un poco (mas bien bastante) ofuscado por el escaso éxito después de casi una mañana entera de buscar información de manera completamente inútil, Michael se acercó al pequeño escritorio que ocupaba el encargado de la biblioteca y, luciendo una de sus mejores sonrisas, le dijo:

-Buenos días. Mi nombre es Michael Mundorff y estoy tratando de encontrar algunos datos sobre tradiciones populares y religiones de Kenia. Estuve mirando varios tomod pero no he logrado encotrar más cosas que las que ya sabía. Como lo que necesito son algunas cosas específicas para un curso que estoy impartiendo me he atrevido a molestarle ¿Sabría usted indicarme a alguien, si no es usted mismo, que pidiese ayudarme con este tema en particular?-

Vamos a ver, podría acercarse al departamento de África, y hablar con el responsable. Quizá él le pueda orientar.

Tercera planta, al fondo del pasillo.

Buenos días caballero. Mi nombre es Kenneth Leighton y éste es mi compañero el señor Stevens-se presentó enseñando su placa de detective- Imagino que la policía ya le ha informado de los desafortunados acontecimientos que tuvieron suceso la otra noche y que, desafortunádamente, acabó con la vida del señor Elías. Estamos ayudando a la policía con su investigación y nos gustaría que cooperase con nosotros. Si es tan amable solo tendrá que responder a unas preguntas, solo será unos minutos.

Claro, claro, dice Kensington visiblemente compungido.

Pasen a mi despacho, por favor.

Una vez dentro: Ustedes dirán.

Buenos días señor Kensington- dijo Tom al entrar en el despaño.- Estamos investigando las últimas horas del señor Elías antes de su asesinato, pero hay momentos que aún no tenemos controlados ¿Habló con Elías el día de su muerte?

-Muchas gracias.- respondió Michael y se dirigió sin perder tiempo hacia donde la habían indicado. Una vez allí encontró una puerta que rezaba en su crital opaco "Africa Continental". Discretamente golpeó con los nudillos y esperó

Dentro hay un anciano de aspecto afable, que levanta la vista de unos papeles y te sonríe.

Buenos días, ¿qué se le ofrece?

Michael repitió casi de manera excata el idscurso que le había soltado al de la biblioteca, aunque cambiando el fina:

-Buenos días. Mi nombre es Michael Mundorff y estoy tratando de encontrar algunos datos sobre tradiciones populares y religiones de Kenia. Estuve mirando varios tomos en la biblioteca pero no he logrado encotrar más cosas que las que ya sabía. Como lo que necesito son algunas cosas específicas para un curso que estoy impartiendo me he atrevido a molestarle, ya que el bibliotecario me indicó que buscase al experto en el departamento de Africa.-

Ah, muy bien, profesor Mundorff, responde el anciano. Soy el profesor Firefly y ha venido al lugar adecuado.

Veamos, ¿qué tradiciones populares le interesan en concreto?

No, no conseguí hablar con él. Su barco llegaba a altas horas de la noche y habíamos quedado (telegráficamente) que cuando se hubiera instalado en su hotel y refrescado pasaría a hacerme una visita. Por cierto, el entierro es mañana por la tarde, por si les interesa.