Partida Rol por web

Los escasos eruditos y oficinistas que pasaban por los pasillos no prestaron atención a Nick. El edificio de la fundación no era demasiado grande, y era fácil localizar los despachos y demás dependencias. Había archivadores y libros de contabilidad en las oficinas, referencias y registros en la zona del almacén donde se recibían las mercancías. Sin embargo, ninguno de los mismos estaba alejado de un puesto de trabajo o de una mesa de despacho, y si bien no estaban especialmente vigilados, a Nick le quedó claro que poder echar una ojeada con tranquilidad dependería de poder acceder al lugar fuera del horario de visita.

El detective observó pocas posibilidades de husmear con cierta tranquilidad mientras aquellos enanos mentales de redondeadas lentes estuvieran por allí. Seguro que saltaría con algo parecido a "Santo cielo... ¿quién es este caballero que andurrea impúnemente por las instalaciones?" Sinceramnete Nick habría preferido encontrar alguna sala apartada... un archivo en los sótanos de la fundación o algo parecido. Generalmente así solían ser pero dadas las circunstancias no descartaba asaltar las instalaciones por la noche. ¿Sería problemático entrar? Aquello no era muy grande pero quizá sería una buena idea buscar algún acceso que diera al callejón... un ventanuco a los baños o cualquier otro acceso de "segundo orden".

¿Y Albert? ¿Realmente habría ido a por vasos como el imbécil que era o estaba chivando todas nuestras sospechas al amo Gavigan? Umm... hubiera preferido no perderlo de vista pero asegurarse una manera asequible de entrar por la noche le pareció perentoria. Y si el lacayo o cualquier otro le sorprendían en pleno "reconocimiento del terreno" siempre podría decir que había ido a mear... bueno, tratándose de la vieja y egregia Inglaterra habría que utilizar un eufemismo como "excusado" o "mingitorio".

Bah... con decir que buscaba un lugar para cambiar el agua al canario sería bastante.

- Disculpe, señor...

Albert apareció, como invocado por los pensamientos del Detective, portando una bandeja con vasos y una jarra de agua. Su gesto ligeramente disgustado al encontrar a Nick en un pasillo donde no debía estar resultaba cómico, pero su actitud era firme y su autoridad parecía más que real.

- Si es tan amable de acompañarme a la Biblioteca.

- Después de usted... mi buen amigo. - afirmó el detective. El tono de Nick era visiblemente jocoso y, aunque no quería molestar más a sus anfitriones le resultaba realmente costoso no reirse de toda aquella pantomima. 

- Regresaba del lavabo y me despisté... ¡qué torpeza! - acabó por comentar. La excusa era terriblemente banal pero en aquel lugar de buenos modales supuso que lo educado sería arreglar con palabras la torpeza de sus actos. De cualquier manera, le importaba un bledo que Albert se tragase o no el anzuelo.

Ya regresaría por la noche para husmear sin tener que disculparse por ello.

Albert regresó a la biblioteca portando una bandeja con vasos y una jarra de agua, seguido por Nick. El secretario dejó la bandeja en la mesa y volvió a alejarse unos pasos del grupo.

Repasé con la mirada aquel símbolo, esperando que viniera a mi cabeza el hecho de haberlo podido ver en alguna parte, pero por más que trataba de situarlo en alguna parte estaba segura de que no lo había visto jamás hasta aquel día. Simplemente porque normalmente se suele tener esa sensación de haber visto algo y yo no la tenía.

Negué con la cabeza y luego miré a Henric a los ojos.

- Me temo que ni me suena. Es la primera vez que veo algo así.

No tardé en centrar de nuevo mi atención en Mina y en su relato sobre el " Faraón Negro " pero claro, aquello sólo me llevaba a tratar de imaginar qué podían tener en común una secta de Kenia, el hermano de la mujer que me había contratado y un Faraón Negro.

Archivald me hizo soltar una carcajada con lo del egipcio negro y le miré divertida.

- Sería peor si le llamaran el Faraón Azul... - Tuve que responder aunque sabía que aquello estaba totalmente fuera de lugar, pero de alguna forma había que aliviar las tensiones y sin duda, aquel era uno de los grupos más tensos que había visto.

Ahora sobre lo de los listados y lo del material que habían podido rescatar.. me quedé pensando y negué con la cabeza, porque no iba a ser fácil.

- Copiaré el listado y le prediré a ese hombre que me diga las obras que se han ido a otros museos y llamaré a los museos para corrovorar que estén allí. Sé que no es muy fiable, pero si por un causal dijeran que les han robado alguna pieza o algo extraño...

Miré a Mina y sonreí, pues ya la había visto actuar.

- A ti se te da bien hablar con la gente. Puedes ayudarme y contarles un cuento, que seguro que se lo tragan.

Suponía que todos los museos tendrían teléfono.

Archie dudaba entre encenderse un cigarillo o manosear los libros. Normalmente el uso principal que les daba era para calzar una mesa o estirar un papel arrugado pero se había acostumbrado a tener un libro cerca de la cama para leerlo antes de dormir porque había descubierto que era lo que mejor le iba para dormirse pronto.
La entrada del ayudante, el joven Albert, le saco de su ensoñamiento por lo que devolvió el libro a la estanteria y se acerco al muchacho.

Perdone, he hablado con el señor Gavigan en relación a una posible expedición en Australia y me ha pedido que le de a usted los detalles - dijo archivald sin levantar demasiado la voz pero lo bastante vigoroso como para que le escucharán todos los presentes.

- Oh, sí, dígame.

El joven secretario se apresuró a escuchar al cowboy, sobretodo si era una orden de su superior directo.

Archivald se acerca hacía la puerta, dando la espalda a los presentes en la sala, mientras toca levemente el hombre de Albert a la vez que continua andando en esa dirección.
Pues me ha pedido que le de los detalles, ¿Tiene usted pluma y papel a mano? Tendrá usted que anotar algunas cosas así que deberíamos hacerlo en otra habitación pues no quiero interrumpir a mis compañeros.

Mina asintió a Danielle. No había reaccionado ante el comentario burlón del Faraón Azul más que para sonreír, lo que parecía un mundo de declaración de intenciones, teniendo en cuenta lo que significaba para ella todo lo que había contado.

- Quizás le quedan a mi padre algunos amigos alrededor de los museos. Me fijaré cuando salgamos de aquí. Es posible... bien, es posible que parte de las piezas que faltan puedan estar marcadas con el mismo símbolo. No me extrañaría, si quien las extrajo sabe qué significa.

Echó una mirada al dossier abierto que tenía en su regazo, y se lo tendió, junto con su anotador y su pluma.

Sheridan, atento en parte en la conversación y por otra perdido entre sus propios pensamientos parecía estar evaluando las posibilidades de semajante descubrimiento

Ese Faraón Negro, de existir, debe ser de el peridodo protodinastico de Egipto, pero si bien es cierto que aún no se conoce mucho de ese peridodo, la verdad es que no me suena de nada.

Respecto a la procedencia del nombre, pues es evidente que se trata de un apelativo, por que era de piel más oscura, o quizás estuviera más bronceado que el resto, por el color de su pelo o tal vez por que era de Nubia, en el sur de Egipto.

Ya sabeis, africa, negritos, colacao

Las palabras de Louis llegaron a los oídos del detective en un momento propicio. Nick, desde que había regresado de su particular misión de reconocimiento no paraba de darle vueltas a la cabeza. Habría que regresar luego, eso estaba claro... quizá la puerta del callejón... o alguna ventana... En cualquier caso escuchar a Louis le devolvió a la mente su escaramuza en el Colegio de Médicos. Cuando se trataba de "trabajo de campo" a Nick le gustaba tener de su lado al explorador. Aquel no era trabajo para el bueno de Henric y el cowboy... bueno, él quizá sí pudiese hacer un buen papel pero era primordial la discreción. Cuantos menos, mejor.

- ¿Cola... qué? - apostilló Nick a la última frase de su compañero sin ánimo de esperar una respuesta. - Ummm... quizá fuera apodado el Faraón Negro por ser especialmente malo o cruel. Como "el Caballero Negro"... ¿no? Bueno, a mí no me miréis... yo jamás fui a la universidad y tampoco soy egiptólogo. Eso sí... detectaría a mil kilómetros a un comerciante intentando vender una baratija falsa. Hay que ser memo...

-En fin... -dejó escapar Brenda encogiéndose de hombros una vez más (¿cuántas llevaba ya desde que entró en la Fundación?)- Creo que echaré un último vistazo a ese informe, y por mi, ya podremos irnos. Lo que haya entre estas paredes que esté en relación con la Expedición Carlyle, según el propio Mr.Gavigan nos ha confirmado, ya lo hemos visto. Deberemos seguir nuestra investigación en otra parte.

No, la mujer no creía sus propias palabras, estaba segura de que la Fundación Penhew era una clave importante en la trama. Pero también sabía que habían edificado un muro de mentiras y humo, y que, si querían evitarlo, deberían utilizar otros medios. Quizá... los ojos la llevaron a cada uno de los compañeros,  supo que Nick pensaba en la posibilidad. Y en los exploradores, Louis, por un lado. Pero también Danielle podía tener sus recursos. Desde luego, ella y Nathan estarían mejor en la biblioteca de la Universidad. Se sonrió.

Archivald miraba al secretario mientras chasqueaba sus dedos.
¿Esta usted aquí? Me gustaría acabar con esto pronto, tengo otras cosas que hacer en la ciudad.

Me parece que ya habían dado tantas opciones de por qué al faraón en cuestión le podían haber llamado " negro " que podía ser cualquiera de ellas, aunque lo de por su color de pelo me parecía que era menos probable, ya que así pensándolo un poco fríamente todos los faraones que se me pasaban por la cabeza tenían el pelo negro, pero claro, era un tópico como decir que todos los alemanes eran rubios y con los ojos azules.

- Los faraones eran muy dados al tema de rituales para todo. Quizás se creyera que se decantaba por alguna especie de magia oscura o algo así y de ahí lo de " negro ".

Esa era otra posible variación, pero a saber, desde luego que así, soltando lo que se nos ocurría, nos íbamos a quedar igual o parecido, simplemente haciendo suposiciones.

Estaba apuntando las cosas en la hoja que me había pasado Mina, aunque con letra un poco rápida, porque sino podría pasar horas y horas escribiendo.

- Esto... como cuando cogía apuntes en la universidad.

El secretario parpadeó, algo azorado por la llamada de atención del cowboy.

- Si... si, señor. Acompáñeme a mi despacho y le atenderé en todo cuanto sea necesario...

Salieron de la biblioteca, rumbo al cercano despacho del secretario, junto al del señor Gavigan.

Detrás de usted - respondió archivald abriendo la puerta a la espera que el ayudante saliera el primero. Enseguida vuelvo - añadió archivald a sus compañeros con un guiño antes de salir de la sala.