Partida Rol por web

ME ESTAIS CANSANDO YA!! PARAD A VUESTRO ENANO Y MARCHAROS DE LA TABERNA ... NO QUIERO QUE HAYA HERIDOS!!

Estoy concentrada en tranquilizar a Lobezna y mantenerla sujeta. De momento se están esforzando mis compañeros en evitar que haya sangre. Y si ella interviene la habrá.

El capitán Archen reacciona por fin. El golpe de Zelmar y las palabras de Iledar actúan como catalizador y entra en acción. Primero se asoma al exterior de la posada y utiliza su silbato. Un silbido tremendo se extiende por la campiña. Pol, tu lo reconoces porque es el mismo sonido con el que avisó a la guardia antes, solo que mucho más fuerte. A continuación entra en la posada y se planta entre Borgos e Iledar. El enano se queda muy confundido al ver al capitán frente a él, donde antes estaba Iledar.

-¿Ahora te conviertes en Jason Archer? No me engañarás con tus hechicerias, brujo... balbucea, borracho.

-Está bien, Borgos. Ya la has vuelto a armar ,contesta Archen. Tienes que tener cuidado con lo que bebes, amigo. Los elfos te han vuelto a envenar la bebida.

-¿Los elfos? ¡Si! Recuerdo a una elfa. Ella ha debido de envenenarme...sucios orejudos...

-Eso, eso...ahora ven. mis hombres vienen de camino para escoltarte a ti y a tus amigos a la celda de la torre, donde podreis descansar a salvo de los elfos. Le pasa un brazo por encima del hombro y se lo lleva afuera.

Los dos hombres de Borgos que quedan se vuelven muy dociles ante la aparicion del capitan de la guardia y balbucean escusas sobre elfos que los han envenenado. Siguen al capitan al exterior. Una vez fuera escuchais sonido de vómito y de arcadas. Están echando la pota.

-Polgara, voy a llevarme a estos a la torre de la guardia. Después volveré para aclarar lo que ha pasado, aunque conozco a Borgos y ya me lo imagino. No os vayais  de la ciudad hasta que haya hablado con vosotros.

-Siento los destrozos, Amara, me aseguraré de que Borgos lo pague todo.

Cuando cierra la puerta de la posada aun os llegan los ruidos de los vomitos amortiguados y, de fondo, el sonido de cascos de caballos al galope.

Amara y Sintara dejan su escondite y Hamperding tamién se incorpora tras la barra. La poca gente que se había quedado empieza a abandonar el loca ahora que el espectáculo ha terminado. Amara y Sintara se acercan hacia vosotros.

-Muchas gracias por la ayuda, Iledar. Borgos no es tan malo como parece, es solo que esta epoca de inactividad lo ha llevado a la bebida. Menos mal que estabas tú aqui para hacerle frente...

Se acerca hacia ti y pone su mano en tu pecho. notas su respiración agitada y aún la ves un poco temblorosa pero, por alguna extraña razón, te parece que esta mujer es más fuerte de lo que aparenta. Hay algo misterioso en sus ojos.

Sintara se coloca frente a vosotros y os habla con su preciosa voz. El fuerte acento élfico parece clavarse más aún en Zelmar, que, de pronto, añora a su gente.

-Me gustaría daros las gracias a todos por haberme defendido. ¡No podia haber tenido peor debut en la ciudad pero gracias a vosotros no ha sido peor! Podeis venir a ver el espectaculo siempre que querais y, si puedo ayudaros en algo, podeis contar conmigo. Conozco muchas histoias de las islas pues llevo ya muchos meses recorriéndolas.

Se gira alrededor viendo el desastre de posada y continua:

-Ahora ayudaré a Amara a ordenar todo esto pero luego podemos compartir una bebida, me contareis vuestras historias y lo las mias y juntos olvidaremos este mal trago.

-Si, bueno...lo siento, guapa...pero , antes, los señores y yo tenemos un trato que cerrar.

Curiosamente, Hamperding parece inmune a los encantos de Sintara, lo que parece molestar a la elfa, que se aparta en silencio.

Hamperding se os lleva aparte y susurra:

-No me he quedado aqui arriesgando mi vida para dejar esto sin atar. ¿Que me decís, aventureros? ¿Os habeis pensado el trato que os ofrecí? ¿Cual es vuestra respuesta. Simplemente decidmelo y me retiraré a mi casa. Os esperaré allí hasta que me traigais lo que busco.

- Sin quitarle ojo a Sintara y dirigiendome a Hamperding

- Yo ire, no tengo nada mejor que hacer

- Claro, que depende lo que me encuentre, puede que no regrese a tu casa Hamperding...

- Acto seguido les echo una mano a Sintara y Amara

Hice lo que debía. En otras circunstancias esto habria acabado de peor forma pero vuestra presencia quiso que no fuese así. No se merecian ensuciarme las manos con sus cuerpos grasientos y bebidos. Lastima que estaban estas bellas damas aqui y no quería parecer un bruto como ese borracho enano, sino hubieran recivido una tunda en condiciones. Algo me dice que no será la última vez que nos los encontremos.. a su pesar.

...

No se preocupe capitán, aquí estaremos. No sea cruel con ellos, tan sólo bebieron más de la cuenta. Aunque la culpa es de ellos, no saben controlarse y luego esos fieles borrachos que le seguian sin sentido... me dan pena... vahhh!

...

El trato? ahh! ese trato! ... ya sabe que puede contar conmigo.

-Claro que iré, para algo me he tomado la molestia de buscar información sobre el ogro. - Me giro y me dirijo a mis compañeros. - Después os cuento, pero ahora decidme: ¿qué ha sido todo este jaleo? La última vez que estuvimos aquí parecía todo muy tranquilo... - Sentía bastante curiosidad sobre la situación, y no pude evitar sonreír al ver cómo reaccionaban ante Sintara.

Al ver que la situación se ha controlado comienzo a incorporarme.

- Lobezna espera voy a acabar de curarte.- Mientras saco la varita de curar heridas de la bota.

- La activo sobre ella teniendo la sensación por su reacción de que ahora si vuelve a estar en forma.

- ¿Alguien más necesita que le cure alguna herida antes de incorporarnos a la cena?

Al notar que Lobezna me rasca una pierna le acaricio la cabeza. – Si me acuerdo de ti.

Girándome hacía Amara. – Sírvele una buena ración ha hecho frente a un oso negro que me sorprendió para defenderme. Necesita recuperar energias.

- Ha disculpe señor Hamperding no lo había visto. Nosotras también iremos con nuestros compañeros ha recuperar su recuerdo familiar.

Serverant asiente ante vuestras palabras. Hamperding sonrie, satisfecho.

-Magnífico! magnífico! El mapa que os dí debería ser suficiente para que llegueis a las montañas del desgarro. Una vez allí llegará la parte complicada, encontrar la guarida de esos truhanes. No me importa si los matais a todos o si sólo os infiltrais y lo robais, mientras me traigais mi preciado amuleto. El resto de lo que encontreis os lo podeis quedar. Yo os esperaré en mi mansión. Estoy muy ocupado reconstruyéndola. Archen os dirá como llegar, recordad que cada semana de retraso os costara 100 monedas de oro. Mucha suerte, señoras y caballeros.

Dicho esto se da media vuelta y sale por la puerta.

Elegid vuestros hechizos, decidid a qué hora os levantareis mañana y despedíos de Amara y Sintara. Cuando os levanteis mañana por la mañana será en la escena "la ruta a las montañas del desgarro"

Ok, ya me vale asi, Violant.

- Encantada de haberla conocido Sintara pero Lobezna y yo nos retiraremos a descansar que mañana nos espera una larga jornada. Sugiero que salgamos con las primeras luces del día para aprovecharla al máximo.

- Por cierto como no podemos llevar las monturas si queremos llegar sin que nos vean a horas de distancia no podré llevar la tienda de campaña sola a menos que alguno lleveís alguna parte.

Me dirijo a Amara.

- Amara la comida estupenda como siempre. – A lo que Lobezna no puede dejar de expresar también su aprobación. – Ya me dirás cuanto te debemos nosotras. Si pudiera ser te dejare las monturas estarán mucho mejor aquí que ataras en medio de ninguna parte.

Amara: Por ser vosotras, Violant. Por una moneda de oro teneis el pasto y la estancia de las monturas durante toda la semana. Ademas me ocuparé de cepillarlas personalmente.

Sintara: Deseo que descanseis de vuestras heridas, mi señora de los bosques. Mañana el sol saldrá a las 6 de la mañana asi que deberiais iros todos a descansar si quereis estar en plena forma para entonces... Llevaos ropa de abrigo. Las montañas del desgarro suelen conservar la nieve incluso en esta época del año.

-Eso son 3 monedas por diacada uno, ya lo sabes, pero podeis pagarme cuando volvais, aqui siempre tendreis crédito.

Amara te contesta pero no te está mirando a tí, sino a Iledar, que charla con Sintara. Te parece ver una chispa de celos en sus ojos.

- Esta vez puedo pagarte directamente nos pagaron sin problemas el último trabajo y no me he comprado muchas cosas. – Entregándole siete po tres por cada una y el otro por las monturas.

- Sintara tiene razón con las temperaturas de la zona pero ya os he advertido que sin vuestra colaboración no puedo llevar yo sola mi equipo y la tienda. Ya sabéis por que lo hemos hecho otras veces que podemos ponerla prácticamente plana y ponernos debajo con las mantas sino encontramos algún lugar en el que cobijarnos tapando la entrada con ella.