Partida Rol por web

- Disculpa por favor papa, voy a darle una moneda al gentil hombre que toca . . - Dijo la bella campesina rubia para caminar unos pasos de la carreta de su familia para acercarse a Rofrigo de Castro y Sanchez con una sonrisa en sus labios y cierta timidez mientras que segúía escuchandolo tocar sin osar interrumpirlo para dar le una moneda tras aplaudir le, solo entonces se dio cuenta de la comadreja y para la sorpresa del artista no le asustó a la joven, si no pareció alegrar le, por lo que se atrevió a decir le:

- Buenos días habil artista! Me llamo María . . Como se llaman usted y su lindo amiguito? - Cuando iba a acercarse para pedir agarrar lo un momento escuchó los gritos de la mujer, olío a un chico que corría asustado y vió a un galante y amable caballero que detuvo al chico ladrón con gran facilidad, pero que con gran humanidad buscaba hacer un bien donde todos verían un mal .. entonces otro guapo hombre de armas se acercó para cuestionar lo … y por un momento María se preguntó cual de los dos tendría razón

- ¿Cómo? Oh, disculpen mis señores... No, no es ningún ladronzuelo... Es mi hijo... La bolsa de monedas que porta se la di yo para que fuera a comprarse algunos dulces para él y sus hermanos... Por eso salió corriendo... - Hace una reverencia de disculpa - Perdonen, perdonen si ha causado la impresión que no era... 

El niño, con un rostro enrojecido por las lágrimas, con mirada asustada os mira mientras se abraza a la bolsa de monedas y mira suplicante a su madre

- Per... Per... Dón... Buahaaaaaa... Mami, mami... Buahaaaa.... 

Mientras estáis con la mujer, observando la escena o intentando vender vuestros productos a quienes se acercan a vuestros puestos, observáis varios guardas de la ciudad que caminan con prisa hacia una zona del mercado cercana a un callejón y a la zona por donde se había escuchado el grito. 

Caminan serios, con rostro apurado y las manos preparadas para desenvainar sus armas si fuese necesario. 

Otra gente empieza a venir de allí mientras que otra se acerca curiosa, todas van murmurando diversas cosas...

"dicen que María ha aparecido muerta", "no, no, no era María, una una fulana cualquiera", "oh, pobre chica quién habrá podido hacer algo así", "seguro que ha sido algún borracho", "o ladronzuelo"...

El resto de gentes que pueblan el mercado continúan con sus quehaceres sin darle importancia al asunto, siguen escuchándose los reclamos de panaderos, peleteros, herreros, carniceros... 

Mientras, la niebla empieza a ser un poco menos densa aunque no termina de abandonar las calles toledanas ni a sus habitantes... 

"Creo saber que el Rey cristiano, el Rey Pedro vienen a Toledo...por eso la ciudad bulle de gente..." 

Noto el altercado con el jovencito que acusaban de ladrón, por suerte y de sus manos no lo era, pero el grito no era del mismo lugar... Guardias se acercan por otra calle a grandes zancadas y tenia curiosidad de lo que habia pasado.. la gente murmuraba y por lo oído quería saber mas..

"Si me disculpan, vendré mas tarde, quizá mañana y proseguimos el trato buena dama.. (miro al joven arabe) 
alshabab wudiya" y asiento con la cabeza para indagar lo ocurrido.

Dejando a la vendedora de perfumes y al joven atento árabe me acerque muy cuidadosamente entre la gente para ojear o escuchar que habia pasado, el grito no era del joven niño ni de su madre, algo habia pasado en el callejon y los guardias dirigiéndose con bravura al lugar indicaban que algo muy importante habia pasado.

No intercepte a nadie pero desde la esquina del callejon podría ojear lo ocurrido y irme como vine.. las sirvientas me estarán buscando en nada ya que la tienda de hierbas no estaba muy lejos y enseguida acabarían. La palabra fulana nombrada entre la multitud me recordó mi status y quizá la conocía.

-Cuando guste, ya sabe donde estoy-dijo Safira despidiéndose de la mujer-.

Luego levantó la mirada intentando enterarse de lo que sucedía. Al oír los rumores, acercose a uno de los que los difundían y sin más demora preguntole.

-Decidme, ¿qué acontece?¿Acaso ha muerto alguien?

Saliendo de la panadería iba comiendo su hogaza calentita cuando fue testigo de una escena interesante y graciosa a la vez. Los ánimos en la ciudad estaban tan encendidos con la visita que ya la gente veía delitos en donde no existían y eso había llevado a dos hombres a confundir al hijo del panadero con un ladronzuelo. 

La intención de Isabel era presentarse ante Juan, al que llamaban el salvaje, la verdad no es que le hiciera mucha gracia la visita y se encontraba bastante nerviosa con todas las historias que sobre él había oído pero... si quería trabajar sin problemas y con seguridad en la ciudad lo más acertado era hacer una presentación oficial . 

De repente notó como unos soldados le empujaban a su paso mientras se acercaban calle abajo siguiendo el sonido desde donde hacía un rato antes se habían oído gritos. Según avanzaba oyó como unas mujeres hablaban  "... ha aparecido muerta". Siguió andando y sin saber muy bien porqué fue dirigiéndose a ese mismo callejón  por dónde acababan de desaparecer los soldados pero no sin antes preguntarle a una mujer que regentaba un puesto de verduras, justo en la entrada del callejón, sobre lo ocurrido— disculpe buena mujer,  acabo de oír algo sobre una mujer muerta y me preguntaba si usted sabría decirme qué es lo que ha podido ocurrir y si tiene que ver con los gritos que se han oído hace un momento. —En realidad no sabía muy bien el porqué estaba haciéndole esa pregunta a la mujer ya que seguramente ni conociera a la muerta pero si la mujer muerta resultaba ser una de las prostitutas que trabajaban para Juan el salvaje, igual tendría que andarse con mucho cuidado al hablar con él ya que seguramente este no sería un buen día y no estaría de muy buen humor.

Intento acercarme entre la multitud al lugar del crimen, y echar un vistazo. Estaré atento a las conversaciones de la gente, a ver si capto algún dato interesante.

Beltrán mira con recelo las palabras del hombre de armas, pero esboza una sonrisa. Parece ser que al Caballero no le molestan esas nimiedades. Me gustaría ver que le habría dicho otrora Rodrigo, con el que tantas veces compartí espada, y del cual por cierto, no se nada ...  - Tiende la diestra y le dice con tono amable - Ya hablaremos de gallináceos,zorros, y de dormir no se preocupe. Mi gracia es Beltrán Díaz Hernández, Caballero de la Orden de Santiago.

[SI NO PASA NADA EXTRAÑO, AQUÍ IRÍA LA CONVERSACIÓN QUE MANTENDRÍAN]

El caballero mira compungido a la señora, pero sobre todo, al chavalito que llora desconsolado. Acto seguido se acerca, planta su rodilla izquierda en el suelo y le da un beso en la frente al infante. - Perdóname. Son tiempos muy difíciles y nuestra obligación es cuidarnos los unos a los otros de toda la gente mala que nos quiere hacer daño. Sobre todo de los que no son.. - Sonríe y dice -  Bueno, ya lo verás en un tiempo.  - Lleva la mano a su bolsa y saca un puñado de monedas. Se las da al niño y aprieta su mano. - A estos dulces, que os debéis comer en familia, porque es lo más grande qe podréis tener en vuestra vida, os invita Beltrán Díaz Hernández. - Se levanta e inclina la cabeza ante la señora. - Por favor, acepte mis más sinceras disculpas.

Al escuchar el barullo del callejón, Díaz se se coloca la capa y se dirige al sitio para ver que había pasado. Se acerca a los guardias y les dice :  ¿Puedo ayudar en algo?

-Decidme, ¿qué acontece?¿Acaso ha muerto alguien?

Te mira con desprecio - Sí, y ya podría ser alguien de los tuyos... - Escupe en el suelo a tus pies

disculpe buena mujer,  acabo de oír algo sobre una mujer muerta y me preguntaba si usted sabría decirme qué es lo que ha podido ocurrir y si tiene que ver con los gritos que se han oído hace un momento.

 Te mira sonriente - ¿Unas verduritas frescas guapa? ¿Alguien ha muerto? Oh, seguro que alguna rata de esas que hay en la calle o alguna fulana... Tengo verdura recién cosechada y de la mejor calidad, por 1 maravies puede ser tuya - Vuelve a sonreír. 

¿Puedo ayudar en algo?

Los guardias te mira y hacen una reverencia - No mi señor, no es necesario... Le agradecemos su ayuda pero es sólo una fulana, seguramente alguno de sus clientes le dio una paliza y ya está... 

Los guardias continúan su camino mientras se despiden con una reverencia.

El resto de la gente continúa su camino, algunos cuchicheos sobre fulanas, monjes, curas... Al poco tiempo ya nadie parece prestar atención a la posible muerte de una chica. Continúan con su día a día, con sus compras, sus ventas...

La niebla empieza a dispersarse un poco y el humor de la gente empieza a mejorar.

Como no parecía que la mujer fuera a darle información sobre el tema decidió acercarse con premura a la taberna en donde era sabido que siempre se podía encontrar a Juan el salvaje pero le pareció buena idea hacer acopio de comida — Le doy un cuarto de maravedí por un tomín* de esas manzanas rojas que tiene en el cesto, junto a los tomates— En algun momento tendría que comer y las manzanas  bien cabian en los bolsillos de su saya

La gente en un principio no decía mucho, y solamente pude oír que era una fulana y que quizá fuera un cliente, pobre, yo podría decirse que también lo soy pero al menos soy de un solo señor y de alguno a quien mi señor quiera que ofrezca mi cuerpo.

Así que despacito me fue con las sirvientas que me estarían esperando.

Tarik escucha muchas voces hablando de una muerta, una fulana y poco más. La verdad es que no se entera de mucho de lo que ha pasado. Y una puta muerta no es de su incumbencia. Vuelve al mercado a comprar algo para picotear, y después caminará un rato por Toledo.

Safira acogió la respuesta con indiferencia. Ser un judíó en una ciudad como Toledo, suponía estar acostumbrado a recibir ese tipo de trato. Pero fuere como fuere, muchos eran los cristianos que acababan necesitando la ayuda de un judío tarde o temprano. Y en ello residía en parte, el desprecio que manifestaban para con ellos. 

Sin más se giró e intentó observar con sus propios ojos y escuchar con sus propios oídos lo que acontecía. 

La muchedumbre que se aglomeraba cerca de la zona en donde se había producido el grito y hacia donde iban los guardias empieza a abandonar el lugar y a continuar con sus compras, ventas y quehaceres habituales. 

Los guardias se miran unos a otros mientras esperan que vinieran las monjas para llevarse el cuerpo.

Quienes se aproximen al lugar verán el cuerpo de una muchacha que aparenta ser joven, hay un enorme charco de sangre y el cuerpo parece estar cubierto de laceraciones y cortes. Además, está totalmente desnudo y doblado en una postura inhumana. 

Al cabo de un tiempo se escuchan los sonidos que delatan que las monjas están llegando hasta el lugar. 

La niebla empieza a disiparse un poco más, aunque no termina de desaparecer del todo y de fondo, sobre los árboles, se escucha el graznido de algunos cuervos. 

- Disculpen por favor, pero que dicen acerca de María? A que muchacha se refieren? - Dijo en voz alta la joven al escuchar los rumores acerca de su propio nombre con cierta curiosidad mientras que se acercaba un poco para saber que había pasado con ella y para saber si reconocía a su tocaya

Safira no puede evitar aprovechar la muchedumbre para intentar agenciarse un par de bolsas o algún objeto de valor que quedando a la vista, le pudiera caer en la mano. 

Así como la multitud se va disgregando, Safira vuelve a su puesto, que había quedado a cargo de su criado, a hacerse cargo de la clientela. No ha llegado a ver a la víctima, pero los rumores eran más que suficiente. No le satisfacía lo más mínimo la idea de ver a una pobre criatura maltratada de semejante manera hasta la muerte. La sola idea le turbaba. 

Miró al cielo, más allá de las murallas. Parecía que el día comenzaba a clarear mas eso no le reconfortaba. El tan desafortunado suceso en fecha tan señalada, acompañado del canto de los cuervos, pájaros de mal agüero, no era un buen presagio. En la mirada de las gentes que la rodeaban, percibía que no era la única que se sentía de ese modo.

La dificultad es el % que se tiene en la habilidad... En tu caso sería 20... Y por cierto... ¿Por qué pusiste un -15?

No había que poner ningún modificador y en dificultad tenías que poner 20...