- es usted muy amable profesor.
- Me haré cargo de todos los gastos de desplazamiento, insisto. Ya que me van a ayudar, es lo mínimo que puedo hacer. Además allí lógicamente, todos los gastos también corren de mi cuenta.
Se le ve visiblemente emocionado y ansioso. Os da la sensación de que si por él fuese, ya estaríais de camino.
El plan es ir a Londres y desde allí en pocos días, todos juntos en tren a Anchester si nadie tiene inconveniente
Bueno, yo tengo mi flamante Betley. Si no les parece mal yo iría con él, y si hay que llevar equipaje ya me encargo...
Estoy buscando las plazas que tenía el vehiculo, pero no dice nada por ningun lado. No obstante fijandome en fotos veo siempre conductor y acompañante y un espacio libre por detrás, que debia ser para la carga o la cubierta. Modelos posteriores seguramente los reajustaron para que fueran 2/4 plazas.
Yo voy a aceptar que el mio es de los primeros y solo es un biplaza con espacio para algo de maletas... El coche tenia entre 2'9 y 3'3 metros según modelo
En cuanto supe que había transporte ferroviario y que los gastos correrían a cuenta de los "jefes" de la reunión, asentí generosa. ¿A qué estamos esperando, señores? He de reconocer que me gusta la idea de desentrañar un misterio... -añadí antes de cambiar de tema-. Señor Brinton, ¿está usted inmerso en algún nuevo descubrimiento o viaje? -le pregunté al ver todos esos libros sobre la mesa-. Lo cierto es que había perdido a su esposa, pero seguramente esa mente brillante ya estuviera maquinando nuevas aventuras que vivir.
En tren, sí.
- Pues si le soy sincero, señorita Müller, estaba pensando en organizar una expedición a las Islas Andamán, frente a las costas indias. Pero tendrá que esperar, esto está al lado de casa -dice con una sonrisa -bien señora y señores, si les parece, mi secretaria les dará las señas de mi casa las afueras de Londres. Nos vemos allí y partimos en unos días para Anchester.
Tras despediros de los profesores, de Norrys y de la Poer, viajáis por vuestros propios medios a Londres. Siguiendo las señas dadas por la secretaria del profesor Brinton. Vuestro querido amigo, que os ha enfrascado en la búsqueda y estudio de un altar sospechoso, con quizás una puerta, en un latifundio del sur de Inglaterra. ¡Y eso que sólo habíais ido a darle el pésame!
Escena cerrada