Partida Rol por web

Entrando en el túmulo una sensación de opresión me sobrevino, casi sustituyendo a la amargura de perder a Wymir. Nuestro amigo ya no nos acompañaba, y a pesar del mal momento ahora lo más sensato sería centrarnos en la misión y su éxito. 

Pude entender el sentimiento de Mut, pues parece que el lugar atrapa el alma de los que aún quedamos vivos. Cada paso y su leve eco rompen un silencio impuesto por los fúnebres habitantes del túmulo.

-Oscuras son sus paredes, y oscuro su cometido. Los muertos nos han saludado de un cruel modo en la entrada. Ojalá no volvamos a encontrarnos algo parecido.

Las dificultades no tardan en surgir de nuevo, donde otrora hubo escaleras y ahora hay un vacío. Mut y Angainor podían tener problemas con la altural del mismo, así que les ofrecí mi ayuda para hacerles más cómodo el acceso, si era posible.

Eruiel se quedó mirando las marcas en formas de estrellas. Si no fuera por lo siniestro del lugar, las encontraría bellas.

Mirad -dijo antes de entrar- este pequeño agujero sobre las marcas estrelladas debe de tener algún cometido. Quizás esté relacionado con algún tipo de ritual estacional. Sería bonito ver la luz de la Luna a través de aquí.

La perendhil entró la última, y en seguida la embargó una gran sensación de estar penetrando en las profundidades de los tiempos.

Este sitio es muy antiguo -dijo bajando la voz-, de cuando los primeros edain hollaron la tierra por primera vez.

El siguiente punto relevante. Aquella diferencia de altura que no parecía tener demasiada dificultad. Primero pasaron los altos. Luego Angainor que tuvo problemas, pero contó con la mano de alguno de sus compañeros. Y el pequeño Mut, más bajo aún, cuando fueron a echarle una mano, soltó con la que se sujetaba y cayó de culo al suelo. Por suerte solo salió lastimado su orgullo y a la siguiente vez lo logró hasta sin necesitar ayuda.

El pasillo, o mejor dicho lo que debía de ser una especie de vestíbulo, era sencillo, todo en piedra. Salvo el suelo con baldosas talladas similares a las del dintel de la puerta, parecía bastante largo, tal vez unos veinte metros, al final parecía adivinarse que la estancia se abría a derecha e izquierda formando una especie de cruz visto desde arriba.

Vais por la mitad del vestíbulo cuando oís un siseo que va ganando intensidad. A vuestra espalda*

El silencio interrumpido por nuestros pasos fue invadido por algo más. Al principio me hizo dudar de si era mi imaginación o mi ansia de hallar algo, pero... sí, parecía que era algo ajeno. Decidí avisar a mis amigos, para prevenirles de lo que podría ocurrir.

-Shhhhhhhh.... ¡amigos!-susurré a todos-oigo un sonido sospechoso. ¿Lo oís? ¡Un siseo tras nuestros pasos! ¡Estad prevenidos!

Comencé a concentrarme intensamente tras avisarlos, por lo que pudiese pasar. Notaba la energía centralizándose en mi interior, cada vez con más intensidad.

Tras las palabras de Lorgan me muestro alerta ya que no había escuchado ese siseo.

- No escucho nada pero me fío de tu oído Lorgan... - digo mientras cargo una flecha en el arco corto por si fuera necesario, aunque de momento sigo apuntando al suelo - ...intentemos caminar en silencio y evitemos los ruidos fuertes... - comento en voz baja intentando que lo escuchen solo mis compañeros - ...si hay algo esperándonos que no sepa que llegamos...

La perendhil sentía una leve sensación desagradable, pero no sabía a qué atribuirla. Era un pensamiento repentino que la interpelaba a salir de allí, a terminar eso cuanto antes mejor.

De repente se dio cuenta de que lo que la molestaba era esa sensación de agobio que siempre dan los espacios cerrados y subterráneos.

¡Qué lejos quedaban ahora los campos de Rohan! ¡El mar de pastos que se mece con los vientos del oeste, de colores acres, amarillos y dorados!

Allí dentro de esa oscuridad formada de roca y grieta, parecía faltar el aire.

De repente, oyó un susurro a su espalda. La mujer se giró de inmediato -espada en ristre- y dio un paso hacia delante, escudriñando en la oscuridad.

Estirando mis brazos para intentar agarrarme de cualquier lugar e impulsándome como puedo con mis piernas, noto como comienzo a descender nuevamente hasta que finalmente mis compañeros me ayudan subir el gran escalón con el que no topamos. Algunas palabras de fastidio se me escapan entre los dientes mientras doy unas palmadas a mi armadura, hasta que finalmente Mut también sube y continuamos el camino.

A cada paso que damos miro las paredes y el suelo del lugar, esperando ver tal vez algún indicio de qué es este lugar. Para nuestro pesar, poca información pudimos recabar sobre el túmulo, algo que me gustaba bastante poco debido a los peligros que ya a su entrada demostró guardar.

"- Adelante parecen abrirse otros caminos, tal vez podamos divisar alguna habitación desde ahí- aviso a mis compañeros antes de escuchar tanto las palabras de Lorgan como el sonido mismo-. Cuidado atrás, Eruiel y Jesec... apuremos la marcha hasta la bifurcación para salir de este pasillo que poco nos favorece- agrego y apuro un poco la marcha, intentando estar atento a mis compañeros".

35 Mut 60/60: Carga una flecha

15 Angainor 59/59: Avanza

10 Lorgan 40/40: Se concentra 1º

10 Jessec: 28/29: Se gira

5 Eruiel 35/36: Se gira

Mut carga una flecha alertado por las voces de sus compañeros.

Angainor comienza a sentir de nuevo como se le eriza la espalda y decide avanzar hacia adelante en dirección a la bifurcación, ajeno a lo que pueda suceder atrás.

Lorgan comienza a concentrarse por si ha de usar alguno de los hechizos.

Eruiel Se gira y veis como se lleva instintivamente la manos a los ojos.

Jessec es otras de las que se gira y exclama - ¡Ah, mis ojos, me queman!

El sonido del siseo se detiene.

Los lamentos de Jesec no han de romper mi concentración por el bien de nuestra defensa, pero ha sido atacada.

Mucho tuve que aprender y practicar para poder mantenerme concentrado en circunstancias singulares como esta. Mi maestro procuraba distraerme de las más variadas formas, demostrándome los peligros que eso conlleva.

"un mago, si bloquea su mente y se centra en lo que quiere hacer, es el triple de eficiente", decía. Mi cabeza recuerda aún los coscorrones leves de su vara al fallar una y otra vez en ello, hasta aprender a aislarme de los sucesos del exterior y que la energía necesaria fluyese por mi interior hasta materializarse en un hechizo más devastador que uno corriente.

Es por ello que me mantuve en silencio, respirando lentamente, centrado en lo que podía atacarnos a pesar de que su sonido había desaparecido. Mi preocupación estaba con Jessec, pero no podía romper mi propio círculo de concentración. Lo que la atacó a ella podía atacarnos también a los demás, y yendo por un pasillo donde somos perseguidos, solo hay una dirección en la que ir: la que estábamos tomando.

Continúo avanzando al lado de Angainor con el arco listo, hasta que escucho los gritos de Jesec. Me paro un momento pero no puedo dejar que Angainor avance sólo y más si ya nos están atacando.

- Avanzad rápido... - digo mientras les ofrezco ayuda - ...no os frotéis los ojos si os han lanzado algo eso será peor...echaros agua en ellos... y caminad hacia nosotros rápido...no os paréis...

Un siseo, un ataque a los ojos...podría ser una serpiente pero en La Comarca las que hay como mucho te muerden el pie aunque en el sur he escuchado de serpientes que incluso lanzan fuego o eso cuentan las historias del lejano Harad.

- Angainor deberíamos buscar un sitio seguro y comprobar sus heridas. Lorgan y yo podemos echarles un vistazo mientras tú montas guardia ya que ves mejor que nosotros en esta penumbra...nosotros sólo vemos a la luz de las antorchas...

-¡Aahg! -grita también Euriel. Se cubre los ojos con las manos y agacha la cabeza.

¡No miréis hacia la salida! ¡Hay una trampa!

La perendhil parece adolorida, pero está relativamente relajada. Luego, con la voz un poco más asosegada, continúa hablando.

-Debe de ser un mecanismo para evitar que los incautos que entren aquí puedan salir fácilmente. Me ha parecido ver unos paneles de madera que se habían deslizado a lado y lado de la puerta. Creo que aún es posible salir, pero lo cierto es que sea lo que sea lo que hay ahora allí, brilla como si miraras al Sol sin pestañear un buen rato. Jamás había visto nada parecido. ¡Como duele!

Euriel empezó a abrir los ojos poco a poco.

-Bueno, supongo que en unos minutos volveré a ver perfectamente. ¡Que fastidio!

"¡Maldita sea, estúpido lugar!", me digo e instintivamente levanto el escudo y bajo un poco la mirada al escuchar el aviso que da Eruiel.

Doy unos pocos pasos para atrás y me giro para continuar la marcha, en vistas que incluso el pasillo nos resultará peligroso con esa trampa cercana.

"- Es verdad, tiene razón Mut- expreso a mis compañeros-. Continuemos un poco más hasta donde el camino parecía abrirse hacia otras direcciones y así podrán descansar la vista un momento- agrego y continúo la marcha".

35 Mut 60/60: Avanza con una flecha cargada

15 Angainor 59/59: Avanza

10 Lorgan 40/40: Avanza. Se concentra 2º

10 Jessec: 28/29: Avanza y avisa

5 Eruiel 35/36: Avanza

- Joder, no miréis hacia la puerta – Comenta Jesec que comienza a avanzar para no separarse el grupo. Por lo visto parecía haber alguna especie de trampa.

Mut sigue con le flecha en el arco y avanza. Lorgan sigue concentrado y bueno, en general todos avanzáis. Euriel siente como se disipa su dolor, pero la vista le vuelve poco a poco a la normalidad.

Llegáis a la encrucijada, para descubrir que los nuevos espacios que se abren son tan amplios como cortos, al menos aparentemente.

Los tres espacios parecen tener algo en común, una gran "losa" que os recuerda lo que podría ser una especie de altar. Pero lo curioso es que los materiales de cada una y su color, parecen ser totalmente distintos. En el espacio de la izquierda el altar es de color blanco y el material parece ser mármol. El de enfrente parece ser una especie de basalto negro y el de la derecha de color y material bronce.

Para saber más de alguna de ellas habrá que hacer una inspección más a fondo.

Vaya, ¿Qué será esto?

Euriel aun tenía que entrecerrar un poco los ojos para mitigar el dolor que ese rayo de luz le había provocado, pero al menos ya podía continuar investigando sin demora.

Tenía la esperanza de que encontrásemos pronto el sarcófago del muerto, y junto a él todos los tesoros y reliquias que deberían de acompañarle, pero está claro que no será tan fácil.

Además, creo que Wyrmir comentó que en alguna parte del túmulo se hallaba también un lago subterráneo, o sea que aun nos queda un buen trecho por bajar, supongo.

Quizás alguno de estos altares esconda unas escaleras o algo así, quién sabe.

Voy a inspeccionar un poco más detenidamente este tan bonito de mármol blanco.

La medio humana procedió a ello.

Las cosas parecían volver a su cauce, tras el episodio de la trampa. No era extraño, los antiguos siempre protegían sus pertenencias ante los amigos de lo ajeno, y una tumba era el lugar propicio para ser sembrado de impedimentos para los ladrones.

-Me alegra que el ataque no fuese a más, y estéis bien -digo al llegar ante las puertas.

Surge el enigma de decidir por cual o cuales entraremos. Ya en otras ocasiones estuvimos en dilaciones similares. Esta vez las puertas no parecían amenazadoras, aunque siempre se teme lo que no se conoce. Quizás tras ellas había peligros que nos serían desvelados tan solo al abrirlas.

-Cierto, Erudiel. Estudiémoslas primero, quizás se halle alguna clave en esos letreros. Miraré yo el cartel de basalto, por si los antiguos decidieron ser indulgentes y compartir alguna pista sobre lo que pasará si la cruzamos... Mirad también la restante, y decidamos entre todos por cual cruzar. Creo que lo más sensato es no separarnos.

Apenas nos adentramos en la encrucijada, miro para todos lados esperando encontrar otro camino, desanimado al notar que los tres altares son lo único que puede notarse en el lugar.

Aprieto la antorcha con fuerza y hago rechinar mis dientes mientras me giro una y otra vez, volviendo a ver a cada momento sólo las losas de diferente color y material.

"- ¡Aaah! ¡Estúpida tumba, nos tiene atrapados!- esputo con ira, a partes devenido de lo sucedido hace instantes por la trampa aunque principalmente por lo ocurrido con nuestro compañero".

Una vez dejo salir esas palabras me intento tranquilizar un poco, tomando algo de aire, cerrando mis ojos y moviendo mis hombros hacia adelante y atrás. Luego de un momento, cuando siento que me encuentro más calmado, camino hacia la losa de bronce e imitando a mis compañeros comienza a observarla.

Intentar salir podría cegarnos, parece que los que construyeron esta tumba querían que la gente avanzase y no pudiese escapar. Pero si es una gran construcción tendrá que tener más de una salida, y parece que es más grande de lo que esperábamos. Cuando Eruiel comenta lo del lago llego a imaginarme que seguramente sea inmenso, y que lo que vemos sólo es el árbol más alto del bosque.

- Si hay un lago debe ser inmenso,seguramente como dice la dama elfa tengamos que descender...la verdad es que Wyrmir no nos había comentado en detalle cómo era el túmulo...bueno ni nosotros preguntamos demasiado...el afán de aventuras nos cegó... - se lamenta el hobbit pero luego mejora su ánimo y añade - ...pero la última voluntad de un compañero ha de verse cumplida...por lo que sólo nos queda avanzar...

Miro con curiosidad los altares y pienso que significado pueden tener los colores, seguramente la ayuda de Wyrmir ahora nos vendría muy bien ya que conocería el significado de cada color para su pueblo.

Me acerco al blanco y le echo un vistazo desde una distancia prudencial.