Partida Rol por web

-¿Hecho entonces?- Parece serio y sudoroso por las implicaciones morales del asunto.- Por nosotros y en nombre de Los Iluminados y de la Iluminación Mundial, hecho.

- No tengo problemas en revelarte eso. - Dice Vyktor, sonriendo. - Pero te voy a contar una historia falsa y otra verdadera, aunque la falsa tiene parte de verdad.

Vyktor entona la voz, como preparandose para un discurso. 

- Si cualquiera me preguntará diría que soy escritor, viajo por el mundo recopilando historias, y el camino me ha llevado hasta Agartha. Pero debido a que ya no eres cualquier, te puedo contar la verdadera historia. Soy un artista, y mi arte es la propia muerte. ¿Mi objetivo? Sigo buscando una obra de la que yo mismo me enorgullezca. - Hace un signo de conformidad con las manos. - Quizás por eso sigo en Agartha, estoy ciudad parece siempre lista para el conflicto. Confío en que aquí pueda lograr que mis aspiraciones se hagan realidad... El hecho de que ayuda a Aedalus es un simple pasatiempo. Entre nosotros dos solo existe un acuerdo de paz y cooperación. 

Sonrio y sentecío. 

- Que así sea entonces. La alianza queda propuesta. 

- Tengo que preparar la cabeza y el ritual para Hanna. Volved mañana cuando la noche haya empezado y sellaremos esta alianza. 

Después de decir esto les acompaño a la salida. 

Te dicen que hay un hombre y una mujer que subieron casi sin equipaje (esto le sorprendió porque el barco iba a Turquía). Pero que subieron ya al barco. Si te das a conocer como Inspector Freimann y les enseñas la identificación te dejarán subir.

Vuelvo a la sala de banquetes. Donde creo que mi comida ya está fría. 

- Siento no haber podido volver antes. He descubierto que los Marseille no son solo una decadente familia rica sino que están en una conspiración global la cual necesita de nuestra colaboración. 

Me identifico y hablo un poco en voz alta

-Vengo a proteger a una persona bajo peligro de amenaza, parece que le han engañado con tomar un barco pero le siguen la pista, se lo puede creer? Que me hayan hecho venir hasta aquí para salvar a un ch- nada déjelo, en resumen, me gustaría subir al barco si son tan amables.

 - ¿Podrías explicarnoslo todo con más detalle?

-¿Y desde ayer no la han vuelto a ver?

- No señor, después de que se fueran ustedes y antes de que se fuera el Dr Amb...el que ya sabemos, se fue a recoger un paquete, dijo, y no volvió. Pensé que debía avisarle...

-Muy bien, bonita- tiene una cara de baboso horrible - Ya verás que la encontramos. -Le coge del culo a la chica que está obviamente incómoda- ¿Y tú que miras? -Dirigiéndose a ti.-¿Qué has oído?

Subes al barco y te indican la zona de tripulantes. Zona bastante pobre y superpoblada. Hay varias familias chinas, pero solo una sin equipaje y de dos personas. La mujer va muy maquillada, el joven parece vestido ricamente. Te miran fijamente y el jóven se coloca defendiendo ligeramente a la mujer, la espalda ligeramente arqueada.

- Vinieron los jovenes Marseille y me acusaron de haber robado la cabeza. Me la pedían a cambio de una alianza con su organización. Me contaron que eran parte de una organización llamada los iluminados mundiales que habían estado luchando contra el monopolio tecnológico de Goullard and Sons por todo el mundo. 

- Me pidieron una alianza. He aceptado entregarles la cabeza a cambio de tener la vida de la joven Marseille en la palma de mi mano. 

Mirando a Victoria añado. - Estás últimas 24 horas han sido especialmente frenéticas, no creas que todos los días en esta casa son así. 

- Ahora.- Vuelvo a sentarme en la mesa. - Tengo un hambre atroz. - 

Mientras corto la comida para comprobar si está fría o no pregunto. - ¿Me he perdido algo en mi ausencia? 

-Nada agente, solo estaba contemplando las ruinas del incendio. Me preguntaba que habría ocurrido. ¿Puedo ayduarle en algo?

El Inspector gruñe y se marcha, cogeando y malhumorado.

-Son ellos

(inicio telepatía de tranquilidad y calma)

Dirigiendose a la pareja:

-Me presento, soy el jefe de la policía, Lucius Freimann (muestro la placa), varias fuentes fidedignas me han informado que ustedes dos son el blanco de un tema muy turbio, que han sido engañados en tomar un barco y que hay agentes contratados aquí dentro preparados para asesinarles una vez lleguen a destino (esto en medio susurros) es mi deber escoltarles a un lugar seguro y ayudarles a escapar cambiando nombres y borrando huellas.

- Nada importante, tan solo nos poníamos al día - me detengo para pensar por unos instantes y añado - ¿cuál será nuestro primer movimiento y en qué dirección? al parecer ahora mismo hay muchos objetivos, y aunque no tenga inconveniente en ayudar, ¿qué me garantiza que me ayudaréis aunque consigáis el vuestro primero?… o, ¿acaso todo está relacionado?

Se miran entre ellos.

La señora aprieta la mano del joven y el joven la bolsa.

-¿Nos podemos fiar de usted?... (momento de silencio)...Tampoco tenemos opción, ¿verdad?

Se bajan del barco con el Inspecto Freimann

Se me ocurrió que si bien no podía rastrear a aquel extraño desconocido, tal vez podría encontrar algo sobre ese tal Doctor Amber que empezaba a cruzarse recurrentemente en mi camino. Decidi comenzar curioseando por la universidad, a ver si veía o oía algo que me orientase...

La zona de las Universidades... amplia, solemne y limpia. Centro del saber.

La facultad de medicina está al lado del hospital universitario, al lado del río. Así los desperdicios del hospital salen sin problema al agua.

Entre los despachos de los profesores no encuentras ninguno con el nombre de Amber.

De una sala de reuniones exquisita, con paredes en roble, sale un hombre de apariencia seria. Al cruzarse contigo te mira de arriba a abajo:

-¿Puedo ayudarle, joven?

Los guío hasta mi casa dando rodeos para despistar posibles perseguidores.

-Aquí pasaremos la noche, tengo una habitación de invitados que uso en estas ocasiones, mañana saldréis con nuevo nombre, identificación y un compañero mío os llevará en un carromato hasta un punto donde se os dará algo de dinero para ir desde ahí, decid que os envió Lucius.

La casa es de tamaño media pero modesta en sus acomodaciones, una mesa en el comedor, una cocina bien ordenada y dos perros de presa en el jardín, ambos suelen ladrar en las pocas veces que hay invitados.

Me dirijo a la puerta de entrada, hacen algo? 
 

- Dado que pongo mi vida en el asunto, me encantaría saber que hacen aquí la mujer y el de la guadaña. Si puede ser...