Partida Rol por web

—Mirad quién ha decidido ponerse locuaz —se admiró Snæfrid de las palabras del pequeño semitroll. Miró por encima del hombro a sus hermanos, que hacían escándalo, mientras se disputaban un animalejo muerto—. Chicos, compartid la comida cómo buenos niños. No me hagáis ir a poner orden.

Volvió su atención al pequeño y le cogió de la barbilla, para obligarlo a levantar la cabeza y que la mirase a los ojos.

—Te dejaremos ir, pero sólo si prometes no volver a comer humanos. Hay muchas cosas para comer en el bosque. —se le quedó mirando un buen rato, con gesto analítico—. Eres bastante más avispado que tus hermanos. ¿Tú sabes quién es el amo y qué es lo que se propone?

-Amo es un mago, el nos creo, me buscaba a mi porque.. bueno porque yo no me peleo por una rata muerta.. siempre hablo de vengarse de la torre de hechiceria.. creo que nosotros somos sus soldados..

—Ya veo —dijo Snæfrid, con gesto pensativo—. Tú debes ser el especial. Quiere que su nueva generación de Semitrolls se parezca a ti. Ahora: ¿Tú sí puedes decirnos con cuántos de tus hermanos nos encontraremos ahí dentro? —preguntó, señalando con su bastón hacia la entrada de la cueva.

Veo al cachorro hablando, y escucho lo que había perpetrado.

¡Come humanos!, bueno, yo también lo tuve que hacer en una expedición que nos quedamos sin víveres en la montaña con todo nevado, no es tan grave. Lo grave es que la bruja hubiese abandonado a sus otros hijos.

¿Ha dicho torre de la hechicería?, lo raro es que si el hombre es un mago, no abandone también a sus hijos.

Cada uno decía una cosa y Gunns empezaba a sentirse engañado, lo que hacia que se enfureciera.

-Grrr....- 

Endureció su mirada sin mirar directamente a nadie, aunque culpaba a la bruja. 

Agarro el hacha con fuerza y solo porque aquellos semitrolls no parecían nada peligrosos, peleándose por una rata a medio comer, no los ataco para desahogarse. Hizo un gran esfuerzo por esperar el siguiente movimiento que querría dar la bruja en un plan aun poco definido. 

-No mas de una docena, o eso creo, el maestro no quiere que los trolls interrumpan sus experimentos

Os fijais en que usa el temino troll consigo mismo pero lo usa casi asqueado, cono si sintiera repugnancia

Snæfrid sacudió la cabeza con gesto preocupado.

—Esto es lo que pasa cuando los hombres se meten con la magia. La Vara es para la mujer y la Espada para el hombre, siempre lo he dicho.

Le hizo un gesto al niño, indicándole que se adelantara.

—Guíanos hasta el Amo, entonces. Hazlo por el camino más seguro que conozcas y cuéntanos qué otros peligros, aparte de tus hermanos, podemos encontrarnos en esas cuevas.

Observo el extraño comportamiento de Snæfrid, y le digo:

-¿pero otra vez vas a abandonar a tus hijos?, -la miro con gesto preocupado-, ya se te perdieron una vez, y ahora los vuelves a dejar aquí, pero si debería ser un día de celebraciones.

Veo que le da indicaciones a la pequeña criatura que cargaba el semitrol

Snæfrid le echó un vistazo a sus “hijos”.

—Ya son bastante grandecitos. Es hora de que se emancipen.

Descendió algunos peldaños, para acercarse a ellos.

—Niños, prestad oído a vuestra madre. Ahora que yo he regresado, el Amo ya no tiene necesidad de vosotros. Él desea que vosotros y vuestros hermanos vivan libres, al fin, cómo pago por vuestros servicios.

Alzó la vara y señaló al norte con ella.

—Diez leguas hacia allí, está el Páramo, donde viven vuestros parientes. Ellos os recibirán bien. No tendréis que preocuparos porque el Amo os proteja del sol. Vuestros hermanos, los Trolls, saben bien cómo cuidarse de él y os enseñarán cómo hacerlo. Os deseo suerte. Id con la bendición de vuestra madre. No os metáis en líos y sed buenos niños.

Mientras os introducis en el interior de la cueva el muchacho sigue hablando solo que en un tono mas bajo.

-Nose mucho solo vivi aqui dos o tres meses.

Al entrar descendeis por unas escaleras una docena de pasos y luego llegais a una gran camara abovedada, parece desierta y poco trabajada, al fijaros mas atentamente descubris algunos camastros y restos de comida, al final de la sala a unos 20m hay una puerta de madera.

-Esa puerta conduce a los laboratorios no se nos esta permitido entrar alli, cuando deseamos algo hacemos sonar la campana.- El chico señala una campana junto a la puerta la cual parece algo desgastada..

Snæfrid observó al niño con interés.

—¿Pudiste escapar de aquí a los tres meses de edad? Creo que ni los Trolls crecen tan rápido. Estoy empezando a pensar que ese Amo sí es bastante poderoso.

La bruja miró de manera escrutadora, primero la puerta y luego la campana. Acto seguido se volvió hacia los vikingos.

—Alguno de vosotros, fijaos si la puerta está cerrada.

Tal y como dice nuestra "lider", me acerco hasta la puerta, y le propino una gran patada para ver si está abierta o no.

Gunns empezaba a cansarse de tanta cháchara y mentira. Miraba a los semitrolls, al niño, a la bruja y a sus compañeros valkars, uno a uno con cara severa, mostrando ligeramente los dientes. Entonces se pusieron en marcha y eso le alivio ligeramente, aunque aun se lamentaba de que su grupo necesitara valerse de las mentiras. Si no fuera una bruja ya le hubiera pedido explicaciones. 

Avanza junto al resto del grupo observando con desconfianza al niño semitroll. Parece cooperativo, pero el valkar ha aprendido a desconfiar de todos, aunque no siempre consigue librarse de las trampas que otros le tienden gracias a la astucia. 

Cuando llegan a la puerta de un supuesto laboratorio, algo que Gunns no sabe bien lo que es, y la bruja manda que alguien compruebe si esta abierta observa con satisfacción como su aguerrido compañero valkar la golpea con una patada. Se ríe con ganas. Ademas le pareció que eso indicaba que empezaba la acción y termino asiendo con fuerza su hacha, otra vez. 

- Vamos. Grr...- 

La puerta se abre con un fuerte crujido, al abrirse deja ver un largo pasillo que se hundia aun mas en las profundidades de la tierra, las paredes son de roca y en ellas cuelgal crepitantes antorchas que iluminan el paso.

Antes de que podais avanzar mas se oye un ruido salir de entre los montones de deshechos, de entre ellos sale un ser amorfo similar a los semitrolls con los que os habeis topado antes solo que peor vestido y mas deforme, tras el se levantan 3 seres mas de igual constitucion, ninguno porta armas aunque su actitud sigue siendo agresiva.

-Grr norr, entrrarr, entrarr norr...

Su habla es incluso peor que la de sus congeneres, y su actitud hacia vosotros es agresiva, los seres empiezan a aarrastrarse fuera de su foso..

Al derribar la puerta sin querer, me giro y le digo a "La Vieja":

-Si que está abierta, y tiene habitantes. Gunn, ha llegado la hora de quitar el óxido a nuestras armas, esta vez los hijos de Snæfrid no tienen pinta de querer celebrar un reencuentro mas que con su creador.

Espero tras el marco de la puerta, así simplemente podrán salir de uno en uno, y será mas sencillo eliminarlos.

Snæfrid suspiró con resignación.

—Te dije que probaras si estaba abierta, no que… —sacudió una mano en el aire, cómo descartando el tema—. ¡Vikingar!

Se adentró en el túnel, detrás del vikingo y observó a las monstruosas criaturas que surgían de la inmundicia del suelo, con intenciones de impedirles continuar.

Alzó las manos por encima de su cabeza y gritó.

—¡Eldur brennur þetta óeðlilegt verur!

Inmediatamente, las llamas de las antorchas parecieron cobrar vida y se expandieron, lanzándose sobre las criaturas.