Partida Rol por web

¿Nunca has oído aquello de que la curiosidad mató al gato? - pregunté al tiempo que me movía hacia la rampa, siguiendo la estela de Leo, pero mucho más lento, pues no le quitaba los ojos de encima a Shredder - Pues quiero que ese dicho siga siendo así, y no cambiarlo por "la curiosidad mató a las tortugas".

Sin embargo, yo también sentía curiosidad, aunque no por lo que pudiera encontrarse en el interior de las tumbas, sino más bien en la persona que estaba más empeñada en descubrirlo, y así se lo hice saber - Dime una cosa Shredder, ¿por qué tanto interés? ¿Qué esperas encontrar para arriesgar la vida de todos?

Mi tono era calmado, sin sombra de reproche. Era una simple pregunta de alguien que quiere saber.
Ciertamente también le podía haber preguntado a Micky, pero la suya no sería una pregunta consecuente, ya que mi hermano era simplemente alguien alocado y que no medía las consecuencias de sus actos.

Mejor pensar eso, que creer que lo hacía para sacarme de quicio.

Tras el empujón y las palabras de mis hermanos me siento en el suelo regañado como un niño pequeño.

- Shredder tiene razón en algo. Nada ha pasado a pesar de que una de las tumbas está abierta. No es que quiera abrir más dijo moviendo enérgicamente las manos, pues la miradas de su hermanos se clavaron en él de repente y con mucha rabia, casi odio diría. NO NO no es eso. pero tampoco creo que sea para tanto no? Nada ha pasado, la cerramos y nos piramos. Ya está y que Shredder se quede a abrirlas si quiere.

Shredder no sabía que hacer. Tenía que abrir las tumbas y el dolor de cabeza iba en aumento, al igual que las ansias por abrirlas, por ver lo que ahi dentro, por destapar aquello que lo llamaba. Las tortugas tenían razón, podría resultar peligroso... ¡Pero no lo entendían! Ellas no tenían este terrible dolor de cabeza, esta desorientación, esta sensación de vacio, ¡estas ganas de romper todo!

Se le aflojaron las piernas y calló al suelo de rodillas luchando contra sí mismo, contra aquello que tenía en la cabeza no le dejaba pensar con claridad. Tengo que abrir las tumbas. Pero la lucha estaba acabando con su fuerza, quizás no pueda aguantar mucho. Tengo que abrir las tumbas.

Se levantó tambaleando y se dirigió hacia la primera tumba que habían descubierto, lejos de las tortugas, que poco a poco se acercaban al centro de la sala para escapar de aquel agujero que en si mismo, era una tumba.

Tengo que abrir las tumbas.

Meneé la cabeza de un lado a otro, en parte para dar muestras de mi disconformidad con las palabras de Micky, pero sobretodo en una clara señal de darme por vencido con respecto a caralata.

No tocarás ninguna tumba más - le dije a mi travieso hermano - ni siquiera para cerrarla....nos vamos de aquí.

Después dirigí mi mirada hacia Shredder - En cuanto a tí, haz lo que quieras, pero nosotros te esperaremos fuera.

Sin decir una sola palabra más comencé a subir la rampa tras Leo, ayudándome con la cuerda para no resbalar hacia atras y terminar sentado de culo en aquel frío cementerio.

Tras los dos primeros pasos, los pies comienzan a resbalar, y al no poder utilizar más que una mano me es imposible avanzar, por lo que bajo de nuevo el excaso metro que había subido.

Creo que no podré subir así - indiqué - necesitaría que los demás tiráseis de la cuerda mientras yo me aferro a ella.

Casi lo dije con resignación, pues no me gustaba ser una carga para mis hermanos.

Shredder sonrió ante Rapha que parecía que era el único que estaba dispuesto a enfrentarse a él, ya que los demás solo habían enseñado los dientes, pero era evidente que no iban a morder. Así que aprovechó cuando éste intentó subir por la cuerda, nuevamente en dirección al techo que se encontraba realmente alto y volver por la espiral que había bajado, para de un solo golpe con el codo, romper el sello de cera que había en la tumba.

De repente, todos sintieron una oleada de terror y miedo que los sacudió como si el aire frío de la sala fuese sido movido con violencia y hubiera traspasado sus conchas, helándole hasta sus huesos.

Shredder comenzó a reir de una forma siniestra, totalmente descontrolado.

Jajajajajajajajaja

Al instante quedó olvidada la cuerda y el camino de ascensión hacia el exterior, pues todo en mí vibró bajo los acordes dados por la extraña risa de Shredder, sin contar con la rara sensación que recorría mi piel.....no, no era el frío, pues a eso ya casi me había acostumbrado. Era algo más.

Me volví rápidamente hacia donde se encontraba el caralata, y pese a no poder observar por completo su rostro, sí que la locura se dejaba notar en su febril mirada.
Ahora ya había conseguido lo que quería y el sello de la tumba estaba roto, provocando una reacción de algún tipo.....fuese lo que fuese ya no había marcha atrás.

¡CUIDADO! - grité sin saber decir de qué es lo que debían preocuparse, pues ni yo mismo lo sabía. Era una simple corazonada, pero como decía el maestro Splinter..."Aquel que no es capaz de atender a sus sentidos, es como si hubiese nacido ciego y sordo".

Y todos mis sentidos me decían que aquel lugar se había vuelto aún más peligroso. Que algo que había dentro de las tumbas había vuelto a la vida tras siglos de encierro forzoso.
La cuestión era saber qué podía ser lo que llevaba tanto tiempo esperando, y sobretodo....¿cómo combatirlo?

Me giré hacia Shredder cuando Raphael gritó pero al parecer ya era tarde.... algo pasaba... una extraña sensación me recorrió el cuerpo y esta vez si que consiguió asustarme.

- Bueno al menos no ha sido culpa mía esta vez... dije resignado. Me acerqué a Shredder caminando despacio para ver bien si algo había salido de la tumba, al ver que no era así grité: ¡TIO! ¿PERO QUÉ HAS HECHO? pero estaba completamente absorto en algo y creo que ni siquiera me escuchó.

Entonces tiré de él para llevarmelo fuera pero estaba como paralizado, asi que tiré más fuerte y solo conseguí que me mirara con los ojos en blanco como si hubiera visto el fantasma más horrible del mundo.

- Tio no me mires así, das miedo. Mira la que has liado tú solito. Luego te quejas de mí. Joer macho... vamonos echando leches de aquí... dije tirando de él de nuevo.

Observo lo que acaba de hacer Shredder... Jooooder digo cuando aquella sensación me recorre... Salid de aquí... YA sus palabras no parecían un ruego sino una orden directa... Si el quiere quedarse es su problema... no podemos permitirnos que un majadero nos lleve a la muerte... VAMOS !!

Sin más comienzo a subir por la cuerda para salir, no tenía idea de porque, si era miedo, locura o simplemente instinto lo que me movía pero con todas mis fuerzas tiraba hacia arriba, para salir del lugar...

Vamos chicos, Raph si no puedes agárrate de la cuerda el último y tiraremos de ella !!!

Estoy a punto de subir por la cuerda, cuando vi que Shredder habia destapado la tumba, pero habia algo en el, no, en todo el lugar, que me pedia a gritos que lo abandonara, aquel sentimiento de un peligro inminente que resulta desconocido.

MALDITA SEA!!!, replique completamente exasperado mientras caminaba a paso raudo hacia Shredder, No lo toques!, repuse con los ojos brillantes, refulgientes como el fuego, a mi hermano que cogia a Shredder del brazo, De este desgraciado me voy a encargar yo.

Fui muy paciente, replico con decision y resignacion, como si estuviese dispuesto a hacer algo que no queria, pero prefiero sacarte a ti herido que quedarnos todos a morir, mis hermanos no moriran por culpa tuya, y sacando de un fluido movimiento ambas katanas las blando hacia Shredder, para lastimar sus brazos, sin importarme si se los amputaba, y sacarlo de alli. 

Shredder sigue gritando, mientras que las tortugas intentan detenerlo, las dos únicas que corren hacia él son Mike y Leo, pero él se gira antes de que lleguen, había tomado precausiones en cuanto a la distancia que los separaba, y empujó la tapa de la tumba hacia el suelo, por encima del nicho, callendo con un sonido sordo.

Mike alcanzaó a Shredder y lo sujetó de un brazo mientras Leo conseguía llegar hasta él para ayudarlo. Cuando Mike lo separó de aquel lugar sin que Shredder opusiera ningun tipo de resitencia, sintió como u na oscuridad salía de la tumba y envolvían a todos. Todo se volvió oscuro y Mike perdió el tacto con Shredder.

La sensación de estar pisando el suelo desapareció. Y fue sustituida por una sensación de vértigo y soledad. Nada se podía oir.

-¿Qué está pasando? Tios! ¿Dónde estáis? No puedo escucharos... Joder... ¿qué pasaaaaaaaaaaaaaaa???????? RAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAPH Mike gritaba pero no podía escuchar ni su propia voz... hacía el gesto y se tocaba la boca y seguía gritando algo que nadie podría nunca escuchar.... LEOOOOOOOOOOOOOOOOOO DOOOOOOOOOOOOOOOOOOOONNNNN ¿QUÉ PASA?

De repente se sintió extremadamente débil y solo, se agachó en el suelo abrazando sus propias rodillas y decidió que no movería ni un músculo hasta que la oscuridad y el silencio pasaran por completo.

La oscuridad se hiso cada vez más clara y poco a poco pudo distinguir que se encontraba en el mismo sitio, pero sólo. No había nadie, ni Shredder, ni sus hermanos, a exepción de una figura que había delante suya, tan cerca que Mike se asustó. Era una figura calva, como la que había visto en los grabados de las tumbas. Ésta sonreía.

Sin saber como ni porqué, a su lado aparecieron montañas de pizzas calientes de todo tipo, el olor inundó la estancia.

Son para tí, mi querido amigo. Dijo la figura.

- Sí. Claro, se quedo sentado ahora con las piernas ya en el suelo como si estuviera de campamento. No le daba miedo. Pero le aterraba la soledad. Ahora ya ni había silencio ni estaba solo. Se acomodó en el suelo. Y yo me lo creo que eres el calvo ese de los dibujos y me regalas pizzas. ¡TÚ LO FLIPAS! se ríe. JAJAJAJAJA.

- Espera dice tocándose el mentón... jajajajaja Joder tío el que lo flipo soy yo... jajaja tengo visiones. ¡EY RAPH! ¿QUÉ TE HAN REGALADO A TI? ¿MÁS MALA LECHE? JAJJAJAJAJAJAJA

- Mira colega, no me voy a tragar esto. Paso de pizzas de... joder que bien huelen... nada nada es un espejismo... ummmmmmmmmm huele el olor que de ellas llega. Mierda que bien huelen. Se mueve incómodo en su sitio.

- Tiooooooooooooo esto no se hace, es un golpe bajo. Donde está mi chica-doble... fijo que aparece pronto. Quiero enseñarle un par de trucos con los Nunchacus. dice sonriente de espaldas a las pizzas para no caer en la tentación. Soy un desastre, pero no soy tonto.

La cara alegre del hombre del grabado se desfiguró en una expreción totalmente de rabio y odio. Sus facciones se endurecieron y las pizzas desaparecieron de la sala y todo volvió a quedar oscuro, tan solo durante un segundo, para volver a iluminarse, para enseñar a Raph cogido por el cuello por un hombre con pinta de rinoceronte, a Don a punto de ser atravesado por un disparo de un arma empuñada por un hombre con cuerpo de Cerdo, y a Leo inconsciente, con la cabeza debajo del pie del hombre calvo que reía sin parar.

Mike. Decide rápido. ¿Quieres morir a tus hermanos? Si no quieres verles morir, ¡obedéceme! ¡Estais muertos!

-¡TÚ LO FLIPAS! se ríe. JAJAJAJAJA. No voy a caer en semejante tontería. Mis hermanos son muchos más listos que yo, si yo no he caído, ellos menos. Se levanta de un salto y se larga pero de cara el tipo calvo. No pienso darte la espalda, pero basta de tonterías, voy a buscar a mis hermanos.

Todo sucedió de repente, como si alguien se hubiera acercado y quitado todo los fusibles, sumiendome en la más profunda oscuridad.
Pero no era el único sentido afectado, pues al instante me sentí como si me hubiera quedado sordo......no es que no escuchara nada, es que no había nada que escuchar.

Un manto de negrura me envolvía, y casi podía parecer tangible....o lo hubiese parecido si tuviese la oportunidad de tocarlo, pero ese sentido también fallaba, como todos los demás.
Era como si me hubiesen metido en una cámara, dejándome solo junto con mis pensamientos.....¿dónde estaban mis hermanos? ¿Y el caralata?.

Cuando pudiera echarma a la cara a Shredder iba a pagar muy caro lo que había hecho. Ya estaba bien de soportar sus tonterías y paranoias.
Se acabó, en cuanto encontrara la salida y a los otros, se largarían de allí lo más pronto posible, y si alguien quería averiguar qué era aquel edificio, pues que viniera y acampara allí si le daba la gana.

Giré la cabeza en una y otra dirección, aunque en realidad no sabía hacia donde estaba mirando.....no existen puntos de referencia en una noche carente de estrellas, así que hice lo que creí más conventiente en aquel momento.

Me agaché, ofreciendo así la menor posibilidad de blanco si alguien se ponía nervioso y comenzaba a utilizar sus armas.
Tras esto no me quedaba mucho por hacer por el momento, excepto abrir la boca y gritar lo más fuerte que pude llamando a mis hermanos - ¡LEOOOOOOO! ¡DOOOOOOOON! ¡MICKYYYYYYYYYYY! ¡¿ESTAIS BIEN?!