Partida Rol por web

... y tras lanzar el grito familiar de guerra, estiro el brazo para buscar chicha con la diestra, diestra que empuña la daga sedienta de sangre...

El interés de mis compañeros me había sorprendido, pero estaba de demasiado buen humor para quejarme, así que me había sentado para escuchar. A fin de cuentas nos hallábamos demasiado lejos de la villa.

Y cuando el otro empieza a tocar, me quedo completamente embelesado -Yo también...que...rría...sa...-

La música me cautiva, me rellena, me paraliza, invade todo mi ser hasta que no queda nada dentro de mi sesera excepto sus notas. Me quedo quieto, ajeno a todo lo demás.

Apenas puedo reaccionar cuando escucho su amenaza directa pues aquella música está nublándome el juicio. Cierro los ojos y me concentro en los rezos que me enseñó mi maestro, pues ante los poderes diabólicos, solo Alá puede protegerme. Y funciona. Poco a poco siento como las nubes de incertidumbre se despejan y vuelvo a abrir los ojos a tiempo para ver como los otros dos hombres desenvainan sus espadas.

- ¡Fornicadores de brujas! No permitiré esta herejía. A fe mía que defenderé cara mi vida –

Y preparando mi cayado con el que había logrado una habilidad más que decente para el combate, me abalanzo sobre el que tiene el Laúd.

- ¡No volverás a hechizar a nadie demonio! -

Cayado en mano, me aproximo a ´le lo suficiente como para poder golpearlo.

Con el cayado preparado, lo sujeto firmemente con las dos manos y lanzo un ataque directo al estómago. Si consigo dejarle sin aire, no podrá seguir tocando aquella extraña música. Sin embargo, cuando lanzo mi ataque, el veo sonreir, ha intuido mi golpe.

lo sabía, se veía a la legua que aquellos hombres no eran de fiar, algo que al sacar el laud y hacer algo con su musica, por lo que saco mi cuchillo, "os lo decía, algo me olía mal de todo este asunto" apenas tenía posibilidades contra aquellos hombres, aunque por lo menos tenían superioridad numerica.

Busco si tengo cerca otro de los laúdes de los juglares o cualquier palo que haya cerca de la hoguera para usarlo como cachiporra y estampárselo en la cabeza (o donde buenamente pueda) al juglar que tenga más cerca.

Hago la tirada por si acaso

Mientras uno de ellos toca el laud, los otros dos se ceban con gaspa al que dejan medio muerto y necesitado de cuidados. Gaspa se había levantado y buscaba un madero, pero se le echan los dos cafres encima y lo dejan listo. WAhed se levanta y va a por el del laud, pero falla su ataque. Renato y Mirit se levantan y desenvainan y el pobre Arramel sufre los efectos de la música y nada puede hacer más que seguir deleitándose con ella, igual que las tres doncellas.

-¡Bellacos!!!  ¡Atreveos con un castellano armado, Vive Dios!!

Exclamo cuando veo con horror cómo, dejando de prestarnos atención a quienes estamos arma en mano, los dos felones se intentar cebar con Gaspa, que, desarmado como está, no es enemigo cara estos dos mastuerzos

Acero en mano, iracundo cual murlaco ante señuelo blandido por espero ante su morro, cargo con afán homicida, mala follá, y ganas de trinchar carne en general, contra uno de los moros

-¡A descabello!!!

... y ya pensando en mis compañeros...

-¡Coged mi laud, y usadlo para aporrear a estos fulleros del Demonio!

.... pues tengo mi instrumento (el musical) por ahí, ya que esto iba a ser una fiesta de canciones y alegría, en vez de una sangría...

tenia claro lo que tenía que hacer, había que matar a los juglares, por los que con el cuchillo en la mano, me acerco al que tenía mas cerca para rajarle vivo y luego ir a por los demás.

El maldito esquiva mi primera ataque. Veo como uno de mis compañeros sufre el ataque de esos demonios y veo a Renato llamarnos a la batalla. Enfervorecido por su grito, me abalanzo sobre el hombre dispuesto a golpearle. El ataque falla, pero aprovecho el impulso para abalanzarme sobre él. Si consiguiera inmovilizarle, impediría que tocara música.

- ¡Ven aquí maldito! -

Entre las cuchilladas de Renato y Mirit uno de los juglares cae envuelto en sangre. Wahed intenta atacar al del laud pero falla, se lanza a melé con el para intentar inmovilizarlo.....o por lo menos molestarle y que no pueda tocar.El matón solitario ataca a Wahed dejandolo tocado pero vivo......de momento

El granuja de la bandurria sigue tocando su melodía, y noto que intenta embelesarme con ella... "¡aquí hay brujería!", pienso, pues tarde, pero me doy cuenta dello, así que... teniendo que elegir entre los dos truhanes restantes... opto por atacar a aquel cuyo peligro no conozco, cuyas artes me son desconocids, y cuyos efectos parece que se dejan sentir en algunos de mis compañeros, de modo, que le embisto con celo....

... y con celo le clavo la daga inmisericorde,

salpicando que da gusto verlo,

al felón tonadillero.

Cuando siento aquel filo cortarme me llevo la mano al abdomen, tiñéndome los dedos de rojo. A pesar del corte no he sentido dolor, pues limpio a sido el tajo, pero el miedo empieza a invadir mi cuerpo. Mi instinto de supervivencia me pide que salga corriendo, que huya de ahí, pero eso significaría abandonar a sus compañeros. Tamaña deshonra no la aceptaría Alá y de seguro mi destino en el más allá sería terrible.

La música de aquel mago intenta embelesarme y siento como mis ojos se enturbian, pierdo el foco.

“No, no puedes dejar que te afecte. Alá dame fuerzas”

Sacudo la cabeza y siento como me recupero, pero estoy rodeado. Queriendo quitarme de en medio al mago y al que me ha atacado, hago un arco con mi bastón intentando golpear a ambos. Pero no funciona. He fallado ¿Acaso son muy rápidos? No, yo he estado lento. La sangre sigue tiñendo de rojo mi ropa. A mi lado, Renato parece estar teniendo más suerte o más habilidad que yo. 

Renato propina una fuerte puñalada al del laud y este deja caerlo con un grito de dolor y el laud se rompe. Wahed intenta un barrido ,pero es inútil, no logra dar a nada. Mirit después de rematar al otro truhan se prepara para rematar al otro que queda. Los juglares que ven que están en inferioridad numérica y en situación muy desfavorable se preparan para salir corriendo si les es posible, aunque ya van bastante tocados.

El hechizo del laud se rompe y Arramel y las doncellas despiertan de su letargo. LAs doncellas miran horrorizadas como estáis apuñalando, golpeando, matando a sus amantes y explotan en un grito de dolor. Entonces, tanto vuestros ojos como los de los juglares ven algo nunca visto.....o al menos nunca visto por vuestros ojos. LAs caras de las princesas empiezan a deformarse y de sus bocas salen dos prominentes colmillos, su cuerpo se ensancha y parecen mucho más fuerte, y sus piernas parecen fundirse en una enorme ¿cola? Si así es, se están trasformando en unas criaturas de leyenda afligidas por el dolor y vosotros sois testigos. Los juglares no se lo piensan y salen corriendo por piernas, tan rápido como les dejan sus heridas. ¿Y vosotros qué hacéis?

    ¡NUESTROSSSSSSSS   AMANTESSSSSSSS!¡ASESINOSSSSSSSS!

Habia conseguido matar a uno de los juglares, pero para nuestra sorpresa, las princesas se transforman en unos seres que no había visto en mi vida, y posiblemente tampoco los demas, "¿pepepero queque esta pasando?" digo, al ver que nadie decia nada, incluso los juglares tenían miedo, "Pepero si esestos os iban a secuestrar" digo a para intentar defendernos, pero algo me decía que esto no iba a pasar y que las muy tontas nos iban a matar.

Me llevo las manos a mí abdomen para después desplomarme en el suelo