Partida Rol por web

Impasible, vacia las cenizas de su pipa en la pierna de su hijo, y procede a rellenarla mientras este se sopla los rescoldos calientes con apuro antes de quemarse. No le presta atencion.

-Que placentero saberse tan bien valorados... +comenta en tono neutro+ Con respecto a vuestra pregunta, me temo es demasiado vaga. Muchos ojos hay tras vos y vuestros colegas, como corresponde a una rara visita a este distrito por parte de los magistrados, sama. Algunos son mios. Otros... temo que estan fuera de mi jurisdiccion. Al menos un par, no obstante, parecen ser de la clase que se suele encontrar rondando los muelles en busca de una moneda facil.

Tenía la sensación de que ocultaba algo y las reacciones de su hijo no hacían sino constatar que ocultaban algo. Quizás hasta podría buscar una excusa para encerrarlos e interrogarlos y quitar a Tesoro ésa estúpida sonrisa.

- No la encontrarán - le advierto indiferente por el destino del grupo - Y nuestras visitas podrían volverse más habituales y menos amistosas según lo que les ocurra.

Declaro lo que bien seguro se convertiría en un hecho, sobretodo si la Kitsuki resultaba lastimada pues yo cargaría con las consecuencias y buscaría culpables antes de afrontarlas.

- Tengo entendido que la noche en que murió el Agasha Iesada recibió una visita ¿qué sabéis sobre ello?

Cambio de tema por el momento para continuar indagando en busca de más señales que denoten la honestidad de sus palabras.

-No dije que la moneda fuera vuestra o de vuestros compañeros, sama... +responde en primera instancia con aplomo, dando otra calada+ Con respecto a lo segundo, como le dijera a Bayushi-sama, me temo que nada... lo cual resulta harto preocupante. Y, si no tuviera los años que tengo, diría que hasta imposible. La unica respuesta que queda se encuentra forzando la imaginacion contra lo que los ojos ven...  Aunque en este caso, "no ven", seria mas atinado. Pero vos teneis una shugenja en vuestro grupo, ella debe saberlo mejor sin duda.

 Comienzo a reflexionar *Ahora debo moverme de nuevo pero ¿hacia donde? volver por nuestros pasos no sería útil, pero si vamos por la puerta del desdichado podríamos pasar por los puertos de ambos lados del río, solo espero no retrasarnos tanto, ya perdí tiempo cuando entrevisté a los etas del distrito. Me giro a mis compañeros -Supongo que ir por la puerta del desdichado nos será de mayor conveniencia, aunque ahora que Kazu-Sama lo menciona, deberíamos visitar los puertos de este lado del río-

Al oir al otro escorpión, hablé. -Yo creo que debería llevarnos hacia la Puerta del Dragón.- Le dije a Chumoku. -Si cruzamos por el Distrito del Pescador, llegaremos directamente a los muelles y de ahí podremos continuar hacia nuestro destino. Si tomamos la puerta del Desdichado tendriamos que caminar por la orilla de la bahía hasta nuestro destino.- Continué. -Los muelles de este lado no son importantes. No vamos hacia los muelles en sí, sino hacia la Casa de Izaru, que está en esa zona.

Quedo pensativo por esa respuesta. Los kami bien podían ser engañados o incluso la Kitsuki habérnos engañado, pero me distraje sobre cómo Chillón sabía que teníamos un shugenja hasta caer en la cuenta que Tesoro o cualquier otro podría habérselo señalado con facilidad.

- O quizás todo sea mucho más sencillo y seáis un traficante de opio, que decidió matar a Agasha Iesada por quién sabe que motivo. Podríais conseguir acallar cualquier testimonio y dar la impresión de que un fantasma fue quién asesinó al shugenja.

Era una teoría realmente lógica y que bien podía usar para cerrar el caso en un abrir y cerrar de ojos. Los eta podrían haberse hecho con algún kimono morado, seguramente de alguno desechado por los Unicornio, uno de ellos haberse vestido con él y haber perpretado el crimen consiguiendo engañar a todo el mundo.

Empecé a jugar con el índice sobre la empuñadura de mi katana, valorando si mis pensamientos eran en verdad correctos, más preocupado por hacer bien mi trabajo que por condenar a muerte a Chillón y dándole algo de tiempo para pensar su siguiente jugada.

Tesoro, al ver tu gesto, se empieza a levantar, mientras que oyes como los paneles a tus lados se deslizan. No obstante, el anciano frente a ti se mantiene impasible, simplemente soplando su pipa. Te mira.

-Jja..ajajaja jajaja... +una risa seca, aspera, escapa de sus labios. Hace una reverencia corta.+... Gomennasai, sama, vuestro sentido del humor me ha sorprendido. Y al parecer tambien a mi tonto hijo....

Le da con la pipa en la pierna otra vez, esparciendole encima cenizas calientes, a lo cual el sorprendido Tesoro se sacude. Su padre lo ignora, retomando su postura y llenando de vuelta la cazoleta. Cuando vuelve a hablar, en su voz no hay ya rastros de risa.

-Por supuesto, lo que decis no es imposible. Tengo en efecto la autoridad, los recursos y la influencia para hacer algo asi. Lamentablemente, me falta otra cosa necesaria para dedicarse a ese negocio, sama... El deseo de obrar mal. El dinero va y viene, pero las obras que realizamos son nuestro verdadero y unico legado imperecedero. Prefiero ser recordado entre los mios por defenderles y tratar de mejorar sus vidas, que por venderles venenos para el cuerpo... Y en esa aspiracion, siquiera permitir que maten a uno de los mejores medicos que jamas habia tenido nuestra humilde comunidad, no me ayuda en nada. Ahora, ¿hay algo más que deseeis hablar conmigo?

Permanecí imperturvable ante todo lo que acontencía a mi alrededor, dejando entreveer que andaba más inmerso en mis pensamientos que en ninguna otra cosa.

- ¿Dónde se está vendiendo ese opio fortalecido que le mencionó a Bayushi-san?

Inquiero, aunque de saber esa respuesta estaba claro que la siguiente iba a ser quién lo vendía.

-Desde luego, no en este distrito, sama...+responde con suavidad+ A mi entender, su origen es el de siempre, las Cuevas Cangrejo. No he recibido informes al respecto del distrito Licenciado, como siempre más cerrado a nuestra casta. Por desgracia, no poseo mas informacion, de momento. Quien lo distribuya se toma las molestias de mezclarlo con opio comun y distribuirlo como tal. Ni los adictos ni los vendedores de calle que hemos... persuadido de hablar, saben con lo que tratan hasta que los efectos secundarios inusuales se presentan.

La siguiente pregunta iba en consonancia.
- ¿Cómo son esos efectos secundarios?

-Sudoracion, fiebre, falta de aire, fatiga, delgadez extrema... sintomas que suelen asociarse a la tuberculosis, como le dije a Bayushi-sama. Tan solo les faltaba toser sangre, para igualar esa enfermedad.

Más que fortalecido daba la sensación de haber sido mezclado con algo y el resultado después de ello son esos síntomas, pues de haber sido fortalecido, sus efectos habituales hubieran quedado aumentados.

- ¿Y sobre la mujer que servía en casa de Agasha Iesada?

Cambio de tema al ya tener una base para estudiar la pista del opio.

-¿Que desea saber sobre ella, sama? 

- Nombre, familia, residencia...

Enumero con sencillez, dejando entrever que cualquier dato extra podría serme útil pero los mencionados practicamente indispensables.

-Oh...+parece algo extrañado, pero responde+ Su nombre es Eiko, sama. Tiene esposo y dos hijos. Viven no muy lejos de la residencia de Agasha-sama, segun tengo entendido a 2 bloques de casas hacia el Oeste. Era sirvienta suya desde antes incluso que se trasladara aqui. Una buena y trabajadora mujer, caritativa con otros menos afortunados, los viejos y los enfermos. No hay mucho mas que decir al respecto de ella. 

- Gracias por su colaboración.

Termino formalmente a pesar de no hacer ningún tipo de reverencia, inmerecida en cualquier caso, porque o bien me había mentido o no se la merecía por su estatus, y me doy la vuelta dispuesto a salir de la casa.

- Sólo un apunte. Cuide de su hijo, podrían colgarlo por menos.

Le aconsejo, consciente de que la advetencia está de más por las intervenciones que realizaba Chillón en cada exaltación de su retoño.

-Ciertamente, sama, tendre muy presente vuestra advertencia, y de nada... Que las Fortunas vallan con vos adondequiera que vuestros pasos os conduzcan. Enviad por favor, mis respetos a Osako-sama y Kazu-sama. Y cuando vuestras ocupadas agendas os permitan reuniros, pedidles que os cuenten la historia de Atsusuke, que seguramente sera interesante a vuestros oidos... Matta-ne.

Hace una profunda reverencia, casi tocando el piso con la frente, mientras sales.

¿La historia de Atsusuke? ¿Acaso pretendía enseñarme algo o unicamente vanagloriarse de algun caso resuelto gracias a su colaboración?

Pienso en ello mientras dejo la casa, lo cual no es demasiado pues tengo otras cosas en las que preocuparme.