Partida Rol por web

Los equipos se habían vuelto de un mismo clan, lo cual podía ser un acierto o un total fracaso, pero eso poco importaba.

Shinjo san y Otaku san estaban en las oficinas de registro de los almacenes.

El jefe del hombre que había atendido antes a la joven samurai-ko les puso pegas durante unos minutos sobre darles la identidad del dueño del otro almacén.

Pero finalmente les dio un nombre. Bayushi Kenzo. Era un Magistrado Escorpión de cierto renombre. Y vivía en el distrito noble, no demasiado lejos de la embajada de su clan.

Sin duda alguna, por lo que costo sacar su nombre, debía de ser un tipo de cierta importancia. Pero eso poco importaba, los caballos robados estaban en su propiedad.

Tan solo con que otro samurai diera fe de ello, con una prueba visual, y estaría resuelto. Igual que con el Yasuki.

Vuestros pasos, os llevaron de nuevo al distrito noble, que estaba mucho mas silencioso de lo que pensasteis. Se notaba que las gentes que allí residían trabajaba en otros sitios, o simplemente sus siervos eran mucho menos escandalosos que los trabajadores de la zona del puerto.

Tras preguntar a un par de soldados, llegasteis hasta la puerta de una pequeña finca. No era excesivamente grande, pero podía alojar fácilmente a una pequeña familia de nobles con comodidad.

Un sirviente, tras escuchar lo que decís, os hace pasar a una pequeña sala abierta al exterior, desde donde se puede ver un estanque con una estatua de una rana, sobre la que iba un escorpión encima.

Firma de la famosa fábula. Y allí os hacían esperar, pasaban los minutos y no aparecía sirviente alguno. Mientras esperabais, cada uno dibujaba un plan de acción en su cabeza, quizás fuera el momento de ponerse de acuerdo sobre como enfocar el problema. 

Estaban a un paso de saber si los caballos robados se encuentran en el almacén del magistrado escorpión pero no sabían como iba a reaccionar, lo fácil o difícil que se lo iba  a poner.

Vamos a tener que hablarle con cautela, no se vaya a revelar contra nosotros por acusarle directamente, o quizás él no esté al tanto de las cosas que llevan a su almacén y algún trabajador suyo se haya aprovechado de eso para esconder allí los caballos. Otra opción es que dicha persona no tuviese nada que ver con el robo directamente pero guardase los caballos por dinero. Habrá que barajear todas las posibilidades.

Otaku estaba ansiosa por que pareciera el magistrado escorpión y salir de dudas. 

En todas las situaciones que has dicho es culpable , ya sea por aceptar dinero sucio en contra de mi clan , por no conocer lo que ocurre en su propiedad o porque él mismo esté implicado , todo son lo mismo ; la única diferencia es la severidad del castigo y si debemos buscar más arriba en el escorpión o en otro clan . 

Contestó directo el joven shinjo . Como samurai debía tomar la responsabilidad de sus subordinados pensaba con respecto al escorpión , además de que como magistrado tendría más libertad para este tipo de cosas . Corrupción pensaba claramente , pero primero debía sopesar a la persona pues un samurai debe decir siempre la verdad y tendría que descubrir si este escorpión era un verdadero samurai con honor o una sucia sabandija . 

Igualmente como has dicho habrá que andarse con tacto y precaución , tengo entendido que los escorpiones son traicioneros y deshonestos . 

Transcurre el tiempo, y aunque vuestro cruce de palabras es breve, no decidís afrontar más que con calma lo que venga.

Tras un tiempo bastante largo, al final, una de las puertas Shoji se abre para dejar paso a un samurái con la cara cubierta por una máscara de tela, que se sienta en frente de vosotros.

Se le ve perfectamente la boca, pero los ojos, los ojos son difíciles de percibir, como si no tuviera, estuvieran cerrados, o simplemente vuestro interlocutor fuera ciego.

Se sienta en posición de seisa, y tras una breve inclinación.

Disculpad mi tardanza, pero las mañanas de esta gran ciudad son siempre un momento de máxima actividad.

En que puede ayudar este humilde samurái a dos miembros de nuestro hermano clan del Unicornio.

Las palabras sonaban sin segundas connotaciones, sin giros, o sin molestia, haciendo que la actitud física y verbal se coordinara en una sola, imprimiendo mucha tranquilidad en las palabras de vuestro objetivo.

Era hora de ir moviendo ficha, pues el ya estaba a vuestra disposición.  

Parecía que pasara una eternidad hasta que apareció, el magistrado escorpión se hallaba ante ellos. Su rostro desprendía curiosidad pero Ariasu no se despistó demasiado con ello, aunque sin duda era curioso...

Muy buenas magistrado, lo que nos trae hasta aquí es un caso muy importante para el clan unicornio. - Ariasu no sabía si estaba haciendo bien hablándole así pero por ahora le parecía la mejor opción. - Han quemado los establos de la embajada unicornio, pero lo peor ha sido que se han llevado una docena de nuestros caballos, además de otras cosas de importante interés también.

El caso es... que estamos revisando unos almacenes de los cuales uno es propiedad suya y nos gustaría acceder a él para comprobar que todo está en orden.

A Ariasu le ha dado por improvisar en el ultimo momento, no sabía como decírselo y prefirió ahorrarse la parte en la que ya saben que caballos tiene en su almacén porque ha sido allí donde los escucharon, pero no saben por donde les va a salir el magistrado, y mejor empezar suavemente.

El magistrado no puede evitar torcer el gesto al escuchar lo del incendio. Pero sus labios demuestran estupefacción cuando mencionáis lo de los almacenes.

Había escuchado esta mañana lo del incendio. Y sinceramente me sorprendió muchísimo saber que no se habían podido evacuar los animales de dentro.

Pero me sorprende mucho mas, que me digáis claramente que os han robado animales, en vuestra propia casa.

Se toma un momento para analizar la velada, o no tan velada acusación, mientras en los oídos de los dos jóvenes Unicornio queda claro que aquel hombre es mucho más peligroso, y que quizás interrogarlo sin ser suficientemente sutil puede ser un grave peligro.

¿Como podéis estar seguros de que dichos animales se encuentran entre los almacenes que poseo?. Porque puedo imaginar, que no hay un par de Samuráis Unicornio en cada casa de un dueño de un almacén.

De ser así, faltarían samuráis de vuestro clan para cubrir todas las posibilidades.

Formula las preguntas con claridad, enmarcándolas con un contexto difícil de eludir. Ahora os está sacando información, o ese podía parecer. Pero evitar sus preguntas podría hacerlo volverse inaccesible, si es que no lo era ya.  

El comerciante parece muy astuto pero poniéndose a la defensiva no hace más que aumenten las sospechas que Ariasu tiene sobre él y su almacén.

Disculpe, yo no he dicho que estemos seguros de ello, pero es una posibilidad que barejamos y necesitamos. Simplemente queremos comprobar los almacenes, ya hemos visto el contiguo al suyo y ahora nos toca revisar el de usted. Si no tiene nada que ocultar colaboraría con nosotros sin problema y si así lo hiciera sería usted recompensado por colaborar con sus hermanos del clan unicornio.

La última frase la ha dicho con un poco de ironía y quería mantenerse en las mismas mientras funcionase.

El joven shinjo se aclaró un momento la voz cuando el escorpión llegó , pero su compañera Otaku se le adelantó al hablar y ya que había comenzado no iba a interrumpirla . La respuesta del escorpión fue una contramedida inteligente , sin duda algo de esperar de un magistrado escorpión . 

Perdone sama , tan solo estamos pidiendo su colaboración en esta misión como defensor de las leyes del emperador que es usted y como propietario de uno de los almacenes que estamos revisando . 

Aclaró el joven Shinjo esperando que ese argumento pudiera evitar sospechas del escorpión y así que reconsiderara el hecho de autorizarnos a abrir la puerta del almacén que queremos ver . 

Los dos jóvenes hacían hincapié en que solo pedían colaboración, pero estaba claro que el magistrado escorpión no pensaba lo mismo.

Estuvo callado durante más de medio minuto. Sus labios no se movían. Pero no teníais la menor idea de que hacían sus ojos.

Finalmente esboza una sonrisa.

Y si los caballos estuvieran en mi propiedad. Que ocurriría.

Lo pregunto sin tapujos. Dando la cara, por un delito que quizás hubiera cometido, o quizás no. Pero la pelota volvía a estar de nuevo en vuestro campo.  

Era una buena pregunta, de echo una pregunta muy clave para su colaboración, pero no le podía prometer inmunidad, si es lo que espera, si los caballos que escucharon en su propiedad son en verdad propiedad del clan unicornio. 

Si los caballos están en su propiedad mucho me temo que tendría que dar muchas explicaciones, aunque se puede dar el caso de que usted realmente no sea consciente de algunas de las cosas que entren o salgan de su propiedad....¿o si? - ironía obviamente.- El caso es que usted esta dando muchos rodeos y sabemos que tiene caballos, si nos quiere acompañar a verlos y comprobar si son o no de nuestro clan, estupendo, si no, dejaremos su almacén en vigilancia para que no hagan ningún movimiento con los sementales, mientras avisamos en nuestra embajada que tenemos creencias de que hay caballos en su propiedad y de que usted no quiere colaborar. 

Puede que me esté equivocando pero esos caballos son muy importantes para nuestro clan, y haré lo que fuera para servir a mi clan y salvaguardar sus bienes, y ahora estoy cumpliendo órdenes de investigar todo este embrollo.

Así que lo haremos por las buenas.... o por las malas...

Si no son nuestros caballos, usted pondrá mi penitencia por las molestias... 

Quizás estaba abriendo la Caja de Pandora entre el Magistrado Escorpión y su Clan Unicornio pero se le acababan las opciones, y estaba segura de que sus caballos estaban ahí, en ese almacén.

Magistrado sama , como defensor de las leyes del emperador no debe de temer nada si es inocente o si lo han implicado en el delito sin que usted lo conociera ; pero por otro lado , como propietario del local debería conocer lo que ocurre en tal lugar . Así que le devuelvo la pregunta tan honesta que ha hecho con otra pregunta honesta ¿ lo dicho es la confesión del delito ? . 

No malinterprete mis palabras , pero entenderá que su actitud ante nuestras sinceras palabras , la negación a la amable invitación a ayudarnos en este caso como magistrado y propietario del lugar y sus palabras hace sospechar a pesar de que al llegar aquí no teníamos en mente de que usted estuviera implicado . Así que por favor , se lo pedimos una última vez de forma amable , colabore y olvidaremos algunas desafortunadas palabras que tal vez no quisiera decir pues como hemos dicho , aunque los caballos se hallen en el lugar no quiere decir que no tenga a alguien que quisiera tenderle una trampa a usted o similar . 

Lo que decía el joven Shinjo tal vez fuera arriesgado , pero la actitud del escorpión tan poco habitual entre el clan de los secretos no hacía más que aumentar las sospechas que no eran más que vagos presentimientos en un principio , y el hecho de casi confesar el delito tampoco lo ayudaba , así que a pesar de ser tan directo como un cangrejo como el escorpion había sido , tambien le dio la oportunidad de colaborar y redimir cualquier sentimiento de culpa que tuviera . Sinó tendría claro que había confesado tener en su almacen una posesión del clan unicornio y como tal había cometido el delito de robo no solo a varios samurais , sino además tambien el delito de dañar la propiedad de un gran clan entre otros delitos que tuviera en sus almacenas . 

El Bayushi medito las palabras allí dichas por los Unicornio, con atención escucho lo que allí se decía. Y asintió.

Me temo que están jugando mal a este juego, pero no les culpo.

Sonrió, como solo podía hacerlo un  animal peligroso. Era una de esas sonrisas que marcaban cuando alguien podía vivir o morir, y a pesar de que no estaba intentando intimidar a nadie, estaba claro que aquel hombre, sabia como hacerlo.

Lo primero, es que no recuerdo haberme negado a nada, durante esta conversación. Recuerden lo que quieran. Pero en ningún momento he dicho que no tuviera intención de colaborar.

El hombre se hizo un poco hacia adelante, moviendo su cuerpo de manera casi cómplice hacia los dos jóvenes.

Verán, mis honrados huéspedes. Soy un hombre importante, tengo más de una docena de almacenes, soy dueño de seis negocios, y además, tengo un cargo de cierta relevancia de cara a la política de la ciudad.

Si vienen a decir, claramente además, que puede que en una de mis propiedades, hay bienes robados, directamente de la casa del Clan Unicornio, lo minino que puedo hacer es saber qué es lo que pretenden aquí.

Sé que no lo entenderán, son aun jóvenes.

Aquello lo dijo mientras volvía otra vez a la posición inicial. Y la última frase, estaba dicha sin lugar a dudas con cierto resquemor, quizás con desprecio. Pues no le faltaban motivos para sentirse insultado en su propia casa.

Bien, esto es lo que sucederá. Se marcharan ahora de mi casa, y no volverán mas. De hacerlo, les aseguro que no seré tan amable.

Les acompañara uno de mis empleados. Con órdenes estrictas de entrar en el almacén con la guardia de la ciudad. Digamos que para hacer todo esto mucho mas oficial.

Si los caballos que buscan, no están. Pediré amablemente que sean corregidos por sus superiores. Por el contrario, si los caballos Unicornio están en una de mis propiedades, espero que tengan la deferencia de avisar a su superior, para que se entreviste conmigo.

Resultaba alertante la falta de emoción que le ponía a estas últimas frases. Parecía que hablaba como si vosotros mismos fuerais sus empleados, como si todo aquello estuviera dentro de la normalidad.

No sabéis exactamente donde os habéis metido, ni con quien, pero está claro que este hombre ha tenido que enfrentarse a cosas mucho peores que vuestras veladas insinuaciones, porque no parece desorientado en ningún momento.

Espera amablemente a que confirméis que lo que ha dicho está comprendido, antes de salir de la sala. 

El joven Shinjo hizo una reverencia y luego le habló al escorpión . 

Así sea Bayushi sama , yo tomaré toda la responsabilidad de lo aquí dicho si los caballos no se encuentran el lugar y en caso contrario se lo comunicaré personalmente a mi superior para que se lo comuniquen . 

Tras eso ,se levantó y realizó una nueva reverencia - Y perdone si le hemos ofendido en su casa y agradezco que lo haya tomado tan bien y lo haya adjudicado a nuestra inexperiencia en esta labor , en especial la mía , mil perdones de nuevo . 

Luego fue el primero en moverse hacia la salida para ir junto a los guardias y esperar que el magistrado diera la orden de que los acompañaran . 

El Magistrado se retira, y tras esperar brevemente en el jardín aparece un sirviente. Está bien vestido, parece que debe de ser alguien de confianza. Lleva un quimono negro, con una fina línea de color roja en el costado izquierdo.

No lleva el rostro tapado, aunque se le ve algo pálido, y tiene el pelo largo recogido en una coleta en la nuca.

 Buenos días samuráis, mi nombre es Obito. Mi labor es prestarle ayuda en la propiedad que mi señor tiene en los muelles. Síganme.

El hombre se pone en marcha, y espera que lo sigáis sin problemas. Os queda un rato de caminar, porque las calles a esta hora están llenas de personas, y en cuanto dejáis la zona Noble el número de personas en la calle se intensifica.

El hombre va algo separado de vosotros, y aunque sabéis a donde vais, por momentos parece que podáis perderlo.

Cuando el sirviente se presentó , el joven Shinjo le hizo una breve inclinación de reverencia como saludo . Mientras le seguimos , parece como si se moviera rápido a posta por lo tanto aumento el tamaño de mi zancada para mantenerme cercano y no perderlo di vista ni tan siquiera en las esquinas . 

" Estoy más acostumbrado a tratar con cangrejos que con escorpiones , el menos ellos se muestran honestos y no ocultan sus intenciones tras máscaras , si quieren matarte vendrán de frente ; en cambio de los escorpiones nunca se sabe , hasta la mayor de sus amabilidades puede tener intenciones ocultas . Padre me dijo que me andára con cuidado " . 

Aunque no le gustaba el trato con el Magistrado ahora mismo era su única opción para conocer las pertenencias de ese almacén.

Saluda a Obito y le indica a seguirle con la mano. 

Caminaba en silencio junto a Shinjo Kai san sin dejar de quitarle ojo a Obito porque parecía apurarse al andar, no fuera a darle esquinazo, no sería raro. El momento de conocer el interior del almacén se estaba haciendo eterno.

Obito iba sin demora, era un sirviente, era posible que ese paso fuera diligente, sin lugar a dudas.

Tras llegar a la zona de los muelles, donde aun había muchas personas tuerce en una calle a la derecha.

Al torcer vosotros, veis un grupo de tres hombres con pintas de vagabundos. Kai echa un vistazo atrás, y ve que hay otro grupo de tres hombres detrás de ellos.

Ariasu busca con la mirada, y está a punto de gritar el nombre de Obito cuando se da cuenta de que se ha esfumado. Nada del todo peligroso, porque ella sabe dónde está el almacén, y con suerte ira hasta allí.

En ese momento, es cuando los pelos de las nucas se os erizan, porque los hombres sacan unos cuchillos y cierran la calle, por delante y por detrás de vosotros.

Sin duda es una emboscada. Un hombre atrás, y otro adelante se acercan peligrosamente a vosotros, seguidos del resto del grupo. 

Cuando vi a aquellos tipos , un mal presentimiento llegó a mi , un presentimiento que ya hacía tiempo que se había estado acercando pero que no quería ver . Torcí la vista hacia el sirviente y para mi sorpresa , o no tanta , había desaparecido . 

Sin duda aquellos tipos iban con malas intenciones , y desde luego no iba a quedarme parado viendo que hacían . Puse mi mano en mi katana y me coloqué en una pose claramente de ataque que respondería ante el más mínimo movimiento de esos campesinos que osaban enfrentarse a un superior a los ojos de los cielos celestiales . 

Parecía demasiado fácil, seguir a un simple sirviente que les llevaba a ver caballos robados, demasiado fácil y demasiado tonta había sido, pero ya le parecía muy extraño que el Magistrado aceptase que viéramos su almacén. Nos había tendido una emboscada y Obito de repente había desaparecido. Nos la han echo buena.

Acto seguido tras su compañero, Otaku saca su naginata y se prepara para atacar. 

Los dos primeros asaltantes caen rápidamente, tras una estocada con la Naginata uno de ellos perdió sus órganos internos, Shinjo Kai fue más rápido, y cortó vientre y pecho en dos tajos muy medidos.

Pero aquello había sido solo una distracción los otros dos asaltantes, llegaron justo después de los primeros, al mismo tiempo. Como si supieran que los primeros morirían instantáneamente.

A Kai le atacan desde los dos lados, ambos golpes impactan en la armadura, y no llegan a herirle.

Mientras Ariasu bloquea con el largo de la Naginata a uno de los agresores, pero el siguiente consigue hacerle un corte en el brazo.

La situación se complica.