Partida Rol por web

Michio no tardó en tomar las cartas que tenía y empezó a leer, prestando atención a la caligrafía usada por el autor, atento a ver si había diferencias en la habilidad de la caligrafía que pudiese identificar varios autores o solo uno. Además prestó atención al papel usado, pues ya el anterior había demostrado ser de gran calidad. Normalmente una carta también incluiría aromas personales, así que el shugenja también trató de percibir aromas en las cartas. Era un trabajo lento y tedioso. 

Mientras sus compañeros examinan las cartas, Tadashi coge el otro objeto que las acompañaba. Con sumo cuidado se lo acerca a sus ojos, escudriña las vetas y su tacto. Después se lo pasa por debajo de la nariz e inspira fuerte para percibir los olores que desprende, tras lo cual lo agita cerca de su oreja. También lo observa desde varias perspectivas, incide en los detalles, la punta, el grosor, el culatín...

Mira a su alrededor para aportar al grupo toda la información que acaba de descubrir.

- Es una flecha de madera.

Tras la revelación, el Kitsuki se queda satisfecho y deja el proyectil de nuevo en su lugar.

El sirviente entrega las cartas y, como no podía ser de otro modo, se inclina profundamente y marcha presto a cumplir la orden.

Ante el estudio del resto de cartas, puedes confirmar que su autor está versado en el arte de la caligrafía, así como también que el grado de sus amenazas va en aumento. En un principio, únicamente parecían aconsejarle que huyera, que escapara, pero conforme se iban sucediendo, su autor se vuelve cada vez más osado y pronto acaba pasando a amenazas más directas. El papel y la tinta parecen seguir siendo los mismos, por lo que puedes deducir que le resulta fácil obtenerlos, aunque evidentemente, os lleva un tiempo compararlas todas.

Lanzas las monedas y varias recorren un gran distancia lejos de tu alcance. Definitivamente un mala señal, o algo incluso peor, dado que bien podía interpretarse como que todo fuera a ir complicarse más allá de tu alcance.

-"Tras evaluar las cartas, solo puedo decir que estas amenazas han ido creciendo en intención en contra de Kakita-sama. Al principio eran advertencias que han ido creciendo en intención con cada carta posterior."- El Seppun observa si el tiempo entre una y otra carta esta reflejado en algún lugar de la carta. Cuanto tiempo lleva sabiendo que amenazan contra él? Cuando comenzó todo? -"Deberíamos averiguar cuando empezó todo, así como todos los sucesos que ocurrieron por entonces y hasta ahora. Tal vez hubo algo que desencadenó todo esto, y que es lo que causó que cada vez el enfado del autor creciese."-

Michio observa si el té esta ya listo. Se ha pasado demasiado tiempo leyendo los pergaminos y su mente necesita algo de descanso. Aun siente el poder de los kami de Fuego en él, pero cada vez disipándose más y más. 

-"Además la calidad de la escritura y del papel no han cambiado. Creo que podría significar que solo hay un único autor, uno con gran capacidad económica, pues este papel no es de uso diario. Qué creéis que puede ser que haya hecho que este individuo solo tuviese advertencias al principio y que luego fuesen amenazas?"

La reprimenda que esperaba no llegó, en su lugar la asako se puso a hacer adivinación..... Espero paciente a que Michio-dono acabara de estudiar las cartas y cuando enuncio sus conclusiones habló:
Bueno, todo el que está en el poder puede tener 1001 razones para tener enemigos. recalcó Yoshihara mirando con gesto displicente las cartas. La verdadera cuestion es ¿Será un berrinche o una declaración de intenciones en toda regla? Se quedo meditativo medio segundo.
Un conspirador rico es probable que no atente directamente contra su rival, al menos no directamente él (buscará ronines o alguien capaz que pueda hacer el trabajo). Y su rencor es probable que no se limite a su persona, sino a su casa (pero si escribe cartas es por que no puede empezar una guerra). Por fortuna podemos intentar descubrir quien compra este papel, cuanto se compra y con que frecuencia. Esto señalará a algunos cortesanos de alto standing, después habrá que averiguar si alguno ha denunciado robos en sus aposentos. Además deberíamos intentar averiguar a quein deberíamos ocntratar si quisieramos dar un “golpe de estado”. Igual encontramos quien está haciendo averiguaciones a parte de nosotros. Parecía algo apagado y desilusionado. Mientras hablaba se echo hacia atrás y miro el jardín a través de las ventanas.
Podríamos hacer un concurso de caligrafía, alguien con esa caligrafía estará orgulloso de ello. Sugirió sin más, luego se calló absorto en sus propios pensamientos sombríos. Con la mirada fija en el jardín.

El Ikoma aguardaba pacientemente y en silencio a que su camarada Seppun estudiara cada misiva en detalle, y solo cuando este iba haciendo a un lado los pequeños trozos de papel, dando acabadas muestras de que ya había terminado con su inspección, las tomaba para observar su contenido. Inmediatamente tras ello, las ofrecía a quien más quisiera echarles una ojeada.

Por supuesto, Yoshiro no esperaba averiguar mucho más de lo que el propio Michio pudiera informarles. Pero habiendo pasado la mayor parte de su vida sumergido en escritos y lecturas de todo tipo, sencillamente no podía resistirse a la tentación de observar aquellos trazos.

Además, hacía tiempo que había aprendido que la escritura de una persona suele muy a menudo reflejar no solo la personalidad de esta, sino también su propia alma. De modo que necesitaba entender aquellas notas para comprender a quien las había garabateado.

- Si me permiten una opinión... - comentó finalmente con aire ausente, como si le costara abstraerse por completo del contenido de aquellas cartas - ... creo que aún es demasiado pronto para extendernos en conjeturas. Con los escasos elementos que hemos conseguido, solo sería una pérdida de tiempo. Y es algo que no tenemos.

- Propongo que comencemos de inmediato a recabar información. Creo que la distribución de tareas que ha propuesto Michio-sama mientras nos presentábamos a nuestros anfitriones puede ser un buen punto de inicio.

- Solo decidme cuanto os consideréis listos para ir tras ese tal Bayushi Yoto... - concluyó mientras dirigía sendas miradas a Korekiyo y Majime. - Ya tendré tiempo de organizar mi equipaje.

Me quedo mirando las monedas de  kawaru con el ceño algo fruncido, no me gusta lo que veo y las palabras de Michigo acrecentan mis temores.

Los augurios no son buenos... creo que esto podría complicarse más de lo que creemos. Creo que por ahora lo único que tenemos en claro es que el que amenaza debe tener bastantes recursos economicos dada la calidad del papel utilizado.  Creo que lo prioritario sería confirmar que las medidas de precaución alrededor de 
Kakita Hitori-sama sean adecuadas. A partir de ahí podremos seguir investigando. Sugiero preocupada

Por suerte estaba de espaldas aún observando el paisaje cuando la asako habló con redundancia y vaguedades.... si se notó su opinión sobre su show de las moenadas o no, quedó entre el jardín y él. Su primera impresión de los famosos shugenjas del clan fenix estaba quedando muy porlos suelos. Una vez más se repitió que sus juicios de valor preconcebidos no importaban y contestó a la vvoz del ikoma, obviando a la shuigenja.
Totalmente de acuerdo, Ikoma-dono. Tenemos instrucciones. le dio la razón a su colega. No quería discutir que proponía planes de acción, no elucubraba, y estaba cansado de no hacer nada más que hablar. Quizá debería dejar de hablar y dejar a los demás hacer las cosas a su modo, a fin de cuentas todo lo que salía de su boca estaría teñido por el mismo filtro de prejuicios que el aplicaba a los demás, las palabras de un tonto cangrejo podrían enunciar la mayor de las verdades y podríans er desoidas por los idiotas que erigiansalones en estructuras de guerra...... ¿Cuando empezamos?
Antes de volverse a los demás dando por finalizado su estudio del jardín se detuvo un instante, estaba apretando los dientes, tuvo que forzarse a dejar de hacerlo.

En un principio, las cartas únicamente parecían aconsejarle que huyera, que escapara, pero conforme se iban sucediendo, su autor se vuelve cada vez más osado y pronto acaba pasando a amenazas más directas. El papel y la tinta parecen seguir siendo los mismos.

Majime preparó el té mientras los shugenjas invocaban la guía de fuerzas superiores para evaluar las evidencias. Sirvió una pequeña taza a cada uno de los samurai que la acompañaban y luego se sentó con calma a revisar las cartas. Escuchó las conclusiones del Dragón y los shugenja y prestó atención a las inquietudes de Hiruma-san e Ikoma-san y tomó otro pequeño sorbo de té.

- Nuestra labor es muy similar a preparar un buen té. Cuando las hebras han sido secadas de acuerdo a la tradición y se coloca la dosis justa sobre el agua apenas reposada tras su hervor, recién entonces podemos hablar de un té, y aún así necesitamos esperar unos minutos para que el sabor alcance su esplendor. La paciencia y el arte van de la mano cuando se quiere obtener un resultado perfecto. Un descuido o un arrebato solo lograrán malograr el té - dijo con calma.

- He presenciado el malestar de Hitori-sama a causa de la expresión inadecuada de algunos de ustedes, y eso es algo que no podemos volver a permitirnos. Es importante darse el tiempo para asentar lo que sabemos y actuar con inteligencia y prudencia, de nada sirve correr si no sabemos hacia dónde ir - dijo, mientras acomodaba las cartas en orden cronológico, como si se diese cuenta de algo al observarlas.

- Tengan presente que estamos en una ciudad kakita, el papel de buena calidad no es una rareza, y casi todos los samurai grulla tienen una caligrafía ejemplar. Del mismo modo, casi todos en mi clan manejamos el arco, entre los que me incluyo, por lo que ciertamente cualquier samurai de estas tierras podría haberlas escrito. Estas evidencias son valiosas, pero no suficientes, no podemos apresurarnos- juntó las cartas y se las entregó a Michio-san para que guardase la evidencia.

- Desde mi punto de vista no será prudente inspeccionar a los Yoyimbo de un modo directo sin ofender nuevamente a Hitori-sama, tampoco es adecuado acudir de inmediato a Bayushi-sama sin saber nada acerca de él, como ya se los mencioné. Necesitamos ser discretos y cuidar la etiqueta dentro de este lugar, sino solo complicaremos aún más la investigación - se sentía comprometida con el caso, porque las amenazas iban dirigidas hacia alguien de su clan, por estar representando a la Majistrado Doji, y porque cada ocasión era una oportunidad para demostrar, y demostrarse, su valía.

- Hemos asumido la responsabilidad, junto a Ikoma-san y Bayushi-san, de interrogar a los sospechosos. Para ello comenzaremos hablando con el entorno más cercano a la familia y tras haber obtenido suficiente información, veremos como lidiamos con Bayushi-sama llegado el momento. Cuando esta reunión termine, continuaremos conversando los tres juntos para definir los detalles. En cuanto a vuestras tareas, no tengo más que aportar que lo dicho - dijo observando al resto de los samurai, mientras terminaba su té.

Me quedé apoyado contra la puerta mirando cómo los demás samurais investigaban las cartas y la flecha. Me hubiera gustado agarrar alguna yo mismo y ver qué decían exactamente, cómo habían amenazado a Kakita, sin embargo sabía que muchas manos en una misma tarea podían volverla más tediosa, y al igual que Hiruma-san, decidí que molestaría más de lo que ayudaría en esa tarea, por lo que sólo me moví una vez que fue necesario que me acercase para la ceremonia del té de Doji-san.

Escuché interesado lo que decía la Grulla sobre los samurais de la ciudad y sus habilidades. —Sí, eso es cierto. —Accedí a sus palabras, sentado frente al juego de té que terminaba de preparar. —Más que por las habilidades del culpable, vamos a tener que pensar en quién pudo haber conseguido que las cartas lleguen tan adentro del castillo. — Dije pensando en lo que había dicho Kakita, que la última carta había sido encontrada frente a su dormitorio. —A lo mejor es poco discreto, pero voy a tener que señalar que no podemos dejar de lado la posibilidad del soborno. — No cualquiera podía llegar tan adentro del castillo, pero mucho más facil era sobornar a un criado para que coloque la carta ahí mientras nadie lo viese. Después de todo, si había alguien que era experto en moverse por un castillo sin que lo noten, son los criados.

Tomé un sorbo del té que acababa de preparar Doji-sama. Parecía saber bastante de las cortes Kakita y del funcionamiento de sus ciudades, como era natural en un cortesano Grulla. Más tarde, cuando estemos en un ambiente menos ocupado, iba a tener que preguntarle si Samui Kaze Toshi había visto pasar alguno de sus famosos duelistas, quizá algún nombre importante que se recuerde en la historia de la ciudad. Por ahora, sin embargo, no era el momento apropiado, había que seguir trabajando.

—Tenemos que pedir una lista de los sirvientes y de los ashigaru en el castillo, además de sus turnos y posiciones. Será indiscreto, pero si no fue uno de ellos, ¿entonces quién? — Dejé la pregunta en el aire.

Michio escuchó atentamente a Yoshihara, gran parte de lo que decía tenía sentido, pero había algo que no. Un golpe de estado no se avisa normalmente, sino que se realiza por sorpresa, pero si que daba una pista al caso. -"Golpe de estado? Tan grande crees que es esto, Yoshihara-san? No, no creo que sea hasta tal nivel como para que se trate de un golpe de estado, pues en tal caso no sería el sucesor la víctima, sino que iría dirigido al daimyo gobernante, o si acaso a todos los miembros de su casa. Esto tiene que ser algo dirigido por algo que hiciese Kakita-sama. Aunque puede que deberíamos evaluar el sentimiento de las gentes con el joven heredero para ver si un golpe de estado podría ser posible."- Luego atendió al siguiente caso, que aunque podría ser interesante, tendría muchos flecos, pues alguien que esta conspirando no se expondría con facilidad, o si así fuese, también podría disimular su habilidad en la caligrafía, para evitar ser pillado. -"Solo un iluso caería en una trampa como es un concurso de caligrafía. Quien escribió esto no es ningún estúpido, y no caería por algo tan sencillo, podría incluso disimular su habilidad y mofarse de nosotros, dirigiéndonos hacia otros sospechosos."

-"Deberíamos comenzar por recabar información, tan rápido como sea posible. Comenzando por los últimos rumores de la corte, a parte de los que conciernen al atentado contra Hitori-sama, así como los turnos de guardia, así como el on de los propios guardias."

Michio dono siendo seppun debería estar más acostumbrado que él a la política. Una vez más presuponiendo cosas, así como iba a investigar nada, se recriminó mentalmente a si mismo. Se dispuso a explicarse:

 Cuando alguien en posiciones elevadas lleva acabo cualquier acción por pequeña que sea es política y es honor y economía y rencor ancestral entre casas, lo que mueve este gran Imperio, Michio-dono Explico a Michio pacientemente.

Por ejemplo, si yo desafiara a mi hermano mayor a duelo, sería un intento de tomar por las fuerza la posición de heredero del daimyo Toritaka, habría quien se pondría de mi lado y quien se pusiera del lado de mi hermano(movidos por intereses y por lealtades), sin importar cualquier motivación que yo pudiera tener, personal o no, todo mi entorno y el de mi hermano lo convertiría en política de nuestro clan. dejo que las palabras empaparan a Michio y tras una pausa prosiguió El problema tiene multiples dimensiones, y todas ellas de grandes consecuencias, el puerto es importante para los gruya. La familia que gobierna ha tenido una posición privilegiada durante mucho tiempo y hay grandes intereses económicos en juego. Planes dentro de planes Tras un carraspeo continuo su explicación.

Atacar al heredero es la mejor forma de debilitar a una estirpe, alrededor del heredero se aglomera una corte propia de gente que aspira a ser cortesanos importantes en la region el día de mañana, los que moverán los hilos; al cambiar las lineas de herencia se alteran a estos personajes. Un linaje debil es una provincia debil y una provincia debil es facil de controlar desde fuera....

Extendió las manos con las palmas hacia arriba en una actitud no combativa, sino de argumentación.

Sólo digo que deberíamos tener estas dimensiones del problema en mente. Pero coincido que no debemos agrandar nuestros problemas, lo unico que tenemos que hacer es lo unico que podemos hacer, investigar las pistas que tenemos. Y como bien recalca Majime-dono con más tacto. Nuestro desacuerdo con Hitomi sama ha sido desagradable y desafortunado, lo ha complicado todo un poco más, debo pedir disculpas a los presentes pues mucha de la culpa me coprresponde. Confío en que pueda subsanar mi error. Acabó sus palabras con una reverencia arrepentida y sincera.

Majime escuchaba con atención las opiniones de los demás samurai, algunas eran opuestas entre sí, y otras sumaban nuevas ideas. Demasiadas para manejar con sabiduría, pero era preferible expresarlas antes que después de comenzar la investigación. Tal vez por ello repasó los detalles que había preferido omitir con anterioridad, con la intensión de compartirlos para beneficio de todos. Finalmente Hiruma-san pidió disculpas por su comportamiento y ella inmediatamente asintió con su cabeza, con un gesto sencillo que indicaba que con ello se cerraba el asunto.

- Yoshihara-san, por momentos tu lucidez alumbra nuestro entendimiento. Soy partidaria de avanzar lentamente y ser cuidadosa con las conclusiones que tomamos, pero admito que tu punto de vista es interesante. Esta ciudad es clave para la familia Kakita y para todo el clan Grulla. La muerte del Gobernador es ya una tragedia, y su hijo es el único sucesor capaz de llevar este puerto como su padre. Si Hitori-sama no asume, el esplendor de esta ciudad caerá y con ella la gloria del Clan. Pero como bien dice Hiruma-san, esos pequeños movimientos impactan en otros, el funcionamiento de este puerto afecta el comercio como pocos lugares en Rokugan, y el efecto negativo podría extenderse a otros clanes, incluso al Imperio. La amenaza es un golpe al gobierno de la región, pero puede que el verdadero objetivo esté en las sutilezas de las consecuencias de ese acto. - dijo con cierta admiración por el aporte del Cangrejo.

- Bayushi-san, es un hecho que quien hace las amenazas tiene acceso al castillo y lo conoce muy bien, de lo contrario no hubiese sabido dónde dormía Hitori-sama. Por lo que, o bien es alguien de este castillo, o bien hay alguien dentro que colabore con él. En ambos casos debemos buscar dentro de este edificio, sea que estemos detrás de un samurai sin honor como si buscamos un sirviente traidor. Pediré esa lista sin ofender a nuestro anfitrión y la usaremos de guía para el interrogatorio - dijo compartiendo lo dicho por el Escorpión.

- En cuanto a conocer el honor podría serles de ayuda, sin embargo es una tarea que podría llevarme más tiempo del que dispongo para continuar con mi parte de la investigación. Debo decirles que no sospecho de la guardia personal de Hitori-sama, si uno de ellos estuviese involucrado, nuestro anfitrión ya hubiese muerto. Por el contrario, mi parecer es que debemos expresarles nuestra confianza y motivarlos a que colaboren con nosotros, son Kakita y son honorables, si se los trata de esa manera tendrán un aliado, de lo contrario, solo ganarán un enemigo. Pero ese trabajo les ha sido asignado a Yoshihara-san y a Tadashi-san, no a mi, así que lo dejo a vuestro sabio criterio - dijo, dejando clara su sugerencia.

- Por cierto, Michio-san, has mencionado la importancia de recorrer el castillo junto a Ariko-san y revisar las instalaciones. La última carta llegó con una flecha lanzada desde el exterior de la habitación de Hitori-sama. Si me permiten, creo que es un buen punto para comenzar, pues podrían saber desde dónde ha sido lanzada, o tal vez usando sus artes, puedan incluso averiguar quién lo hizo. Sería una información interesante para la investigación - era una mujer que decía lo que pensaba, a un sirviente, a un compañero, e incluso a un superior, y no titubeó a la hora de hacerle una sugerencia a su superior.

- Los invito a continuar esta conversación aquí mismo después de la cena, con lo que cada uno de los grupos haya investigado. Prometo recibirlos con un té con jazmines - inclinó su cabeza con un movimiento sutil tras su invitación. Palabras suaves que los alentaban a regresar por la noche, pero que dejaban claro que era hora de retirarse.

La organización de los siguientes pasos de la investigación parece haber quedado debidamente terminada, por lo que el grupo se divide en las tareas que cada quien ha decidido tomar, dispersándose por el kyuden.

-Bayushi, Doji e Ikoma van en busca de Kakita Hitori-sama para continuar la charla que quedo trunca en su llegada.

-Kitsuki y Hiruma entrevistaran a los yojimbos de Hitori y a su servidumbre.

-Seppun y Asako, por otro lado, inspeccionaran el kyuden, su distribución y defensas.

Las heladas brisas han menguado apenas un tanto con el alzarse de Amaterasu por el cielo, a medida que el día avanza. Al igual que esta, ojala sus pesquisas puedan traer mas luz sobre el asunto.

El sirviente que los lleva a la misma sala donde fueron recibidos, se queda en la puerta mientras reingresan. Un nuevo juego de te descansa en medio del recinto, pero solo hay una figura esperando; Kakita Koichi.

La hermosa joven los invita a tomar asiento con un delicado gesto, en un semicírculo en torno a ella mucho más cercano e íntimo que la formal recepción.

-Tendrán que excusar a mi hermano.-explica con suavidad, y un ligerísimo quiebre de tristeza en el tono- Nuestro padre ha sufrido otra convulsión y permanecerá a su lado hasta que se alivie. Pero no deseamos demorar vuestra investigacion, asi que me ha enviado en su lugar; intentare responder vuestras preguntas lo mejor posible. Confío en que lo comprenderán. +añade, inclinando levemente la cabeza en forma de asentimiento o quizás de suplica.

Un sirviente les lleva al patio posterior del Kyuden, que a diferencia del frontal es uno de entrenamiento.  Hay dianas dispuestas contra el muro, muñecos de práctica, y un par de áreas dibujadas en la arena. Armas de entrenamiento se apilan en ordenados anaqueles bajo la galería.

Algo más de media docena de hombres están practicando en este momento, supervisados por la figura de un alto aunque joven bushi que luce los colores de la Grulla y el mon Kakita. Lleva una expresión atenta, que se desvía cuando se aproximan, tornándose una mirada hostil. A diferencia de Hitori o su hermana, tiene el pelo pintado de blanco, al estilo Doji.

Los examina a ambos con una mirada familiar; les recuerda a ambos a un instructor exigente que espera poco y nada de quien tiene enfrente. Todos los dojos a lo largo y ancho del Imperio tienen uno de esos.  De hecho ni siquiera se molesta en saludarlos, retomando su supervisión tras la breve pausa.