Partida Rol por web

Los dos bandos rugen en la carga haciendo chocar las armas, la sangre empieza a brotar tanto de orcos como de humanos y sólo la furia y la determinación harán declinar la balanza.

Marcus enzarzado con uno de los primeros orcos que salieron a su encuentro intenta buscar alguna zona descubierta para hundir el Filo Sangriento en el piel verde. De momento el orco tampoco puede encontrar un punto débil en la guardia del noble.

Korrigan, más experimentado en el arte de matar empuñando su mandoble lleva la iniciativa del combate singular, pero el orco consigue parar los poderosos golpes que caen con furia por parte del kislevita.

Magnar se enzarza a la vez con el último orco que salio al paso de los héroes, este demasiado enfurecido no consigue impactar en el cuerpo del enano por el momento dejando a este la oportunidad de acabar con él ayudado por su hacha.

Las bajas al rededor del grupo son equilibradas, tres para cada bando, quedando seis pieles verdes en pie, entre ellos su líder y tres soldados en la lucha. Sin embargo no se puede apreciar como le va al grupo que atacaba desde el oeste...

El enano golpeaba a izquierda y a derecha con su pedasada Hacha pero esta parecía hendir el aire, no logrando acabar al maldito piel verde.Por Sigmar! Que acabaré contigo rata asquerosa y que hoy brindare por vuestras muertes!

Esas cosas eran resistentes, pensé mientras oía los lamentos agónicos de alguno de nuestros aliados. Si esto seguía así, perderíamos toda la ventaja del impulso. ¡Por el imperio! grité mientras blandía la funesta espada.

Orden del asalto:

Marcus - Korrigan - Orco3 - Orco2 - Orco1 - Magnar

Dejo caer el arma a dos mano ,tiro de espada y escudo dispuesto a cambiar de táctica con los orcos porque en combate cerrado una arma mas ligera puede serme de mas utilidad .Carra de puerrco cuando terrmine contigo serras menos feo de lo que erres ahorra.Le espeto en su cara intentando enfurecerle lo suficiente para que pierda los estribos .

Marcus por fin consigue quitarse al primer orco de encima, mientras Korrigan decide cambiar de estrategia. Los pieles verdes siguen insistiendo en terminar con la resistencia de Peakland. Vuestro grupo parece haber caído con dignidad, ya sólo quedáis vosotros tres por este flanco, pero han hecho los deberes dejando en pie tan sólo al líder orco y a otro asqueroso guerrero del caos verde.

Ninguno de los oponentes de los aventureros consiguen impactar en ellos, dando la oportunidad de coger ventaja antes de verse superados en numero.

El valiente enano esquivo los ataques de los pieles verdes como si nada. Con un claro desprecio hacía las criaturas incrusto su hacha en la primera de ellas haciendo manar la negra sangre arrancandole un alarido a la fea criatura.
Puagh! Grita lo que quieras!! En el próximo golpe te arrancare tu fea cabeza!

Tras abatir a mi oponente, eché un vistazo rápido. Korrigan parece que se lo estaba pasando hasta bien, y no parecía tener problemas, y aunque Magnar acababa de conseguir un golpe, el retraso del enano me preocupó un poco, así que con un grito cargué para ayudarle.

Una vez equipado con el escudo y la hoja de metal sé que puedo afrontar lo que sea incluso una horda de nordicas en busca de marido y  no van  a ser estos cara de puerco los que van a conseguir amedrantarme. Doy un paso lateral y descargo la espada  sobre el flanco el orco esperando que sea incapaz de esquivar el improvisado  ataque .Reveienta bicho asquerroso

La ayuda de Marcus al enano hace que Magnar consiga impactar en el brazo del orco, haciéndole un leve corte que empieza a sangrar lentamente. El orco aprovecha la guardia baja y consigue devolver el golpe.

Marcus falla su golpe con El Filo Sangriento, parece que aún no se ha hecho a la espada, pero si ha podido comprobar lo efectiva que es cuando se deja llevar por su poder. El noble ve como el líder orco avanza hasta él aprovechando que está distraído con uno de sus secuaces, la espada del piel verde pasa cerca de su cabeza pero por suerte no consigue herirle. Ahora los dos héroes están en una situación igualada, enfrentados a dos enemigos en un baile de chispas entre espadas y ruido de armaduras.

Korrigan parece correr peor suerte, enfrentándose él sólo ahora a dos orcos. Con el que se estaba batiendo primero recibe un gran corte en el pecho, pero no es suficiente para hacer que caiga, el otro aprovecha la distracción para dirigir un buen ataque hacia el kislevita.

Ja perro! Esta vez no tendrás tanta suerte. Golpeándole dos veces con mortal precisión arrancandole la cabeza de cuajó. Aúlla mi nombre en el infierno piel verde! Que fue Magnar quien acabo contigo! Escupiendo al cadaver llevado por la emoción del combate, dirigiéndose a su próxima presa, mirán do breverente a Kortiga para cnotar cuantos cadáveres llevaba éste. Ya que era de sobra conocido que el gigante bebía como si un día no tuviera fin.

Mi espada se hunde en la carne de mi objetivo pero se queda bloqueada y al intentar sacarla quedo vendido ante el ataque del otro orco que me golpea con su arma .Antes de que las cosas se pongan peor tengo que intentar acabar con el orco herido e insisto en golpearle con saña .Te morrirras de una vez ?Le grito casi en su cara 

Tenía al jefe orco frente a mi, una gigantesca mole verde de ojos rojos que aullaba a su asqueroso dios. Conseguí esquivar por los pelos su ataque, y me lancé contra él con mi nueva espada -Vete con tu dios al otro mundo, escoria

El combate seguía siendo sangriento poco a poco parecía que los héroes conseguían ganar terreno. El enano Magnar conseguía acabar con otro orco con un doble hachazo que terminaba por partir en dos al piel verde con el que combatía, pero otro orco apareció en escena para hacerle frente.

El kislevita conseguía quitarse de encima a uno de los dos oponentes que tenía encima, quedándose en un uno contra uno, el otro enemigo que quedaba en pie no conseguía encontrar la vía para herir a Korrigan por el momento.

Marcus se encontraba cara a cara contra el líder orco que conseguía achicar los ataques del noble Wolfgart, que poco a poco iba enfureciendo de una manera sobrenatural, la hoja del Filo Sangriento se tornaba de un color rojo metálico ante la mirada atónita del piel verde.

puagh Korrigan! Jajaaa esta noche pagarás cerveza tú! Golpeando con su hacha sin conseguir atravesar las defensas del orco. Con mirada furibunda, asió con un mano el escupo del orco, gritándole al ver sus iris. Deja de esconderte detrás de ese escudo rata verde y lucha! esperando con sus palabras amedrentar al apestoso orco.

¡Muérete, escoria! grité furioso. La yugular se me hinchaba, mientras mi compañera brillaba roja, purificando el verdor de la sangre de esos monstruos. Los ojos del jefe se llenaron de miedo, y sonreí un momento. era hora de cráneos de orco.

No es por no pagarr  las  cerrvezsas perro  aún no hemos terrminado y como dirria el otrro no ha cantado la gorrda.  Digo  devolviendo la chanza al enano antes de volver a la labor de exterminar a la marabunta orco .Ya sea por la distracción , por mala suerte o por simplemente fortuna del orco mi espada pasa lejos de mi oponente .Demonios, mierrda de piel verrde.