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Legado de las Sombras

Capítulo 1 - El Llamado

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29/09/2021, 07:14
Director

Han pasado algunos meses desde lo sucedido en Freeport, el Faro por fin fue terminado y el templo tiene un nuevo sumo sacerdote, al igual que un nuevo asistente, en las catacumbas no se volvió a ver ningún tipo de hombre reptil ni nada por el estilo. Fueron días fructuosos para cada uno, algunos aprovecharon el tiempo para practicar su maga y aprender un poco más de este arte, otros buscaron historias alrededor, otros simplemente disfrutaron de los beneficios del oro y en lo que puede gastarse.

Una mañana, mientras se encontraban reunidos en la taberna La Cabra de Mimbre, dos sujetos, un hombre y una mujer, vestidos con armaduras relucientes y muy bien adornadas, ingresaron parándose en la mitad del lugar, uno de estos asentó su estandarte en piso de madera, llamando la atención de todos, la taberna quedo completamente en silencio; fue entonces que el hombre dio un paso adelante y desplegó un pergamino, -por mandato del Rey Valikar, se solicita la presencia de cada uno de aquellos que porte el distintivo del gremio de aventureros, quien se oponga a su mandato, será ejecutado en la plaza en público-, el hombre en armadura enrolla sutilmente aquel pergamino y lo guarda en su bolsa.

-Aquellos que atiendan al llamado, se les espera al atardecer en el muelle ocho, partiremos cuando la luna esté en lo más alto del cielo, si tienen alguna pregunta, se les responderá lo necesario a bordo-.

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29/09/2021, 09:26
Aleran

Desde su asiento, el paladín observa a los tipos que acaban de entrar a la taberna. Examina su brillante armadura y su imponente estandarte, juzgando que son verdaderos sirvientes de Valikar. La amenaza de una ejecución le irrita de sobremanera pero, al mismo tiempo, siente que no debe defraudar al rey. Apartando su bebida y conservando la calma, Aleran es el primero en levantarse:

— «De nada serviría descargar nuestro acero contra estas personas, pues tan solo sirven las ordenes de un superior... Ni más ni menos que las del soberano de estas tierras.» — Susurra en voz baja, lo suficiente para que los aventureros cercanos a él puedan escucharle. 

— ¡Larga vida a su majestad, y que las divinidades guarden con celo su reinado! — Dice ahora en alto, adelantándose. — Las ejecuciones públicas mancharían la honra de la corona. No hay necesidad de tales anuncios... — Comenta, tratando de restar tensión al momento.  Su excelencia contará con el servicio de mi espada, y con todo lo que fuere menester. 

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29/09/2021, 10:26
Eilan

Sin duda la estancia en esta nueva ciudad habia terminado, y no de la forma deseada ni tampoco de lo que estaba acostumbrado. Eilan aprovecho para terminarse su bebida y levanto la voz.

A bordo? si tenemos una montura la podemos traer? 

Era cuestion de ser practico, si no podia tenia que buscar un establo para su mula o venderla algun campesino para que la explotara en la tierra. 

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29/09/2021, 10:50
Lynn

No hacía mucho rato que Lynn había llegado a la taberna local en busca de alguna tarea que realizar. Necesitaba dinero para hacer algún tipo de ofrenda a su deidad, así como costearse su comida y alojamiento al estar bastante alejada de un templo cualquiera de su deidad. Es por ello que ante el anuncio del caballero y la mujer en respectivas armaduras no dudó en dar un último sorbo a su té de hierbas, apurando su contenido pues tenía que preparase para la cita señalada. La sacerdotisa no pudo evitar oír a algunos de los aventureros que allí se encontraban, que a todas luces parecía que la acompañarían a la cita.

- Mi nombre es Lynn, leal servidora de La Altísima Dama1, creo que vamos en el mismo barco, nunca mejor dicho... - Comentó al hombre de pelo cano y al orejaspuntiaguas. 

Notas de juego

1: Apodo de su deidad.

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29/09/2021, 14:16
Brennan

En la parte trasera de la taberna, allí donde la luz era más mortecina y las sombras parecían querer ocultar a quienes allí se encontraban, se escuchó un bufido despectivo en respuesta a la actuación y las proclamas de quienes decían ser emisarios del rey.

Tal bufido procedía de los labios de un hombre sentado en una de las últimas mesas, que observaba a los recién llegados con unos ojos oscuros y penetrantes entrecerrados con sospecha y mal disimulada hostilidad. Era un hombre joven, pero su aspecto descuidado y ligeramente salvaje daba a sus facciones un aspecto atemporal. Llevaba una barba corta, y sus orejas suavemente afiladas en la punta dejaban claro que tenía algún vestigio lejano de sangre élfica corriendo por sus venas.

A su lado, una loba de considerable tamaño permanecía sentada en el suelo, pero también ella observaba a los emisarios con unos ojos ambarinos nada amigables y su pelaje estaba erizándose por momentos en respuesta a las emociones de su compañero. Tan sólo la mano del hombre, apoyada con afecto sobre su frente, evitaba que comenzara a gruñir abiertamente.

-¿De verdad creen que pueden venir aquí y amenazarnos? -La voz del hombre, ronca y vibrante, era casi un gruñido dedicado a quienes compartían la mesa con él en esos momentos. Un mediano, un hombre delgado, y una sombría y hermosa elfa. -Como si fuésemos sus sirvientes. Como si tuviésemos que obedecerlos sin más. Yo no sirvo a ningún rey.

Unos instantes más tarde, tres parroquianos se levantaron, aparentemente dispuestos a cumplir la orden que habían dado los soldados, y uno de ellos incluso llegó a dar consejos al resto de los presentes, lo que provocó que el hombre de la mesa pusiera los ojos en blanco.

-Lanzan una aventura como un hueso y tres tontos salen corriendo a por él. -Suspiró, devolviendo su atención al emblema de aventurero que portaba antes de mirar a sus compañeros. -¿Esto de verdad sirve para algo, o es una cadena que nos hemos puesto al cuello?

Notas de juego

En principio hablo sólo para Elentirell, Felsom y Frenni.

Ya siento el corte badass, pero Brennan no lleva bien que le den órdenes.

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30/09/2021, 01:06
Aleran

Aleran sonríe interiormente y se acerca a la sacerdotisa con cortesía. — Es un honor encontrar a gente devota por estas tierras. — Dice, realizando una reverencia. — Yo soy hombre de armas pero, desde la llaneza, profeso los dogmas del Dios Quebrado... — Yergue su espalda y concluye amablemente. — Estoy seguro de que las voluntades de nuestras deidades sabrán entenderse.

Luego, el paladín se dirige al hombre que afirma tener montura y, aunque desconoce qué tipo de animal sea, nunca para a imaginarse una mula. 

Afirmáis ser dueño de caballería, por lo que debo asumir vuestro noble origen... ¿Me equivoco? — Pregunta a la vez que se presenta extendiendo la mano abierta, en señal de amistad. — En cualquier caso... Mi nombre es Aleran, discípulo de Thevonde Neverwinter; podéis considerarme a vuestro servicio también.

Finalmente, Aleran presiente cierto recelo en la mirada de otro que, al igual que él, también carga con sangre élfica en las venas. A este último prefiere no importunarlo a pesar de que, en el fondo, también comparte su incómodo malestar. Desde una distancia respetuosa, el semielfo se limita a asentirle con complicidad, esperando causar la mejor impresión que la circunstancia permite.

Notas de juego

1: Nombre del monje que, hace años, salvó al paladín de una muerte segura tras un enfrentamiento con bandidos semiorcos.

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30/09/2021, 02:38
Frenni

 Meses habían comenzado a surgir entre los aventureros y sus aventuras, alejándolas en el tiempo para dejarlas reposadas en las memorias de aquellos que recordaban. Frenni, el gnomo, era una persona que recordaba muy bien. Su trabajo era recordar, en esencia: era un bardo. No solo un cantante o un músico: un historiador, un filósofo de la vida, un biografo de la existencia de los humanos y todos los seres.

 Tal sabia y majestuosa criatura llamada Frenni se encontraba... endiabladamente borracha y tumbada sobre la mesa que compartía con sus compañeros de aventura. No es que fuera un alcoholico ni nada por el estilo, pero su pequeño tamaño siempre había difícil ordenar una bebida que no lo llevara al beodo. Y Frenni jamás derramaría o desperdiciaría una gota de cerveza que le fuese servida.

 Mientras luchaba para volver a recobrar su lucidez, ve la llegada de aquellos rudos caballeros y el pedido que le hacían a los aventureros. Al mismo tiempo que escuchaba las quejas y gruños de su compañero Brennan.

- Siempre tan... *hic* tan dulce, m-mi querido Brennan. Aquellos *hic* tres críos... están respondiendo al llamado de la aventura, na-nada más. Como lo hemos *hic* hecho nosotros en el pasado...

 El bardo se para sobre la mesa y saluda moviendo agitádamente sus bracitos a los tres aventureros de adelante. Su sonrisa era bobalicona y demasiado alegre, y su tembloreo hacía que toda la mesa se moviese. Quizá era el alcohol que tintaba el buen juicio del gnomo, pero Frenni parecía apreciar la oportunidad de tener otra aventura.

- Hay algunas aventuras que se eligen *hic* y otras que no. Eso no hace que sean más *hic* o menos memorables... ¡vamos, compañero! ¡Tendremos *hic* más hazañas para contar!

 Y Frenni se cae para atrás de la emoción y la borrachera, cayéndose de la mesa. Quizá alguno de sus compañeros haría bien en detener la caída del gnomo.

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01/10/2021, 13:03
Felsom

Felsom se encontraba en la parte trasera de la taberna, acompañado por Brennan, Frenni y Elentirell. Ese día, el alto y escuálido nigromante se encontraba demasiado entregado al sabor de los licores de la taberna, con el rostro bastante colorado y los ojos casi entrecerrados, claramente afectado por el exceso de alcohol que corría por sus venas. Habían pasado meses desde que él y sus compañeros derrotaran al culto de los hombres-reptiles en su base, lo que les había servido para formar parte del gremio de aventureros.

En ocasiones, Felsom se preguntaba por qué no había abandonado ya a aquel trío tan singular, aunque luego se retrotraía más en sus pensamientos y llegaba a la conclusión de que no tenía muchas posibilidades de encontrar otro grupo de aventureros que fueran a consentirle que cortara y extrajera los órganos y partes del cuerpo de los enemigos tras derrotarlos en batalla. Sus compañeros parecían haber terminado el canibalismo del nigromante, lo que para Felsom era más que suficiente.

-Desagradecidos... -murmuró Felsom, en tono bajo, cuando escuchó el mensaje de los emisarios. Los labios del lanzador de conjuros se movían con un tic nervioso-. ¿Salvamos Freeport de unos reptilianos con sabor a pollo y así nos lo pagan? -Quien mirase al nigromante fácilmente podía pensar que era un hombre ya moribundo, pues pese a que se mantenía sentado recto en su silla, sus ojos estaban cerrados como si estuviera tan borracho que no podía abrirlos-. ¡Mal rayo les parta! Deberían volver... -en ese instante, al hombre le entró hipo- deberían volver unos lagartos como los que derrotamos... Sabían bien...

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04/10/2021, 12:07
Brennan

Brennan suspiró de nuevo, exasperado, pero luego no pudo evitar que una tenue sonrisa bailara en sus labios al escuchar los desbarres alcohólicos de sus compañeros. Era un grupo increíblemente extraño el que el destino había reunido en la búsqueda de aquel monje desaparecido, pero de algún modo, contra todo pronóstico, funcionaba. Y desde luego, Brennan no era alguien que juzgara las rarezas de los demás.

Tal vez ése fuera el punto. Todos se habían aceptado sin dedicar mucho tiempo a juzgarse entre ellos. Nadie cuestionaba el habitual silencio y la desconfianza de Elentirell, ni el hecho de que Brennan tratase mejor a Gealach que a los seres con capacidad de habla. Ni siquiera las particulares costumbres alimenticias de Felsom eran juzgadas muy duramente. Y en cuanto al optimismo patológico de Frenni… bueno, en eso sí que habían discutido algo. Pero él hombre esperaba que el gnomo hubiese reflexionado algo después de ver morir trágicamente a aquella camarera con ínfulas de aventurera.

Tales pensamientos ocupaban a Brennan, cuando se dio cuenta de que el semielfo con armadura acababa de asentir en su dirección, como si hubiese escuchado parte de su conversación. Le devolvió la mirada con cierta curiosidad, mientras se preguntaba si podría haber algo de sentido común en alguien que había tardado menos de diez latidos de corazón en alistarse a una misión potencialmente suicida.

-¿Tú qué dices, Elen? -Susurró, girándose hacia la única miembro del grupo que aún no había dicho nada respeto a la proclama de los dos recién llegados.

Brennan la observó, manteniendo aún su media sonrisa. Incluso con algunas cervezas de por medio, la elfa conseguía mantener el aura de misterio y elegancia que la caracterizaba. Sólo conociéndola bien podían empezar a entreverse algunos síntomas de embriaguez.

Un movimiento a su lado lo sobresaltó, y su mano salió disparada a tiempo de sujetar a un Frenni casi inconsciente cuando éste se precipitaba hacia el suelo no precisamente limpio de la taberna.

-Se acabaron las cervezas por hoy. -Dijo mientras lo levantaba para colocarlo de nuevo en su silla. -O le daremos permiso a Felsom para coger un trocito de oreja para la cena.

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05/10/2021, 18:37
Elentirell

Y tan tranquila estaba al lado de Brennan mientras degustaba su cerveza, muy centrada en lo suyo ya que no era mujer de muchas palabras. Pero la situación la instó a que una ceja se levante mientras comenzaron los murmullos en su mesa y las voces se alzaron a favor de lo que estaban pidiendo. Le parecía soberanamente ridícula la amenaza, considerando que si no te arrodillabas como una sumisa perdida, ibas a morir como si fueras uno más del montón. Esas cosas le agradaron a la elfa de cabello oscuro y mirada vivaz, siempre que el peligro esté en sus manos, era una dosis extra de adrenalina. 

Aún así esperó a que todos digan algo y cuando el elfo se dirigió a ella, lo miró a los ojos con esa actitud sobrada que ya Brennan conocía de memoria. Más allá de que le encantaba meterse con él, provocarlo y a veces dejarlo inquieto, también no dudaba en soltar alguna que otra ironía para alguien que siempre supo ver más allá de su fachada silenciosa y llena de sarcasmo. 

Si me hablas en susurros, que sea para algo indecente no para tomar una estúpida decisión—se quejó entre susurros—. ¿Por qué no le preguntas a tu loba? Ella es la que te tiene corto. 

No pudo evitar el burlarse con ello mientras una maliciosa sonrisa se dibujó en el rostro de aquella mujer, buena en las artes del robo y escurridiza cuando era necesario. Luego se encogió de hombros tras pensar que debía dejar el humor para otro momento y habló seriamente con su grupo. 

Ya, tenemos que hacerlo. Pero a un precio... No trabajo gratis—comentó y se acercó al oído de Brennan para susurrar algo, después siguió hablando a sus compañeros—. Veamos que tiene, total. No perdemos nada. 

La verdad es que no le hacía mucha gracia todo esto, pero había que ponerle el pecho considerando todo lo que el grupo hizo por freeport, es evidente que no les importó en absoluto. 

Y dígame, de aceptar la "orden" además de tener la cabeza en mi lugar. ¿Qué nos dan a cambio?—preguntó al enviado del Rey.

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05/10/2021, 19:50
Frenni

 Antes de aventurarse a caer de la mesa y partirse la cara contra el suelo del local, Brennan detuvo a Frenni, agarrándole de la camisa y trayéndolo a su asiento nuevamente; levantándolo sin demasiado problema. El bardo, borracho pero consciente, le agradece a su compañero el gesto. Aunque su pobre balbuceo de palabras raramente se podía interpretar como un agradecimiento. Quizá dentro de una horas, el gnomo podría componer un soneto para el hombre.

- Brenn... mi héroe...

 El aviso de que ya no podría tomar por el día de hoy era cruel, pero justo. Frenni se limito a tomar un poco de agua y a saciar su hambre con pan. Había oído por ahí que el pan absorbía el alcohol cuando llegaba a la panza. Mientras se desbriagaba de a poco, notó que entre los héroes novatos que había en el frente del bar, había una mujer en armadura. Frenni no pudo evitar soltar un silbido de encanto. Pequeño gnomo fogoso.

- ¡Hu hu! ¿Quién es esa chica de ahí? ¿Dijo ser servidora de una dama? ¡Deberíamos introducirnos a los demás aventureros!

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05/10/2021, 20:17
Elentirell

A ver cuándo te atreves a algo más, que eres pura palabra. 

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06/10/2021, 16:31
Lynn

Los dos que entraron a la taberna ordenando que todo combatiente se presentase en el muelle, miraron con ojos recelosos al grupo de la esquina, conformados por varios orejas puntiagudas, un gnomo y un tipo con la cara pintada y extraño a más no poder.

La sacerdotisa no pudo evitar notar la mirada lasciva que le mantenía el gnomo, que incluso había silbado en su dirección tratando de llamar su atención. Así, Lynn se acercó con su martillo en el hombro, dispuesta a darle su merecido pero conforme se acercaba pensaba que sería mejor un golpe con el puño.

Cuando lo tuvo frente a si misma, vio que el pequeñín estaba borracho y no iba a deshonrarse golpeando a un gnomo y muchos menos a un gnomo borracho.

- ¡Deja de mirarme así, pequeño! - Le espetó al borrachín.

Tras eso, fijó su vista en el resto de acompañantes que estaban sentados a la mesa y que habían dado sus opiniones, a la par que cuchichear desde el fondo.

- Me molesta tanto como a vosotros que me den órdenes y que me amenacen para realizar un trabajo, pero varios presagios me han traído hasta este lugar... Creo que deberíamos acudir a la llamada y pensar después si merece nuestra atención. - Comentó al resto.

Lynn no se presentó pues ya lo había hecho en general y todos habían escuchado su nombre. Pero no era maleducada y trató de confraternizar con sus posibles acompañantes, preguntándoles sus nombres.

- Y, ¿Cuál es tu nombre, pequeño gnomo? - Empezó por el que parecía el más jovial del grupo, por llamarlo de alguna manera amable.

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07/10/2021, 00:27
Hombre Desconocido

Un hombre maltrecho y de ropas sucias cercano a la mesa de Aleran se levanta golpeando su jarra contra la mesa mientras escupe un buen tajo de saliva a un lado, -estas tierras no son gobernadas por ningún soberano- vocifera mientras se limpia su desaliñada barba con el torso de su mano, -los elfos como siempre de perritos falderos de cualquiera que tenga poder- vuelve a escupir esta vez muy cerca del Paladín; un hombre junto a este, le pone una mano en el hombro mientras le indica que se siente mientras éste se pone de pie.

-Los dominios, si es que existen… de Valikar acaban muy lejos de aquí, en alta mar mi querido señor mensajero- de las diferentes mesas se puede notar como levantan sus jarras de cerveza y bebidas; -por más que quieran ejercer autoridad en Freeport, saben que están solos, desde que salieron de su puerto nadie espera si quiera que vuelvan a casa- sonríe un poco mirando fijamente al emisario.

El hombre se cruza de brazos mientras escucha a los demás, algunos entregando su arma al servicio otros con cierto resentimiento pero con curiosidad por la recompensa, -si no fuera por la ayuda que nos brindó Valikar hace un tiempo, ese barco en el que han llegado jamás habría tocado tierra- dice aquel hombre mirando al emisario moviendo la mano como burla, luego añade, -viendo que al parecer tienen voluntarios, entonces queda totalmente en sus manos, pero- levanta un dedo señalando al par de sujetos en armaduras, -la próxima vez, no se tomen derechos que no poseen-.

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07/10/2021, 00:27
Emisaria

La mujer en armadura con el estandarte, arruga el ceño, aunque sabe que no puede hacer mucho, en el fondo sabe que aquel hombre tiene razón sobre la poca autoridad que tienen en la ciudad. Cuando vuelven a tener un momento para hablar, se dirige hacia la Elfa que se encuentra al fondo, -no tenemos información sobre la actividad a la que se les ha llamado; cualquiera que fuere, es sabido que el rey recompensa muy bien a aquellos que cumplan su mandato-.

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07/10/2021, 01:57
Aleran

Rápidamente comenzaba a comprender la situación: las actitudes de los aventureros más veteranos, la impopularidad de Valikar y su relación con Freeport. Había hablado sin saber, y eso tenía un precio. El paladín sufrió por dentro con vergonzoso complejo, pero no osaba mostrarlo a nadie... Mas se esforzó por devolverle una respuesta digna al hombre que casi le había escupido encima.

Tienes mis disculpas, y achacaré mi ignorancia a mi condición de forastero. No seré yo quien defienda los modos de los elfos, pues también huyo de ellos. — Admite, en primer lugar. — Sin embargo... Todos obedecemos a alguien, o a algo. Bien sea un noble ideal; mal sea el iracundo estupor de la cerveza... ¡No lo olvides! —  Culmina, señalando su jarra casi quebrada. 

Aleran observa por última vez al hombre harapiento. Dando por imposible hacerlo entrar en razón, devuelve su atención al grupo.

— Aunque muchas cosas se me escapan, la emisaria menciona que el pago de nuestros servicios será generoso. — Habla en general. — Opino que la propuesta del rey merece ser oída... — Baja ahora la voz y se dirige únicamente a los aventureros. — En nuestras manos quedará después obedecerla, pues yo seré el primero en negarme si contradice las máximas de mi fe. Somos un número considerable, y algunos de vosotros arrastráis la experiencia de los años... 

Devuelve a su discurso un tono normal, para evitar sospechas y finalizar. — Si trabajamos juntos, tengo plena confianza en que no habrá adversidad que nos gane.

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08/10/2021, 09:08
Brennan

Pronto, la propia taberna comenzó a hacerse eco de las mismas inquietudes que habían sacudido a Brennan. Fue un hombre mugriento el primero que se levantó para dejar claro lo que opinaba sobre que unos extranjeros aparecieran dando órdenes en un puerto franco como Freeport, pero las voces de la taberna lo siguieron. Puede que la mayor parte de ellos fuesen miserables, pero eran miserables libres, y parecían dispuestos a defender ese estatus.

En la penumbra de su mes, Brennan ensanchó su sonrisa. Esos relucientes idiotas habían dado un palo a un avispero sin pensar siquiera en las consecuencias. En aquel momento no sería difícil siquiera espolear esos ánimos revueltos para provocar un enfrentamiento… pero no se sentía con ganas de pelear aquella noche.

Le dio otro trago a su cerveza, observando cómo la aventurera en armadura que se había presentado como Lynn se acercaba a ellos en respuesta a las atenciones de Frenni. La observó con desganada curiosidad, evaluándola sin llegar a considerarla una amenaza.

La loba, en cambio, no fue tan amable. En cuanto la mujer con armadura se acercó a ellos molesta por la actitud del gnomo, se levantó del suelo con el pelaje erizado y los colmillos al descubierto, emitiendo un grave y profundo gruñido de advertencia mientras miraba a la mujer.

-¿Ves? A ti ya no te gruñe. -Dijo a la elfa sentada a su lado con una media sonrisa, y luego se inclinó hacia ella para susurrarle algo más en voz más baja cerca de su oído.

-Sàmhach, Gealach. -Las palabras de un extraño y brusco idioma brotaron de sus labios como piedras cayendo ladera abajo, mientras se incorporaba de nuevo y tocaba con cariño la testa de la loba, que dejó de gruñir, pero continuó mirando a la mujer con unos ojos llenos de desconfianza y hostilidad.

-Los presagios están bien, pero la vida se vive despierto, y se acaba si te dejas matar. -Fue la única respuesta que ofreció, antes de dirigirse hacia el semielfo que acababa de hablarles.

-¿Sabes? La última persona que pensaba que trabajando juntos todo iría bien terminó hecha ceniza por el rayo de un mago-serpiente. -Torció ligeramente el gesto, y su mirada se desvió hacia Frenni, antes de regresar al paladín. -Te recomiendo ser más realista. Durarás más tiempo vivo.

Suspiró. Nunca llegaba a acostumbrarse al idealismo de la mayor parte de los mal llamados aventureros, que parecían creer que únicamente con buenas intenciones lograrían todo lo que se propusieran. Él llevaba ya un tiempo en los caminos, y sabía que sus lindes estaban llenas de los cadáveres de ese tipo de gente. Pero siempre había más. Con un único movimiento, levantó su jarra hasta vaciarla en su garganta, y luego la dejó caer con fuerza sobre la mesa para llamar la atención de todos los presentes.

-Prometéis respuestas en el barco, pero ahora dices que no sabes nada. -Dijo en voz alta hacia los recién llegados, levantándose de la mesa. Si había posibilidades reales de que acabaran en ese barco, sería bajo sus propias condiciones. -Decidme, ¿cómo vais a contestar a nuestras preguntas si no sabes ni para qué nos convocan?

-Un barco en alta mar es una prisión, y el océano un carcelero cruel. -Añadió, mirando alternativamente a los voluntarios y a los extranjeros mientras se adelantaba hacia ellos. -No voy a subir a bordo a menos que antes tenga muy claro para qué nos buscan, y qué vamos a ganar con ello. -Miró a la mujer que había hablado con dureza. -Puedes empezar contándome quién es Valikar y por qué se cree con derecho a amenazarnos.

-Oh, y si vas a intentar ejecutarme, te aviso que mi cabeza suele resistirse a separarse de mis hombros. -Terminó, apoyándose de forma muy evidente sobre la lanza que había recuperado. Brennan sonreía, pero sus ojos brillaban con un toque salvaje y su sonrisa tenía un gesto lobuno.

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08/10/2021, 09:08
Brennan

-Aún hay tiempo hasta que la luna esté en lo alto… si te atreves a seguirme...

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08/10/2021, 18:12
Frenni

 Cuando el bardo vio que aquella mujer se acercaba con su mazo en mano a la mesa, esperaba que le intentasen partir la cabeza. Por supuesto, sus compañeros detendrían cualquier ataque. Aunque quizá primero se divertirían viendo al gnomo correr por todo el bar antes de interceder. Pero Lynn llegó con una actitud más tranquila, simplemente diciéndole al gnomo que se comportara y preguntando por los nombres de los miembros de aquel extraño grupo.

- Disculpadme, compañera... solo es que tengo afinidad por las cosas bellas. Pero prometo comportarme como un caballero de ahora en más, em... eeehm... ¡Lynn! ¡Ahora me acuerdo! Oh, por un momento pensé que tendría que preguntarte de nuevo tu nombre, como un patán sin modales. Yo soy Frenni el bardo, a sus servicios. ¡No hay velada que no pueda amenizar con mi dulce flautín y no hay aventura que sea muy grande para este pequeño gnomo!

 La presentación hubiese sido más encantadora, sino fuese porque Frenni estaba lidiando con un par de cervezas de más. Luego, el gnomo escuchó las palabras de Aleran, Brennan y el resto de los presentes. Parecía que la autoridad del rey no era la de un rey usual. No podían obligarlos sin causar un alboroto en el lugar. Aún así, el gnomo estaba más inclinado a aceptar la oferta que rechazarla.

 Las palabras de Brennan eran duras, pero en cierto modo justas. Intentando no pensar en cosas tristes, Frenni vuelve a mirar a Lynn y le presenta al resto del grupo. Corriendo el riesgo de que alguno de sus compañeros le de un golpe en la nuca para que dejara de hablar.

- Él es Brennan. Es el tipo que nos mantiene con vida a costa de su propia cordura, aunque ese título lo comparte con Elen. Es la elfa que está a su lado. Es igual de seria, pero algo más simpática y definitivamente más atractiva. Y el demente de cara pintada se llama Felsom. No lo mires a los ojos. En serio...

 

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10/10/2021, 12:28
Felsom

Felsom estaba un tanto borracho, pero al notar que alguien se aproximaba a la mesa, abrió los ojos y miró a su alrededor. Al oír la presentación que Frenni hacía de él, el nigromante levantó una mano y saludó a quien se había aproximado ofreciéndoles la opción de que trabajasen juntos.

-Normalmente, cuando trabajamos con alguien, suele acabar bastante mal... -comentó el lanzador de conjuros, con una leve risita, recordando que habían perdido a dos de sus compañeros cuando, meses atrás, habían entrado en el templo de los hombres-serpiente.

Felsom observó al paladín semielfo. Sus orejas eran bastante grandes, lo que las hacía verse muy sabrosas. Quizá si hubiera al menos dos motivos por los que mereciera la pena que trabajasen juntos. Dos buenos motivos. El nigromante se fijó en las orejas de Aleran y no pudo evitar relamerse.

-Siempre viene bien tener alguien que pueda manejarse bien en el cuerpo a cuerpo -reconoció, puesto que Helena había sido la única guerrera de primera línea del grupo.