Partida Rol por web

Taro se tomó un momento para él. Se aseguró de que nadie le siguiera para, simplemente, sentarse en algún lugar seguro para revisar el interior de su bolsa.

Te alejas del punto de salida rápidamente y aunque es una zona de montaña y aun observas a tus compañeros como manchas a lo lejos buscas el interior de la bolsa, al principio no encuentras nada, por un momento sacas una pantalla y con ciertos botones, detrás hay 4 lineas explicando su funcionamiento, parece ser un gps.

Taro palpó el artefacto, dedicándole una mirada de incredulidad.
¿Qué coño...? - Susurró para sí. - ¿Y se supone que me tengo que defender con esto?
Sin embargo, all ver las líneas de escritura, se centró en leerlas antes de empezar a trastear el artefacto.

Cojonudo, tengo un puto radar como arma.
Dijo, algo defraudado al principio mientras estudiaba bien su objeto. Sin embargo, al rato el chico fue entrando en frío, lo suficiente como para no tirar el radar del simple arrebato de rabia por no tener un cuchillo o incluso algún arma de fuego.
Bueno... Al menos no me pillarán desprevenido ¿No...? - Murmuró.

Taro sacó el mapa, y miró bien hacia qué zona encaminarse. En ese momento apenas se le cruzaba por la cabeza la idea de pensar en cómo sobrevivir o matar a los demás alumnos. taro nunca hizo muchas migas con ellos, pero la idea de matar a alguien no estaba en su cabeza.
Al menos, de momento.

Taro se dispone a seguir en marcha. Hacia la costa del suroeste.

Taro siguí encaminándose montaña abajo, hacia la costa del suroeste.
En el mapa había dibujado una especie de avión. ¿Será un aeropuerto? A lo mejor, como el video había dicho, estará lleno de militares dispuestos a matarle si se acercaba, en el mejor de los casos. Pero fuera lo que fuera, quería comprobarlo. En ese momento necesitaba un objetivo, y le parecía mejor el mirar a ver qué encontraría en esa zona, antes que empezar a acechar y a matar al resto de chicos.

Bastante tiempo había pasado ya desde que Taro dejó al grupo. Una paradita para comer, beber y descansar vendría bien, tenía hambre y no sabía cuánto tiempo había estado inconsciente.
Después, seguiría caminando.

¿De verdad han puesto megáfonos por toda la isla? - Murmuró de nuevo para sí. - Se lo montan en serio.
Taro escuchó el comunicado. F9 era la zona de inicio, no había problema, acababa de salir de allí hace horas. Ni siquiera la señaló en el mapa, sólo está esa zona como zona de peligro. Confía en que la recordará bien hasta que digan lo contrario.

Tras un pequeño descanso, taro siguió caminando hacia el suroeste. Según el mapa, ya se acababa el terreno de montaña.
Siempre iba temeroso de cualquier cosa que pudiera salirle por el camino, cualquier mala sorpresa. Pero por suerte, confiaba y miraba a menudo el localizador. Avanzaba sin prisa, decidido. Pero también con miedo...

El paisaje a cambiado bastante, los arboles que entraste al dejar la montaña donde empezasteis han quedado atrás, has seguido una carretera que te ha llevado a un especie de aeródromo una valla metálica delimita todo el recinto, en el fondo mas alejado ves una pequeña ciudad con edificios todos en pie. No has visto a nadie en todo el recorrido del perímetro ni en el interior, sera que ciertamente han vaciado la isla.

Un par de hangares decoran el paisaje desértico del aeródromo

Taro pensó que una pequeña sonrisa se le dibujaría en la cara al llegar al aeródromo. Aunque fuera una pequeña mueca de alegría.
Pero no fue así. No había ni un alma de verdad. Ninguna persona, ningún piloto, ni siquiera veía militares en un principio. Sin nadie a quien acudir en ayuda ¿Qué clase de esperanza iba a tener salvo la de participar de verdad en la masacre, y tener que asesinar...?
Aun así, fue en dirección a meterse a los hangares, movido por la curiosidad, y sin parar de vigilar a su alrededor.