Partida Rol por web

La cabaña es una cosntruccion de madera consistente y con ventanas con algun cristal roto, el interior esta sucio de polvo, pero nada mas, por el resto es tu casa soñada, por lo menos en esta situacion.

Estando seco el lugar era el principio perfecto para el. Sin pensarlo se quito los pantalones para tener al menos algo seco y se arrincono en la esquina mas seca de la cabaña, alli en una esquina y con las rodillas en la barbilla, intentando guardar el mayor calor posible, comio algo de sus provisiones y bebio algo de agua.

Una vez algo seco repaso el mapa con la escasa luz que tenia e intento dormir, en posicion fetal, hasta el dia siguiente. La ventana rota seria su mejor despertador al dejar entrar luz de la mañana.

El despertador de Poor fueron los nuevos comunicados, con las nuevas zonas. No podía creer que ya llevara tres días en aquella isla y que no se hubiera topado con nadie, de echo hacia tiempo que en los comunicados se mantenía callado a la hora de nombrar a los muertos. Pero ahora mismo todo ello quedo en segundo plano al escuchar que su zona esta en peligro, ademas de otras muchas zonas que también tenían templos en su cuadrante, eso le hizo pensar que estaban habitados, sus compañeros estaban allí, pero solo eran cuatro mas. Seguramente sus compañeros estaban emparejados para ser mas fuertes y el estaba solo, mojado y asustado.
-Mierda... estoy en desventaja y con un simple bate de mierda.

Por primera vez se le paso por la cabeza que cualquiera de los otros, podía venir a por el y darle muerte, no era difícil suponer que los templos estaban habitados, era algo lógico.

Y con ese pensamiento en la cabeza, se levanto, se puso los pantalones, acartonados por al noche, peor al menos algo mas secos y se dispuso a marcharse de esa zona de peligro. Mas tarde desayunaría lo poco que le quedaba.

Carlton se sentó un rato para terminar sus raciones y beber un poco de agua, estaba cansado y el día no ayudaba, ademas estaba pensando demasiado y pensar con cansancio no era buena idea.
-Cerca de aquí hay una zona de peligro... y era un templo... seguro que alguien esta en el. Pues no voy a dejar que me sorprendan, no. Yo seré quien lo haga primero... Un ataque sorpresa con el bate, sera mas afectivo que cualquier arma... si el ataque es la mejor defensa...

Decidido a poner en practica su nuevo plan, presa de la paranoia de la soledad tres días, caminaba silencioso por la tierra buscando a su posible presa.

Luego de un rato quieto observando, no ves nada relevante ni nadie que se mueva.

-Maldita sea, se esperaran mi llegada?¿-La paranoia crecía.-Pues pienso morir luchando.-Una vez mas con la mochila al hombro, ahora mucho mas liviana que cuando todo esto empezó. Sigue acercándose al templo

Solo hay los ruidos del bosque y tus pasos, parece que si han pasado compañeros por aquí, hace horas que ya se han marchado, calculas que quedan pocas horas por el mediodía y el comunicado fatal.

Se soltó el cuello de la camisa, presa del nerviosismo, no sabia que seria de el en las próximas horas, pero lo que tenia muy claro es que no quería morir sin hacer algo antes, pero como no sabia donde estaba el resto y menos aun donde pudiera estar ese profesor cabron. Empezó a vagar son mucha confianza.
-Mierda, tengo una puta cuenta atrás en mi espalda.

Sin duda estas lejos de cualquier compañero tuyo, por lo menos que este en movimiento, aunque no quiere decir que no haya nadie oculto por la zona.

Sin perder un segundo mas de lo debido, continuaba hacia el este, sin preocuparse si estaba cansado o fatigado. Su único miedo ahora era que la hora fatal estaba cerca y puede que como animal acorralado no pudiera hacer nada por evitarlo

Sin duda estas lejos de cualquier compañero tuyo, por lo menos que este en movimiento, aunque no quiere decir que no haya nadie oculto por la zona.

El negro de descendencia japonesa, no se sentía feliz pero si aliviado de escuchar que una nueva muerta daba un poco mas de tiempo para el, ya sea escapar o sobrevivir. El comunicador no se quedo en eso y anunciaba nuevas zonas de peligro que no dudo en apuntar.
-Mierda esta cerrando la ciudad... el puerto aun esta abierto... puede que allí encuentre algo útil, llevo tres días solo y no... mierda que hago hablando solo.-Guardo el mapa y puso rumbo al aeropuerto, sorteando las zonas de peligro y esperando no ser emboscado.

Mientras caminaba hacia lo que el pensaba seria la ciudad, por las indicaciones del mapa, Poor intentaba recordar cuantos habían muerto desde que empezó la locura. Y solo le salían 5 nombres. Por lo que aun había al menos 9 chicos mas sin contar el mismo. Y no todos se tomarían bien su aparicion, o puede que a estas alturas ninguno.
apreto el bate con fuerza, presa de los nervios y camino hacia el suroeste.

Te esperas en un lugar algo mas elevado para mirar a tu alrededor, despues de mas de 20 minutos observando, estas convencido que a las proximidades no hay nadie.

Carlton despertó entre el fango con el ruido del comunicado, en algún momento había perdido el conocimiento pero daba gracias a que estaba aun convida, por desgracia echaría el ultimo trago al agua de su mochila.
Pero antes apuntaría las zonas de peligro y tacharía los nuevos muertos, según sus cálculos repentinamente de ser 10 pasaron a 5 en pocas horas, sus compañeros estaban jugando con mas ganas que nunca y eso empezaba a crear un nuevo miedo, enterrado el día anterior.

-Mierda me han cerrado el paso al aeropuerto... cabrones... esta claro que están cerrando el cerco para que nos encontramos los cinco que quedamos... joder... Vale Carlton tranquilízate, vamonos de aquí antes de que esta zona se convierta en un peligro.

El chico negro, se limpio la cara con la manga y se puso de nuevo en camino.

Según el mapa esa carretera que había encontrado daba a la otra punta de la isla, seguramente a un puerto, puede que allí encontrara algo... alguien o alguna forma de escapar de esta pesadilla de soledad.
A pesar de las advertencias de no salir de la isla, Carlton con cada muerto anunciado aun tenia mas ganas de salir de allí.