Partida Rol por web

Si habéis seguido todos a Kuni, el lugar al que os ha guiado es a la parte trasera de la casa en primer lugar. No hay nada, el lugar está revuelto de lo acontecido durante la tarde. No obstante, no parece haber rastro de nada raro. El sitio está poco iluminado y no hay luna clara esta noche. Está un poco nublado.

El Cangrejo anda con pasos apresurados, los que acostumbran a caracterizarle cuando la situación no es un relajado torneo de exhibición. Más parecidos a los que se dan al otro lado de la Muralla, cuando el peligro acecha y cada segundo cuenta, cada paso importa, cada ápice de tierra es relevante. Estar a dos o tres pasos de la muralla cuando un ataque comienza puede significar la diferencia entre vivir y morir.

No seas dramático, piensa para sí mismo el chico mientras su mirada escruta los jardines. Allí parece no haber nada, solo el viento soplando entre las hojas apaciblemente.

Chasqueando la lengua el muchacho se dispone a darse la vuelta para seguir buscando en otro lugar, cuando se da cuenta de la comitiva que le sigue.

- ¡Ke! - exclama sorprendido en lo que parece un amago de su particular risa, solo que en un tono más apremiante y exhaltado - ¿Por qué me sigue todo el mundo? ¿No deberíamos esparcirnos en una situación como esta? Para aumentar ell terreno cubierto. Y de encontrar alguna pista dar la alarma con rapidez.

Tsk, se nota que no están acostumbrados al trabajo de este estilo. Viven demasiado acomodados.

- A ver, si está siendo en verdad secuestrada tratarán de sacarla por algún lugar de manera oculta, por eso descarté la puerta principal. Aunque quizás está la posibilidad de que esté siendo solo atacada y no secuestrada, lo que es mucho más peligroso pues sus atacantes podrían estar ocultos entre los invitados y dispersarse sin más. O podría haber malinterpretado al kami y estar liándola, kehe... - esta vez no rie como tal, solo es un sonido preocupado en un vano intento por quitarle hierro al asunto. - Nobu-san, de estar siendo atacada o secuestrada ¿hay algún lugar en la mansión donde no sería escuchada si gritase pidiendo socorro?

Le pregunta al Kakita pues al fin y al cabo debe conocer este entorno al dedillo.

Akira avanza por los pasillos de la mansión siguiendo a Niou. No le gusta en absoluto la situación que se está llevando a cabo... El torneo iba demasiado bien, ¿por qué tiene que ocurrir algo tan preocupante? Espera que los sirvientes no tardaran en traer sus armas, pues la posibilidad de asaltantes la alarmaba en gran medida.

-¡Niou-san! ¡No es tiempo de preguntas! Te seguimos porque si los kami han hablado, sabrías identificar el camino más correcto. Inori-sama por alguna razón hizo especial hincapié en que todos fuéramos juntos... ¿cuál fue la revelación?- Parece realmente preocupada e implicada en encontrar a la señora de la casa cuanto antes. Maldice de nuevo el no tener su arma a mano.

-Nobu-san, conoce mejor que nadie de los presentes este lugar. Solo diga un sitio y allí iremos, raudos como un huracán.- Declara manteniendo un gesto serio y algo ceñudo.

Mientras seguía a Kuni, pensaba en el mero hecho de que su hermana pudiera encontrarse en peligro, lo cual conseguía helarle la sangre de una manera extraordinaria. Ante aquella imagen, lo único en lo que podía enfocarse era en la rapidez de sus andares, los cuales le habían llevado al Jardín Trasero mientras seguía a Kuni.

Las palabras de Kuni rebotaban en los oídos de Nobu como puñales, lo último en lo que quería pensar era en el peligro que pudiera estar corriendo su hermana, de igual forma e intentando disimular en gran medida su nerviosismo trata de responder; -Las zonas más alejadas están reservadas para los aposentos de los Kakitas, de elegir un lugar como el que mencionais, sería ese, sin lugar a dudas. 

Esperando a que eventualmente llegaran los demás, procedió a continuar hablando; -Quizás sí, deberíamos separarnos en pequeños grupos. Eso apresurará la busqueda, algunos de nosotros deberían ir a los aposentos mientras otros barren los jardines próximos. He mandado que traigan algunas de nuestras armas, no deberían tardar demasiado.

Nobu apretaba los puños así como la mandíbula, el nerviosismo se hacía evidente en él a medida que el tiempo transcurría, cada segundo que pasaba mientras el paradero de su hermana era desconocido era una tortura personal. En el fondo, Nobu esperaba desde su corazón que todo aquello fuera un simple malentendido, aunque a estas alturas, ya no supiera que esperar.  

Yusei caminaba a paso ligero al mismo ritmo que Nobu, quien le había pedido que le ayudase y habían salido los últimos de la sala.

-...¿No está aquí? Maldita sea... - decía mientras se daba cuenta que en realidad habían salido todos en una dirección muy concreta pero no porque supieran realmente dónde se encontraba Haruka.

-Pfffff... esto pinta mal entonces. A ver, a ver- Yusei trataba de concentrarse. Parecía buscar algo a su alrededor. "Vamos chico, ayúdame... hace un momento estabas aquí conmigo"...

Y consigue ver muy de refilón como el fantasmita entra en la casa de nuevo, el edificio principal. Y desaparece.

Akira mira hacia los lados y se limpia los ojos con el dorso de la mano, manteniendo los labios fruncidos. -Sea como sea tomemos un destino y hagámoslo ahora. Si vamos a ir a los aposentos, tendré que ir con Nobu-san para saber dónde se encuentran. Eso sí, ha de ser el primer lugar que visitaron los heimin que envió Inori-san.- Responde con algo de preocupación, dudando sobre el lugar en el que se puedan encontrar. Intenta hacer memoria de dónde fue la última vez que vio a ambos jueces. Estaban en la séptima prueba, eso seguro, pero... ¿y después? ¡Trabaja, cabeza, trabaja...!

Pero no recuerda nada relevante en absoluto y ya tardan en traerles sus armas. Trata de mantener la calma mientras observa a los demás hablar y decidir. -¿Sabe dónde se dirigió su hermana y su abuelo tras la prueba de Iajutsu, Nobu-san?

- Yo cubriré los jardines. Me desenvuelvo mejor en exteriores. ¡Vamos, vamos!

Niou se pone en marcha rápidamente hacia la dirección que ha indicado Nobu, moviéndose con cautela. Si hay enemigos no es cuestión de ir anunciando su presencia. Los pies del chico se mueven tratando de hacer el menor ruido posible, pero ligeros y presurosos.

No se para a mirar quien va con él, solo espera qque si alguien lo hace sepa mantener la discreción.

Yusei se gira y fija su mirada en la entrada de la casa. Está seguro de haberlo visto entrar de nuevo. 

-Está dentro del edificio -decía Yusei con cierta seguridad-. Deberíamos separarnos y buscar dentro del lugar. Pero los aposentos... ¿no estarán registrados ya? Yo estoy con Akira-san, creo que los aposentos deberían estar registrados, aunque de eso no puedo estar seguro- decía mientras hacía una leve pausa- ¿Cómo crees que deberíamos separarnos, Nobu-san? No conocemos demasiado bien el edificio- ...

Yusei se disponía a entrar al edificio, como esperando no perder la pista de algo, o alguien mientras esperaba la respuesta rápida de Nobu.

Las decisiones se amontonaban a los hombros de Nobu, la responsabilidad de dividir a los integrantes del grupo recaía en él. No le hacía demasiada gracia, pero en aquella situación no tenía demasiada elección. Una vez tomada la decisión procedió a decir; -Yusei-san, Nashiro-san vosotros buscad dentro de la casa, pedidle al primer heimin que veais que os guíe por donde lo necesiteis. Mientras Akira-san y yo buscaremos en los aposentos, nos reuniremos con vosotros lo antes posible. ¡Suerte!

Mirando con determinación a Yusei, Akira y Nashiro, hace un gesto con la mano a Akira. Después de eso, parten velozmente hacia los aposentos, dejando el hogar Kakita a su espalda en poco tiempo. El tiempo apremiaba, esperaba haber hecho la decisión correcta.

Akira asiente firmemente ante lo que le dice Nobu apresurando su paso para darse prisa. -¡Hai, Nobu-san! ¡No perdamos más el tiempo!- Mira a Yusei igualmente algo extrañada por esa aproximación. ¿Tan seguro de si mismo está? El mantis le había demostrado ser de fiar, pero... ¿y si se equivoca? No quiere pensar en ello, pues sería continuar con una pérdida de tiempo.

Teme que se estén equivocando con sus aproximaciones, pero no les queda otra alternativa que buscar. Parece haberse implicado realmente en el problema que ha surgido, pues parecería compartir con Nobu  esa preocupación. ¿Y si realmente no ocurre nada? Pues será un alivio para ambos. -Si es cierto lo que dijo Kuni-san y por casualidad se dirigen a los establos e intentan robar un caballo para huir lo tendrán crudo. Kaminari está de guardia, y sin heimin mirando no dudará.- Se llena de confianza y trata de transmitirla a Nobu para tranquilizarle, sonriendo entre dientes. Realmente no duda de la lealtad de su corcel... ni de su peligrosidad. Ese monstruo equino de color azabache podría matar a alguien.

Cuando Harumi está saliendo o dando vueltas cerca del jardín buscando al grupo, una Heimin bastante bien arreglada se acerca a él sonriente y servicial. Hace una reverencia muy educada y con todo el cuerpo, manteniendo los ojos cerrados.- ¿Bayushi-sama? ¿Está buscando al grupo que ha salido? Hace poco estaba en las inmediaciones del río. Creo que estaban apunto de irse. Le deseo suerte y cuidado.- Hace un gesto también muy formal, actuando un poco delante de los otros heimin.

Al fin hacia presencia, la verdad es que lo agradecía y necesitaba mas respuestas, pero sus compañeros necesitaban las armas y el encontrarlos. No hizo ninguna reverencia, más que nada y lo más bonito que hizo fue seguir sonriendola. Se dirigió a las inmediaciones del rió esperando que no se hayan puesto a moverse como unos locos.
Harumi no podía desaprovechar esta oportunidad y posiblemente tanto en combate como en información le vendría bien tenerla al lado, asi que le dirigio unas palabras simples.

-Ven conmigo, seguramente te necesitare en algún momento -dijo serio con su particular sonrisa.

Y justo cuando se van a separar, llega un escorpión en el aguijón bien cargado. Le siguen varios heimin que portan armas. Al ver que estaban ahí, empiezan a hablar unos a otros por la vuelta tan tonta que han dado. Se disculpan ante sus superiores como si les fuera la vida en ello. Al fin y al cabo, les va la vida en ello. Podéis sentiros totalmente armados. Entre los heimin hay una bastante guapa y joven la verdad.

Harumi llega serio, pero sin quitar su sonrisa y mirada permanente. Abre los brazos y los heimin pasan a su lado con bastante prisa.

-¿Hemos tardado un poco en llegar o justo a tiempo? -dijo de manera amistosa.

Se acerco un poco al grupo y esta vez si elimino su sonrisa e hizo una reverencia.

-Vengo de parte de Shiba-sama para ayudaros en la tarea de encontrar a la familia de Nobu-sama. Me gustaría ayudar, pero para eso quiero saber que han descubierto, si me lo permiten, claro.

Akira parece reconfortada por recuperar su arma. En lugar de enfadarse con los heimin les sonríe y les agradece con gratas palabras la ayuda que han prestado, para luego dirigirse al Escorpión. Es cierto que no confiaban en él, pero si él ha guiado a los criados podría ser de fiar en esta situación tan extrema.

-No lo sabemos exactamente, pero Niou-san opina que podría haber algún tipo de problema serio.- Dice en voz baja para que no se enteren los heimin que deben ya de haberse ido tras los agradecimientos y demases. Akira a fin de cuentas es muy cálida con los sirvientes dada su procedencia.

-Debemos encontrar a Suzaku-dono y a Haruka-sama cuanto antes. Está en algún punto de la mansión... démonos prisa.- Acomoda sus armas y sigue a paso rápido con su camino. No hay tiempo para extender demasiado las explicaciones. ¡Hay que actuar ya!

El resto de heimin una vez han cumplido su objetivo se retiran. No obstante, la chica guapa se mantiene junto a Harumi como ha pedido. Hace una reverencia de cuerpo completo ante el grupo menos Kuni, que ya se fue a los establos. -El señor Bayushi-Sama me ha pedido que vaya con él y ustedes. Por favor, espero no importunarlos. Si les molesto... Solo tienen que decírmelo.-

La noche mientras se hace más fresca. Sois seis en el patio sin contar a Kuni ahora. Ahora estáis armados. ¿A las salas tranquilas en los aposentos Kakita?

Harumi asiente ante las explicaciones de Akira y prosigue a seguir a Yusei y, a la heimin, Yuri.

-Vayamos a la sala principal Yusei-sama, aunque tengo la impresión de que va a ser difícil buscarla... -dijo pensativo mientras caminaba con rapidez- ¿Donde se escondería una persona que no quisiera ser encontrada?

Harumi parecía pensativo y no tener una respuesta clara, quizás los Kamis en algún momento estuvieran con él, pero lamentablemente no estaba muy en comunión con ellos.

Yusei se paró un momento y cerró los ojos. Demasiado movimiento en un momento le había nublado un poco las cosas. Se fijó bien a su alrededor mirando cómo era la zona en la que se encontraban ahora mismo, mientras que aparecía Bayushi con las armas y una joven que saludaba con una reverencia. -Justo a tiempo, justo a tiempo-.

-Etto... A ver...- decía Yusei mientras se colocaba el arco y se calmaba un poco de tanto jaleo junto. -Yo no os voy a pedir ahora, que no es momento para explicaciones, que confiés ciegamente en mi, porque además no es tampoco algo en lo que yo pueda estar 100% seguro, pero... Yo siento que tengo que ir a aquello zona de allí- decía señalando los aposentos. Y tenemos dos opciones, o separarnos, o ir todos juntos- Yusei parecía seguro de lo que decía. Él iría a esa zona sí o sí. -¿Qué preferís, que vayan por un lado Usagi-san, Bayushi-san y la joven que le acompaña a la otra zona del edificio, o que vayamos todos hacía allá?-

Por su parte, Niou llega a los establos. Parecen estar bastante tranquilos hasta que les medio perturba su presencia. No obstante, están bastante bien cuidados, pues no saltan ni nada a relinchar. Solo un poco de nervios. La zona está bien despejada, y aunque no se ve demasiado y es bastante grande... Se nota que no hay nadie ahí ahora mismo. Los sirvientes duermen la mayoría en casas fuera del recinto Kakita, pero los que viven en la casa están en el edificio principal. Lo único que podría haber ahora cerca son invitados rezagados cerca del edificio grande de invitados.

Que todo en este sitio es bastante grande.