Partida Rol por web

El cielo está totalmente gris, las nubes amenazan tormenta y en Trid cuando eso ocurre todo el mundo se reune en la taberna de Urich para sentarse alrededor de la gran chimenea central que tiene el local. Al otro lado del local hay una barra y detras de esa barra un hombrevde casi 2 metros de alto que lanza grandes risotadas cada vez que alguien lw dice cualquier cosa.

Vosotros acabais de llegar y a pesar de no conocer el pueblo os meteis en la taberna resguardandoos de la noche, pues ya sabemos que la noche alberga muchos secretos y siempre es peligrosa, mejor es estar en un lugar protegido aunque no conozcas de nada a la gente que alli este.

El ambiente es festivo, la gente celebra el día del comienzo del invierno. Asados, cervezas y vinos lucen en las mesas a la espera de un invierno duro que se espera este año.

Desde las ramas de un árbol observo el cielo. Tormenta, Aru y las demás aves estan volando bajo sera mejor que busque resguardo en la aldea cercana no me apetece empaparme.

Salto al suelo, silbo para que Arubino se pose en mi hombro y me dirijo hacia el pueblo de Trid. Nada mas llegar me adentro en la posada. Arubino se negó a entrar conmigo, cosa que comprendo, y se quedo sobre el edificio posado. Aprovechando el ambiente festivo me mezclo con la gente y me siento en una mesa apartada en un intento por pasar desapercibido pero no tarda en acercase a mi un borracho en busca de compañía que me invita a beber con el a lo cuál acepto.

Entro en la posada y observo lo que hay alrededor. A continuacion rezo y me pregunto:

¿Qué hay de maldad aquí?

En general ves que es gente normal, un aura de mas menos maldad, pero lo normal en un ser humano

me dirijo a la aldea de Trid por el camino principal con prisas maldición parece que va a llover pronto. no pienso volver a dormir al raso y mucho menos durante una tormenta.

llego al pueblo y suelto un suspiro mientras entro a la posada echo una mirada a la posada Bueno no esta mal piensa para sus adentros me dirijo a la barra y pido una pinta al posadera. Vuelvo a girarme para echar una mirada mas con mas detenimiento, para mi sorpresa veo a Rikard, un aventurero con el que coincidí en una ocasión protegiendo unas caravanas de comerciantes hacia el norte, que se encuentra bebiendo con un parroquiano. sonrió y me dirijo a la mesa sentándome entre el borracho y Rikard le sonrió -Cuanto tiempo, hacia mucho que no te veía- Hecho un trago- no te importara algo más de compañía aunque sea difícil superarla.- Me quedo bebiendo y poniéndome al día con Rikard

-Mucho es cierto, siéntate sin problemas, por lo menos esta vez nos encontramos en mejores condiciones que la ultima vez.

Unos ronquidos hacen que gire la cabeza y vea al borracho que estaba con nosotros sumido en un profundo sueño inducido por la bebida y también veo a una paladín rezando.

-Vaya,vaya un paladín no es muy habitual verlos solos y en una posada como esta me pregunto que le habrá traído hasta aquí.

Nunca he sido religioso cosa que en el orfanato me causo muchos problemas pero claro como iba a creer en un dios misericordioso cuando nunca conocía a mis padres.

- si, tienes razón es raro ver paladines aunque juraría que lo conozco, bueno da igual, los paladines son por norma unos peñazos- digo girándome y siguiendo bebiendo,

Un tipo alto bastante desgarbado se acerca a la barra y pega un golpe con el puño cerrado. Ponme lo de siempre Fer.
El tabernero se gira hacia él, -otra vez te ha ocurrido Grimand?, parece que estais pasando una mala racha no?.
-Ya sabes que otro ataque como estos y tendremos que dejar el negocio, y el resto tambien, tendriamos que haber aceptado la oferta de Frido -dice el hombre alto mientras echa una rapida mirada a un tipo sentado en una mesa al fondo del local, que esta fumando pipa y mirando al exterior a traves de los sucios cristales de la ventana.

El hombre de la barra llamo mi atención desde luego parecía tener problemas.

-Tiene pinta de que alguien tiene problemas que podríamos solucionar ¿te apetece volver a trabajar juntos? Esta vez prometo no cobrarte por mi trabajo como guía- mientras hacía esa promesa levantaba la mano derecha en un gesto bromista.

Me fijo en oswin al fondo del local, es alguien a quien conozco, pero no le tengo demasiado aprecio así que decido hacer como que no le he visto, ni a su compañero. 

Así pues, me hacerco a la barra, concretamente al hombre que acaba de golpearla.

 -¿Necesita ayuda caballero?

El hombre te mira de arriba abajo, y coge su jarra de cerveza, comienza a beber y se limpia la boca con la manga. -¿Si necesito ayuda?, todos la necesitamos, lo que está ocurriendo en este momento no está beneficiando a nadie, el miedo está en la mente de la gente. Nadie sale a los caminos, y el comercio se viene abajo porque no quieren cruzar el sendero del bosque de los grifos.

-¿El sendero del bosque de los grifos? ¿ Qué le ocurre para que no quieran cruzarlo?

Me matengo alerta a sus proximas palabras en busca de algún atisbo de mentira.

-Lo que ocurre es un Zug, un demonio de la antiguedad que ronda por estos lares desde hace unos meses. Una criatura que hay que conocer para eliminarla, una criatura demoniaca. Nadie de este lugar conoce a estas criaturas, cualquiera que se enfrente a ellas morirá, lo sabeis y no quereis aceptarlo- Toda esta perorata la pronuncia el tipo de aspecto oscuro que estaba sentado al final del local mirando la ventana. Lo dice en voz alta, rotunda, tan es así que todo el mundo en el local se queda en silencio mirándolo.

Se mueve despacio atravesando el local en dirección del tipo alto y desgarbado, es moreno con un mechon blanco en el pelo, sus ropas están ajadas y porta un extraño libro que sobresale de un zurrón que lleva colgado al hombro.

Deimos de encontraba tomando en una de las mesas en una esquina, cuando el tipo moreno y de ropas ajadas capta su atención, concretamente cuando dice:Lo que ocurre es un Zug, un demonio de la antiguedad, entonces se levanta Y dice en voz alta: -Con que un zug, he??, tal vez podría ayudarles en este tema, pero claro no todo es gratis.....- 

me levanto y miro al hombre que acaba de hablar. - usted si que sabe animar una fiesta, debe ser el alma del pueblo, debe arrasar en los festejos del pueblo- digo con tono burlón y una sonrisa en la cara. Un Zug, lo dudo mucho podría ser cualquier cosa un trol o un licantropo, incluso un vampiro o el viejo puede tener razón y que fuera un Zug quien sabe, pero que demonios, hasta de putas y vino uno se aburre.

- Bueno Rikard acepto esa oferta de guia, parece que tenemos toda una aventura, al menos sera mas divertido que acompañar a mercaderes quejicas eso seguro.- tras decir esto termino la cerveza.

miro al hombre siniestro y le digo en voz alta - ¿y como es que usted sabe tanto de esa criatura, buen hombre?.-

Doy un vistazo a el hombre que se burlo de mi y lo examino y también a quien le habla y reconozco a Rikard, pienso: -Maldición, lo que necesitaba alguien que tenga datos incriminatorios sobre mi- y digo: -ja,ja,ja, muy gracioso, bueno dejando de lado eso, señor????- y apunto al moreno de ropas ajadas.

Me mantego sentado bebiendo y observando la escena que se esta montando.  Me gusta observar las cosas antes de actuar. Reconozco a Deimos casi al instante aunque hacía mucho de la última vez que lo vi mas incluso que a Oswin y estoy seguro de que el no se alegrara de verme a mi. ¿Me pregunto si podre seguir bromeando con lo del chantaje? Vamos a probar

-Desde luego que todo tiene un precio Kuroe y el tuyo ya me encargo de pagarlo yo así que sera mejor que nos acompañes aunque la paga no te satisfaga.

Miro a al tipo que me está preguntando (Kuroe), -No necesito ayuda de nadie, esta gente sabe cuanto pido para librarlos del Zug, si vosotros quereis hacerlo adelante, no me opongo, vais a morir de la forma más agónica que existe. Pero creo que estoy hablando demasiado.- Me dirijo al resto de la taberna. -Sabeis lo que he hecho y sabeis que os puedo librar de esto, pero llegan unos cuantos charlatanes de barraca y enseguida los poneis por delante mia. No digais que no os lo adverti, no os podeis fiar de unos extranjeros que cogeran vuestro dinero y se irán- dice con enfado.- Yo os ofrezco garantias, no seais miserables, todo tiene un precio-

-Si ese es el caso, nosotros ofrecemos cruatro veces más garantías. Ahora me dirijo a Kuroe, Oswin y su compañero ¿No es así señores?

Kuroe piensa: - y Rikard se tenia que acordar, bueno no queda de otra- y dice: -Exacto, como dice nuestro compañero paladín garantía por cuatro. ah y Rikard acepto tu "oferta".