Que bonita es la Historia... Es como una gigantesca bestia que se alimenta de nuestras vidas, alegrías, tristezas y añoranza. Que completa sus páginas con nuestra sangre y nuestro sudor. Y, la bestia que tenemos ante nosotros, se llama Gaia...
Dividido en dos continentes:
El viejo y el nuevo.
A su vez, estos divididos en principados y, estos, en pequeños pueblos y ciudades...
Todo un mundo lleno de personas, experiencias, peligros y... Futuros héroes... Aunque también, futuros villanos...
¿Quién salvará al mundo? ¿De quién lo salvara?
Esta es su historia, aunque también la vuestra...
De como nacieron...
Como vivieron...
Como se hicieron más fuertes...
Y como murieron... Aunque, para esto, espero que quede mucho...
Si la memoria no me falla, en los últimos años Gaia ha sufrido bastantes cambios interesantes...
El linaje Giovanni se ha encargado de gobernar en este plano. Todos los descendientes han tenido una longevidad increíble y un talento natural para el mando y ser unos grandes emperadores... Hasta hace unos años...
Para todo hay una excepción que confirma la norma y, en este caso, ese fue Lascar Giovanni... No quiero atormentaros con fantasmas del pasado... Solo diré que la vida de Lascar terminó de forma abrupta y, por dicho motivo, su hijo Lucanor no pudo convertirse en Emperador... Aunque se convirtió en el Príncipe de Lucrecio, un cargo que seguro que nadie le haría ascos...
Pero, volviendo un poco al presente...
Tras la muerte de Lascar, le sucedió el Emperador Elías Barbados, antiguo señor de la guerra.
Un hombre apuesto, con talante y versado en el uso de la espada, la estrategia y el liderazgo. Se comporta como un líder ejemplar, al menos de cara a sus súbditos... Ya que, como padre... Puede que deje algo que desear...
Su pequeña hija, Elisabetta, vino a este mundo con las manos manchadas de sangre ya que, tras su nacimiento, su madre falleció. Desde ese día, su padre fue un desconocido para ella. Criada en la Orden del Cielo, concretamente al cargo del caballero Kisidan, la joven creció alejada de su padre aunque cerca de todo aquello que él había aprendido cuando tenía su edad. De manera, que ese extraño vínculo, sigue estando ahí... Conociendo a un hombre por sus logros y habilidades, y no como su padre.
Sin embargo... Parece que el emperador está teniendo un comportamiento algo... Peculiar ultimamente...
Si os preguntáis por qué, es porque, una vez vacante el puesto de sumo Arzobispo, el emperador ha nombrado a una mujer para ese puesto. Una tal Eljared que poca gente conoce...
Bueno...
Y aquí es donde os encontráis...
La historia a partir de este punto, se empieza a escribir...
Condes de Tharsis, en el sur del principado de Abel, los Reid son una vieja familia del Imperio. Como segundo hijo del Conde Aleron Reid, no recibió excesiva atención de sus padres, ocupados preparando al primogénito Vincent, por lo que intento buscar una distracción, que encontro en los estudios.
A lo largo de su crecimiento no conoció a nadie que le resultara especialmente relevante salvo su propio hermano, el único que no lo trató de forma lejana. Sin embargo, para cuando tenía 15 años ingresó en la Universitas Scienctia, en Ilmora, tras lo cual no volvió a verlo hasta finalizar los estudios.
Tras terminar los estudios en a duras penas tres años, combinandolos además con con clases particulares de Ciencias Ocultas con el profesor Alexander Sophronia, descubrió que tenía la capacidad de manipular las leyes de la naturaleza con su mera fuerza de voluntad. A su vuelta a Abel ya había tomado la decisión de usar aquel poder en pos del bien común, por lo que tras un breve paso por la mansión se fue rumbo a Arkángel para poder ingresar en la Orden del Cielo.
Actualmente se encuentra en una posada de un barrio pudiente, esperando a que se inicien las pruebas de admisión a la Orden.
Probablemente me busque un cuestionario de personaje para complementar la información de la historia, pues esto sería solo a rasgos generales.
La Historia de Eynor Clive comienza en una aldea de Helenia rodeada de bosques, en la que rara vez de su historia se produjo algún acontecimiento que mereciese la pena ser nombrado. Pertenecía a una buena familia dentro de la aldea, ya que era la familia con más recursos, pero esta era bien recibida por el resto de aldeanos, ya que renunciaban a gran parte de sus posibles riquezas por el terreno, para darles alimento, trabajo y un techo al resto de sus convecinos.
El día del nacimiento de Eynor fue un día de júbilo en la aldea. Al fin, después de tantos años de intentarlo, habían conseguido tener descendencia y alguien que heredara sus tierras, pero ese júbilo se tornó en miedo al cabo de unos pocos años. El joven, cuando tenía la joven edad de 6 años comenzó a mostrar comportamientos y habilidades de los cuales nadie podía dar explicación. No se molestaba en tratar de coger las cosas por sí mismo, sino que parecía que el propio aire de la zona se afinaba con él y creaba un pequeño viento para atraer objetos a sus manos, con los que posteriormente jugaba.
Este hecho aterró a sus padres, que prohibieron al chico utilizar esas habilidades en presencia de cualquier otra persona que pudiese hablar después, incluso ante sus amigos de más alta confianza. Pasaron un par de años hasta que, en un pequeño escaqueo que realizaba el joven para practicar sus habilidades a escondidas en el bosque, se encontró con una pequeña niña que parecía tener poderes parecidos a los suyos. La observó desde lejos; parecía tener un poco más de su edad, un cuerpo esbelto y un rostro realmente hermoso; su piel era pálida, con ojos rojos como si de ascuas todavía encendidas se tratasen y un pelo blanco como resultado de esas propias ascuas. Sus orejas eran puntiagudas, en lugar de las que parecían tener todos aquellos a los que conocía. Eso lo atemorizó un poco, pero la curiosidad pudo con él y se acercó a hablarle.
La joven parecía realmente aterrorizada por la presencia del chico y empezó a gritar en un extraño lenguaje que jamás había escuchado. Pasaron pocos instantes antes de que un grupo de hombres que parecían ser de la misma raza que la joven aparecieron, rodeando al chico, con hermosas pero intimidantes espadas, además de levantar sus manos y formando nubes de oscuridad alrededor de estas. Eynor, aunque aterrado, no era capaz de comunicarse con ellos. Por mucho que les hablase, estos no parecían entenderle en absoluto, y su posición era cada vez más amenazante, mientras gritaban en su extraño idioma. Entonces se le ocurrió "parecen como yo... intentaré algo"; entonces, concentró todos sus pensamientos en controlar el aire que pensaba que solo él podía controlar, creando pequeños remolinos armoniosos alrededor suya, sin ningún tipo de amenaza contra ellos, solo quería probar... "será posible que me vean como uno de los suyos si hago esto?"
Un anciano se acercó a él, aunque con un semblante serio y preocupado, pero habló con él en latín. "Al fin, alguien con quien puedo hablar". Le explicó todo lo que ocurrió sin mentir en absoluto y el anciano pareció comprenderle y apiadarse de él, ordenando al resto que bajase sus armas. Desde ese día, Eynor volvió cada día a la aldea que tenían en el medio del bosque, alejados de toda civilización y casi imposible de encontrar si no fuese por pura casualidad o realmente conocieses el camino. Aprendió el idioma de los Duk'zarist, su comportamiento, descubrió que tenían un cierto vínculo con la oscuridad, pero no por ello eran malvados. A la edad de 15 años, decidió viajar por el mundo, con el consentimiento de los ancianos del poblado, aunque ocultándoselo a sus padres, que, aunque preocupados de donde se metía durante tantas horas, estaban bastante aliviados de que nadie supiese de su secreto y habían contado por el pueblo que tenía un profesor personal, por el que se ausentaba tantas horas del pueblo. Desde ese día comenzó su viaje por Gaia. Aprendió a sobrevivir con los alimentos que los caminos le podían otorgar y alguna que otra vez realizaba trabajos de curandero por distintos pueblos, con la ayuda de la magia que sus amigos le habían enseñado, aunque nunca sin enseñársela directamente. Le habían enseñado bien que la magia era mal vista en este mundo, y a no ser que fuese completamente necesario, no debería utilizar sus poderes a la vista de nadie.
De ahí han pasado 7 años, siendo ahora un joven de 22 años que vaga por el mundo explorando y aprendiendo todo lo que pueda, tanto de diferentes razas, con las que se tiene encontrado, como los problemas sobrenaturales que el mundo pueda causar a las gentes de bien.
5 años después de su viaje, Eynor llegó a un pueblo de Gabriel, asolado por una pandemia que causaba la muerte a la mayoría de sus habitantes. Al llegar por pura coincidencia al poblado y declararse a sí mismo como un médico ambulante, la gente del pueblo le pidió ayuda, pero que no tenían mucho dinero para pagarle, ya que el médico oficial que el alcalde les había enviado, cobraba demasiado de todos los habitantes y ya eran incapaces de costearse ningún tratamiento. Eynor aceptó sin mayor dilación, solo pidiendo hospedaje y tres comidas al día, a cambio de sus servicios. Empezó en el mismo momento que aceptó, pidiendo una casa completamente tapada y que le trajesen a alguno de los pacientes para explorarlo, ya que, para ocultar sus habilidades mágicas, hacía alarde de que no podía desvelar sus secretos a cualquiera, porque podrían ser utilizados también para el mal (lo que realmente, tampoco era ninguna mentira). Al examinar el primer paciente, todos los indicios daban a entender que se trataba de un envenenamiento "Como es que un médico tan caro y famoso no se dio cuenta?", en la mente de Eynor no había posibilidad de que esto fuese así, por lo que comenzó a sospechar y a investigar al individuo. Pero sin ser suficiente el poder curar a la gente, necesitaba pruebas, y tenía una gran curiosidad por saber cómo había conseguido envenenar a casi todo el pueblo sin que nadie se diese cuenta. Al final terminó por descubrir que el propio médico, con la ayuda del alcalde, que se llevaba una gran parte de sus ingresos por los pacientes, estaba envenenando el agua del pueblo, y así lo desveló, sin ningún miramiento, ante todos los habitantes del pueblo, que entraron en cólera contra el alcalde y el estafador
Los problemas surgieron varios días después, cuando, desaparecido el alcalde por el miedo razonable a ser asesinado por sus súbditos, esparció el rumor de un usuario de magia en el pueblo. Todos los aldeanos, aunque agradecidos en el fondo, tenían pánico a las "artes oscuras" por lo que persiguieron a Eynor hasta hacerlo huir de su poblado. Los rumores se esparcieron por todo Gabriel, aunque por suerte no salieron de ahí, aunque de vez en cuando, Eynor recibe la visita de algún mercenario o asesino enviado por el ex alcalde, que parecía tener grandes vínculos con los peces gordos del principado. No le quedó más remedio que comenzar a ocultar su identidad y siempre llevar activo el hechizo que le enseñaron para saber si le mienten, por su propia seguridad, y prosiguió su camino, sin preocuparse mucho por ese problema.
En sus caminos descubrió objetos con extraños lenguajes, que fue descifrando, aunque ahora mismo está más centrado en otro rúnico que le cuesta más que el resto (explicación de que estoy aprendiendo legameton hasta que tenga los requisitos). Jamás ha tenido un camino definido, guiándose por rumores que encuentre en los pueblos, o su propio instinto, que lo lleva a lugares en los que encuentra tanto magia como gente poco común con poderes.
Su sueño es conseguir que la magia sea algo natural en este mundo y que nadie tenga que volver a pasar por los problemas que él había pasado. Conoce la orden de Yehuda y está completamente en contra de ellos, ya que la magia no debe ser una razón para ser superior a nadie, sino para simplemente ayudar a aquellos que no la poseen o dominan. Desconoce el resto de organizaciones que existen por Gaïa, pero si en su viaje se encuentra con alguien que tenga sus mismos valores, hará conocer su verdadero nombre e intenciones por todo Gaïa y así conseguir un lugar en el que sus amigos, de razas diferentes, puedan vivir en paz con los humanos
Segundo hijo de la Gran familia de Karasuma, su nacimiento fue inesperado y no se tenía previsto puesto que la madre de Yoshiro era muy mayor para tener uno ya, así pues fue criado por los sirvientes mientras ambos padres se centraban en su hijo mayor,Kurei; sin embargo, Kurei demostró no tener las " dotes especiales" de la familia cosa que Yoshiro, pese a su temprana edad, ya había demostrado un enorme poder innato, así que pese a que era el segundo hijo y no tenía el derecho a gobernar, se decidió que Yoshiro sería el que dirigiría a la familia cuando su padre no estuviese.
Lógicamente, Kurei no le agradó la noticia, lleno de celos y rencor juró ante todos que acabaría con Yoshiro y se convertiría en el cabeza de familia; tras esto se marcho de casa y fundó su propia familia.
Con el nombramiento hecho de manera oficial, Yoshiro comenzó a entrenarse junto con los demás jóvenes de su familia en el arte del esgrima y adentrarse en las practicas espirituales de su familia, gracias a sus capacidades especiales y su destreza con el manejo de armas gemelas pronto destacó entre los demás convirtiéndose en uno de los alumnos más prometedores que había pasado por el lugar.
Al cumplir los 15 años se graduó finalmente con todos los honores, pese a esto, no tomó el control de la familia sino que antes de eso, decidió pasar un tiempo protegiendo a su patria hasta que fuese necesario, así que se apuntó a la guardia del templo que protegía la Magatama de la Madera.
----------PARIENTES----------
Una de las pocas cosas que recuerda de su familia es el apellido Sorensen. La otra gran pista es la extraña mezcla de aromas olía cuando estaba con ellos y aún siente en su nariz. Canela, limón, pimienta... No son muchos datos, pero sabe que la gente de etnia Daevar no pasa desapercibida, y que su familia si su intuicion no le fallaba seguiria vendiendo especias por el mundo, de ciudad en ciudad. Padre, madre y dos hermanos de su misma edad que debian estar en algún lado
PADRE: Noak MADRE: Gunilla HERMANO: Biorn HERMANO: Soren
----------HISTORIA----------
Podría parecer extraño, pero Kaisa no tiene una gran tragedia ni una gran historia a sus espaldas. Tan solo una vida con golpes de mala suerte, no mucho peores que la que sufre cualquier otra persona. Es simplemente eso, un ser humano más tratando de sobrevivir y buscando su hueco en la vida.
Ahora vagamente recuerda los primeros años que pasó con sus padres y hermanos, feliz en una familia humilde que viajaba por el país tratando de ganarse un sustento. Uno de sus destinos cuando ya tenía 5 años fue Togarini, ciudad colosal para gente sencilla como ellos y sin mayor motivo que una gran casualidad, la pequeña Kaisa se separo de su familia en medio del bullicio y no se volvieron a reencontrar de modo que fue rápidamente acogida en un hogar infantil. Sus amistades no duraban porque los niños encontraban un hogar, un trabajo o se iban por su cuenta. Aunque allí tenía todo lo básico había algo que ese sitio no le podía dar, el calor de un ser querido cercano.
Las cosas se complicaron cuando cumplió los 10 años. La gerente del hogar falleció por causas naturales y un codicioso pariente suyo se hizo cargo. La comida fue cada vez siendo peor. Los niños trabajaban en las tareas del hogar, haciendo todo tipo de trabaos artesanales. Recibían golpes constantemente por su lentitud y muchos de ellos desaparecían sin explicación. Los rumores decían que eran vendidos a gente adinerada, algo que a Kaisa le costaba creer que fuera cierto. Y así aguantó dos años más.
Al poco de cumplir los 12 su paciencia se estaba acabando. No podría soportar un año más ahí metida y solamente necesitaba una última razón que le diera la fuerza para irse. Y así fue cuando un día la obligaron a presentarse con su ropa más bonita ante una pareja de alta clase, que la observaba como un trozo de carne. Entonces supo que los rumores eran ciertos. Que la iban a comprar como una esclava contra su voluntad y que no sabía nada de lo que deparaba. De modo que escogió dominar su propio destino, escogió escapar esa noche y no volver atrás, sobreviviendo como pudiese. Cualquier cosa sería mejor.
Ya han pasado 4 años de aquello y ahora es una mujer madura y sensata. Irónicamente se gana su vida al igual que lo hacían sus padres, viajando y sin un hogar fijo, visitando ciudades, conociendo gentes y aprendiendo del mundo. Y cuanto más aprende, mejor se da cuenta de cómo usar a las personas, para ganar dinero y conseguir una vida mejor. Ya sea comerciando con mercancías de dudosa procedencia o aprovechándose de los pobres ingenuos que no ven más allá de su nariz, de los cuales en el fondo se compadece. La vida ha sido dura con ella, lo cual la ha hecho fuerte y astuta. Otros podrían haber crecido llenos de ira y rencor hacia las personas, ella sin embargo ha aceptado el crudo mundo como es y se ha adaptado para vivir en él. Siempre con una sonrisa.
Las noches que duerme bajo las estrellas se pasa horas mirando hacie ellas, recordando todo lo que ha vivido. Lamentándose por no haber salvado a otros niños cuando se fue y a la vez sabiendo que tiene que cuidarse a si misma ante todo, porque nadie lo va a hacer. El único hueco que no podrá cerrar ni con palabras ni con dinero es el que dejó su familia años atrás, de los que ya apenas recuerda nada pero desea inconscientemente encontrar y que la hagan sonreis de forma sincera. Si ahora se gana a vida como ellos hacían puede ser un gesto del destino de que va por buen camino. Y para seguir con su búsqueda una gran ciudad como Gabriel parece una elección más que acertada.
Ya han pasado muchas semanas desde que Kaisa entró en la región de Gabriel desde su extremo más occidental y poco le queda para abandonarlo y cruzar la frontera hacia Phaion. Ha visitado ya las tres grandes urbes comerciales como son Chavile, Dupois y La Roche, donde se ha familiarizado con su estilo de vida tan peculiar y del que se ha enamorado, deseando formar parte de esa alta sociedad. Sin embargo bien consciente es de las dificultades que eso supone y que para ello necesita dinero. Como siempre, una vez más ese es el gran problema. Todo en la vida gira en torno a él. Pero no piensa renunciar. Acaba de llegar a su última parada en Deimos donde hará lo posible por triunfar y hacerse un nombre, un hueco en la sociedad y confía en que aquí, donde las actividades delictivas son más comunes, tenga más facilidades. En los muelles, a la noche siempre pasa o se oye algo útil. Una vez que sea alguien, una vez que la conozcan… tal vez sea más fácil que la encuentren. O que gracias al dinero ella encuentre a esas personas que busca que tan lejos pueden estar.
"Los padres de Ethan viajaron a las islas orientales por orden de la iglesia. Eran inquisidores menores, dedicados a la investigación y avistamiento de seres peligrosos, más que a la conforntación. Fueron para investigar los supuestos avistamientos de criaturas de la vigilia, y corroborar que en la isla la barrera estaba más debilitada de lo que está en otras partes del mundo. De ser cierto, la inquisición se plantearía el enviar un gran ejército para arrasar la isla si hiciera falta. Cómo en teoría era una simple investigación, no dudaron en llevarse a su hijo pequeño de 4 años.
Por desgracia los padres de Ethan murieron precisamente por culpa de una de esas brechas que estaban investigando. Y casi le costó la vida también al niño.
El Oni Orochi (un poderoso Oni con forma de serpiente) había logrado debilitar lo suficiente una de las celdas donde está aprisionado y trató de escapar. Justo en ese momento y lugar estaban investigando los padres de Ethan. En seguida se dieron cuenta de que lo que tenían ante ellos no era un ser normal de vigilia, y también se dieron cuenta de que no podrían escapar. Por lo que decidieron enfrentarse al ser para dar tiempo a su hijo a que escapara. Por desgracia el ser atrapó al niño antes de que este pudiera alejarse demasiado y le logró morder, con lo que debería haber muerto envenenado. El Oni acabó con sus padres e hirió gravemente a Ethan. Pero los monjes guardianes lograron llegar a tiempo de encerrar nuevamente al Oni y salvarle la vida.
Al haber quedado huérfano los monjes del templo cuidaron de él. Y le enseñaron a cultivar su mente y su cuerpo. Si bien no lograron tanto lo primero como lo segundo.
El joven se demostró como un artista marcial de cierto talento. Y aprendía con ganas los distintos estilos de varios maestros. Por desgracia no lograron inculcarle los mismos conocimientos respectos a la calma y a la serenidad del espíritu. El joven tenía una vena rebelde y aventurera que no podían parar.
Cuando cumplió los 17 años estaba claro que no podrían convencerle para que se quedara en el templo y a la larga se convirtiera en un maestro con ellos.
El joven no había logrado olvidar el incidente de la muerte de sus padres. Y quería salir a ver mundo y enfrentarse a seres sobrehumanos para evitar que nadie más sufriera lo que él. También quería ver el lugar donde nació, pues apenas recordaba nada de cuando vivía allí. Sabía que era originario de Argos, pero nada más.
Los monjes entendieron su inquietud y le permitieron salir del templo, deseándole que encontrara su camino. Ethan prometió que algún día volvería.
Así, con 18 años recien cumplidos y dominando diferentes estilos de lucha Ethan salió a conocer un mundo sorprendente y peligroso. Lleno de aventuras.
Ethan acaba de llegar a Argos, la ciudad donde nació y de donde eran sus padres. Está intentando averiguar si le queda algún familiar. Pero no sabe que la iglesia también está interesada en saber lo que le pasó a sus padres. Es más, los cree traidores por no contactar con ellos en años. Por lo que no verán con buenos ojos que alguien esté preguntando por ellos y seguramente tendrán algunas palabras con el joven si lo pillan. Y depende de cómo le pregunten tendrán algo más que palabras."