Partida Rol por web

- Ohhh vaya forma de jodernos el entretenimiento.. - Dije seria por aquello de que se lo iba a llevar él, pero luego ya me tuve que echar a reir a carcajadas por el chiste.

Seguí a Miller hasta el ordenador y luego, asomé la cabeza por detrás de él mirando a la pantalla de aquel trasto, pues sentía una cuiosidad horrible por lo que pudiéramos ver de aquellos luchadores, aunque suponía que aquello nos desmoralicaría más que otra cosa, pues ver sus tasas de imbatibilidades y esas cosas no sería un plato de gusto sabiendo que luego tendríamos o podríamos enfrentarnos a ellos, pero en mi opinión, era mejor saber algo por muy malo que fuera que ir a ciegas.

- Luego llamaré a mi padre para contarle todo esto..

Se queda un poco parada por el efusivo recibimiento por parte de Ava... en Japón solo las amigas más intimas se saludan de esa forma y no es que ella haya tenido mucho tiempo para intimar con las chicas de su clase o su pueblo.

-Así que no es seguro que podamos luchar mañana? Pues vaya... 

Ella que pensaba que nada más llegar allí ya podría luchar contra los primeros contrincantes... pero parece ser que esa oportunidad se la han dado a otro grupo de luchadores.

- ¡Eh! Entonces si al sexo si mañana no luchamos. - Respondió Ryan nada serio, y soltando una carcajada. - Bendito yo soy entre todas las mujeres, ¿eh, Miller? -

Ryan se acercó al hombre, que estaba sentado en el ordenador y comenzó a mirar por encima del hombro mientras comenzaba a llevar el ritmo de la música con su pie en el suelo.

- Vamos a ver, quiénes son los tíos a los que tenemos que machacar mañana por la mañana antes del almuerzo. -

El muchacho miró, y por un segundo, su rostro se quedó en blanco.

Sus ojos se abrieron, y su boca también lo hizo, en un gesto de incredulidad y de asombro... y un poco de temor por lo que podría pasar...

- ¿Ese... es uno de ellos... ? - Preguntó con algo de tembleque en su voz.

- Pan comido, Milller. Pan comido. - Dijo Ryan mientras golpeteó con su dedo índice sobre la pantalla. - Kawada está invicto, ¿no es así? - El muchacho sonrió. - ¿Y si somos nosotros los primeros en ganarle? Vamos, que un mal día por su parte y un buen día por la nuestra, al final, no son máquinas, sino que son simples hombres y mujeres como nosotros. Cualquiera puede ganar. -

Ryan sabía que iba a ser complicado, muy complicado, pero aún así, tenía confianza en si mismo y en las chicas a las cuales acompañaba en el mismo equipo.

- Entonces... hablando ahora claro y serios... ¿qué sucedería si, por casualidad, les damos una paliza? -

Miller miró a Ryan y giró sobre si, en su mismo asiento, para mirarlo.

-¿Sabes la cantidad de chicos que me preguntan eso?

Dejó caer, luego lo pensó durante unos segundos y acabó por escupirlo.

-"En el caso de que participéis"

Remarcó, ya que no era seguro.

-Si ganáis sería la destrucción de un mito en un amistoso. Nunca se ha dado. Sería algo brutal, los sponsors matarían por patrocinaros, los mánager se volverían locos por vosotros, los entrenadores dejarían sus equipos de élite para venir a entrenaros a vosotros, podríais llegar a cobrar un millón de pavos cada uno, sino más.

Miller lo explicaba con algo de emoción pero luego, apoyó el dedo índice en la mesa, golpeándola varias veces para sacarlos del sueño a la realidad.

-Pero eso no va a pasar. Si lográis pelear, intentad hacerlo bien, con eso basta.

Ryan se encogió de hombros con una sonrisa, y después, se giro hacia las chicas con el rostro radiante.

- Nunca se sabe, Miller, nunca se sabe. -

Y diciendo esto, señaló la ventana de la habitación completamente sorprendido...

- ¡¡¡Qué demonios es eso!!! -

No espero demasiado para aprovechar la distracción y meterse primero en el baño a darse una ducha.

Volví a dejar de prestar atención al resto del universo y me centré solamente en prestar atención a lo que salía en la pantalla de aquel ordenador. Leí toda la información que ponía, con gran interés, porque ver aquellas fotos, al menos las de los dos primeros era como para echarse a temblar. La de la mujer, era como mirar a Ava sólo que en famosa y el oriental.. bueno ese tenía más bien cara de chiste que otra cosa..

- Eso de ganarles estaría bien, pero a mí me parece que hasta la Barbie te patearía el culo Ryan..

Me eché a reir y luego miré hacia la ventana, picando como una estúpida para darme cuenta después de que me estaba robando el baño y ya me lo había pedido.

Salí corriendo tras él pero ya había cerrado la puerta así que riéndome la golpeé.

- Eh que me lo había pedido yo primero! Como no salgas inmediatamente mañana no podrás pelear porque tendrás el culo tan morado que tendrás que caminar como un vaquero!!

Estaba bromeando, así que al final, tras volver a golpear la puerta volví junto a las chicas y me senté.

- Tres mujeres.. - murmuré. - Me niego rotundamente a hacer cosas de chicas.. - lo que no sabía ni qué era. - Ya he acompañado a Ava a sus compras y he cumplido!

[ Desde el baño ]

*ruido de la ducha correr*

- La donna e´mobile, cual piuma al vento... la la la la la, le le le le... al alba vincero... vincerooooooooo.... vinceeeeeeeeeeeeeeeeeeeroooooooooooooooo... -

Cuando todos se acercan a mirar la pantalla, ella no es menos, se queda por detrás observando las caras de sus contrincantes. Los hombres no estaban nada mal.. menos el japonés, no sabía que tenían de atractivo esa gente.. no había visto ninguno guapo en el tiempo que llevaban alli.

- Apoyo a Ryan.. nunca se sabe..

Rie y como todos, cae en la trampa de mirar por la ventana.

- Eres un tramposo Ryan!!!!!

Se echa a reir y se deja caer en el sofá de nuevo, se pone a juguetear con su pelo mientras escucha a Brenda.

- Oye!! Que las cosas de chicas son muy divertidas.. pintarnos las uñas..peinarnos.. tupper sex.. Miller, confia en nosotros, lo haremos muy bien, ya verás.

Frunce el ceño al ver la foto de Kawada, lanzándole una mirada mas bien asesina... aunque solo sea a la foto... los otros le da igual, pero él... él caerá ante ella aunque eso le cueste la vida.

-Hay algún sitio donde poder entrenar? Me gustaría hacerlo antes de acostarme.

Miller se puso en pie y apagó la pantalla.

-Lo dicho, nada de polvos ni similar ¿eh? y eso implica todo lo que se haga con el aparato reproductor salvo mear o sangrar en vuestro caso...

Le dijo a los chicos, sin mucho tacto. Antes de salir, Haru le miró y él asintió.

-Si, en los gimnasios del hotel, pero no entrenes hasta tarde. Mirad los videos.

Les aconsejó.

-Buenas noches.

El ojeador se despidió y cerró la puerta de la habitación tras de si.

La noche acabó como Brenda y Ryan bromearon, pero de otro modo: se quedaron a dormir todos juntos en la misma habitación, pero haciendo algo menos interesante que el sexo para el resto de los mortales y eso era, ver videos de sus posibles rivales hasta bien tarde.

Debido al cambio horario, durmieron bastante más de lo que pensaban y a la mañana siguiente, se encontraban algo más pesados que de costumbre pero muy descansados.

Pero, lo que os hizo despertar realmente fue esa llamada que no era segura, pero que vosotros sabíais que iba a pasar, llamadlo destino u otra cosa.

Ava abrió la puerta cuando la aporreaban incansablemente.

Era Miller.

-¡Ducháos y coged vuestro equipo porque peleamos esta noche!

Le dijo.

-Al equipo Honda les han pillado dopándose por un tubo y de forma descarada, así que nos toca. Pasaréis un control y luego podreis entrenar hasta que llegue la hora.

Miller volvió sobre sus pasos y Ava cerró la puerta. Pero pasados unos segundos, volvieron a tocar. Ava iba a protestar cuando al abrir la puerta, vio a un chico oriental que por supuesto, no era Miller, sino que llevaba la sudadera azul con letras doradas de "Legend Team"

El chico no dijo nada, sino que entregó una carta escrita en japonés. El joven hizo una reverencia y se marchó de allí.

Al cerrar la puerta tras recibir la noticia no sabía si ponerse a dar saltitos de alegría o liarse a llorar. No esperaba recibir tan temprano esa noticia, que se había olvidado de ello.. es que estaba algo dormida aún, pero iba directa a la cama para tumbarse de nuevo cuando llamaron nuevamente a la puerta.

- Que si Miller.. que ya nos ponemos en marcha..

Al abrirla se quedó sin palabras, no esperaba a otra persona y menos a un chino/japonés, no sabía de donde era.. le parecían todos iguales. Recogió la carta cuando se la entregó.

- Emm.. gracias..

Tambien se inclinó, aunque tarde. Cerró la puerta y abrió la carta, aunque no entendía nada, lo mejor era dejarselo a la nueva.

- Oye.. creo que esto está en tu idioma..

No la llamaba por su nombre porque no lo recordaba del todo bien, eran muy extraños, tendió la carta a la chica y se sentó en la cama.

¿Pero que coño?

¿Peleamos? 

Quiero decir... ¡peleamos!

¡Y contra los mejores!

La adrenalina recorría las venas de Ryan como un río, y dio gracias a Dios por haber dejado las drogas hace mucho tiempo. Hace unos años, no habría pasado un control, lo habrían detectado con sólo mirarlo. Ahora mismo, está más sano que una lechuga y por supuesto, con unas ganas locas de dar hostias como panes a cualquier oponente con el que luche.

Ahora eran cuatro contra cuatro y su emoción, pasó a ser más intensa cuando se dio cuenta que no sabía con quién iba a luchar.

¿Quién sería su oponente? ¿La chica? ¿Los otros dos? ¿Kawada?

Con sólo pensar en ese nombre, sintió un escalofrío en su espalda. Pero aún así, no dudó.

- Vamos a darles un buen repaso. Aunque... no tenemos nombre molón... y el Miller´s Team no me dice mucho, la verdad. -

Eso de levantarme de la cama y no haberme ido a correr no sabía cómo se hacía, pues normalmente para cuando llevaba dos minutos corriendo ya me espabilaba, pero así cuando me levanté apenas tenía los ojos abiertos y aunque ya me había lavado la cara a conciencia apenas era capaz de ver a un metro y medio por delante de mis propias narices.

- Creo que he dormido más que las mantas..

Aún llevaba el pijama puesto cuando nos dieron la buena nueva, pero apenas me inmuté pues la información aún no se había procesado en mi cerebro y tardaría un rato en hacerlo.

Tampoco hice demasiado caso a aquella nota y me senté como esperando a algo y ahí sí, fue cuando ya me di cuenta de lo que supondría aquella noticia y sonreí, como si me hubieran contado un chiste bueno y acabara de pillarlo.

- Peleamos! - Dije con una sonrisa, como un buen rato después de que todo el mundo lo hubiera cogido. - ¿ Esta noche?

Ahora ya miraba impaciente a que nos tradujeran eso que habían traído, podía ser una invitación a desayunar porque yo estaba tan hambrienta que o llenaba pronto mi estómago o empezaría a roer los muebles.

No está habituada a dormir mucho, además, para ella es como si por la noche fuera de día por eso del cambio horario que hay entre Japón y ese sitio, así que a penas a dormido mas de unas 4 horas, pero ya está despierta, estirando los músculos, el cuerpo, como si no tuviese huesos o algo así.

Recibe la noticia de que pelearán contra los mejores esa misma noche, así que lo mejor será estar preparada mentalmente para demostrar de lo que es capaz. Quizá no pueda ganar, pero dejara una huella tan honda en esa gente, sobre todo en Kawada, que ni si quiera la olvidarán.

Se levanta del suelo para coger su equipo, ella se ha duchado hace un rato, nada más levantarse, cuando un chico oriental, quizá también de Japón, le entrega una carta a Ava y ésta se la pasa a ella. La mira un poco sorprendida y la abre para leerla.

La carta pone, en japonés:

Haru Tsukishima, te espero en la sala de entrenamientos 3.

No dice nada de quién pudo mandarla, ni firma ni nada, pero Haru sospecha de quién puede ser.

Frunce el ceño y arruga un poco la nota.

-Chicos... tengo que irme un rato. Nos vemos luego, a la hora del control.

Coge su equipo, que como buena japonesa ordenada y responsable, ya estaba bien preparado desde antes de acostarse.

Sale de la habitación despidiéndose de ellos con la mano.

- ¿¿¿¿Qué???????

La mira a cuadros.

- ¿Te vas sin decirnos que pone la nota? No no no..

Iba a sujetarla para que no se fuera pero la chica salió por la puerta.

- Esto no se hace!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Gritó en el pasillo y cerró la puerta malhumorada.