Partida Rol por web

Líbranos del Mal

Consecuencias

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19/01/2010, 01:42
Rick Fabiano

Pareciendo captar la esencia de la situación, Rick despega la mirada del arquitecto para acercarse, resuelto, hacia el agujero. El grandullón ni siquiera reacciona cuando Mark hace una pregunta a los demás. Hace ya unos minutos que Ricky no dirige la mirada hacia Rubí. Sin un instante de duda, sin siquiera contar hasta tres, el jugador de rugby se lanza hacia abajo. Sus instintos y su maltrecha mente no están siquiera como para hacer equilibrios; Fabiano se lanza con poca maña hacia abajo y el golpe que se oye inmediatamente después señala que no ha caído muy bien.

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19/01/2010, 09:56
Mark Spinner

El grandullón se adelanta a mis movimientos e incluso faltando como falta la luz, se lanza hacia el agujero. Con apenas tiempo, cojo otra hoja, repito la operación anterior y la enciendo,, Casi coincidiendo en el tiempo, se oye un golpe seco y se enciende la luz. - ¿Cómo ha bajado éste?

Miro al agujero y continuo mi movimiento hacia la escalera.. - Espero que no se haya hecho nada. Sólo faltaría mover un cuerpo tan grande. Con cuidado, desciendo lentamente por la escalera, comprobando cada escalón antes de pisarlo.

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19/01/2010, 13:15
Gregory Skilton

Notas de juego

Cita:

Steve no había dicho a nadie nada de cerrar la puerta, solo lo había pensado XDDDDD

Tu no, pero Vitriol lo dijo por ti XD

 Cita:

Greg y Jimmy miran divertido como Steve, enfurruñado, se dispone a dejar encerrados a sus compañeros.

Así que yo había dado por hecho que si lo sabíamos. Pero es que en el caso de saberlo, Greg no tenía intención de dejárselo hacer... Así que mejor hago como que Greg no se ha dado cuenta XD Con eso de que está hecho una mierda y mirando al suelo sin parar de tiritar, pues es fácil que Steve haya podido hacerlo sin que Greg se de cuenta ;-)

 

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19/01/2010, 13:57
Steve "Diamond"

Notas de juego

Es que Vitriol es un chivato!!!

 

XDDDD

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19/01/2010, 18:52
Rubí Jonhson

Sin soltar la mano de Eli observo los movimientos del arquitecto: encender la improvisada antorcha, bajando la escalera, comprobar la linterna...

Y para variar, mi novio primero actúa y después piensa. Aunque ahora mismo eso de pensar... Plof! Se escucha el sonido del culo de Rick golpeando el suelo.

Bajo la cabeza en señal de resignación, y me daría una palmada en la frente si no fuera porque tengo el mechero aún encendido.

Hombres!!! Porqué no mirará por donde pisa???? Y si se hubiera caido y roto una pierna? Aggghhh!!!

Eli, guapa. Nos toca bajar, no?

 

 

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19/01/2010, 21:13
Director

Notas de juego

Espero que sepáis disculpar mi metedura de pata.

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19/01/2010, 21:14
Director
- Tiradas (2)

Tirada: 2d6(+5)
Motivo: Salto
Dificultad: 12+
Resultado: 4(+5)=9 (Fracaso)

Tirada: 1d6(+4)
Motivo: Daño
Resultado: 6(+4)=10

Notas de juego

He tirado dinámica porque al fin y al cabo estás saltando al vacío a oscuras, en un lugar que ni siquiera conoces. El salto se convierte en caída y de ahí el daño.

Además de tu maltrecha mente, ya tienes un maltrecho cuerpo.

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19/01/2010, 21:25
Director

Humpf!

El grandullón ha desaparecido a través del suelo como Alicia en la madriguera del conejo. El nivel de demencia adquiere tintes cercanos al suicidio. Por lo visto, a Rick le importa realmente muy poco su destino.

La caída fue en inicio un salto. Pero dejarse caer a oscuras, por un hueco de 60x60 cm, sin tener claro qué es lo que hay debajo, no puede tener buen fin. Desde arriba es difícil valorar al grandullón. Los mecheros no emiten suficiente luz, y la única opción es dejar caer otro papel prendido hacia abajo. A riesgo de que caiga sobre un Rick inconsciente.

Rick! Vamos Rick, contesta!

Abajo no hay respuesta. Bien porque Rick no puede contestar, o bien porque no quiere contestar. Hace rato que Fabiano no articula ninguna palabra coherente.

El primero en tomar la iniciativa es Mark. Siguiendo sus instintos, el arquitecto baja con precaución. Midiendo cada paso que da, cada centímetro de descenso.

Tras él Rubí, y por último, Eliz.

En pocos segundos todos están abajo.

Desde aquí el techo parece más alto de lo que parecía desde arriba. Dos metros y medio, tal vez más...

Todas las miradas se centran en Rick, que permanece de pie, con la cintura doblada y las manos en ambas rodillas. Es evidente que le falta el aire e intenta recuperar el resuello. Se echa mano al adbomen visiblemente. Es imposible valorar el alcance del daño. Fabiano no emite ningún sonido. Sigue teniendo esos ojos ausentes e inquietantes, en una faz desfigurada por la mezcla de locura, terror, dolor y demencia...

¿Dónde estamos? Hace frío...

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19/01/2010, 22:01
Gregory Skilton

Notas de juego

Cita:

Espero que sepáis disculpar mi metedura de pata.

Todo depende de tu tratamiento hacia nuestros personajes de aquí al final de la partida... XDDDD

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19/01/2010, 23:33
Mark Spinner

Viendo como Rick no está gravemente herido,, o por lo menos en apariencia, me agacho a recoger las distintas de la linterna. Tal y como había observado desde arriba, falta una pila. Enciendo otra hoja de papel con cuidado, tras guardarme todo en el bolsillo.. Con ayuda de la luz de la improvisada antorcha, busco la pila esperando que no haya rodado demasiado lejos.

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20/01/2010, 13:06
Director

Te centras en lo más importante: volver a recuperar la visión aquí abajo.

Desde luego a base de mecheros y hojas de papel prendidas no llegaréis muy lejos. Sin observar demasiado tu entorno, como queriendo no valorar lo que te rodea hasta poder hacerlo en las condiciones suficientes, te enfocas en el suelo. Unos metros más allá está la pila.

 

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21/01/2010, 07:54
Mark Spinner

Ando unos pocos pasos y me inclino para recoger algo del suelo. Saco las partes que me había guardado en el bolsillo y le meto las pilas. Cierro el compartimiento de las mismas y tardo un segundo, un largo segundo en encenderla... - Funciona... parece que casi le suplico a la linterna.

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21/01/2010, 22:03
Director

Click.

El corazón os da un vuelco. La linterna no se enciende.

Oh mierda! Vamos, nooo! Funciona.

Click. Click. (Off/On)

El arquitecto sacude la linterna en el aire. A lo mejor se ha aflojado algo aquí dentro.

Click. Click. (Off/On)

De repente la luz de la linterna empieza a tililar, hasta que finalmente se enciende. Vuelve a tililar y de nuevo a mantenerse la luz. Mark debe poner la linterna en una determinada posición para que la luz no fluctúe. Si la mantiene así, la oscuridad no os envolverá del todo.

Tímidamente Spinner enfoca la luz hacia el sótano. La escalera está pegada en uno de los extremos, de tal manera que detrás de vosotros hay una pared. Parece evidente que el subterráneo se extiende bajo el edificio principal.

La visión que tenéis ante vosotros es absolutamente inquietante. Hay varios muebles, al parecer de gran tamaño, tapados por sábanas enormes. Es imposible adivinar qué es lo que hay bajo cada uno de ellos. También hay, sobre una gran mesa, un enorme montón de ropa, pulcramente doblada, a saber desde cuando. Sin una exploración más cercana es difícil decir la época de las ropas. ¿Son ropas modernas o llevan aquí 40 años? 

Pero sin duda lo más inquietante de todo es lo que se amontona delante vuestro y que impide ver qué hay detrás. Varias decenas de maniquíes antiguos permanecen inertes y estáticos. Sus cuerpos fríos os hacen frente. Algunos de ellos con cabeza, albergando unos ojos inertes y fríos que no temen a la oscuridad... Otros vestidos. Unos de frente y otros de espalda. Decenas de maniquíes a través d elos cuales hay que pasar, porque a simple vista no hay ningún lugar donde puedan haber armas. El sótano parece grande, pero para explorarlo hay que pasar a través de los cuerpos de cera y plástico.

 

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25/01/2010, 21:40
Rubí Jonhson

A duras penas puedo reprimir un grito al ver lo que hay en el sótano. ¿Maniquís en un convento? ¿Pero qué...?

No me gusta nada. Por mi cabeza empiezan a pasar imágenes de todas las pelis de terror donde hay los lofts llenos de plástico y con maniquís donde inevitablemente se esconde el malo que pilla desprevenidos a los futuros cadáveres...

Pero podría haber una salida del convento.  U otro loco que nos bloqueara la salida por las escaleras.

Bueno chicos, hay dos opciones. O pasamos por en medio de - y señalo al espectáculo- esto o volvemos por donde hemos venido.

¿Qué decís?

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26/01/2010, 16:47
Rick Fabiano

Rick no reaccionó ante la inquietante visión, como si nada que hubiera en esa casa pudiera asustarle ya. Los hechos experimentados habían insensibilizado al joven, y la tensión lo único que lograba ahora era tensar su mente, como si fuera un arco, hasta que llegara el momento de romperse. Sin que sus ojos reflejasen mucho de esa tensión, los fijó en Rubí.

No dijo palabra, manteniendo el silencio que se había adueñado de él. A decir verdad, hacia tiempo que ni siquiera posaba la mirada directamente sobre uno de sus compañeros.

Por única respuesta, Rick se internó en medio de aquellos maniquís y estatuas, sin dudar un instante ni temer nada. Ya no.

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26/01/2010, 18:38
Elizabeth Hutchinson

Abre los ojos de par en par y disfruta de la nueva sorpresa que la casa tenía preparada para ellos. Aquellos brazos, torsos y caras de plástico se entrelazaban formando extrañas figuras de humanos deformes. Rubí tenía razón, ni en las mejores películas de miedo hubiesen conseguido un lugar más sugerente.

Justo antes de contestar a su amiga, el que antes era su novio reacciona caminando hacia las improvisadas estatuas. Nada parece asustarle ya. Ya no debe temer por nada. Instintivamente aprieta con fuerza la muñeca con su cara que aún sujeta en una de sus manos. Le reconforta saber que tiene algo con lo que librarse de la locura de Rick.

Finalmente se encoge de hombros y sigue al hombretón.

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26/01/2010, 23:09
Director

La decisión de Rick, consciente o inconsciente, arrastra a Elizabeth. La única luz la porta Spinner, pero al grandullón ese detalle parece no importarle demasiado.

Con cierto resquemor, las miradas se dirigen hacia arriba. La trampilla sigue abierta, y la vía de salida, por tanto, está despejada.

El sótano puede ser grande, o terminar abruptamente tras las figuras de madera y plástico. Es imposible de decir. 

Los muebles tapados por sábanas ofrecen estampas fantasmales. Espectros sin ojos que parecen ocultar, no obstante, a observadores malvados.

Aún con todo, de momento es la imaginación la que inquieta los corazones. Aquí abajo nada se mueve, nada respira, nada vive.

Rubí y Mark se miran por un instante deciendo el próximo movimiento.

Armas. Recuerda lo que has venido a buscar aquí abajo.

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27/01/2010, 11:01
Mark Spinner

Miro a Rubi ante el súbito e inesperado movimiento del jugador de Football viendo cómo Elisabeth se decide a seguirle, sin importarles salir del haz del luz.

Con un simple encogimiento de hombros comiendo a andar, más lentamente, eso sí, detrás de aquellos dos que se dirigen hacia los maniquíes. - ¿Vamos? pese a sonar como una pregunta, soy consciente de estar afirmándolo. - Ruby, sigámosles. le estoy diciendo, ni siquiera insinuando. No estoy dispuesto a seguir fraccionando el grupo. Cada reencuentro deja de serlo, y se convierte en un simple y puro problema. Un peligro.

- Por algún sitio hay que empezar a buscar ,, y, realmente, qué más da un sitio que otro.

A medida que voy avanzando, mirando casi todo el tiempo el suelo e intentando mantener firmemente sujeta la linterna, examino las siluetas de los muebles, como pretendiendo averiguar, sin tocarlos, qué hay debajo.

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27/01/2010, 18:45
Rubí Jonhson

Supongo que eso significa que sí... Pienso al ver que Rick ¡¡¡por fin!!! me mira aunque sin decir nada y sigue adelante, como pedro por su casa... Y Eli siguiéndole.

Vamos! Respondo a Mark, aunque me inquietan sobremanera los maniquís... Empezamos a avanzar, sigo con mi encendedor verde en la mano, como si el tener una pequeña fuente de luz me tranquilizara, y pensando en que si sale otro loco no sería difícil agarrar un brazo o pierna de plástico y usarlo como bate.

 

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27/01/2010, 20:11
Director

El cuarteto se adentra entre los maniquíes con el corazón encogido y latiendo sin parar. El pánico amenaza con sofocar la cordura de más de uno, al ser rozados aquí y allá por un brazo, una pierna o el pelo de alguno de los maniquíes.

Los muebles tapados son difíciles de distinguir. Una silla por aquí y un sofá, tal vez, por allí. Pero de resto, solo sábanas blancas llenas de polvo que ocultan formas sin forma definida.

El obstáculo de maniquíes pasa rápido. Tras nueve o diez pasos, las figuras de cera quedan atrás y el sótano se abre ofreciendo una imagen, si cabe, peor.

Ataúdes. Ataúdes. Ataúdes.

Oh Dios mío. Ataúdes.

Viejos ataúdes de madera, otros aún más ancestrales de piedra. Unos de pie contra la pared y otros en el suelo. Unos abiertos. Otros cerrados. Unos grandes y otros pequeños, ideales para niños e incluso bebés.

La visión es absolutamente desquiciada.

Y más allá, el sótano se abre en una especie de salón que da a una puerta. Más objetos cotidianos tapados por sábanas.

La luz de Spinner tilila y por unos segundos permacéis a oscuras. Los dientes chirrian y la boca se reseca. La sensación de que vais a morir se apodera de vosotros. El ambiente aquí abajo es absolutamente opresivo.