Partida Rol por web

Continúas cabizbaja sumida en tus pensamientos ausente a todo lo que ocurre alrededor. No obstante algo te inquieta. De repente tienes la típica sensación de que hay alguien observándote sin que te des cuenta.

Levantas los ojos del suelo y los diriges a Rick. Tu aún-novio usa un pequeño cuchillo que probablemente cogiera de la cocina para escribir algo en la mesa de madera más cercana que tiene. Curiosamente no mira lo que hace. Te mira a ti, con unos ojos inyectados en un odio y un rencor que te asustan sobremanera...

La situación te da miedo. La mirada de Rick achanta... Notas como el llanto amenaza en tu garganta.

- El techo está perfecto- informa Diamante a aquellos que miraban hacía arriba- el ruido que se escucha viene de detrás de esa pared así que podremos pasar la noche aquí sin preocuparnos de salir en canoa- señalaba a la pared lateral izquierda de la biblioteca pero, sin darle importancia a lo que hubiera tras ella y contento con que los demás no pudieran encontrar ningún impedimento en quedarse en el lugar que él mismo había indicado para quedarse, volvió a sentarse en la silla que tenía junto al fuego- Hey grandullón! - dijo llamando la atención de Rick indicandole una silla junto a él- Despierta y vente para acá...que vamos a hablar de cosas de solteros

No le prestas más atención al ruido y te dispones a volver al calor del fuego. Cuando te acercas de nuevo al grupo cruzando la biblioteca y dirigiéndote a Rick, observas que éste usa un pequeño cuchillo para escribir algo en la mesa de madera más cercana que tiene. Curiosamente no mira lo que hace. Mira a Rubí con unos ojos inyectados en un odio y un rencor que te asustan sobremanera...

Cuando escucha tus palabras dirige esa misma mirada cargada de malos sentimientos hacia ti. Intimida...

Diamante es el primero en dar su opinión acerca de algo que parecen haber oído sólo unos cuantos. Mark, Elizabeth y él. Debe tratarse de agua corriendo y filtrándose. El quaterback respira tranquilo tras asegurarse de que la biblioteca no posee goteras ni filtra agua por ninguna parte.

Regresa a su sitio hablando y parloteando, como es habitual en él.

Alguien gimotea en la biblioteca. Rubí ahoga el llanto sentada en el suelo con las piernas cruzadas y las manos en la cara...

Jimmy agita la cabeza como para sacudirse el agua, o los malos pensamientos. Sentado sobre una silla dada la vuelta, de manera que los brazos reposaban sobre el respaldo, estaba sintiendo como el quemaba literalamente los malos rollos. Pero luego vino ese ruido...

Me la suda. Yo también he oido ese ruido, pero lo voy a echar de mi cabeza. No puede ser que cada vez que suena algo nos hagamos caquita, no puede ser.

Respirando hondo, se relaja mientras observa el lascivo baile de las llamas.

¿Como vas Marcos? Deberíamos taparte con algo...

Su último descubrimiento le hace olvidar por completo el sonido del agua dentro de la habitación. Sonríe y se acerca con rapidez hacia la escalera que descansa apoyada en una de las paredes. Ya no necesitará pedirle nada a Steve.

De repente, y justo antes de que su mano agarrase la escalera, escucha de fondo el gimoteo que proviene de la zona donde han hecho el fuego. Inmediatamente sabe quien lo está emitiendo, por lo que olvida su idea de escalar hasta los libros y regresa para acompañar a su amiga.

Una vez la ha alcanzado, se sienta junto a ella y trata de consolarla con caricias y abrazos tranquilizadores. A pesar de su habitual frialdad, por una vez parece más cálida que nunca.

- No te preocupes, no va a pasarte nada malo...

Mientras habla, dirige la mirada hacia Rick, con el desprecio reflejado en sus ojos.

Cuando unos cuantos se levantan a comprobar el ruido, Greg permanece junto al fuego. Necesita entrar en calor, si no quiere que su estado de salud empeore. Cruza los brazos a la altura del pecho, entre tiritones.

Escucha los leves gemidos de Rubí. Pobre chica… Duda un momento en acercarse a consolarla, pero no sabría muy bien que decirla. Además, Elizabeth se acerca donde su amiga. Mucho mejor que sea ella quien la de consuelo.

¿Cómo lo llevas, Marcos?- pregunta al bibliotecario, mientras mete la mano en el bolsillo, buscando algo…

Ricky escucha a Diamante llamarle pero no se mueve. Lo mira fijamente, en apariencia ha conseguido centrarse lo suficiente para saber que le hablan. Sin embargo no se levanta para acercarse a su amigo, en su lugar permanece quieto sentado en la silla, arañando la madera de la mesa con el cuchillo. Con la vista fija en Steve como si esperara algo por su parte o como si simplemente su mente estuviera perdida en otras cosas.

Elizabeth olvida el ruido que tanto le ha llamado la atención y los libros en las estanterías para centrarse en algo más importante: Rubí. Inconscientemente todas las miradas se dirigen a Rick. Todos, en mayor o menor medida, responsabilizan a capitán del equipo de football de los malos de la bella joven.

Lo que nadie se esperaba es la actitud de Rick. El joven permanace sombrío, sentado en una silla y apoyado en una de las grandes mesas con un cuchillo en la mano. Parece raspar la superficie de la mesa, como escribiendo o dibujando algo. No obstante no mira lo que está haciendo. Clava una mirada cargada de rencor, furia y odio en Rubí y alternativamente en Diamante. Es una mirada que achanta, terrible.

La mirada de Rick es terrorífica. Sus manos se tornan blancas de la presión con la que escribe con el cuchillo sobre la mesa de madera. Centra sus ojos en Steve y en Rubí... pero no mira lo que escribe.

Y no da la impresión de que esté haciendo garabatos...

Una idea se te cruza por la cabeza y tus ojos se abreb como platos ante la posibilidad.

Y si...

Y si fuera escritura automática! Rick parece el más influenciado por la atmósfera de este lugar.

El viejo no contesta a tu pregunta. Permanece tumbado. Respira agitadamente y tiene los ojos cerrados.

- Espera un momento, pequeña, enseguida vuelvo

Aprovechando que la fulminante mirada de Rick no parece preocuparse por ella, se levanta de nuevo acariciando el pelo de Rubí cariñosamente. Se acerca lentamente hasta la mesa donde el futbolista parece estar escribiendo algo intentando pasar desapercibida. Sin hacer ruido y sin llamar su atención. Si es lo que ella cree, prefiere no hacerle salir de su trance. Además, no sabe cómo puede reaccionar y menos aún con un cuchillo en la mano.

Cuando está a una distancia prudencial, observa su rostro con detenimiento e intenta leer lo que está escribiendo.

Te acercas precavidamente a Rick sin que éste parezca darse cuenta. Este fenómeno te ha desviado de otras investigaciones que estabas haciendo en el lugar. Las misteriosas goteras y ese sonido de caer de agua, los libros y la escalera con las que alcanzarlos, Rubí... Son de masiadas cosas. Y ahora la posibilidad de ver en vivo y en directo una escritura automática.

Desde luego es difícil saber si Rick está o no en trance. Mira alternativamente a Diamante y a Rubí con una cara de rencor y odio sin igual. Da bastante miedo dado el lugar en el que suceden los hechos y la luz procedente de las llamas que ilumina su semblante.

Llegas a ver de lejos lo que ha dibujado a cuchillo sobre la mesa. Es un corazón. Desntro parecen haber varios nombres. Rubí, Rick y Steve. Rick está ahora procediendo a tachar su nombre...

- Quizás el ruido venga de detrás de la pared.. pero aún así, no sé si eso nos debería dejar tranquilo.

El ambiente parece haberse vuelto a distender, salvo por el comportamiento de Rick, el cual sigue peligrosamente callado y con un cuchillo en la mano.

Echo un vistazo a mi reloj de pulsera - Ójala saliera el sol ya pienso añorando, ante mi propia sorpresa, la luz del sol. Vuelvo mi mirada de nuevo hacia la zona desde la que venía el ruido de agua, intentando evaluar si realmente es algo que no debería preocuparnos o por si por el contrario, no deberíamos olvidarnos de ello.

Una vez que me quedo convencido de mi propia resolución, me vuelvo de nuevo hacia el fuego, hacia Marcos, para ver cómo está. Al pasar junto a Rick, y sin mirarle, echo un rápido vistazo a la mesa, para ver qué está dibujando su subconsciente. No soy un experto en psicología, ni mucho menos, pero recuerdo haber leído que cuando una persona dibuja cosas sin ser consciente de ello, a menudo sus dibujos reflejan lo que está pasando por su mente..

Al llegar junto a Marcos, me inclino y le pregunto - ¿Cómo sigues amigo? y le toco la manga de su ropa, para comprobar el grado de humedad que todavía tiene su ropa.