Partida Rol por web

Tras recoger el cuchillo y esconderlo por si necesita utilizarlo más adelante, se incorpora mirando a sus dos compañeros. Al escuchar el segundo disparo sale corriendo al exterior, con los ojos abiertos de par en par.

- ¡Rubí!

Jimmy apenas da un pequeño sobresalto al escuchar los disparos, en su cara hay una expresión extraña de dolor y rabia. Sencillamente hay veces que uno llega al límite, aunque su mente le dice que posiblemente Steve este fuera con un disparo entre las tripas, su mente también dice que no es cierto. Es la segunda vez que de alguna manera cree que su hermano esta muerto, su otro hermano, pues Greg ha desparramado medio cerebro por el suelo y no hay duda de su defunción.

Grrrrrrrrr...aaaaaaaahhh!!

La mezcla de un gruñido y un lamento se abre paso a duras penas entre sus dientes cerrados a la mala leche, con los ojillos casi cerrados por el ceño fruncido como si fueran dos puñaladas en un cartón, se levanta de improviso y le quita de las manos la escopeta al estupefacto Spinner y no le da ni una miserable explicación, puede que hayan matado a sus dos hermanos, si eso no justifica que vayas a matar a alguien, nada lo hace.

El sonido gutural de la gargante de Jack se vuelve cada vez más ruidoso. Su nuez sale y entra sin parar como si tuviese explosivos en la garganta. Sus ojos bailan a través de las cuencas como si estuviese sufriendo un colapso.

Y algo dentro de su cráneo estalla.

Su voz gutural se extiende por el campo. Cambia tanto de onda sonora que es imposible identificar de dónde viene. El jardín parece desierto, oscuro. Jack agacha la cabeza y extiende los dedos hacia delante a la vez que sus manos tiemblan.

Adelante. Muerte a los invasores de lo sagrado.- La orden para Frank está bien clara.

Los ángeles de la muerte avanzan con paso firme. Steve, muerto. Rubí, herida de muerte. Dentro de la biblioteca, tres personas: Elizabeth, Spinner y Jimmy.

El último de los Skilton, lleno de rabia y frustración, quita de las manos del arquitecto la escopeta. Gruñiendo y poseído por el odio se dispone a acabar con la situación... Para bien o para mal. En dos zancadas sale de la biblioteca, dando de bruces con Frank. Su faz pétrea y sin expresión hace presagiar lo peor. No hay piedad en los ojos de los dos extraños. 

De momento el trabajo estaba siendo fácil. Dos disparos y dos aciertos. El chico muerto, y la chica pronto lo estaría, sin duda. Pero cuando estaba a punto de rematar a la muchacha, un chico armado con una escopeta sale de la biblioteca, y Frank se da cuenta de que las cosas podrían complicarse. Pero no pensaba darle la oportunidad de disparar. Cambiando rápidamente su objetivo, el sicario apunta al joven y aprieta el gatillo por tercera vez, su rostro inmutable, con la misma sangre fría que en los dos anteriores disparos.

El estirón al quitarme el arma Jimmy me hace tambalearme, y, al mismo tiempo, me hace despertar.

- No salgas ahí fuera.. mis palabras mueren en mis labios como un simple susurro. Si hubiera estado más despierto no me hubiera dejado desarmado.. Y no hubiera salido así tan descubierto me recrimino.

Intento mirar por la ventana, por los resquicios y por la puerta, sin dejarme ver, qué hay fuera. Qué está pasando fuera y quién está haciendo los disparos..

- Estamos desarmados.. Pero aún tenemos algo a nuestro favor. Para cogernos tendrán que entrar a por nosotros..

BLAM!

EL impacto coge a Jimmy por sorpresa. El plomo se incrusta en su pecho haciéndole caer. El mediano de los Skilton siente el mayor pavor de su vida.

Voy a morir.