Partida Rol por web

Tendremos cuidado, Steve, tranquilo. Desarmado podremos reducirle- Greg intenta parecer seguro, pero la maldita fiebre lo estaba debilitando. Aún así seguían siendo tres contra uno, y él conocía unos cuantos trucos. En su época de continuas peleas, nunca se había echado atrás porque alguien le sacase un par de cabezas.

Bien, echemos un vistazo, y si no lo vemos nos volvemos para seguir el rastro que ha encontrado Jimmy.

Medio convencidos, temerosos e indecisos, los Skilton deciden alejarse de la luz avistada y tal vez de sus compañeros, para atravesar el cementerio y ser engullidos por el bosque siguiendo unas huellas que presuponen sean de Rick Fabiano.

De alguna manera, el hecho de dejar atrás el camposante y meterse en la maleza no tranquiliza los corazones de los hermanos. Avanzan bien juntos, con la linterna pegada al suelo y siguiendo unas huellas profundas de zancadas amplias... El viento arrastra hojarasca que a veces oculta la pista, y la lluvia, maldita lluvia, que no cesa, amenaza con borrar el rastro en poco tiempo.

Notais como el terreno se eleva poco a poco. Algo más tarde los árboles dan paso al claro y podeis avistar una pequeña colina. Un sendero lleva ahora hasta ella. Las huellas parecen dirigirse hacia allá.

Parece que las huellas se dirigen a aquella colina. ¡Vamos chicos!- a pesar de sus animosas palabras, a Greg cada vez le costaba más andar, y la cuesta arriba, la fiebre y todos los años de meterse nicotina en los pulmones, lo estaban dejando sin aire. Empezó a toser sonoramente, pero en seguida se tapó la boca intentando no meter mucho ruido.

Mientras continuaban, echó mano al cuchillo que había cogido en la cocina. Si tenían que defenderse, mejor estar preparado.

Jimmy se coloca junto a su hermano mayor, pegado a él.

Apoyate en mi si quieres, te costará menos andar, cabezón. Deberías estar junto al fuego y no haciendo el capullo por el bosque.

El ascenso es suave. Los árboles dejan paso a un camino despejado que gira poco a poco hasta llegar un momento en que, ganada cierta altura, se pierde la visión del bosque. Es como si estuviéramos en otro lugar...

Los hermanos van concentrados en el seguimiento de las huellas y no pueden fijarse demasiado en el entorno. Seguro que de día hay unas vistas preciosas. Sigue lloviendo.

En un momento dado, las huellas parecen salirse del camino y correr hacia la derecha colina abajo. Alumbrais con la linterna. Hay matorral, y las huellas no serán fáciles de seguir. Pero al final de la bajada podeis ver el destino final de esas huellas: el muro que delimita el terreno del convento. Las huellas parecen ir hacia el muro. Y después... quien sabe, igual al exterior.

No podreis sacar una conclusión definitiva sin descender la ladera.

El avance no era fácil. Diamante repartía su atención en mirar hacía delante, con el recelo propio del que sabe que se está metiendo en la boca del lobo, y en tener el suficiente cuidado como para seguir avanzando sin tropezar con ninguna raiz ni pisar una zona demasiado embarrada donde sus pies se hundieran más de la cuenta, a pesar de que el barro hacía tiempo que le llegaba hasta las rodillas e incluso impregnaba su sudadera y su cara.
Las huellas que seguían debían haber sido dejadas por alguien que estuviese en forma, pues no era fácil correr sobre el barro, y pesado, ya que eran bastante profundas. Esto no sorprendió a Steve lo más mínimo pues eran datos que permitian seguir manteniendo su dedo acusador hacía Rick, aunque esta vez no intercambió sus impresiones con sus hermanos. Se limitó a observar sus caras; vislumbrando el cansancio y la debilidad más allá de la aparente calma de Greg, el miedo trás los burlones comentarios de Jimmy...sin duda, dependían los unos de los otros para apoyarse entre ellos y no flaquear definitivamente.

Finalmente, enla cima de la colina, la dirección de las huellas cambia y los Skilton ven como parecen dirigirse a los limites del convento.
- ¿Habrá escapado saltando el muro?- pregunta en voz baja a sus hermanos

- Ya no creo que le pillemos- dice Diamante contestándose a sí mismo- pero podemos echar un vistazo antes de darnos la vuelta. Puede que haya dejado algo a los pies del muro antes de pasar al otro lado, no?

Greg camina los últimos metros apoyado en Jimmy, con el brazo rodeando sus hombros.

Cita :

Bueno, no he sido yo el primero que ha salido corriendo de la biblioteca. ¿Y qué tipo de hermano mayor sería si no cuidase de vosotros?

De esa forma, llegan hasta el muro. Greg apoya la espalda en la piedra, resoplando.

Bien, podemos echar un vistazo al otro lado. Pero creo que ha llegado el momento de no alejarnos más. Un vistazo rápido y nos volvemos- Greg, todavía jadeante, flexiona las rodillas y entrecruza las manos, ofreciendo un punto de apoyo-. Vamos, Steve, apoya el pie en mis manos y trepa, a ver que ves.

El atlético Diamante hace caso a las indicaciones de su hermano y se encarama al muro sin demasiada dificultad. Los bloques toscos de barro dejan amplios espacios entre ellos, con lo que escalar no es demasiado dificultoso. Steve llega arriba. Jimmy le tiende la linterna. El junior de los Skilton ilumina el exterior del muro. Hierba baja, matorral y algunos arboles en una ladera empinada que se pierde en el bosque.

Nada... A simple vista no se ve nada anuncia desde arriba.

Jimmy desde abajo mira espectante como el haz de luz de la linterna en manos de Steve se pasea de un lado a otro. Casi esperaba lo peor, que unas manos agarrasen a su hermano o que el loco de Rick apareciera con el cuchillo. Pero afortunadamente no había nada, en el fondo tal vez fuera algo decepcionante, pero así era mejor.

Volvamos, la pinta de Greg no me gusta nada de nada. Hay que volver a la biblioteca y que entre en calor, secarse y si es posible comer algo. Que le jodan a Rick y a todos los locos de la casa embrujada esta. Pasemos lo que queda de noche todos juntos y mandemos a los cazafantasmas por la mañana.

- Nada, a simple vista no se ve nada-anuncia desde arriba.

No baja, sino que queda apoyado en sus antebrazos sobre la última hilera de bloques del muro, oteando más allá...la has cagado del todo, grandullón, ¿como coño te las vas a arreglar perdido por ahí con la que está cayendo?...Puede que su amigo hubiera superado ese momento de locura que lo llevó a hacer eso, puede que al ser consciente de su horrible acto se hubiera sentido tan mal que solo había encontrado esa salida, esa huida, aunque eso pusiera en peligro su vida...tal vez sea mejor así, así evitas la tentación de volver a hacer daño a alguien, ¿verdad? tranquilo amigo, nadie tendrá porque saberlo...y no te preocupes por Rubí...yo cuidaré de ella, te lo aseguro...
Suelta las manos del muro al oir la llamada de Jimmy y esta vez sí, la caída de Diamante es correcta aunque vuelve a echarse mano a la espalda, algo resentida tras el golpetazo que se dió desde el árbol- Se ha largado- dice a sus hermanos mientras lanza una mirada a los pies del muro en busca de algún detalle que confirmara que había sido Rick el que saltó el muro- ya podemos volver con los demás aunque teneís que prometerme una cosa- hace una pausa con gesto serio, alargando su mano para que sus hermanos la estrechasen si aceptaban, para cerrar el pacto de silencio que les iba a proponer- no vamos a decir nada de lo del cadaver ni de Rick, de acuerdo?

Greg y Jimmy asienten en silencio al pacto planteado por Steve. Desde pequeños les ha encantado guardar secretos entre ellos... aunque éste, desde luego, es un gran secreto.

Embarrados y calados hasta los huesos emprenden el ascenso al camino por el que han venido y el regreso al bosque en dirección a la biblioteca.

Por aquí chicos... dice Steve.

Joder hermanito, ni de coña. Nos estamos desviando tío! añade Jimmy.

Greg, casi desvanecido y fatigado concluye: Hemos perdido el rastro. Puta lluvia. Podemos estar jodidos...

Los Skilton se encuentran de nuevo en mitad del bosque, rodeados de árboles y de oscuridad...

Steve resopla sonoramente. En lo alto de la colina, con los brazos en jarra busca a su alrededor indicios del rastro que habían seguido hasta allí, dándose cuenta pronto que es inútil pues cae tanta agua que la tierra convertida en barro se ha deslizado casi de forma fluida tapando las huellas que marcaban el camino. Desde donde está sólo ve una cosa: árboles y más árboles que tapan todo lo que hay a sus espaldas.
- Paso de volver a subirme a un árbol de estos, eh!- avisa con tiempo a sus hermanos- que antes casi me mato, además, dudo que pudiera ver algo ya que nos hemos alejado bastante. Lo que podríamos hacer es volver a bajar hasta el muro y seguir andando pegados a él. Antes o después tendríamos que llegar por narices a la biblioteca y no tiene pérdida.

Dios... A saber cuánta distancia implica hacer ese rodeo.

Resoplas fatigado. Te sientes febril. Casi habías olvidado el origen de tu enfermedad. Maldita araña...