Partida Rol por web

Jimmy se queda mirando la cerbatana y luego al extraño niño. Una pequeña chispa se enciende en su cabeza respecto a esa arma tribal, que ahora resulta amenazadora y convierte a un niño en un asesino. Tales son las circustancias que los tres hermanos ven a este simple chaval como un posible asesino, que probablemente pueda ser.

Sin dejar de mirar la cerbatana que sostiene el niño en mitad de la lluvia, dice.

Me apuesto mi colección de porno en VHS a que hemos encontrado el bichito que te picó, Greg. Esa puta cosa seguro que está envenenada, así que andaros con ojo. Creo que este mamóncete nos ha estado siguiendo y puteando todo lo que llevamos de noche.

A pesar de ser solo un niño, se había creado un clima de mucha tensión entre los hermanos que ya no se fiaban de nada ni de nadie. No había contestado a la pregunta de Steve que había llegado a pensar que quizas fuera el hijo de la mujer asesinada y por eso les había seguido. El rubiales no se fijó en la cerbatana hasta que sus hermanos hablaron de ella, era raro que un niño portase un arma de ese tipo y, como había dicho Jimmy, puede que eso hubiera sido el pinchazo que Greg notó al principio de la noche. ¿un asesino? ¿ese niño? De ser así, en todo caso no sería el único que merodease por allí aquella noche...al menos Steve no creía capaz a ese pequeñajo de haber roto el cuello de la mujer asesinada.
- Demasiadas cosas extrañas...-susurra casi imperceptiblemente mientras lleva su mano izquierda, la mano que valdría millones algún día, a su espalda, tanteando y bajando la cremallera de la mochila en la cual se encuentra su preciado balón, aprovechando que la figura de su hermano mayor lo tapaba en parte de la mirada de aquel renacuajo.

Es un rápido movimiento el enemigo se cuadra y se lleva la cerbatana a los labios.

En cuanto el niño se lleva la cerbatana a la boca, movimiento que no sorprende al profesor de yoga y que esperaba en parte, Greg tensa los músculos, dispuesto a actuar.

Zuuuuuuuuuuuuuuuuumb!

En un rápido movimiento Diamante echa su cuerpo hacia un lado, como fintando a su hermano Greg que se ha puesto delante para protegerle, y lanza su preciado y querido balón de football americano. El cuero ovalado recorre una distancia demasiado corta como para que el quaterback estrella del equipo pueda fallar. El balón surca el aire a baja altura trazando un arco en horizontal y a través de la lluvia. El enemigo ni lo ve venir.

PAM!

El balón impacta contra el pecho del asaltante haciéndole dar un paso atrás y luego otro, quedando claramente knockeado por la sorpresa y por la virulencia del golpe.

El balón sale rebotado perdiéndose en la oscuridad.

La cerbatana, hay que quitarle la cerbatana.

Pero las piernas no responden, el joven esta casi paralizado por el miedo o la indecisión. El maldito enano cabrón al final ha querido disparar con la cerbatana sin pensarlo un momento.

Los momsntos de indecisión hacen que el chico no reaccione hasta que lo hace su hermano Greg. Entonces Jimmy trata de correr hacia el pequeño para tratar de arrebatarle la cerbatana.

En cuanto el balón de Steve golpea el cuerpo del niño, Greg ve la oportunidad, y aprovecha para salir corriendo. Espera que Steve lo haya descolocado tanto como para no darle tiempo a disparar la cerbatana. Pero si no es así, prefiere ser el quien reciba el dardo, y no uno de sus hermanos.

Recorre los metros que le separan lo más rápido posible, ignorando la lluvia que le cae en los ojos. Y justo cuando está a apenas un metro, flexiona las rodillas, preparando el salto hacia el pequeño cuerpo. Aquel era un golpe que le gustaba mucho utilizar en la época que se pasaba el día peleando. Una patada voladora. Aunque Greg solía llamarlo “mi pie en tu cara”.

Hacía muchos años que no se peleaba con nadie, y esperaba no estar oxidado. Pero en ese momento de flexionar las piernas se sentía como hacía mucho que no se había sentido. La adrenalina recorría su cuerpo. No tenía miedo de recibir un dardazo. Solo pensaba en la satisfacción de aplastar la cara de ese mocoso con su pie.

El niño reacciona con rapidez recuperándose solo parcialmente del balonazo de Steve. Se lleva atropelladamente la cerbatana a la boca y la dispara con fuerza.

Zump!

El dardo sale disparado pasando entre Greg y Jimmy. No veis el objeto pero podeis sentir como el peligro os roza amenazador.

Greg está a unos metros del chico, con su cara roja por la furia y la violencia. Jimmy le sigue a unos pasos y Steve ha quedado en retaguardia.

Los Skilton no van a tener problemas en dar una lección a un niño.

Diamante había sido el primero en reaccionar y, con un balonazo certero en el pecho que casi deja sin respiración al niño, había ganado los segundos necesarios para que sus hermanos tuvieran tiempo de avalanzarse contra él. Sin duda, las intenciones de ese pequeño mamón no eran nada buenas pues, como comprobaron los hermanos al verlo disparar la cerbatana, a pesar de ser un renacuajo los tenía bien puestos y estaba dispuesto a dar guerra...

Greg escucha el sonido del dardo al cortar el aire junto a su oreja. Pero eso no refrena al hermano mayor, que ya está preparándose para el salto. El deseo de violencia golpetea en sus sienes, y ese niño va a ser quien alivie ese deseo, después de muchos años.