La ingenua Sara se despidio de su gente y partio feliz hacia la torre negra con su capucha roja. Ningun asaltante o bandido se acercaria a ella con ese distintivo que la elegia como una de las doncellas llamadas para trabajar en la torre.
La parte mas sombria del camino era el corto espacio en el que el camino transcurria por el oscuro bosque. Las leyendas de los lobos, los peligrosos criminales que operaban al margen del señor de esas tierras, contaban que eran salvajes inhumanos... no obstante hasta ellos se mantenian lejos de las caperuzas rojas.
Te encontraste acechando el camino con el resto de lobos. Viste una chica sola, con la caperuza, entrando en el camino del bosque....
Sabia que llevar aquella capucha me protegía de asaltantes pero aun así no podía evitar estar nerviosa, que cada ruido de aquel bosque me hiciera girarme e incluso sentir un escalofrío...
Caminaba rápido intentando llegar lo antes posible para finalmente poder relajarme.
Salgo al paso de la chica con la capucha roja. -Hola preciosa, no vas a ir a la torre... Vendrás con nosotros.- La digo haciendo una seña a mis "hermanos" para que se muestren. -Las cosas no tienen por que ser asi, te vamos a liberar de tu cometido.- La digo con una sonrisa pícara mientras la cojo del brazo. -Tranquila... No vamos hacerte daño.- Añado con sinceridad sacandola del camino e internandonos en el bosque...
Me aparte de aquel hombre dando un tirón de brazo y volviendo al camino a paso acelerado No, no, no. Tengo que ir a la torre, es todo un honor para mi familia que trabaje allí, y no puedo retrasarme. le dije con claridad acelerando masa el paso Que hombre mas raro, ¿No ve que llevo una caperuza roja? me pregunte e mi misma mirando lo de reojo.
La chica trata de apartarse, y se suelta de mi mano, pues no la cogía con fuerza, acelera el paso diciendo que es un honor para su familia. No me ando ya con chiquitas, asi que voy hacia ella de forma rápida y la cojo de la cintura, poniendomela al hombro, ahora si, agarrandola con fuerza.
-Honor? no me jodas... Quieres ser la zorra de un adinerado baboso? ése es tu sueño y el honor de tu familia?... No me hagas reir....-
La digo una vez la llevo cargada al hombro, voy al bosque alejandome del camino, para llevarla a nuestro refugio escondido de la telaraña de los nobles....
¡¡Eso no es así!! le grite mientras comenzaba a patalear intentando bajar de su cuerpo ¡¡Mi familia necesita el dinero, yo solo voy a ser una empleada!!! pataleaba y arañaba intentando soltarme ¡¡SUELTAME!! no entendía porque me pasaba aquello, yo era una buena chica y al llevar esas caperuza se suponía que no tenía que tener problemas, y ahora mismo me estaban secuestrando.
-Eso es lo que te han dicho? Te ibas a convertir en la nueva concubina para el harem del que se hace llamar el Señor de éstas tierras....-
La informo mientras aguanto estoico sus pataletas y arañazos. -Podemos estar asi todo el dia o hasta que te canses, pero no pienso soltarte...- La aseguro mientras sigo cargando con ella.
¡Y que crees que le harán a mi familia si no voy! dije gritando le pero dejando de patalear, dejando claro que ya sabia cual era mi destino, pero también conocía sus consecuencias... Así que prefería hacer lo que debía a saber que mi familia sufriría.
Es mi elección, SUELTAME volví a decir subiendo el tono.
-Podemos proteger a tú familia también...- La comento sin soltarla aunque ella ha dejado de patalear. -Y no, no es tu elección, lo haces como sacrificio, y no estamos dispuestos a bailarle el agua a nadie. Creés que entre los nuestros no hay hermanas o hijas a las que les han llevado? Vamos a proteger al pueblo de los nobles y del que se denomina el señor, aunque sea a costa de vuestra voluntad, cuando todo acabe ya nos lo agradecereis...- Sentencio...
Por el horizonte una docena de hombres a caballo se escucharon llegar. Venian buscando su ultima ofrenda, que se retrasaba. De no encontrarla el pueblo lo pagaria, eso era algo bien sabido.
Dargo, uno de los lugartenientes del malvado dictador corria en cabeza del grupo
-Mierda! Lobos, a las armas!- Exclamo a mis hermanos, que según nuestra posición se les puede hacer una emboscada con arcos, y luego, los que queden serán facilmente superados en numero por nosotros....
No podemos perder a "la presa", y luego habrá que poner al pueblo a salvo para que no lo paguen con ellos...
Si todo fuera tan sencillo el no seguiría al mando espete cabreada mirando aquel hombre que creía tener razón en todo. En ese momento llegaron los guerreros Lo pagaran con el pueblo! SUELTAME! Nos mataran a todos! comencé a moverme a morderle incluso, pues la cosa empeoraba por momentos.
La chica vuelve a la carga, incluso mordiendome... -Argh! Estate quieta joder.... No ves que no podemos ceder? Mira siento que te haya tocado a ti, pero sabemos lo que hacemos y tenemos todo pensado, no dejaremos a nadie desprotegidos....- La espeto apretandola a mi. -Hermanos, acabar con ellos, yo la llebare a un lugar seguro...- Les digo a mis hermanos lobos...
Sois igual que ellos, imponiendo lo que vosotros creéis mejor espete mirandolo con saco y dejando mis uñas y dientes marcados en su cuerpo por la rabia y la impotencia...
Un hombre greñudo y sucio agarro a Sara llevandosela del lugar.
La lucha fue encarnizada pero conociais los bosques mejor que nadie y despues de hacer algunas bajas pudisteis escapar... al menos la mayoria lo consiguio.
Sara fue llevada con los ojos tapados a las montañas, donde viviais en las cuevas. Esperando que el resto volviera.
Wolf llego unas horas despues. Agotado, sudando.... pero feliz por haber logrado su proposito.
- ¿Que hacemos ahora, hermano?
La desagradecida mujer me deja marcado, con unas y dientes, conseguimos escapar por los bosques e Izam me pregunta que hacer.
-Esta claro hermano, poner a salvo al pueblo, irán a por ellos al no tenernos a nosotros...-
Luego miro a la mujer con la capucha roja alzando una ceja mientras veo mi brazo marcado. -Muy bonito... Asi tratas a todos los que te salvan?-
Me h cogido a la fuerza y yo no quería que me salvaran, así que esto se llama secuestro le dije con sarna Cuando mis padres estén muertos y algún niño pague por vuestros actos espero que la culpabilidad os destroce por dentro, si no voy yo ira otra estaba cansada ya y no necesitaría nunca mas mi caperuza así que me la quite dejando la a un lado.
-Preciosa, la culpa ya nos destroza, por qué creés que hacemos ésto?- La digo mirandola serio, se quita la capucha y reconozco que es preciosa.
-Perdona si te hemos secuestrado, pero te estamos salvando de un destino cruel y mezquino, y si mandan a otra, la "secuestraremos de nuevo".-
Genial... Dentro de poco tendréis vuestro aren de preciosas vírgenes secuestradas escupí las palabras molesta ¿Me podéis dar agua al menos? Tengo la boca seca de morderte es decir que ahora me quedaría allí con ellos hasta que se aburrieran de su causa o nos encontraran y mataran a todos... Porque a la torre no me dejarían ir y a mi casa no podía volver...