Partida Rol por web

-Quereis aventuraros fuera del baluarte verdad? os pregunta Reimu mientras va a por una mochila de color verde. Parece tener un buen material y era resistente.
-La dama Elesia me hizo preparar estas cosas para los heroes, para que pudierais sobrevivir fuera del baluarte por las noches. Abre la mochila y va poniendo articulos en la mesa. -Tienes una tienda, pedernal para hacer fuego, unas raciones para varios dias. Ademas de una cantimplora con un par de litros, rellenala cada vez que tengas sed. Luego quita unos papeles y enseña un vial y un amuleto. -Este vial lo que hace es que previene la corrupcion una vez. Si te lo tomas antes de un combate da igual lo que te hagan, no te podran meter corrupcion. Eso no significa que no te puedan vencer pero es mejor que nada. Enseña el amuleto. -Esto es uno de nuestros articulos mas caros y mas utiles. Al ponertelo te protegera de un hechizo de criatura corrupta. El que desees. Usalo con cabeza pues se rompera al usarlo. Vuelve a colocar todo en la mochila con cuidado y ordenado. -Esto vale diez de cobre blanco. Reimu deja la mochila a un lado. -Aunque no lo parezca, diez monedas no es mucho, pero si que sirve para vivir un tiempo. Deberas ganarte el pan a partir de ahora. va explicando Reimu. -Los amuletos y demas son mas caros que este lote por lo que esperare para mostrartelo. Es todo lo que necesitas? Reimu te sonrie con amabilidad.

La mira durante toda la explicación y asiente a cada cinco segundos - Si, es todo pero me gustaría tener un bastón o algo que me haga más fuerte o poderosa contra esos seres corruptos - Sonrió inocentemente - No quiero ser presa fácil - Aleteo de nuevo sus alas. Cierto era que la cansaba usarlas pero le encantaba el sentir su movimiento - ¿Sabe donde puedo encontrar trabajo? - Preguntó a Reimu mientras le dejaba el dinero y cogía la mochila - Es para pagarte un artículo de esos chulos y todopoderosos - Rió ante su pequeña gracieta pues en verdad no tenían nada que ver con los dioses - ¿Puedo trabajar aquí, contigo? - Le cogió las manos y le preguntó entusiasmada - Por fa, debe ser chulo eso de ser tendera - Sonrió esperando respuesta.

-Eh?! Se sorprendio Reimu al ver como estabas de animada y al cogerle las manos. En ese momento se avergonzo un poco y miro a la tienda para que nadie pudiera verla. Estaba desierta por suerte para ella. -Em....no. Soy la unica tendera de esta tienda y sacerdotisa del templo. No es que no crea que no te lo vas a pasar bien pero....Elesia me dio este puesto y debo mantenerlo. No te dieron ninguna mision ni tienes ningun encargo? Pregunto Reimu intentando buscar una salida.

Al ver cómo Reimu giraba la cabeza sonrojada se dio cuenta de lo que había hecho lo que provocó que Saya también obtuviese ese color ligeramente amanzanado - Oh, perdona - Dejó sus manos - Es que pensaba que..quizá...hubiese alún trabajo por aquí para mi...y me emocioné... - Estaba nerviosa, prácticamente salía humo por sus orejas y cogía la mochila torpe pero la pregunta de la tendera la distrajo - Si, tengo una misión pero es muy difícil - Sonrió alterada por los nervios - Tengo que ir a la fuente de poder de los imps, cerca de la fortaleza del enemigo, a destruirla y así hacer que estas zonas vuelvan a ser seguras - Asintió - Pero es muy complejo, yo sóla no seré capaz ni de llegar allí, o eso creo - Se rascó la cabeza - Por eso necesito o compañeros u objetos que me puedan ayudar y el dinero me vendría bien - Volvió a sonreír.

Después del acaloramiento inicial, Reimu te vuelve a dirigir la vista. Aun se encontraba un poco roja pero estaba mas tranquila al ver tus intenciones y mas por saber la misión que tenias entre manos.
-Trabajo en la tienda no te puedo dar. Ojala pudiera, pero si los héroes pudieran trabajar en las tiendas ya no saldrían mas fuera. Salir del baluarte es peligroso y solo el corazón puro de un héroe puede con tan ardua tarea. Te va explicando Reimu. -Hace poco una pareja de héroes a salido del baluarte. Quizás puedas encontrarlos en el camino. Si consideras que tu tarea es muy difícil.... Se pone a pensar. -Veamos, te puedo dar un pequeño trabajo. Reimu se aclara la garganta. -En los caminos existen los imp's que son magos corruptos, tu vas a por su fuente pero lo que yo quiero es eliminarlos. Por cada imp que derrotes te daré dos monedas de cobre. Que te parece? Al menos hasta un máximo de 10 así podrás seguir comprando equipo o algo.

La idea era buen y asintió - Vale, veré si puedo encontrar a los valientes que están fuera de las murallas. Intentaré derrotar a los imps que pueda pero no sé si podré - Quedó ligeramente triste - No soy muy fuerte en el combate y me gustaría algo de apoyo - Levantó la mirada y se quedó en sus ojos - A ver si los encuentro y nos ayudamos mutuamente - Aleteó un poco las alas mientras se inclinaba sobre el mostrador y le daba un abrazo y un beso en la mejilla a la tendera - Muchas gracias Reimu - Añadió tras cesar con la muestra de afecto - Espero volver pronto - Cogió su mochila y se fue de la tienda en busca de la salida de las murallas para luego llegar a los caminos para intentar encontrar a los héroes que estaban fuera.
 

Tuve que apartar la mirada cuando vi como mi hermana se desvestía y se acercaba a la bañera para sumarse. Adoraba a mi hermana, tanto su personalidad como su figura me gustaban, ella era mi modelo a seguir y verla sin ropa hacía que la vergüenza me invadiera, después de todo había pasado muchísimo tiempo desde la última vez que tuvimos la oportunidad de compartir un baño las dos juntas, aunque esta vez había una más. No tardó en inmovilizar a Lisa para felizmente sugerirme que nos vengáramos de ella  por hacernos éste tipo de cosas en momentos de vulnerabilidad. Por un lado me sentía tentada a acceder pero por otro me sentía cohibida, ya de antes estaba avergonzada por estar haciéndolo con la elfa y que se uniera Eliana solo servía para querer que me tragara la tierra porque no sabía como salir de ésta situación. - Eliana...yo...no sé si debería. -comenté sonrojada y de forma disimulada fui posando mi mirada en ellas dos pero tan pronto como las veía volvía a apartar la mirada.- ¿No es un poco cruel eso? No puede defenderse.

Eliana sonríe un poco avergonzada también por la situación, pero su sangre gatuna despertaba con cada mirada que apartaba su hermana. Haciendo que su lado juguetón estuviera despertando mas y mas a cada segundo que pasaba. Lisa por el contrario casi se estaba dejando hacer, ya que no forcejeo en el momento en que la atrapo y solo miraba a la joven que tenia delante, ya que Eliana era imposible verla desde su posición. -Bueno, la puedo dejar libre si quieres. Empieza a decir Eliana. -Pero quien sabe lo que llegara a hacer con nosotras. Ademas, mirala, te a adentrado en su casa y en su bañera. Dejándote bien indefensa. Si no la tuviera agarrada, serias tu la indefensa. Eliana deja caer su cabeza en el hombro de Lisa, dejando que sus labios besaran su cuello con cariño. -Estas avergonzada? Pero si siempre nos bañábamos juntas Eiko. Aunque es cierto que nunca hicimos nada como esto.... Empieza a decir pero te mira con calidez. -No me digas que no te sientes tentada.

La taberna estaba un poco llena ya que muchos de los campesinos y comerciantes habían cerrado ya sus tiendas y acabado sus trabajos. Ahora era la hora de relajarse en la rustica posada del baluarte, un lugar en el cual la alegría estaba arraigada en cada tablón de madera. Nada mas entrar la voz del posadero os animo a serviros unas bebidas y sentaros a disfrutar de la buena compañía del lugar. Entre los lugareños se podía ver a Horo, una comerciante alquimista, era fácil de detectar ya que portaba su cola de zorro con gran orgullo. También a Alice, la herrera del baluarte, una pequeña elfa que se contentaba con estar en aquel lugar animado quizás para olvidarse del duro día de la fragua. Os encontráis en vuestra mesa. Que hacéis?

Se notaba bastante la diferencia de ambiente con el de afuera, donde ahí parecía siempre acarear un peligro andar fuera en este lugar uno podía relajarse. Un poco de eso hizo la elfa cuando cruzo el portal del lugar, teniendo aun cuidado de esconder la erección que no le habia desaparecido.

Sentandose rápidamente en un lugar para cubrirse espero que todo los pueblerinos se encontraran lo suficiente distraídos para no notar la insularidad en ella que tapa con su capa que ahora servía de falda. Cuando sus compañeras de viaje la acompañaron a la mesa, suspiro cansada.

“Hoy no ha sido mi mejor dia…” aunque pareciera lo contrario si de un demonio hiciera la revisión. “Creo que les debo una explicación.” Comento acercandose a mas a ellos para poder susurra sus próximas palabras.

“Adentro de la niebla me encontré con una súcubo y pensé en satisfacerla sexualmente para que no fuera por ustedes. Cosa que logre pero me ha costado bastante como han visto…” dijo mirando su piel mas roja fastidio, tratando de ignorar lo que tenia de nuevo entre las piernas. “No se la experiencia que has tenido con las Sucubos, pero si es poca deberías escuchar mi consejo para Shun….” Dijo dirigiéndose al hada en un principio antes de ir con Shun. “Su cola es lo que usa para corromper junto a esa niebla. Por lo que ambos debemos tener cuidado con ello.” Le advirtió siendo que al menos algo de lo que habia pasado habia valido la pena. “Además el liquido que deja escapar en un poderoso afrodisiaco, como el que sale del dildo que tenemos.” Comento recordando como habia tomado el dildo del piso donde habia quedado, envolviéndolo de nuevo y metiéndolo en la mochila.

“Por otro la mas positivo, no vere en necesidad que me tengas que…bueno ya sabes, lo que hizo Saya conmigo en los caminos. La Sucubo se encargo de ello.” Concluso informando todo lo que creia necesario o sabia.

Después de un día como ese, un poco de relativa normalidad era de lo más apreciado. En la taberna era como si todo en el mundo trascurriera con normalidad aunque todo el mundo supiera que pocos metros más allá no lo era en absoluto. Los impresionantes muros del Baluarte tenían la capacidad, por encima de la puramente defensiva, de hacerte sentir seguro una vez los atravesabas y eso no había nada que lo pagara. Shun agradeció la decisión que parecieron tomar todos en silencio de dirigirse a una zona apartada. No tenían nada que celebrar. A parte de que seguían vivos.

Danae fue la primera en hablar, diciendo que les tenía que explicar qué había pasado. En su opinión no era para nada así pero si iba a sentirse más cómoda hablando de ellos, la apoyaba. Le acercó una mano y cogió la de ella, sin fuerza, sólo para hacerle saber que estaba con ella. Se había comportado de forma muy egoísta ese día y lo sabía. Esperaba al menos que su apoyo le sirviera de algo.

Se quedó pensativo. Si las súcubos podían corromper con su cola… ¿por qué no lo habían hecho ninguna de las dos con las que se había topado? Tampoco lo de dejar escapar líquidos le cuadraba. Igual había distintas clases de súcubos.

- Lo importante ahora es que está bien. Llegué a pensar que no volvería a verla, señorita Danae.

Se conocían desde hacía muy poco pero la apreciaba. Ella estaba siempre preocupándose por él de una forma u otra. Ahora intentaba no pensar en eso pero dejarla entrar sola en la niebla… había sido como una especie de traición. Tal vez el mal repartido no hubiese sido tanto. O podría haber sido más, no podían saberlo en realidad.

Apartó la mirada de ella para dirigirse al hada.

- Si todavía le parece bien que la acompañemos, puede contarnos ahora los detalles de su misión, señorita Saya. Podríamos encargarnos por la mañana.

Acepto sin problema alguno el gesto de Shun cuando tomo su mano, incluso le sonrio apreciando el gesto. Habia estado enojada con él en un momento del dia, pero eso habia pasado y no pensaba molestarlo en algo que no fue completamente su culpa.

"Gracias Shun. A mi la Sucubo me dijo que me iba a liberar, pero no sabia si creerle pero le crei cuando dijo que esperaria para tomar a ustedes como prisioneros. Por suerte eso no paso..." le devolvio tomandole con mas fuerza la mano, aunque no queriendole hacer daño. "O fue una gran decision de su parte no seguirme a esa niebla. Ahi estariamos rodeados y habriamos sido corrompidos todos."

Luego toco ver si el hada les contaba mas de la mision de ella, que de paso harian mientras terminaban con las de ellos. Se preguntaba en ese momento si los detalles serian los mismos aunque hubiera cambiado asi. De reojo miro a Koro, tal vez mas tarde le preguntaria.

Entraron por fin en el baluarte, el sitio más seguro que conocía y sin duda le reconfortaba estar allí aunque al estar en la posada se veía un poco apurada pues en verdad no tenía ni dinero por lo que se avergonzaba un poco a pesar de que intentó ayudar a las muchachas que encontró desde el primer momento.

Escuchó las explicaciones de la elfa y no pudo sino asentir comprendiendo porqué había hecho - Gracias Danae por correr ese riesgo por nosotros. Dice mucho de ti - Sonrió ligeramente mientras miraba sus piernas algo preocupada por ella - ¿Cómo se puede eliminar la corrupción? Mañana deberemos ir al templo para ver qué pueden hacer por ti - Se alisó la falda para luego sentarse mejor en su sitio.

El tema ahora era la misión que le había encargado Sora - Lo único que me dijo fue que debía eliminar la fuente de poder de los imps, ubicada cerca de la fortaleza de la corrupción y por ello será muy peligroso. No os coaccionaré sino queréis venir pero me vendría bien vuestra ayuda, yo sola dudo que pueda pero sois libres de venir o no - Estaba algo furiosa por lo que le había pasado a Danae por culpa de no haber venido antes al baluarte.

La misión de la que les habló el hada sonaba dura, peligrosa y necesaria a partes iguales. Tal vez si intentaban encontrar esa fuente de poder de forma sigilosa… pero estaría protegida, seguro. En cualquier caso, si había una posibilidad de lograr hacer algo así, deberían intentarlo.

Antes de pronunciarse sobre la misión, decidió aclarar las dudas de la nueva compañera. En parte también porque quería esperar a saber si Danae se encontraba lista para volver a salir.

- Existen pócimas capaces de revertir los efectos leves de la corrupción… así como algunos otros de los problemas que la señorita Danae y yo sufrimos ahora mismo. El problema es que esa magia no es barata, ya hemos preguntado antes por ella.

La escucho sobre su misión pero antes de comentar en ello quizo responder lo que Shun habia empezado por ella.

“Como dice Shun hay una alquimista en esta ciudad que puede ayúdale a él y a mi con nuestra corrupción…” con un leve movimiento de cabeza señalo a la mujer con los atributos de Zorro. “Se llama Horo y aunque es algo atrevida, parece bastante eficiente en su trabajo. Aunque como bien comento Shun sus pócimas son algo caras, por lo que acepte una misión de ella para que fueran algo mas baratas. La misión consistía en recuperar unas hierbas que habían robado unos imps, si se las dábamos me prometió un descuento y una poción gratis.” Le explico a ambas porque no recordaba si les habia comentado del descuento a ambas.

Luego se quedo pensando en la misión que habia recibido la hada y asintió. “Suena peligroso como dices…” accedió y dio una mirada a Shun, recordando como habia salido su último encuentro con estos demonios. “Además no sé exactamente dónde se encuentra la fortaleza de la corrupción. Te dieron una ubicación o tambien debes encontrarla?” le pregunto queriendo ver donde les llevaría acompañar al Hada en su misión.

“Entonces al final vamos por los mismos demonios, lo que es bueno porque junta nuestros esfuerzos…” dijo con una media sonrisa, aunque la desapareció antes de seguir con sus palabras. “Aunque estos no son nada fáciles de vencer, incluso aunque peleamos los dos juntos fuimos vencidos por uno de ellos a pesar que derrotamos a los dos compañeros que tenia. Deberiamos andar con precaución y no internarnos en la fortaleza aunque sepamos donde se ubica. Sera mejor que peleemos contra unos demonios menores mas antes de ir aquel lugar ya que necesitamos mas fuerza y experiencia.” Concluyo la elfa esperando que sus compañeras de mesa pensaran parecido.

No sabía si negar o asentir ante las palabras de la elfa sobre la ubicación de la fortaleza o de aquel lugar de donde salían los imps y obtener victorias sobre demonios menores - No, no me han dicho dond está ni nada similar, solamente me encargó la "capitana" que la buscara y destruyera. Por lógica está cerca de la fortaleza pero su ubicación también la desconozco así que estamos a ciegas - Miró a la puerta por un momento, habían entrado unos hombres y se sentaron, nada relevante - Estoy de acuerdo con eso de vencer a demonios menores así que será mejor empezar mañana, si puede ser - Sonrió mientras a los segundos se quedaba cabizbaja - No tengo dinero para nada así que iré a dormir al templo, si no os parece mal - Rió avergonzada - Me lo gasté todo en la mochila equipada - Se rascó la cabeza inquieta.

- Entonces podríamos buscar esa fortaleza derrotando pequeños demonios por el camino y, en caso de no sentirnos preparados cuando la hallemos, siempre podemos regresar en otra ocasión o buscar refuerzos para asaltarla.

Bien mirado, fortaleza sonaba a tesoros. Y los tesoros seguro que podían intercambiarse con facilidad por las pociones que requerían. Echar un vistazo no les haría daño. Bueno, seguramente sí les haría daño, como cada vez que salían… En realidad se suponía que estaba intentando darse ánimos pero, una vez más, las experiencias en ese mundo le habían hecho dudar que algo pudiera simplemente salir bien. Pero siempre podía haber una primera vez, se recordó dándose ánimos.

- Y… sobre lo de la noche…

Miró de reojo a Danae. Le daba pena que tuviera que volverse al templo pero no podía pedirle que dejara que se quedara con ellos. Habían tenido un primer encuentro… bastante violento y podía entender que no quisiera dormir a su lado. También podía llegar a entender que prefiriera dormir con ella, por los mismos motivos, y a él no le importaba dormir una noche en el suelo, siempre que… se controlasen.

De no haber tenido la piel de tono rojizo, ahora estaría ruborizado.

La miro con seriedad no sabiendo cómo reaccionar a las respuestas que le daba el hada, al parecer debía estar vagando a ciegas por este mundo corrupto. No que fuera algo malo porque como había comentado necesitaban entrenamiento.

“Mañana a primera hora partiremos.” Sentencio sonriendo con ansias al escuchar que los tres estábamos de acuerdo con ello.

Escucho su idea de dormir en el templo y encogió los hombros. “Si lo que te parece no tengo problemas.” Podía sugerirte que se quedara con ellos pero estarían muy apretados en la cama y pagarle por una habitación no le ayudaría para juntar dinero.

Movio su mirada a Shun “Creo que antes de ir a la habitación, deberíamos hablar con Horo. Para saber el precio de las pócimas.” Comento moviéndose algo incomoda en la silla. “Podria uno de ustedes llamarla.” Dijo pensando aun een el pene erecto que tenia y que no quería que se notara.

- No se preocupe, iré yo -se apresuró a ofrecerse el chico levantándose de la mesa.

La excusa perfecta para evitar un momento incómodo. Además, le había parecido ver a la alquimista en alguna parte.

Se alejó de la mesa y se acercó a una zona más concurrida, donde pudo reconocerla sin dificultad.

- Disculpe, señorita Horo, ¿podría dedicarme unos minutos de su tiempo? -pregunto en voz algo baja.