Partida Rol por web

“Ya se…te apena mucho…pero necesito que me ayudes igualmente…” le comento antes que siguiera hablando, ella también estaba avergonzada y aun con su nuevo color de piel se le notaba el rubor en sus mejillas.

Liberando una de sus manos la acerco al suelo y con un leve encantamiento hizo crecer unas tres hermosas rosas en la tierra. Las rosas empezó a liberar un líquido parecido al agua en su consistencia y color, pero solo con consumirla notaria la diferencia entre ambas. “Bebe de las rosas, te ayudara con tus heridas y puede que te saque el mal sabor.” Comento con una media sonrisa para que viera que no era nada turbio lo que le ofrecía.

Antes de continuar dejo escapar un suave gemio al encontrar su punto mas sensible. Aparto su mano y aspiro aire para concentrarse un poco para poder seguir hablando sin interrumpirse a si misma. “Shun, seguro recuerdas las pociones que nos dio esa súcubo…una de ellas me ha hecho muy sensible abajo. Además de que me ha hecho tener la necesidad de tener que satisfacerme cada tanto.”

Dirigió su mirada a Shun, dejando que se viera su completa vergüenza por las palabras que estaba a punto de pronunciar. “Necesito que me satisfagas donde no lo hizo el Imp, aunque si no quieres meterte en mi hay otra opción. Recuerdas el paquete que puse en la mochila?” pregunto desviando la mirada a ella.

Aun en ese estado… la señorita Danae había sido capaz de crear algo asombrosamente bello de la nada. Shun observó cómo aparecían y crecías unas pequeñas plantas hasta volverse rosas maravillosas, envueltas de un aura extraña pero para nada amenazante. Le costó su esfuerzo pero hizo lo que le decía. Se acercó a beber de la primera sin querer hacer comentarios sobre sabores y notó como su estado mejoraba levemente. Utilizó también la segunda pero se reservó la tercera. También a ella le haría bien. Iba a pedirle que bebiera cuando su gemido le hizo perder el hilo de sus pensamientos y ya tomó ella la palabra.

¿La poción qué…? Entonces… ¿ambas habían tenido efecto? Había estado pensando que sólo le había afectado una o que una era por el color… y otra por las enredaderas… Cielo santo… debía estar pasándolo mal si se veía obligada a… a hacer cosas… cada cierto tiempo. Se quedó mirando las rosas más sonrojado todavía por sus propios pensamientos. Hasta que el motivo pasó a ser su petición. Le asustó un poco pero la alternativa de buscar cosas en la mochila le parecía aceptable.

- Antes de pensar en eso debería beber también usted de la rosa.

Se puso a buscar dentro de la mochila hasta dar con el misterioso objeto que no había querido decirle qué era y se lo entregó. Tampoco sabía qué decir sobre lo otro.

Danae sonrio ante la amabilidad de Shun y decidido no rechazar el gesto. Tomando el liquido que bajaban por las hojas de la flor haciéndola sentir un poco mejor en su estado físico pero seguía teniendo dolor en su movimiento.

Mientras en la mochila Shun encontró el paquete del cual hablaba la elfa, tenia una forma particular y estaba envuelto en una tela con mucho cuidado. Sin mucha dificultad pudo sacar la tela y se encontró con algo inesperado seguramente. Era un dildo rosa de un tamaño considerable, del cual salia un líquido extraño de la punta.

“No te asustes, te explicare mas tarde de donde salio. Solo que lo necesito ahora...”comento dejando ver su gran deseo, en especial por su mirada que no se despegaba del dildo.

Shun se quedó mirando aquel extraño objeto alargado de color llamativo. Parecía que en el viaje debía haberse volcado porque por un lado se derramaba. ¿Por qué no le habría advertido sobre aquello la señorita Danae? Hubiera tenido más cuidado.

Decidió dejarse de preguntas y entregárselo, pues parecía quererlo mucho.

- No necesita explicarme nada, señorita Danae.

“Si, necesito…” lo miro a él en ese momento. “Porque yo no sere quien use el aparato conmigo, si no vos.” Le explico rechazando con un gesto de la cabeza el dildo.

“No podre hacerlo yo sola, por eso necesito tu ayuda…por favor no me lo hagas mas difícil.” Comento, dejando salir un poco de su humor serie en sus ultimas palabras que parecian hacer mas reacción en Shun.

¿Usar con… ella? Una pequeña bombilla se encendió en la cabeza de Shun, que pareció comprender algo de pronto y soltó aquella cosa de inmediato con un pequeño grito asustado.

- No está hablando en serio… Dígame que no está hablando en serio -casi suplicó.

Podían montar un campamento y seguro que tras descansar se sentía mejor. No necesitaba que… A-a-ay… No quería ni pensarlo.

Ante la reacción de Shun, Danae comenzó a llorar aunque el gesto de su cara no era triste sino mas bien enojado. Estaba enojada con ella misma, con Shun y con la Sucubo que le dio esa poción.

“Crees que esto para mi es fácil de pedir?!” pregunto casi gritando enojada. “Crees que soy una bestia que solo busca su placer por sobre todo lo demás y no le importa tus sentimientos?” siguió preguntando bajando el volumen de su voz aunque no su intensidad.

Cerro los ojos para tratar de tranquilizarse “Shun, no me hagas esto más difícil de lo que es. Lo que te pido es un favor muy privado que siento que me rebaja cada vez que me haces repetirtelo...” declaro volviendo a abrirlos ojos para verlo con tristeza. “Puedes hacerme un bien ahora que nadie tiene que enterarse o retirarte, a mi ahora me da lo mismo…iré como pueda a buscar un demonio que seguramente no me rechazara.” Comenzó resignada a hacer esfuerzo para levantarse de su sitio.

Shun aguantó sus gritos de enojo pero le estaba pidiendo que hiciera algo que sabía que era incapaz de hacer. Le dolía verla llorar peor no había forma de que él pudiera hacer eso. Entonces empezaron las súplicas, que le hicieron sentirse como la persona horrible que seguramente era al negarle su ayuda. Además había aguantado al imp sin quejarse y evitado así que le hiciera algo a él… Que contase o no aquello era lo que menos le importaba. Se trataba únicamente de él y de que jamás había… tenido ese tipo de acercamiento con nadie. No al menos de forma voluntaria. Y eso le traía recuerdos del día anterior que intentaba borrar con todas sus fuerzas, aunque tenía la impresión que era demasiado pronto para poder conseguirlo.

La palabra demonio fue la que le hizo reaccionar.

- Lo haré.

No quería hacerlo, de ninguna manera… pero no podía dejar que tuviese que hacer eso. Se suponía que… debían ser héroes.

Se arrodilló a su lado antes de que pudiera levantarse y agachó un poco la cabeza mirando hacia otra parte.

- Dígame qué tengo que hacer.

Suspiro aliviada cuando finalmente acepto ayudarla, volviéndose a sentar en el piso con las piernas lo suficiente abiertas para que pudiera meterse Shun entre medio, ignorando aun el fuerte comezón que empezaba a tener entre las piernas.  

“Gracias…lo primero es levantar el objeto que tiraste, asegúrate de tenerlo con firmeza.” Le empezó a comentar inquietándose un poco con sus propias palabras. “Una vez sientas que lo tenes agarrado, quiero que te levantes y te pongas entre mis piernas.” se mordió el labio de abajo mientras daba las instrucciones sintiendo que lo perdería si seguía ahi. “Por ultimo deberas meterlo…yo podría guiar tus manos a mi interior, si no quieres ver pero necesito que hagas el movimiento que tal vez viste hacer al Imp.” Concluyo tomándole el hombro para que tuviera mas confianza, aunque ella podía notar que esto le incomodaba bastante.

De cualquier modo dejo su hombro y coloco sus manos frente a su sexo en espera del dildo. Su sexo a diferencia del resto de su cuerpo seguía teniendo un color natural rosado y se encontraba como la ultima vez que lo vio cubierto con ese líquido viscoso que para alguien que sabia marcaba lo excitada que estaba con todo ello.  

Después de mucho caminar, Saya ve a lo lejos a dos figuras. Una de ellas parecía ser una elfa pero con la piel verde. Junto a ella se veía una figura de piel rojiza muy parecida a la de los demonios, ataviada con una especie de túnica. La escena era extraña ya que la elfa se encontraba abierta de piernas enfrente de aquella silueta y parecía estar a punto de introducirle algo en su sexo.

A la vez, solo Danae se da cuenta de que una hada se acerca por el camino. Portaba una mochila muy parecida a la que vosotras poseíais.

Shun cogió aquel instrumento rosa del suelo y lo limpió cuidadosamente con sus ropas mientras Danae le informaba de qué debía hacer. No creía que fuera buena idea utilizarlo lleno de tierra. Una vez terminó su explicación, el chico respiró profundamente intentando calmarse y fue a situarse entre las piernas de ella. No pudo evitar que su mirada se quedase fija en aquel lugar, que contrastaba tanto con el color del resto de su piel. No quería mirarlo pero la forma en que se internaba en su cuerpo le parecía tan… extraña… Y ahora a él le pasaba lo mismo. Cerró los ojos avergonzado por su conducta y volvió a abrirlos para mirarla a ella.

- Voy a… voy a ponerlo dentro. ¿Está preparada?

Porque él no se sentía preparado en absoluto.

Danae estaba lista hace tiempo, pero entendía porque de la pregunta de Shun por lo que a veces de que afirmaba con la cabeza decía. "Estoy lista."

Aunque no todo fue tan sencillo, escuchando con sus sensibles orejas un ruido cercano penso que volverían a ser atacado. Pero del camino salio una hada de cabellos violetas y una mochila bastante parecida a la nuestra. "Para Shun..." le dijo rapido sintiendo como su cuerpo parecía en cambio no tener vergüenza alguna queriendo que el joven continuara. "No te asustes, hay un hada cerca nuestro...y creo que viene del Baluarte." claro que de eso no estaba complemente segura, también estaba la posibilidad que robara aquella mochila.

No sabiendo que mas hacer tapo con una de sus manos su sexo y espero a que se identifique.

Salió del baluarte en busca de aquellos héroes que les habían dicho pues necesitaba ayuda para acabar con los imps y sabía que ella sola apenas podría hacer algo. Más unas figuras aparecieron a lo lejos. Parecía que una muchacha estaba a punto de ser penetrada por un chaval. Saya, al ver eso, se sonrojó mucho y se tapó la cara avergonzada. No dijo nada, simplemente se mantuvo a cierta distancia de ellos para no intervenir. Se acercó a un árbol y se hizo el tonto como no queriendo hacer mucho caso. Aleteó sus alas haciendo que el polvo surgiera de ellas y se comprobase que no estaba corrupta.

Las palabras de Danae llegaron a él como si la misma Elesia hubiera intercedido en su favor. Retiró el enorme dildo rosa que había estado a punto de introducirle conteniendo las ganas de suspirar aliviado. Pero ahora había otra cosa preocupante. ¿Un hada? Jamás había visto una… No sonaba a algo malo. Se retiró de entre sus piernas algo hacia atrás para dejarle espacio y volvió a quedarse arrodillado en el suelo. Volvió el rostro y parte del cuerpo, que podía llegar a revelar que no era tan hombre como el hada había creído en un principio.

- ¿Dónde…? Yo no veo nada. No será un enemigo… ¿verdad?

Le preocupaba esa posibilidad dado lo mal de salud que estaban ambos. Si tuviera que librar otro combate… no creía que pudiera aguantar demasiado.

La elfa miro algo sorprendida cuando la hada salió despedida con lo que parecía una cara de vergüenza, aquello al menos le confirmaba que no era una hada corrupta. Suspiro aliviada por ella, aunque se preocupaba un poco por la impresión que habia dejado en la cabeza de esta.

Ante las palabras de Shun, volvió a él su mirada. “No era enemiga, se fue rápidamente sin querer acercarse…algo que una enemiga no haría.” Esperaba que no tuviera que explicarle el porqué de las dos cuestiones.

“Mejor seguimos antes que venga alguien más.” pidió con una voz suave, algo más tranquila. Saco su mano que tapaba su sexo que seguía humedeciéndose mostrando sus ansías.

Se había ocultado tras un árbol, sonrojada hasta las coletas - ¿Como pueden hacer eso? Y además en medio de un camino - Se alarmaba más a cada palabra pero sabía que podía haber enemigos, los famosos imps pero no sabía cómo eran, ni siquiera había preguntado eso. Miraba de un lado para otro alerta pero a la par roja como un tomate por la situación que estaba aconteciendo detrás de ella.

Disimuladamente echaba de vez en cuando un vistazo para saber si ya habían acabado o seguían en la tarea que sus cuerpos aparentemente necesitaba. Intentaba hacer memoria de la última vez que había pasado algo similar con alguien en su vida y no venían grandes encuentros a su mente - ¿Pero qué estoy haciendo? - Pensó - Soy un hada y un héroe elegido por Elesia, debo ser pura y luminosa - Intentaba sobreponerse a ello pero por mucho que lo intentaba no podía demasiado - La sensación es agradable y hace tiempo que no... - Divagaba ligeramente contradiciéndose a la par con los pensamientos anteriores.

Asintió levemente. Su posible salvación se había desvanecido antes de que pudiera aferrarla entre sus dedos y en lugar de eso seguía teniendo aquella especie de… cosa rosa. Al menos no habría otro combate.

- Como usted quiera, señorita Danae -respondió evitando mirarla en esa postura.

Volvió a acercarse tímidamente a ella y alargó el brazo hasta que el dildo entró en contacto con el sexo de la elfa. Tenía miedo de… hacerle daño. Vale que su cuerpo estuviera hecho para… dejar que… que cosas entrasen por ahí pero… ¿y si no cabía? O si apretaba demasiado… o si se le caía dentro… o…

Lo miro expectante sin darse cuenta de la saliva que se le escapaba por un costa de la boca, aunque por suerte Shun no la veía tampoco. Asi permaneció hasta que el dildo hizo contacto con su sexo. Cuando sintió el tacto de aquel aparado, respiro profundamente mientras sus piernas se abran mas temblando un poco ante la sensación placentera del aparato y la extra sensibilidad que poseía ahora ella.

Colocando su mano delicadamente por encima de la de él y la otra usandola para abrir mas su labios inferiores. “Sigue...no tengas miedo que lo estás haciendo bien.” Comento con tranquilidad aunque dentro de ella ardiera.  “Metemelo, aunque se resista un poco.” Agrego aunque se encontraba bastante lubricada por lo que no costaría, aunque claro tampoco podría metérselo de un solo saque pero si lo haría la Elfa no se quejaría.

Al ver que empezó a introducir aquello en la elfa se puso más colorada si cabe pero a la par húmeda, no podía remediarlo. Era de mente sana pero...aquello...delante de ella...era demasiado excitante y no podía evitar que su respiración se acelerara al ver cómo iba entrando aquel dildo en la muchacha. De manera inconsciente se puso al lado del árbol a mirarlos ya casi descaradamente mientras una de sus manos bajaba hasta su parte íntima - También quiero - Pensaba mientras comenzaba a mojarse de manera leve.

Al ver la timidez del muchacho se levantó decidida a enseñarle un par de cosas a aquel novato. Tan determinada estaba que hasta dio unos cuantos pasos hacia ellos pero se quedó parada a la mitad del camino, dudosa y sonrojada. Debido a la túnica del templo que llevaba no se podía ver muy bien pero por el tobillo del pie derecho se dejaba ver que en verdad estaba muy excitada con sólo haber visto aquello. No dijo nada y hasta dio un pequeño paso hacia atrás pero decidió hablar - ¿Vosotros....so...sois....héro....héroes de....Elessia? - Preguntó tartamudeando y avergonzada.

Se sobresaltó al sentir la mano de Danae e intentó volver a centrarse, aunque evitando mirarla en esa pose. Guiado en parte por ella aumentó la presión del objeto, que terminó abriéndose paso y deslizándose por su interior hasta que ella le indicase que era suficiente. Después comenzó a retirarlo con la intención de volver a ponerlo dentro completamente. Por mucho que hubiera visto a aquel imp hacerlo, dudaba de que sus métodos hubieran sido… los mejores.

- ¿A… así está bien…?

Por mucho que la escuchara, prefería una confirmación directa. Si sabía cómo podía hacerlo mejor… podía intentarlo. La voz a su espalda le sobresaltó y le hizo quedarse rígido. ¿De verdad alguien se había acercado viendo cómo estaban…? La mención del nombre de la dama le hizo sentirse terriblemente mal consigo mismo y lo que trataba de hacer pero de verdad no había tenido más remedio. No podía abandonar a su compañera a su suerte en ese estado.

- N-no es lo que parece -susurró más avergonzado, si es que a esas alturas eso era posible.