Partida Rol por web

Cuando fue penetrada por Shun trato en un principio de evitar hacer ruidos para no incomodarlo pero los movimientos empezaron a sacarle débiles gemidos por la excitación que generaba el roce del aparato con su interior. Incluso el afrodisiaco que tenía adentro el aparato comenzaba a nublar su mente, haciéndola solo concentrar en el disfrute dejando detrás cualquier modestia.

Ambas manos se situaron para atrás usándolas como soporte, adelantando sus pechos como si los estuviera ofreciendo lujuriosamente para que los tomara. Algo que deseaba ferviertemente y su cuerpo demostraba por la dureza en sus visible  pezones a travez de la ropa. “Si…Ah” libero junto a un gemido como respuesta a su pregunta.

No noto hasta mas tarde la llegada del hada, aunque no se inmuto demasiado para cubrirse como antes habia hecho. “No te detengas.” Le reto a Shun, sin mayor vergüenza y llena de excitación, incluso mas que antes al tener otra participante con ellas.

Estaba avergonzada y muy excitada más al ver que la elfa puso aquellos pechos hacia fuera, tentadores y lujuriosos. Además los gemidos y aquel dildo, verlo entrar y salir de tan cerca...era casi capaz de oír cómo palpitaba la mujer. Todo eso en conjunto hacía que se mojara más. Sabía que debía resistirse pero, estaba tan cerca, sonaba tan bien...quería probarlo de nuevo. Ya por encima de la túnica se podía ver una ligera mancha húmeda en la zona de la cintura - No puedo resistirlo - Pensaba mientras intentaba oponerse mas todos los esfuerzos eran en valde - ¿No...es lo que...parece? - Preguntó mientras imitaba inconsciente la respiración entrecortada de la elfa - ¿Porqué tenéis ese color de piel? - Preguntó mientras se acercaba a la elfa haciendo que un escalofrío de placer la recorriese por todo el cuerpo - No debes caer en la tentación y lo sabes - Acercó su rostro a la de ella - Eres mala y serás castigada - Lanzó sus manos a los voluptuosos pechos de la elfa para apretar muy fuertemente sus pezones a modo de castigo aunque quizá conseguía otro resultado pero fue lo único que se ocurría.

A Shun le resultó complicado volver a mover el brazo con la presencia del hada cerca, más todavía cuando empezó a dar vueltas alrededor de ambos. Sus preguntas le pusieron todavía más nervioso, pues no eran fáciles de responder sin entrar en detalles de los que hubiera preferido no tener que hablar pero cuando atacó a la elfa, su cuerpo se movió solo.

Había pasado de esconderse a acercarse tímidamente para finalmente quedar a nada de interponerse directamente entre ellos sin sentido alguno del pudor y eso había despertado la desconfianza del chico. Podía no ser un gran guerrero… pero, tras lo que habían pasado juntos, se sentía en la obligación de defenderla.

Haciendo ademán de levantarse, aquella jovencita rubia de piel rojiza y pequeños pechos encaró al hada, esgrimiendo una improvisada arma rosa.

- ¡No se atreva a ponerle las manos encima! -dijo amenazante, haciendo sin pretenderlo que el afrodisiaco del dildo y tal vez restos de los fluidos de la propia Danae salieran disparados contra el rostro de Saya.

Shun recogió el brazo rápidamente, avergonzado del resultado de su brusco movimiento agachando un poco la cabeza en señal de disculpa. Después de todo se suponía que no era un enemigo… ¿no? Ya no lo tenía claro. Juzgar así a la señorita Danae sin saber qué les había llevado a eso…

Solo cuando sintió el apriete de la Hada le presto atención a ella, dirigiéndole una mirada enojada aunque en parte también lujuriosa. “Ah.” soltó mirando hacia sus pechos, sin impedirle de ninguna forma que siguiera con el “Castigo” que había considerado esta.

Largo un gemido lastimero al tiempo que Shun liberaba su arma improvisada de su empuñadura. Su cuerpo empezaba a notar rápidamente ese vacio, pidiendo ser llenado de nuevo con rapidez. “No la lastimes Shun…” dijo con una delicadeza extraña en ella, pero en verdad había disfrutado el toque de la hada. “Déjala que siga.” Le pidió mirándolo con cara de súplica antes de cambiar su vista a la hada. “Sigue castigándome.” Le dijo para que le quedara claro a Shun su inexistente problema con los toques de ella.

Sabia bien que cuando terminara esto se avergonzaría en gran manera de su comportamiento, pero ahora no le importaba deseando solo tranquilizar su fuerte ardor entre las piernas. Mientras pensaba en eso noto como un hilo de líquido desendia por la pierna del hada, dejándole ver que se encontraba igual de excitada que ella y sin medir mas palabras adelanto su mano a la pierna de ella.

Acariciándola en un principio con una sonrisa lujuriosa, fue metiendo la mano por debajo de la tela de su vestido subiendo hasta el punto sensible del hada. Como imaginaba se encontraba mojada de la excitación de verlas a ambas con el dildo, por lo que ayudándola un poco a aliviarse comenzó a rozar con el dedo índice por sobre su sexo húmedo. "Mira quién habla de caer en la tentación." afirmo con una gran sonrisa la elfa.

Al ver la reacción del ¿muchacho? Oh, era una muchacha pero no se había percatado de su sexo hasta ahora. Se sentía más cómoda al ser mujer que un hombre así que no se amedrentó tanto pero aún así parte de los fluidos de la elfa en su cara los cuales relamió pensando encontrar un sabor ligeramente salado pero no, era dulce...miel para ser exactos - Está rica - Comentó mientras veía a la otra muchacha con el dildo en la mano. Se giró a la elfa y ante su petición asintió algo sonrojada mas cuando comenzó a rozar su parte íntima un escalofrío la recorrió y cayó al suelo de rodillas disfrutando de aquellas caricias aunque se sonrojó mucho - A mi me habéis hecho caer vosotras no fui yo sola - Se excusó mientras con su cintura buscaba los dedos de la orejas picudas. Siguiendo lo que le dijo Danae sonrió - Mejor que castigar lo vas a disfrutarrrrrrrr - Se quedó tildada en la "r" debido al placer que sentía aunque fuera leve para ella ya era grande por tanto tiempo de sequía. Sin más demora lanzó sus labios a uno de los grandes pechos de la muchacha y comenzó a chupar, besar y mordisquear el pezón de manera progresiva de menos a más mientras que su otra mano retorcía el otro con fuerza. Recordando el sabor del dulce néctar que provenía de la gruta de la elfa miró a la otra muchacha - No desaproveches ese manjar y lame sino lo haré yo - Le echó una lujuriosa mirada a la par que luego volvía al delicado y rosado pezón de la chica - ¿Saldrá también miel por aquí? - Se preguntaba a si misma

Si le sorprendió la reacción de la desconocida, ese… está rica, todavía lo hizo más la insistencia de su compañera por dejarla continuar. Pero si le había pellizcado… ¿por qué iba a dejar que lo repitiera?

Se había quedado absorto en sus pensamientos sólo por un instante pero al volver a la realidad Danae había metido el brazo por debajo de las ropas de aquella chica y estaba… tocándola. No porque ella se lo hubiera pedido o… Sólo lo había hecho… y a ella le parecía bien.

Se había quedado helado, con al instrumento rosa en la mano, mirando como aquella chiquilla que todavía tenía aspecto de niña se abalanzaba sobre los enormes senos verdes de Danae. Aquello era demasiado.

- Se… señorita Danae…

Una cosa era ayudarla para que no tuviera que entregarse a un demonio y otra muy distinta quedarse a mirar mientras… Iba a morirse de la vergüenza.

No había entrado en conciencia de lo lujuriosa que era el hada, hasta que sintio la boquita de ella succionando uno de sus senos. El trato que recibio en sus senos la puso tensa y excitada de sobremanera sacándole mas gemidos de placer, no permitiéndole seguir sus caricias intimas al hada. Movio su mano a la cabeza de ella para acariciar con suavidad el pelo "Seguí así...aunque no esperes que salga algo." dijo con algo de dificultad.  

Pero aun con las lamidas y succiones a sus senos no se sentía del todo aliviada, faltándole llenar una parte importante de ella. Con la vista busco a Shun, hasta encontrarla quieta en su lugar mirando a ambas sin reaccionar de ninguna otra forma que poniéndose mas colorada. "Shun..." Le respondió mirándolo fijo a los ojos. "No lo pienses mucho, solo continua....por favor." le volvio a rogar para que tomara de nuevo cartas en el asunto y usara ese magnifico dildo con ella. Para dejarle más claro descendio con una de sus manos de nuevo a sus labios inferiores y los abrió para darle paso al aparato.

Suspirando ligeramente acerco su rostro al de Saya. "Ayudalo..." le susurro al hada. ”Con calma.” Agrego pensando en tampoco asustar a Shun tirándolo directamente encima suyo, como imaginaba que la hada haría.

Obtuvo el deseado objetivo en la elfa por lo cual al retirarse de las lamidas sonrió picarona - jijijijiji - Se reía internamente a la par que con demasiada lujuria en su mirada y actos. Mas excitada por los roces que enseguida pararon y el ver la situación en la que se encontró y la cercanía del rostro de la muchacha no pudo contenerse por lo que levantó una mano, rozó su mejilla para luego besarla sin pensarlo demasiado con la intención de que sus lenguas danzaran por un momento antes de volverse a junto Shun - Espero no te haya molestado, ahora le ayudo - Le guiñó un ojo sonrojada por el atrevimiento de hace unos segundos.

Se acercó gateando a Shun pero al comprobar lo que hacía la elfa no pudo conterse. Los fluidos ya hacían que la tela que cubría su parte íntima estuviera empapada - Te llamas Shun ¿no? - Le susurró al oído mientras le acariciaba el cuello hasta terminar lamiendo el lóbulo de su oreja - Soy un hada y esta elfa me ha pedido que te ayude así que... - Con la otra mano rozó la que sostenía el dildo - Vamos a darle lo que quiere - Sonrió sonrojada por lo que había hecho parece que algo en el ambiente hacía que encloqueciese y no era normal aunque de momento estaba con algo de raciocionio no sabría por cuanto podría aguantarlo.

Gateó hasta la vagina de la elfa y pudo ver cómo había abierto sus labios con las manos - Primero haremos que esto se sienta bien antes de ir con esa cosa - Señaló el pene rosado. Se acercó a su parte íntima y comenzó a lamerla primero tímidamente y luego algo más ferviente a la par que introducía dedos en ella y los abría buscando amplitud y profundidad.

Al rato cesó y miró a Shun - Ahora te toca a ti pero con el dildo - Sonrió mientras agarraba su mano y comenzaba a rozar el clítoris de la elfa con susodicho objeto - Primero el estímulo y luego - Empujó su mano levemente hacia el interior de la elfa - Introdúcelo suave o fuertemente, como gustes - Se rió - Viendo que le gustó que le apretara los pechos dudo que se queje si lo haces - No se dio cuenta pero metió una mano por dentro de la túnica que descendió hasta su zona privada y comenzó a estimlarla pudiendo notar que estaba mucho más excitada de lo que pensó. Miró a la elfa - No creo que aguante - La piel le quemaba - Quiero más - Reconocío mientras lamía uno de sus muslos.

Bajó la mirada y asintió a las palabras de Danae. Intentaría no pensar en ello y por eso mismo no se esforzó en escuchar lo que murmuraban. Cuando el hada se acercó a él volvió a asentir, esa vez a su pregunta, pero su contacto hizo que se retirara.

- No haga eso, por favor…  -pidió en voz baja.

No sabía qué opinión se habría formado de ellos pero… él no participaba en eso por voluntad. Aun así accedió a intentarlo, al menos una vez más. Pero cuando quiso volver a acercarse, ella ocupó su puesto y se puso a… a…

Se cubrió el rostro, avergonzado, al tiempo que profería un pequeño grito. Por mucho que no viera… escuchaba absolutamente todo. ¿Podía echarse tanto de menos la quietud de la vida en el templo? Intentó esforzarse en oir y no escuchar… por eso se sobresaltó cuando el hada le tomó de la mano y llevó hasta donde ella había estado para dirigirle en el cuerpo de Danae. No se sentía nada cómodo con esa chica cerca y las cosas extrañas que decía. Iba a aguantarse porque parecía saber bastante mejor que él cómo ayudar a su compañera y estaba seguro de que sus indicaciones le resultarían útiles en esa tarea pero eso no hacía que la tuviera en mejor consideración. Hizo lo posible por concentrarse en el movimiento suave de su brazo y no en la niña, que se había puesto a lamerla a su lado. En algún momento le había parecido que hacer eso estaba bien… pero cada vez lo dudaba más.

La elfa se habría decepcionado con Saya si no se aprovechaba de la cercanía para entregarle un beso, por lo que cuando su rostro se acercó a ella la recibió con la boca semi abierta para que pudiera introducirse con su lengua. La danza que recibió el hada fue feroz hasta tal punto que había pasado del interior de la elfa hasta ella sin que pudiera saber cuándo ocurrió. “En lo absoluto.” Dijo con una sonrisa superior.

Pero cualquier moderación o conciencia se fue de ella en el momento que la Hada empezó a lamerla. Ella por su parte ya se encontraba lo suficiente lubricada con la gran cantidad de fluidos con sabor a miel que se escapaban de ella. Por lo que los dedos de Saya penetraron sin demasiado problema junto con su lengua que hacia retorcer y gemir a la elfa de emoción. Cuando al fin se detuvo la alfa se había dejado caer al suelo.

“No mas…no voy a aguantar.” Comento mientras la seguían estimulando, ahora con el dildo, pero sin penetrarla. “Métanlo de una vez.” Dijo en un tono que era una mezcla de súplica y orden. Aunque no demoraron en cumplir su deseo por voluntad propia, haciéndola terminar un instante después de sus palabras solo con la instrucción del dildo. Con abundancia empezó a mojar tanto el dildo como las manos de ambas muchachas con sus fluidos viscosos, dejando escapar un largo suspiro.    

Aunque respirando entrecortada, levanto la parte superior de su cuerpo para mirarlas “Necesito una mas…” les informo con una sonrisa de alivio, mientras trataba de alcanzar al hada.

La actitud de la muchacha rojiza y de poco pecho no le gustaba nada. La había incitado a que se uniera más instintivamente y que dejara la cordura para otro momento pero parecía que no le gustaba cosa que le pareció mal desde un principio aunque ahora no era el momento de tratar sobre ese tema.

Al poco de haberla lamido y probado de nuevo tan delicioso néctar que disfrutaba como si la misma hidromiel fuera servida en el Valhalla - Delicioso - Pensaba mientras se incorporaba. Apenas el dildo haber entrado en ella rápido se vino. Quiso beber todo aquel fluído que salió de ella pero estaba la otra chica de por medio así que se aguanto - Menudo desaprovecho - Pensaba.

La elfa se levantó a lo cual Saya decidió acercarse hacia ella como si quisiera algo pero su comentario la confundió un poco - ¿Una más? - Susurró para luego caer en lo que quería decir lo que hizo que se sonrojase - Y yo quiero también - Volvió a murmurar para luego morder el labio inferior de la boca de la muchacha y tirar levemente incitándola muy sexualmente. Una de sus manos estaba en su parte íntima masturbándola hasta que Danae se levantó que la retiró y la puso en la cintura de la elfa a la par que la otra acariciaba su cuello desde el pecho hasta la barbilla - ¿Querrá unirse? - Preguntó refiriéndose a Shun.

Shun apartó las manos de la zona demasiado tarde. Había tenido suficiente… lo que fuera para rociarles a ambos y ahora sus manos estaban completamente pegajosas. No le gustaban las cosas pegajosas en general… pero imaginaba que las que salían de lugares íntimos de las mujeres tampoco lo hacían. Algo disgustado intentó limpiarse con la parte baja de su túnica. Con el susto se había dejado el dildo incrustado en las intimidades de Danae.

Al verlas volver a la acción se levantó y se retiró a una distancia prudente. Había prometido su ayuda y la había prestado pero no iba a tomar parte en más actos libidinosos. Seguía sintiéndose agotado y dolorido por el reciente combate y no tenía ganas de discutir pero eso ya no estaba bien.

Shun, quizas sea mi imaginacion. Pero sueltate un poco, que cada vez que intentan hacer algo contigo es como si te disgustara. Al final dejaran de proponertelo.

Observo como Shun se apartaba de ellas, sin decir nada pero sin ocultar su desagrado por tales actos. Aunque no tuvo tiempo para comentar algo porque pronto tuvo a Saya enfrente de ella, que le mordia pícaramente su labio inferior. Sin más se concentró solo en ella y las manos acariciaban varias partes de su cuerpo. Ella devolvió el favor bajando una de sus manos a la entrepierna del hada para comenzar a acariciarla, con más entusiasmo que antes frotando el clítoris de ella con su pulgar mientras introducía dos dedos en su sexo.

Escapando de su mordisco, sonrio. “No puedo esperar a que venga.” Comento con una voz melosa al tiempo que se acercaba para besarla apasionadamente. Arrastrándola hacia ella pasando su brazo por detrás del cuello de ella, mientras se apoyaba de nuevo en la tierra.

Podia sentir el dildo aun en su interior excitándola aun sin el movimiento de entrada y salida, pero si con el afrodisiaco que solta en su interior. Dejándola de besar. “Cogeme con fuerza con ese dildo.” Le comando con una autoridad que parecía natural en ella.

Al parecer la otra muchacha se va, bueno, ella se lo pierde. Se encogía de hombros mientras que la elfa comenzaba a acariciar su cuerpo. No podía sino estremecerse al notar aquella mano descender hasta su zona más privada. Nada más entrar en ella dos dedos gemió sonoramente y al comenar a estimularla no pudo sino comenzar a estremecerse de placer y a respirar entrecoratadamente. Correpondió a aquel apasionado beso y jugueteando con la lengua de la elfa de diversas maneras mientras pudo mas cuando se alejó un hilo de saliva caía de ambas bocas y, aún con la respiración alterada y entre gemidos, se lanzó a sus pechos una vez que se puso a su lado mordisqueando uno de sus pezones. Una mano fue directamente a aquel rosado y precioso dildo para comenzar a a quitarlo e introducirlo en la elfa de manera brusca y profunda, sin piedad alguna. Lo retiraba casi por completo haciendo que su interior comenzara a contraerse y luego recomenzaba a introducir aquel afordisíaco pene de golpe. Hacía que entrara casi en su totalidad incluso forzando los límites de la elfa seguramente entrando un poco en su útero pues sino llegaba la longitud la mano de Saya lo empujaba a la par que al estar tan cerca y profundo pellizcaba el clítoris de la muchacha. Luego lo retiraba de nuevo y vuleta a empezar una y otra vez - A...si - Gimió con fuerza dejando su pecho libre por un momento - ¿Te...gus...ta? - Respiraba a marchas forzadas al igual que inercalaba el habla con mordiscos a su pezón y gemidos varios.

“Ah!” Dejo escapar un pequeño cuando Saya le mordió uno de sus pezones. Estos hace tiempo se encontraban bastante duros y sensibles en especial luego de su primer clímax. La habia dejado escapar de su agarre porque también quería acariciarla por todo el cuerpo con su mano ahora libre. Por lo que la hizo descender por su espalda hasta llegar a la punta de su túnica. No habia que ser demasiado inteligente para descubrir lo que quería hacer la elfa, que comenzó a subir la túnica del hada para tenerle desnuda encima suyo.

Aunque no pudo terminar de sacárselo cuando sintió que obedecía su orden con una devastadora eficiencia. Sus gemidos empezaron a largarse y volverse más fuerte debido a la ferocidad por la cual la penetraba sin demasiada tregua para ella. Podia sentir como sus paredes interiores comprimían el dildo hasta casi adoptar esa forma para sentirlo de forma entera. La elfa inútilmente trataba de concentrarse en seguir con el jugueteo en las partes íntimas de la hada, pero se le complicaba con cada brusca embestida de aquel aparato que nublaba completamente su mente. Volviendola una esclava sexual de la hada que de afuera parecería controlar con facilidad a la elfa que se retorcia de placer y miraba extasiada para el cielo.

En medio de un grito de placer provocado por el dildo llegando al final de su utero, pudo como reacción hacer un fuerte tiron de su túnica para dejársela encima de la camisa esperando que ella misma se la saque además de meterse mas adentro de su vagina con su mano. “Dios…si..” dijo como pudo en medio de los gemidos llenos de placer que soltaba entre las embestidas del dildo.

Al ver que la elfa comenzaba a querer quitarle aquella túnica que le dieron en el templo y de un tirón se la arrebató dejándola en paños menores mientras que la fuerza de Danae disminuía a cada segundo que pasaba pues parecía que gozaba mucho con aquel dildo y más con cómo lo usaba Saya - Veo que te gusta - Susurró antes de morder y agitar ferozmente un pezón de la muchacha. Luego lo dejó y se quitó la ropa que llevaba encima para quedar totalmente desnuda ante ella. Normalmente se avergonzaría pero con el cuerpo de la elfa pidiendo más y sus dedos inmersos en su interior era casi imposible que ahora le importara mucho ese detalle.

Descendió por la elfa a base de besos mientras seguía torturando a aquel bello cuerpo con el pene rosado y afrodisíaco. Dejó una mano en sus pechos que apretaba uno de sus pezones para luego tirar de él hasta casi su límite de elasticidad haciendo que su pecho se levantase y luego sotándolo seguidamente de otra repetición. La otra mano estaba empujando aquel instrumento del placer mientras que ahora su boca se deleitaba con diversas lamidas a su clítoris hasta que, decidida, lanzó un pequeño mordisco a aquel lugar haciendo que se posicionara entre sus dientes. Lo lamía y apretaba a la par como tambíen tiraba ligeramente de él. Cierto eran que los dedos de la elfa salieron de ella pero poco le importaba ya, esta vez sería la elfa quien gozase más que nadie.

Como parecían tener para rato, Shun decidió mantenerse ocupado. Con suerte eso le ayudaría a no pensar en lo que hacían. Cogió la mochila y se puso a montar el campamento, cosa que no había hecho nunca y que, si no estallaba en llamas, terminaría por encontrar la forma de montarlo correctamente.

Ya enfrascado en el lío de la tela y los distintos palos que debían formar la tienda, se le ocurrió pensar en que tampoco había encendido nunca un fuego, por si se hacía tarde… Esperaba que alguna de las dos sí supiera porque la idea de una noche completamente oscura ahí fuera resultaba aterradora. Y luego estaba la advertencia de aquel mercader…

Oh, córcholis… ¿tenían que gritar tanto? >_////<

“Duele…” dijo con un tono que sonaba más sensual que enojado, disfrutando el mordisco que le daba en los pezones y demás jugueteo con sus liberados senos, que parecían botar alegremente por la respiración agitada de la elfa. Cuando empezó a estirarlos Danae los miraba con una sonrisa divertida ignorando el dolor que le producia al llevarlos a sus límites de flexibilidad, sin evitar seguirlos un poco para dejarse caer luego soltando un suspiro de alivio.

Mientras se terminaba de desvestir la observo desnuda atraída por la hermosa figura que tenía el hada, que aunque no tuviera el tamaño de desarrollo que la elfa, seguía siendo un cuerpo muy atractivo y con aspecto muy puro. Que además no se encontraba alterado con el de la elfa, que además de verde poseía unas hebras pegados en varios lugares que iba descubriendo sin problemas Saya.  

Sin embargo no duro mucho su descanso antes que el hada volviera a la acción, bajando con besos delicados que contrastaban bastante con las penetraciones intensas que la hacían gemir sin mayor remedio. Aunque no fue hasta mucho antes cuando sintió tanto lamidas como mordiscos en su clítoris que se estremeció en gran medida adelantando su cadera ante sus lamidas, pero agitándose con dolor ante lo segundo. “No, no hagas eso….no muerdas” Por suerte le había entendido antes que le digiera con mucho esfuerzo eso. Clavando sus manos en la tierra y ofreciendo aún más su cadera a ella, no entendiendo bien de donde sacaba su energía para hacerlo. “No puedo mas…” dijo en medio de sus gemidos mientras sus manos acariciaban los cabellos del hada empujando la cabeza de ella, contradiciéndose en lo que en verdad quería.