Partida Rol por web

Live Without Limits

Día 1 - Bienvenidos a Westworld - Sweetwater

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01/04/2017, 09:03
John Smith (Vicente Navarro)

Supongo que debí de estar más preparado para esto, para esa rapidez, pero no, sobretodo para actuar con ese desparpajo en algo así que solo era digno de psicópatas. Estaba acostumbrado al crimen denominado de sangre caliente. El de sangre fría, por suerte o desgracia se solía llegar cuando todo había terminado, no era habitual presenciarlo.

Venía totalmente confiado y esperando más bien un show como en el de los parques de atracciones. Había visto cadáveres y muertos, pero la sangre y los restos que impactaron en mi no me los esperaba. Sentí una arcada y no pude retener el vómito mientras intentaba limpiarme la cara como podía.

Cuando me puse calmar, aun con las manos en las rodillas presté atención, pues más bien ya estaba pensando en usar mi arma, pero lo que dijo me descolocó ¿Cazarrecompensas? ¿Acaso entonces Teddy no era quien decía ser?

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01/04/2017, 15:02
Ruby Rose Petterson

Sencillamente no lo esperaba. Porque esto es un maldito parque temático y jamás espero lo que de un segundo para otro sucede delante de mis narices. Primero es el ensordecedor sonido de un tiro, que atora mi sentido del oído como si hubieran detonado un maldito petardo fuerte muy cerca de mis orejas. Pero lo peor no es eso. No me pilla de lleno, como aquellos que seguían al tipo, que resultó ser el Sheriff, pero soy testigo de la matanza y solo único que puedo sentir es horror. ¡Joder! ¿¡Se acababan de cargar a un tipo de verdad!? 

Me quedo paralizada, alzando a cargar mi propia pistola por inercia. A mi no me salia matar a nadie, pero si defenderme. Luego más tiros, un momento pequeño de pánico e incertidumbre, alguien pota por aqui y por allá, pero el resto sigue como si nada. Me estaba perdiendo, mucho. ¿Declan Harp? Si es otro actor, lo hace muy bien, como el tipo muerto del suelo. Bueno, dos tipos muertos en el suelo. Y de pronto me siento idiota, sin poder evitar mirar alrededor para ver quien me esta viendo hacer de señorita asustada de mierda, como el niñato que había vomitado antes. Me guardo rápidamente el arma e intento mantener la compostura. ¿Porque no iba a ser un espectáculo muy bien montado? Como el resto de todo esto... Sencillamente brillante, tengo que sonreír complacida.

Su puta madre....- mascullo de buen humor, mandaba cojones el realismo. Si no fuera por nada, aplaudiría al barbar que tengo delante por la performance. Lástima que no me gusten los rabos, porque este desprende feromona de buena calidad. Luego hago un mohín de asco por vómitos varios.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Sumo 31.

Tirada mal interpretada antes. Es un post editado.

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01/04/2017, 17:25
Ethan Bullock

Al escuchar aquel grito increpando al sheriff, toda mi atención abandonó a la pavisosa mientras giraba sobre mí mismo para mirar hacia allí. Y entonces ¡Bam! ¡Joder! Con el primer tiro me encogí un poco, más por el sobresalto que otra cosa, pero me mantuve estoico como un tipo duro de película del oeste, imperturbable, como el jodido Wayne ese o como se llamase. Mis ojos se detuvieron sobre el tío de las dos cicatrices y poco a poco mi pose de tipo duro fue deslizando una sonrisa en mis labios.

¿A quién coño se le ocurría ponerse a disparar sin avisar? Estaba acostumbrado al olor de la pólvora, incluso traía a mi mente la excitante sensación de poder que siempre me sobrevenía cuando tenía un arma en la mano. Pero en la sala de tiro solía usar los cascos acolchados esos que protegían los oídos y... ¡Bam! otra vez. Miré alrededor buscando la fuente del segundo tiro. ¡Bam! La adrenalina empezó a extenderse por mis venas y solté una carcajada encantado por el espectáculo antes de que el segundo cuerpo cayera al suelo. 

Los actores eran jodidamente buenos, todo parecía muy real. No lo era, claro, pero lo parecía. Al final la experiencia sí que iba a ser inolvidable. Hasta me daban ganas de sacar mi pistola y pegarle un tiro al tío que acababa de disparar al asesino del sheriff para unirme yo también al juego. Me mordí el labio inferior conteniendo mi sonrisa y ladeé la cabeza observando los cuerpos del suelo y la sangre y... todo. 

—Vaaaya... —musité para mí mismo, alzando las cejas—. Qué puta pasada. 

Alrededor algunos vomitaban o se tiraban al suelo. Les dediqué una mirada pero mi atención regresó enseguida a los cuerpos y al otro tío que hablaba. Es que cada jodido detalle parecía de verdad. Me sentí como viendo a un mago hacer sus truquitos de salón. ¿Cuándo habían cambiado a los actores? ¿Sería un holograma? ¿Cómo mierdas hacían que pareciese tan real? Me daban ganas de aplaudir y todo, pero no quise estropear la experiencia inmersiva, así que en lugar de eso volví a poner cara de tipo duro. La actitud era lo más importante, vaya que sí. 

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02/04/2017, 13:07
Sophie Madison

El fiestero de las resacas, como lo había bautizado desde que le había dado el ibuprofeno, se ofreció a ir conmigo a comprar ropa.

- Sí, es que siempre me han atraído las causas perdidas. - Le respondí. - Sí, claro que tengo un arma y hasta sé usarla. - Respondí riéndome por la situación.

Comentó aquello de ir a comprar.

- Espera por si hay alguna cosa por aquí. Ve adelantándote si quieres que ahora voy y echamos un vistazo a este lugar.

Pues nada, parecía que no había ninguna maleta, pero claro, a mí nadie me había dicho tampoco que aquello fueran a ser dos días o dos semanas. De todas formas, cualquier mujer necesitaba una maleta aunque fuera a ser sólo cosa de unos pocos días.

- Igual puedo beberme los cien dólares hasta que no recuerde ni cómo me llamo.

Seguro que en la época cien dólares en alcohol podían matarme, a pesar de que no supiera exactamente los precios que tenían las cosas todavía.

Para cuando quise darme cuenta de que no teníamos maletas y todo eso, ya se habían movido la mayoría.

- ¡Pero qué prisas! - Pensé negando con la cabeza.

En aquel momento escuché un disparo. Venía de allí delante.

- ¡Joder pero si no nos ha dado tiempo a liar ninguna!

Estaba sonando por donde se habían ido los demás, por lo que ya pensaba que a alguno le habían disparado. Preocupada y sin pensar que podrían dispararme también a mí, saqué el arma que llevaba en la cintura y me acerqué de manera cautelosa para mirar qué era lo que había sucedido.

Para cuando tuve la escena delante mío, aunque a lo lejos pues no iba a acercarme demasiado por si acaso, vi a un tío al que parecían haberle volado la cabeza, uno con pintas de ser poco simpático que sin duda era quien había disparado y a mis compañeros de viaje tan blancos como el papel después de haber visto aquello.

Me quedé allí quieta, con el arma en la mano, sin ganas de acercarme a la escena en cuestión y observándolo todo desde la esquina de un edificio cercano.

Aún ni me había dado cuenta de quién era el que había perdido parte de la cabeza.

Notas de juego

Me edito, que no me había dado cuenta de que me estaban hablando.

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02/04/2017, 22:06
Rick Hyung Adams

No era la primera vez, ni mucho menos. Rick había estado en la guerra. En varias, de hecho. No porque estuviera en el ejército. Solo por vicio, por experimentarlo. Saber qué se siente cuando el mundo explota a tu alrededor, cuando llueven las balas.

Con suficiente dinero haces eso y más. Contratas a una docena de mercenarios, los mejores y más experimentados monstruos de la guerra, y haces que te lleven al corazón de la mierda, protegido por ellos y por una legión de burócratas y gobernantes que te cubren las espaldas porque no quieren que en la prensa salga que Rick Hyung Adams ha muerto por la dejadez de funciones del gobierno corrupto de turno. El tipo de mala prensa que uno no quiere porque la muerte de un famoso llena más titulares y provoca más condolencias en las redes sociales que la masacre de un millón de personas una noche en un lugar perdido en el culo del mundo. Incluso en el pozo más negro, el dinero te permite ese apoyo. La guerra sigue a tu alrededor pero te rodea como si estuvieras en una burbuja.

Pasas miedo, sufres heridas e incluso debes salir por patas alguna vez. Pero no te están disparando a ti directamente y pasas por el escenario como si llevaras un salvoconducto.

Pero allí vas preparado. Sabes que vas a encontrarte con eso. Te entrenas, te conciencias. Porque es la guerra. No un parque de atracciones lleno de gente disfrazada de paleto irlandés del XIX, donde bajas la guardia, miras para otro lado y un disparo repentino y muy realista estalla a pocos metros, y giras la cabeza a tiempo para ver cómo un tipo vuelve a disparar y le revienta la cabeza a otro.

Rick se sobresaltó e instintivamente se agachó para ocultarse, con el corazón en un puño, asustado. Otros huían, y algunos echaban la pota. No se lo reprocharía: él mismo sintió que se le encogía el estómago. Fugaces imágenes de horrores y atrocidades vistas en sus viajes pasaron por su mente.

Entonces el tirador habló, y Rick comprendió que era todo parte del maldito espectáculo. Una puñetera actuación.

 

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04/04/2017, 03:38
Sarah Winters

Tras la invitación genérica de Ethan hacia todos estuve a punto de acompañarle. O, más bien, de ir al mismo sitio que él. Sin embargo cuando siguió hablando y me dijo eso las ganas se quedaron atrás, no sé ni dónde. Lo miré, entendiendo lo que decía, y me sentí al mismo tiempo con un calor creciente en las mejillas y helada por dentro. Estaba claro que si alguien era capaz de cargarse unas vacaciones así ese era él. Y aunque quería pensar que estaba en mi mano no permitírselo la verdad es que no sabía muy bien qué hacer.

Sin embargo no llegue a poder decir o hacer nada. Antes de que pudiera reaccionar el sonido de un disparo se llevó mi atención y mi mirada. Di un inevitable respingo y llevé los ojos hacia allí a tiempo de ver al chico amable del tren caer al suelo, muerto. Vale, estaba claro que no podía estar muerto de verdad, muerto, muerto, pero aquello era impresionante y terrorífico.

Vi a la gente de la calle correr, pero mis ojos estaban en la sangre del supuesto muerto. El frío de la vergüenza se había disipado, dejando sitio a uno mucho más profundo. Me sentía helada por dentro. Y no me temblaban las piernas, como yo misma habría esperado, ni tenía ganas de llorar. Simplemente me sentía helada.

Otro disparo resonó en el aire y en mi cerebro, pero a mí no me afectó en absoluto. Mis pupilas estaban dilatadas y me sentía extraña, como si yo misma estuviera fuera de mi cuerpo. Para cuando pude reaccionar y vi a Sophie con el arma en la mano sostuve con firmeza mi pequeño bolso. Miré alrededor, entendiendo que el peligro ya había pasado. Había pasado sin que yo prácticamente me diera cuenta de lo peligroso que era todo, sin que fuese capaz siquiera de esconderme.

Miré a los demás. Dos de los que más duros habrían parecido habían vomitado e Ethan volvía a estar haciendo el capullo. Al lado de lo que acabábamos de ver sus comentarios no eran anda. Aunque bien pensado, si esto era vivir al límite... A lo mejor prefería seguir como antes. A él podía parecerle una pasada, pero a mí más bien una broma sin gracia.

—Eres un maldito idiota —sentencié dedicándole la que probablemente sería la mirada más fría que me habría visto jamás.

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04/04/2017, 19:02
Declan Harp

Lo ocurrido también parecía afectar a los presentes, muchos de los que antes paseaban en las calles habían huido. Además de que, los pocos que quedaban en las cercanías del apeadero de Sweetwater no miraban con buena cara al tal Declan Harp. Un mestizo de sangre no era el tipo de persona con el que te querías juntar si querías una vida tranquila, mézclalo con la profesión de cazarrecompensas y tienes un saco de desgracias por venir.

A Declan solo le importaba lo que le importaba, un montón de monedas en el bolsillo para gastar en un par de tragos de bourbon. 

-¿Y bien?- señaló las estrellas en los pechos de los presentes, no muy sorprendido de los fluidos y tejidos que les cubrían. -¿Alguno de vosotros se va a convertir en el nuevo sheriff y me va a pagar lo que me debe? ¿O quizás ninguno tiene un buen par de pistolas para defender esta estrella?- arrancó del pecho de Teddy Flood la estrellita de sheriff, ofreciéndola a los presentes.

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04/04/2017, 19:21
Andrew Vandall

Un poco más allá seguían los soldados de la Unión, que habían presenciado todo. Ellos conocían la ley del oeste y su razón para estar en ese lugar no era otra que combatir a los indios. Las rencillas, los cuatreros y las recompensas no estaban hechas para su estilo de vida. 

Ellos formaban parte de las filas del 49 regimiento de infantería, les daban de comer y les proveían con ropa y sueldo hasta que acabara todo aquello. Una vez que aquellos sucios indios estuvieran exterminados y dejaran de ser una amenaza, volverían a casa con sus esposas a vivir el sueño americano.

Era por esa razón también que sus miradas hacia el sangre mestiza eran matadoras. Odiaban a los indios de forma visceral y la Nación Fantasma comenzaba a ser un problema grave.

-¡Combatan por su país! ¡Por la libertad y la unión! ¡A las armas! ¡Tres años de servicio y podrá volver a casa con su familia con una paga que jamás imaginó!- gritaba un apuesto soldado. Hasta las mujeres podrían unirse si así lo deseaban, algo raro pero no insólito ver mujeres soldado. El soldado además repartía propaganda a todo el que se le acercara. -¡Es urgente! ¡Incorporación inmediata al regimiento!

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04/04/2017, 19:25
Narradora

El resto de la calle no contaba con nada particular y al mismo tiempo lo tenía todo. Sweetwater era el centro de aquel lugar, un pueblo evidentemente minero y ganadero. Cualquier cosa que necesitaras Sweetwater la tenía.

Por ello al pasear por la calle principal se podía distinguir un par de hostales, la oficina del sheriff, la oficina de la pony express co., el restaurante del lugar, los baños, la barbería, la western union, el herrero, los US Marshall, el fotógrafo, la casa de empeños, el enterrador con sus ataúdes dispuestos y expuestos, el carpintero, una tienda de todo, el banco y como no, el saloon y hotel mariposa. 

En la puerta del saloon había ya un par de señoritas, mostrando la mercancía y mirando de forma pícara a todo el que pasara. Invitaban así a una visita casual o de larga duración, a gusto del consumidor.

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05/04/2017, 10:20
John Smith (Vicente Navarro)

Una cosa era ser ayudante del Sheriff, hay quien te va a orientar, las cosas están encaminadas. Pero imaginé que ser el Sheriff y sin tener ni puta idea no sería fácil. Es más, era lo opuesto a algo divertido. Habría que encargarse del papeleo, como lo de este caza recompensas. Buscar el dinero, dárselo, pedirlo a las instancias superiores para que a su vez volviese a esta oficina, encargarse del cuerpo, etc etc etc. Una soberana mierda. Así que no, no pensaba presentarme voluntario a algo que me parecía más un marrón que otra cosa.

Un poco más allá estaban los del ejército ¿Ser soldado de la unión? No sé… Pasar una instrucción, revolcarse por el barro… tampoco parecía muy atractivo. Suspiré pues mis planes de pasarlo bien se habían esfumado de un plumazo.

Esperé un poco a ver que iban a hacer los demás, quizá me diese alguna idea. En caso contrario daría una primera vuelta por todo el pueblo.

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05/04/2017, 12:06
Rick Hyung Adams

Rick se incorporó y comprobó que sí, que aquello era una actuación. Sin duda estaba conseguido, y sin duda era algo común (quizá lo repitieran tres veces al día en horarios fijos, no fuera que algún visitante se perdiera la experiencia), porque la vida siguió casi que como si nada. Algunos figurantes habían huido, pero aparentemente la dinámica del pueblo se reanudaba a pesar de la tragedia de tener a un (supuesto) hombre con la cabeza abierta en mitad de la calle. Es decir: el espectáculo debía continuar y aquello no era una obra de teatro, era una recreación de la vida en un pueblo en el desierto.

Rick sintió la boca pastosa, tanto por el susto que acababa de sentir como por ese mismo ambiente seco y polvoriento. Decidió que era un buen momento para entrar en el saloon y pedir una copa, antes de coger el tren o lo que fuera que tuvieran allí para irse del parque.

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05/04/2017, 19:15
Douglas Merry

Douglas no daba crédito a lo que acababa de suceder ante sus ojos. Todo en un momento. Estaban hablando sobre lo divertido que sería ser ayudantes de sheriff y los juegos de niños y ahora tenía que limpiarse los sesos del individuo con el que había compartido unos whiskys en el tren de su chaqueta.

Todavía miraba atónito al cazarecompensas barbudo.

- Joder.- fue lo único que consiguió articular. - ¿Sheriff? Hostias, parece un trabajo realmente... precario.

Pero miraba de reojo la bonita estrella que le tendía el barbudo mientras esperaba que el traje negro ocultase la meada que le había provocado el susto. Intentó recomponerse lo más rápidamente posible.

Tomó la estrella de las manos del barbudo aparentando más decisión de la que tenía. Sus piernas aún temblaban. Pero no se la puso. En lugar de eso se la tendió a Ethan:

- Eh, tú eres el que más pinta de duro tienes. ¿Qué te parece?

Espero la respuesta de su compañero:

-  Sea como sea creo que no nos aburriremos. Veo muchos ganchos dispuestos para arrancar.- dijo mirando en todas direcciones - Este sitio es mucho más espectacular de lo que me esperaba. En todos los sentidos. 

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06/04/2017, 18:26
Sophie Madison

Aquel tipo había matado a otro porque le debía dinero.

- Sí, señor. Todo realmente civilizado...

En el momento en el que pensé eso me di cuenta de lo que estaba pensando.

- ¿Dónde coño nos han metido que están matando a gente?

El que había dicho que aquello iba a ser divertido era un auténtico gilipollas. ¿Qué clase de persona se divertía viendo morir a la gente?

- Sí, claro, serán como el tío de antes, imagino que no están matando a personas de verdad. ¿Serán robots? Espero que lleven pilas o algo, porque sino juro que cuando salga de aquí voy a gastarme hasta mi último centavo en abogados - y eso, era mucho dinero.

Quise pensar que nadie en su sano juicio tendría un negocio e iría matando gente, por lo que dejé de temblar pensando eso, que todo estaba preparado para que alguna idiota como yo pensaba en que era una persona real.

- Mierda de sitio...

Todo estaba lleno de polvo y vamos a ver... ¿aquí que hace la gente para divertirse? Bueno sí, los hombres ir al saloon supongo, pero ¿las mujeres?

Casi bufando por la mierda que me parecía haber acabado en un sitio como este, salí de mi escondite, y caminé por la calle principal, por el otro lado donde el sicópata pedía sus mierda de dinero amenazando prácticamente con seguir matando a los posteriores sheriff si no cobraba.

Reparé en que había un militad reclutando gente.

- Sigo sin ser un hombre... - Eso quedaba claro sólo con mirarme.

Reparé en las prostitutas de turno. A eso sí que pasaba de dedicarme. Seguramente fuera lo más divertido del lugar, pero si se me acercaba uno de esos hombres que seguro que llevaban un mes sin darse un baño, seguramente terminaría vomitándoles encima.

Lo único que tenía un poco de sentido era buscar un lugar donde poder pasar aquella noche y vi un pequeño hotel.

- Seguro que la tele es una pasada. - Murmuré con la mala leche que no hacía nada más que crecer.

Así, decidí caminar hacia el hotel en cuestión, era lo más sensato, sobretodo, dado que mi humor se iba poniendo cada vez más negro y seguro que si alguien se me acercaba iba a mandarlo a la mierda.

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06/04/2017, 20:38
Ruby Rose Petterson

Suerte con esa deuda, vaquero - me doy un toquecito en el sombrero, divertida. La performance había sido espectacular y el tipo era bastante llamativo. Lástima que no me gustaran los nabos, repito. Eso no quita que no puedo jugar y mantener el rol que a mi me saliera de ahí. Porque... ¿acaso estas no eran mis vacaciones? - Lástima que la ley me parezca demasiado aburrida... - le guiño un ojo al barbas Harp y un imán de curvas, tez morena y ojos claros llama mi atención. Por ese motivo mis pies comienzan a andar solos para el saloon. No estaba segura de querer repetir la experiencia con la azafata-prostituta de antes, pero nadie me impedía mirar. Y no es me hiciera la estrecha o que nunca hubiera tenido sexo con una puta, y el polvo había estado de puta madre... Lo que no me molaba del todo era un poco el teatrillo. Pero oye, que me quiten lo bailado. 

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07/04/2017, 13:47
Ethan Bullock

Tan sólo respondí a Sarah con una risita entre dientes. Era de esperar que la mosquita muerta no pudiese apreciar lo cojonuda que había sido la actuación, pero no le dediqué ni una mirada, demasiado interesado en lo que seguía pasando ante nosotros. 

Cuando el tío que se había cargado al sheriff se puso a ofrecer la estrella, miré con curiosidad hacia los que se habían apuntado a ser sus ayudantes, pero al ver que uno de ellos me la ofrecía a mí, qué puedo decir... Me hinché como un pavo y mi sonrisa se amplió. 

Estaba acostumbrado a ser elegido el delegado de la clase, desde siempre. Y el presidente del club de debates, miembro del cuadro de honor, delegado estudiantil... Y algún día sería como mínimo un importante senador. Que ese hombre se hubiese dado cuenta de que yo era la persona adecuada para cualquier cargo de relevancia demostraba que tenía ojos en la cara y eso hizo que me cayese un poco mejor. Mi ego sonreía casi tanto como yo y a punto estuve de aceptar sólo por eso.

Peeeero, para hacer esas cosas ya tenía mi vida. Allí había ido a «Vivir sin límites», no a encorsetarme en el chaleco demasiado estrecho de miras de la ley. Así que tras una leve dilación, moví la cabeza horizontalmente con una sonrisa encantadora en los labios. 

—Eh, tío, es un honor que pienses en mí... Pero no quiero la estrellita. Es que he venido aquí a divertirme y con ella seguro que vienen muchas responsabilidades también —Me encogí de hombros—. Este sitio es una puta pasada y seguro que hay mejores opciones. Pero gracias, ¿eh? —Miré alrededor, con ganas de explorarlo todo, comenzando por el Saloon del que veía asomar a un par de preciosidades—. ¿Por qué no pasas tú también de esta movida y vamos a tomar una copa?

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08/04/2017, 01:26
Sarah Winters

Miré alrededor, un poco inquieta, cuando las cosas siguieron sucediéndose. Me sorprendió para bien que el cazarrecompensas ofreciese la estrella a quien la quisiese: estaba claro que era una forma de enganchar a alguien de lleno en la trama desde el principio. Yo ni siquiera me planteé aceptarla, claro. No sólo porque no podía imaginar a un sheriff que no fuera un hombre, sino también porque aquello era llamar demasiado la atención incluso cuando estaba viviendo sin límites.

Al ver que uno de los que habían llegado en el tren cogía la estrella una breve sonrisa apareció en mi cara. Sin embargo que luego se la ofreciese a Ethan... Siempre él, claro. Fuese como fuese y desde que éramos críos, él tenía que ser siempre el ejemplo que los padres ponían. No me sorprendió que la rechazase, después de todo en el fondo era un canalla. Y sólo había que mirarle un par de veces para darse cuenta de cómo se le iban los ojos siempre hacia los mismos sitios. Pero nadie notaba eso, claro.

Con un resoplido decidí pasar de él. Que le dieran, acabábamos de llegar y ya estaba harta. Este sitio era la caña y si tenía que repetirme cien veces que no iba a dejar que me lo amargarse, me las repetiría. Así que al ver que Sophie se largaba pensé en echar también a caminar. Pero no quise hacerlo detrás de ella para no parecer una acoplada, así que tardé aún un poco en moverme del sitio, buscando un nuevo destino mientras usaba la mano de visera y entrecerraba los ojos. Al mirar de nuevo la calle y ver un fotógrafo mis ojos se iluminaron. Si lo que te daban era algún tipo de recuerdo de esto, sí que se habían currado el integrarlo. Y si no había nada de eso y era otro elemento más de la ambientación... Pues joder, olé por ellos también.

—Eh, voy a... —empecé a decir, con la idea de que no dejábamos de ser una especie de grupo en un parque temático. Ni siqueira sabía si alguien me estaba haciendo caso en realidad, así que lo atajé cuanto antes—. Allí —señalé refiriéndome al establecimiento de fotografía. Y con esas palabras sujeté la falda de mi vestido y eché a andar.

De pasada fue inevitable que mis ojos se desviasen hacia las chicas del Saloon. ¿Serían también actrices? ¿Llegarían a...? Si era así seguro que el viaje de más de uno empezaba y terminaba ahí. A veces los hombres eran un asco.

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10/04/2017, 16:26
Narradora
Sólo para el director

Notas de juego

Recordatorio:

Archer, Douglas, Vicente: ?

Sarah: fotógrafo.

Ethan, Rick, Ruby: Saloon.

Sophie: Hotel.

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10/04/2017, 18:17
Douglas Merry

Douglas miró la estrella que todos rechazaban.

Eran responsabilidades. Y peligros. Y probablemente hasta papeleo. Y coordinar equipos. Estaba allí para divertirse, no para hacer en el viejo oeste unas tareas que le recordarían a su día a día. Por eso fue el primer sorprendido cuando se clavó la estrella en su solapa.

- Oh, bueno... dudo que el papeleo sea más complicado que revisar la programación de los algoritmos de búsqueda. Aún así amigo acepto esa copa. Vamos a celebrar que hay un nuevo sheriff en la ciudad.

Se volvió hacia el cazarecompensas.

- Venga con nosotros señor Clap. Si no tiene inconveniente le pagaré lo debido después de haber tomado unas copas con mis amigos y así, de paso, me puede poner al día de quién será el siguiente que intentará volarme los sesos. Soy nuevo en esto pero le aseguro que aprendo muy rápido, sobre todo si hay algún profesional cerca que pueda explicarme cuales son los requisitos para el desarrollo.

Para Douglas todo se limitaba a eso: analizar el proyecto, los recursos existentes y buscar la mejor solución. La vida no era más que el sistema informático más complejo que existía. 

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10/04/2017, 18:25
Archer Jackson

¿Habéis probado alguna vez beber por la noche, recuperaros un poco durante las horas siguientes, con agua, pastillas y algo de comer, y luego que le vuelen la cabeza a alguien en mitad de la calle?

¿No? ¡Yo sí! O acababa de probar eso. Y vomitar en consecuencia. Era delicioso. Me dolía la cabeza y la reacción emocional había sido increíble. Aunque mi mente racional decía que todo era falso, mis emociones y mis tripas lo habían visto real.

—Yo quiero largarme de aquí —dije recuperándome. En mi boca sólo había sabor a bilis. Era repugnante. Al principio estab dispuesto a pasar unos días en aquel lugar, sobre todo si podía ir con la pelirroja. Pero ahora... no, ahora no. El lugar era un sitio que ni para comandos marines boinas verdes. ¿Se podía ser las tres cosas? Seguro que sí. Y tendrían que ser así los que fueran. Yo quería las ventajas del agua caliente y un lugar que no me afectara así.

Me di la vuelta (y pocos pasos había dado ya) para volver a meterme en el tren o buscar en la estación uno de vuelta a la central del lugar. Afortunadamente no había pagado nada por todo esto.

 

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18/04/2017, 13:04
Narradora

Las chicas de la puerta del saloon Maripoosa sonríen al ver llegar a los nuevos visitantes, siempre era bueno ampliar la cartera de clientes y con ello las monedas que llevarse al bolsillo. Sus miradas eran poco discretas, nada que ver con una señorita de la época, porque claramente no eran señoritas. Un “bienvenido guapo” salió de los labios de la preciosidad de ojos claros al ver al nuevo sheriff entrar en el lugar.

Dentro el local era amplio, con una pianola sonando en un rincón y varios vaqueros rudos tomando un trago mientras se alegraban las vistas. En una mesa cuatro tipos parecían jugar a las cartas, uno de ellos con una mujer en su regazo.

Las mujeres del lugar estaban expectantes, esperando y desesperando por tener algún cliente. Su trabajo no siempre era plato de gusto, pero podían decir que tenían más libertad que otras mujeres de la zona. Además de hacer mucho más dinero si eran buenas en lo suyo. A veces hasta incluso el trabajo no era tan pesado como pudiera parecer, más si entraban clientes como los que habían cruzado la puerta en ese momento, que tenían toda su atención.

El camarero miró a los clientes recién llegados y se fijó sobre todo en la estrella del sheriff.