Partida Rol por web

Tras oír las palabras del Soldado Grish, inspecciono el terreno con mis propios ojos.

- "Parece que hay proyectiles sin detonar. Podría ser peligroso.

Creo que lo mejor es explorar el terreno por el que tiene que pasar el Chimera para evitar hacer detonar una de esas cabezas explosivas.

¡Capitán! Nuestro camino a Ishmail ha sufrido un severo bombardeo. ¿Cuáles son sus órdenes, Señor?" -

¿Está la carretera minada?

- "Firro, necesitamos que eches un vistazo a la carretera." -

Después respondo al Capitán:

- "Eso parece, mi Capitán. Nuestro tecnosacerdote nos lo confirmará enseguida." -

El padre Karras miró los cráteres. Esto era trabajo de soldados. Y hasta ahí podía leer. Volvió al vehículo.- Parecen marcas de obuses a lo largo de la carretera. Quién los ha disparado y con qué motivo no lo alcanzo a distinguir. Sargento, dispone el Chimera de radio para contactar con nuestro enlace en tierra y saber si hemos sido nosotros los que han bombardeado la zona?

- "Conductor. ¿La radio está operativa?" -

Las conversaciones llegaban levemente hasta el interior del transporte. ¿Están hablando de obuses sin detonar? Pregunté a todos en genera mientras me refugiaba en mi armadura apretando el cuello en el interior con gesto preocupado. Había oído que no quedaba mucho de un transporte en caso de que un obús del 105 o superior impactaba cerca. Un interesante giro de los acontecimientos. Menos mal que nuestros expertos están con nosotros. Uf... Sabía de muyyy buena tinta que los tecno-sacerdotes asignados a la escuadra sabían lo que se hacían. Estará solucionado en unos minutos, seguro. Dije sonriendo intentando convencerme a mí mismo. De nada serviría un medico si la cosa fallaba. Por alguna extraña razón no levantaba mucho la voz, casi susuraba, como si aquellos explosivos pudieran oirme.

- "Puede ser bastante peligroso avanzar sobre esta carretera llena de cráteres y con algunos obuses sin detonar.

Esto sin duda retrasará nuestro avance, por lo que vamos a tener que proteger bien nuestra retaguardia.

Soldado Flavion, permanezca dentro del Chimera al cuidado de los heridos.

Venria seguirá en su posición elevada, vigilando la retaguardia.

Firro irá el primero, inspeccionando la carretera. Yo le seguiré para darle escolta y protección.

Grish, Padre Karras. Ustedes y sus binomios protegerán la retaguardia y los flancos." -

Nihilus dio órdenes al equipo, ignorando por enésima vez a su superior, que parecía estar sobrepasado por los acontecimientos.

La radio del vehículo estaba muerta, al igual que todos los augurios. Tampoco es que fuera una radio de largo alcance. Sin embargo el capitán Septus sí tenía un vox-caster de largo alcance, aunque se resistía a usarlo, por miedo a ser descubiertos.

Lo usaremos -concedió- pero sólo después de que nuestro tecnosacerdote haya comprobado que podemos seguir avanzando. No me arriesgaré a recibir una salva de artillería o tener que huir por una carretera minada.

-Sí, señor -dije mientras hacía unas señas a mi servidor para que me acompañara en la exploración de los misiles. Podría calificarse de una zona de muerte, pero no tenía que preocuparme de todo aquello que no fueran los obuses. Solo en ellos, de la cobertura que se encargaran los demás.

Así que con mucho cuidado me acerqué al primer obús y comencé la inspección con cuidado y tranquilidad. Si alguien me metía prisa, tenía la respuesta perfecta para dicha persona, fuera quien fuera.

- "Hummm..." -

Venria no respondió al sargento, se limitó a obedecer después de haber montado el bolter pesado con la ayuda de su fiel ayudante

Recibido sargento. Los mantendré vigilados. Comuniqué rapidamente con el comunicador. Corto. Como había ordenado el sargento me puse a revisar los vendajes y los demás aspectos de los pacientes que requerían cuidados.

Asiento a Flavion mientras aguardo el informe de Firro.

     No había mas que decir. Grish ocupó su lugar en la formación como había ordenado el sargento. Mark tampoco necesitó mas explicaciones para seguirle. Pese a todo lo que estaba ocurriendo eran soldados aplicados y sufridos.

Cuando terminé las comprobaciones con seguridad y tranquilidad, pude volver sabiendo que, una vez más, había cumplido con mi cometido. Me giré hacia el sargento y le hice un gesto para que me siguiera de nuevo delante del capitán. Parecía que empezaba a molestarse porque habláramos e hiciéramos ciertas cosas.

Una vez delante del mando de mayor rango y con el sargento cerca, les dí el informe de todo lo que había averiguado, con unos términos sencillos y claros. No podía hablar de porcentajes, estadísticas o probabilidades ya que los militares eran pragmáticos, y eso les desorientaba mucho.

Cuando terminé de dar el informe me quedé quieto- ¿Puedo volver al chimera, señor? -fue la única pregunta que dije. Mi labor había sido cumplida con éxito una vez más.

- "A ver si lo he entendido. Dices que es seguro para el Chimera seguir por la carretera sin necesidad de un reconocimiento previo del terreno.

Que esa tremenda descarga de artillería concentrada fue disparada por el enemigo en principio contra los nuestros, pero que erraron en las coordenadas. ¿Es correcto, Firro?" -

-No creo que una lluvia tan concentrada fuera por un desvío, y si hubiera impactado en el objetivo habría restos de chatarra y cuerpos, por lo que la lógica indica que debieron de recibir las coordenadas erróneas o las malinterpretaron. Fallo humano.

Mientras decía esto intentaba señalar la zona para ayudarse, ya que no tenía acceso a un mapa hololítico para mostrarles lo que quería decir.

- "¡Mi Capitán! Nuestro tecnosacerdote cree que el camino no es peligroso. ¿Cuáles son sus órdenes?" -

El oficial meditó sobre la información y finalmente tomó una resolución.

Si el radio de disparo es de cincuenta metros quiero que dos de sus hombres se adelanten hasta 100 metros y vayan marcando los proyectiles sin detonar. Yo comunicaré con el Mando Terrestre, cuando termine seguiremos nuestro camino.

El tiempo detenidos en aquella carretera había sido suficiente para que empezase a amanecer y el sol de la estrella empezaba a iluminar aquella cordillera rocosa.