Partida Rol por web

Tristan comienza a avanzar por la zona alta dando un rodeo al campamento y en un momento determinado se detiene al darse cuenta que el viento sopla hacia el norte. Quizas eso sea importante para que vuestro olor no llegue hasta los lobos que dormitan atados al poste.

Siguiendo a Tristan descendeis la ladera con sumo cuidado y aunque alguno del grupo hace ruido parece que no es suficiente como para alertar a los trasgos, que aunque mas disciplinados que lo que habiais oido de ellos tampoco son centuriones del reino. Asi una vez abajo os preparais para sorprender a la patrulla cuando pase a vuestro lado.... Que es en este momento!

Tristan alejado un poco del grupo, en la retaguardia para dejar al resto de sus compñeros con mejores armaduras y diestros en el combate cuerpo a cuerpo que golpeen, el se queda detrás mirando si alguno de los trasgos tiene la posibilidad de huir o de dar la alarma con su arco preparado por si tuviese que disparar.

Baelrick alzó la maza de la justicia sobre su oponente.

En su interior rezaba para que su dios le fuese favorable. Era el momento de la acción.

Me quedo atrás, sacando mi honda y preparándola para atizar con ella al trasgo que considero está más lejos de cualquier compañero (y por tanto, tendría más oportunidades de escapar y dar la alarma)

Whilhem con un tono bajo y amenazador le dice a los ladrones antes de salir para luchar contra los trasgos "recordad lo que os dije antes sobre las sorpresas y vuestras vidas".

Whilhem con sigilo sale al lado Baelrick equipado con la espada, el escudo y la cuerda colgante próximos a los ladrones que están a unos metros de él. Y golpea un espadazo a uno de los trasgos sorprendidos que no sea el de Baelrick.

Wulwaif surge de entre la maleza y ataca a uno de los trasgos que esta echando mano de su espada y que al verlo da un salto hacia atras esquivando el ataque.

Dos de los trasgos desenvainan sus espadas y uno de ellos intenta golpear a Wulfwaif pero con tal torpeza que con el impulso que le da al golep cae al suelo ante vosotros. Mientras el otro va a por Whilhem pero aunque no tan torpe como su compañero la precipitación de us ataque provoca que el golpe choque contra la armadura del paladin.

Uno de los trasgos recibe una pedrada en la cabeza y cae al suelo inconsciente, mientras el valiente clerigo de Rivulus levanta su maza y al caer sobre el cuello de otro de los trasgos lo rompe con un sonoro crujido.

Tristan veindo que sus compañeros no habían conseguido el cometido de eliminarlos en un asalto intenta ayudarlos disparando una flecha con su arco , pero esta vuela lejos de su objetivo, parece que se une a sus compañeros que han fallado el ataque, no pueden seguir así si quieren conseguirlo sin llamar la atención.

Despues de vuestro sorprendente asalto los dos trasgos restantes reaccioan echandose hacia atras para intentar aguantar vuestras acometidas y pedir ayuda a sus compañeros. Uno de ellos abre la boca para gritar pero una piedra se estrella contra su rostro saltandole varios de sus podridos dientes.

El clérigo había acabado con uno, era momento de amortajar al otro.

Sus compañeros se mostraban también eficientes en el combate. Rivulus les era favorable.

El guerrero lanza un espadazo contra el trasgo desdentado pero este a pesar de la herida levanta instintivamente la espada para parar el golpe provocando un sonido de metal contra metal

Tristan recarga rápidamente el arco y vuelve a disparar contra su objetivo buscando esta vez acabar con él, no por clemencia, si no por necesidad. La flecha sale con puntería mortal contra el horrendo ser de piel verdosa, atravesando el ojo y dejándolo totalmente rígido, cayendo como un árbol talado.

Tras un muy breve espacio de tiempo, (no mas de veinte segundos) los cuatro trasgos caen al suelo desprovistos de vida. Aunque casi no habeis hecho ruido en la escaramuza os quedais quietos y observais a vuestro alrededor pendientes de que el resto de trasgos o los lobos os hayan escuchado, pero parece que habeis tenido suerte y que todo sigue en calma.