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Londres Nocturno: El precio del poder

Capítulo 1: La Reina de Espadas

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30/09/2014, 04:04
Lady Anne Bowesley

Llegáis a la Corte de Justicia, y tras asearos rápidamente, os presentáis ante la Reina. Andre se había excusado, y no quiso ganar crédito por vuestra misión, así que allí os encontrabais, en el despacho de Lady Bowesley, Mycroft, Arthur, Morgan y Ernest, frente a la Reina, que terminaba de escribir en unos papeles sobre su mesa para levantar la mirada con una dulce sonrisa.

¿Ha habido suerte en la búsqueda, mis queridos hijos? - preguntó. Arthur y Mycroft callaron por el momento. Probablemente expusieran sus propias ideas más tarde, y en privado, con la Reina.

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02/10/2014, 02:00
Morgan

Arthur y Mycroft callaron.

Andre no estaba.

Ernest, Ernest.

Sabía reconocer una encerrona cuando estaba delante de una, planificada por los presentes o fruto de la "casualidad". Maldecía la ausencia de su pariente, aunque tenía que reconocer que se había retirado en el momento más discreto (no es bueno que todos se arriesguen, sobre todo con recompensa tan magra de tanto riesgo)... pero mientras tanto era él, y el Alguacil también, suponía, los que tenían que plantar cara ante la situación.

-Su Majestad -dijo, con una pequeña genuflexión ante su presencia- Tuvimos éxito. Encontramos al Primogénito y hablamos con él.

"...ahora..."

Aquella era la mayor danza de cuchillos que un neonato, sobre todo uno bajo el foco como él, podía acometer. Grandes podían ser los beneficios, como grandes las penurias si fracasaba siquiera en un peldaño. Tenía que ser perfecto.

 

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02/10/2014, 02:47
Lady Anne Bowesley

La Reina clavó los ojos en Morgan, unos ojos con mucha profundidad, que denotaban ya varios siglos de existencia.

Y os contó... ¿qué? Deduzco que debió ser satisfactorio, o lo habríais tenido que traer a rastras, ¿verdad? - preguntó la Reina. El tono era discreto, calmado, de alguien seguro de obtener algo bueno.

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04/10/2014, 02:04
Ernest Worthington III

Ernest saludó a Lady Anne con una respetuosa reverencia y dejó que Morgan fuera el primero en responder a sus preguntas, pues quería ver si este en su intervención intentaba alguna de sus argucias, pero el ventrue fue sorprendentemente comedido en sus declaraciones. Era evidente que ello se debía a que Morgan sabía que si querían salir de allí de una pieza no podían cometer ningún error.

Ante la segunda pregunta de la Reina, Ernest decidió quitar un poco de presión sobre su compañero de desventuras y compartir la carga de aquella reunión. 

   - Así es mi reina, aunque fue reticente a compartir su información.- Asintió el conde interviniendo con solemnidad.- Primero intentó manipularnos y seducirnos para que formásemos parte de sus insulsas maquinaciones, insultando nuestras personas como si estuviese deseando iniciar una confrontación, algo que sin duda le fue indicado por su Sire, que al parecer a vuelto a la ciudad.- Al revelar aquello miró ligeramente a Arthur como esperando su confirmación ya que el había sido quien les había aclarado aquel punto.- Sin embargo con la... "persuasión" adecuada y la inestimable intervención de Sir Halesworth, al final Haversham terminó por revelar que los nosferatu no fueron los causantes de la muerte del tremere, si no una alianza entre la inquisición y los magos que están confabulando para purgar nuestra presencia de la ciudad de Londres.-

Dicho aquello, calló a la expectativa de cual sería la reacción de Lady Anne ante lo que sin duda serían unas funestas nuevas.

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05/10/2014, 03:49
Lady Anne Bowesley

La Reina se levantó de su asiento y caminó a vuestro alrededor, con la mano en el mentón, pensativa, mientras escuchaba cada palabra que decíais.

- Así que tenemos dos frentes abiertos... - se puso frente a Ernest, y fue entonces cuando notasteis que era realmente un vástago muy corto de estatura, en contraste con la figura del Conde - Por una parte los cazadores, y magos, y fanáticos... su ataque carece de lógica, al menos con las piezas que tenemos en este momento. Y por otra parte Haversham, y si estáis en lo cierto, y no dudo que hay poderosas razones para no dudar de vuestra lógica, su Sire en las sombras, Peter el Ciego, condenado a muerte por el mismo Príncipe Mithras. ¿Qué quería exactamente de vosotros el Nosferatu? - preguntó, mirando a Morgan.

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05/10/2014, 22:19
Morgan

Estuvo a punto de admonizar a Ernest por su desvergüenza, cuando se dio cuenta de que no lo había hecho mal. Comedido, respetuoso, ciñéndose a lo justo. Huh. ¿Quizá los vampiros jovencitos fueran su debilidad? Porque no había sido una mala muestra... y no había demostrado ser capaz de ello antes. Tenía que reconocerle.

-A cambio de la información, ser reconocido como reino aparte del vuestro y soberano de él -dijo, haciendo un gesto para quitarle importancia- Por supuesto, lo rechazamos. Se sugirió la posibilidad de ser recompensado con él si demostraba su lealtad y colaboraba con la Corona, y podríamos haber seguido ahí, pero entonces la conversación demostró que podía estar comprometido.

Un convicto que había regresado ante lo que nunca hubiera imaginado, un relevo de señorío. Y al parecer no había tardado cinco minutos en manipular a su retoño, quien era particularmente débil mental para su condición, también al parecer. Podría ser engaño, pero eso una vez más no era asunto de ellos.

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05/10/2014, 22:30
Lady Anne Bowesley

La Reina estalló en carcajadas.

¿De verdad esa rata piensa que puede dividir el Reino que Mithras mantuvo unido durante siglos? ¡En verdad algo grave le ha ocurrido en la cabeza, como la reaparición de su Sire! - mientras se reía, había caminado un poco por la sala, deslizando suavemente los pies por la alfombra de la habitación. Tras su exclamación, se volvió hacia Ernest - Hablando de ratas, ¿dónde está la otra rata? Aquella que había quedado ligada a vuestra supervisión, hijos míos. - sus ojos relampaguearon un momento, y escucháis la puerta cerrarse a vuestras espaldas. Oís pasos, pero la Reina os está hablando, así que no os atrevéis a giraros para mirar.

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05/10/2014, 23:35
Ernest Worthington III

Y allí estaban, llegando a la que sin duda era la pregunta mas incomoda de todas. Al menos para Ernest, que sin embargo no mostró emoción alguna, pues llevaba esperando aquella situación desde hacía horas y para entonces estaba perfectamente mentalizado para enfrentarse a ella.

Mirando a Lady Anne fijamente, se desentendió de quien fuese que estuviera entrando en la sala a sus espaldas y respondió sin vacilar a las pregunta.

   - Mucho me temo mi Reina que la rata hizo lo propio de todas las ratas.- Comenzó con completa seriedad.- Se escabulló a la menor oportunidad que tuvo y se fue a esconder a algún infecto agujero, dejando una carta de "despedida" tras de sí. -

Sacando dicha carta del bolsillo superior de su uniforme se la alcanzó a Lady Anne por si deseaba examinar su contenido.

   - Fue durante mi guardia cuando la rata cometió su felonía, por lo cual la culpa es enteramente mía y por supuesto aceptaré de buen grado el castigo que consideréis oportuno por mi error.- Finalizó agachando la cabeza en un gesto de sumisión.

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06/10/2014, 04:15
Director

Oís un balbuceo a vuestras espaldas. La voz os suena de un encuentro anterior. Es el Sire de Leroy.

No... no puede ser... ese maldito chiquillo mio... nos ha traicionado, ME HA TRAICIONADO... - y la voz se convirtió en un sollozo - ... mi Reina, os lo juro, yo no...

Oís como el Nosferatu se desploma en el suelo, tembloroso.

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06/10/2014, 04:18
Lady Anne Bowesley

Decidme, Lord Worthington. - apeló al titulo nobiliario de Ernest, cosa que no había hecho antes - Estáis dispuesto a recibir un justo castigo por vuestra torpeza pero, ¿me sois leal? - preguntó, con una dulce sonrisa, ignorando al Nosferatu que se había desplomado sobre la alfombra, sollozando piedad.

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07/10/2014, 01:56
Ernest Worthington III

Firme como una estatua, Ernest ignoró por completo los lamentos del desgraciado sire de Leroy, como si ni tan siquiera existiese en su mismo plano de existencia . Una parte de él lo sentía por aquel pobre diablo, pues solo había cometido el mismo error que él. Confiar en la persona equivocada. Algo, que por su parte, desde luego no se volvería a repetir...

Sin embargo aquello carecía de importancia en esos momentos. Su Reina le había realizado una pregunta directa e ineludible, y solo tenía una respuesta a esa pregunta.

Sin parpadear miró a Lady Anne con serena calma.

   - Os juré mi lealtad, y por mi nombre y por mi sangre, cumpliré ese juramento hasta el día de mi verdadera muerte, e incluso después de la misma.- Respondió con contundente sinceridad.

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07/10/2014, 07:46
Lady Anne Bowesley

La Reina asintió complacida.

Entonces coged el sable que os tiende Sir Arthur, y ofrecedme la cabeza del Sire del traidor. Y juradme que haréis lo propio con el traidor, cuando le encontréis. - Arthur había desenvainado un sable de caballería, lo suficientemente largo y afilado como para rebanar la cabeza del pobre y lloriqueante infeliz que se arrastraba pidiendo clemencia por el suelo, y ya te lo estaba tendiendo por la guarda. - Juliet estará encantada de tener de vuelta a su Alguacil, si lo hacéis. Si demostráis la decisión necesaria para defender esta ciudad, tanto de magos y cazadores, como de traidores como el Sabbat o estas ratas... - no especificó qué pasaría si Ernest se negaba a hacerlo, pero palabras tan altas proyectaban una sombra oscura tras de sí.

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08/10/2014, 22:58
Morgan

Un castigo... justo. Duro pero justo. Así los siguientes sires aprenderían a ser más disciplinados con su progenie. Además, resultaba mucho más fácil racionalizar una situación así cuando era de Leroy de quien estaban hablando: no existían niveles suficientes de mala crianza que explicaran la conducta de semejante y estúpida criatura. Si su sire hubiera hecho lo que él al menos un par de veces en su vida la larva coja hubiera tenido otro fin. Quizá el de sus cenizas al viento para futuro enriquecimiento de su vida, pero comparado con lo que era ahora era un fin.

También era una dura lección para Ernest, pero le preocupaba menos. Al menos se le valoraba lo bastante como para que pudiera ser una que pudiera recordar.

"Vamos, Ernest"

Si el Gangrel se derrumbaba, todas sus esperanzas se irían con él. Al menos técnicamente se había comprometido por el funcionamiento de su supervisado, y nada con Leroy podía achacársele a él... pero si Ernest fallaba le condenaría a él también. 

Estaba calmado. Pero... quizá sólo un poco intranquilo.

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08/10/2014, 23:11
Ernest Worthington III

Ernest asintió a la Reina con sobriedad y dignidad. La orden había sido dada y no había lugar para la duda o la debilidad.

Ya había matado antes, durante la guerra, así que aquello no era algo nuevo para él. El hecho de que aquel desgraciado no fuese el culpable directo de los desmanes de Leroy era triste, pero algo completamente secundario. Después de todo, Leroy, era su chiquillo. Su responsabilidad. Y la primera norma de había aprendido Ernest en su no vida era que un sire era responsable de las acciones de su progenie. Tal vez fuese una ley cruel, pero sin duda necesaria, pues servía al propósito de mantener el orden. 

Y mantener el orden siempre era lo mas importante. Por encima de todos y todo. En vida había luchado en la guerra por mantener el orden, había muerto por él, y en su no muerte había seguido cumpliendo con su papel de guardián de ese orden. Por que si no solo podían ser abocados al caos y no serían mejores que aquella escoria Sabbat que corrompía los cimientos de la sociedad con su mera existencia.

Extendiendo la mano aferró el pomo del sable y acercándose al condenado sopesó el arma calibrando el fatal golpe.

No dijo nada, aquel desgraciado ya sabía cuales eran los motivos de su verdadera muerte y no era necesario regodearse en su desgracia. Con gesto firme levantó el sable de caballería, apuntó, y lanzó un golpe con todas sus fuerzas destinado a seccionarle el cuello de un golpe tan potente como eficiente.

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10/10/2014, 03:43
Director

La hoja del sable atravesó con facilidad la carne muerta, empuñada por el brazo firme de Ernest. Los quejidos y suplicas cesaron, y la cabeza rodó por el suelo, empapando la alfombra de sangre. Quedaría inservible y habría que cambiarla, mientras el cadáver de aquél vampiro comenzaba a descomponerse rápidamente.

Allí había sido liberado Marc, Sire de Leroy, chiquillo de Robert sin sombra, vampiro ancillae de la camarilla con 113 años de no vida.

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10/10/2014, 03:47
Lady Anne Bowesley

La Reina asintió complacida.

Me habéis servido bien, ambos. Y ahora tenemos varios asuntos en liza. Por una parte, está la rata fugitiva. Aún no declararé la caza de sangre, por lo que tendréis derechos de caza exclusivos sobre él, por el momento. Pero sigue siendo una rata patética que no merece nuestra atención mientras haya otros asuntos de mayor importancia. - se sentó de nuevo en su asiento en el despacho, y cogió varios papeles - La tienda de Té de Rebecca Grey ardió a mediados de esta noche, según me ha hecho saber la Sheriff Parr mediante mensajero. Se desconoce el paradero de la señorita Grey, y tantas tragedias seguidas sobre el Clan Tremere únicamente indican que Bainbridge se trae algo entre manos, o que al menos está metido en un entuerto que nos atañe a todos. Quiero que investiguéis las ruinas de la tienda de Té, y averigüéis el paradero de la señorita Grey, si sigue viva. Juliet se encuentra ya allí recabando información. - cogió un pequeño taco de folios y los cuadró entre sus manos - Así mismo, es hora de que Bainbridge empiece a sentirse presionado. Puede que no os cuente lo que necesitamos saber, pero es necesario que le hagáis entender que no permanezco ociosa ante su insolencia. Aquí tenéis una lista de direcciones donde le podéis encontrar, encabezadas por la Capilla Tremere de Londres. Podéis empezar con aquello que os plazca, mañana al anochecer. Pueden retirarse caballeros. - dijo, tras tenderos unos papeles con direcciones y descripciones.

Notas de juego

Rebecca Grey es la Tremere que acudió a socorrer al Ghoul moribundo durante la escena de Coronación.

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10/10/2014, 08:07
Director

Notas de juego

Tira conciencia, dif. 5.

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12/10/2014, 13:17
Ernest Worthington III
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago la tirada y esta tarde me pongo al día con el post. ^^

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12/10/2014, 18:09
Director

El hecho de que fueras un soldado, el hecho de que solamente estuvieras cumpliendo con órdenes, cumpliendo con tu deber, no quita la realidad de un asesinato a sangre fría. Sigues siendo humano, y algo se revuelve dentro de ti cuando te das cuenta de que has segado la vida de un ser indefenso y suplicante. La bestia continua al acecho, pero hoy no ha dado un más pasos hacia tu control total.

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12/10/2014, 23:31
Ernest Worthington III

Aunque la bestia se removió en su interior ante la presencia de la muerte y la sangre derramada, Ernest la mantuvo en su sitio sin darle ninguna consideración. Había hecho lo que tenía que hacerse, y aunque esperaba no tener que encontrarse en breve en una situación tan desagradable como aquella, sabía que no podía darse el lujo de sentirse mal por lo ocurrido.

Si algo había seguro, es que la Reina no era considerada con las muestras de debilidad de sus siervos.Así pues el conde no dio muestras de sentimiento alguno, mostrando su rostro impertérrito y frío como la mismísima muerte.

Tal vez, después de todo, Mary si que había tenido razones fundadas para sentir temor de sus "compañeros"...

Mientras con una mano devolvía la espada a Sir Arthur, con la otra aceptó los papeles que Lady Anne les entregaba.

   - Así lo haremos su Majestad.- Respondió inclinándose respetuosamente ante la reina.

Pronto amanecería, por lo que no había tiempo que perder si quería estar a tiempo de volver a su refugio, así que tras despedirse con la etiqueta adecuada, se dispuso a salir de la sala, no sin antes lanzar una mirada a Morgan y realizarle un leve gesto indicándole que le siguiese.

La noche estaba a punto de dar a su fin, pero al parecer ambos aun tenían que planear la siguiente velada...