Partida Rol por web

El coche recorre la ciudad con movimiento suave, tan silencioso como es posible. Te parece ver una columna de humo a lo lejos, pero no tiene que ver contigo.

¿A dónde te diriges?

La columna de humo me traslada, amargamente, a mi dolorosa experiencia bélica; un calvario desgarrador asciende desde mi pierna tullida, regresándome, a los bombardeados campos de batalla ardaneses... ¿Qué pasará? Nada bueno seguro! Malos tiempos para la paz en esta época revuelta! Otra vez inmerso en apocalípticas disputas de las que soy un simple peón... Es que no habrá nunca sosiego para esta alma atormentada???  

En caso de estimar que tengo tiempo para ello, es decir, que la noche no esté demasiado avanzada y la prudencia me dicte regresar a mi madriguera; estaciono el vehículo en un acceso a las alcantarillas próximo a la última zona donde encontré a El Amo.

Ya inmerso en el reino de las cloacas, busco a una de las roedores sirvientas del Amo, la miro fijamente... me divierte comprobar que parece no sentir la acostumbrada animadversión hacia mi persona:

- Llévame ante El Amo... - un susurro sibilante, apenas perceptible para nadie más que no sea mi curiosa interlocutora.

Tras un rato de caminata tras la rata, vuelves al refugio del "Amo", que por esta vez, te parece que no ha cambiado. Esta vez se encuentra con un libro abierto, entre las manos, rozando los contornos con las yemas de los dedos. Se mantiene en silencio, esperando que hables.

Accedo a su refugio, arrastrando mi tullida pierna; me planto ante él con un leve gesto de cabeza, entre un saludo y una reverencia:

- Está todo bien Amo... - empiezo - ...Lady Bowesley está enterada de lo que está pasando y ha mandado a Parr a por Bainbridge... le sugerí que lo interrogara exhaustivamente y así será... - una sonrisa torcida me parte el rostro - ...la Rueda gira como queríamos, ¿¿¿Cuál debe ser nuestro próximo movimiento, Amo??? - Bajo la mirada, aguardando que me encomiende una nueva tarea.

El "amo" escuchó, mientras trasteaba entre la mesa.

- ¿Y fue eso todo lo que averiguó Lady Bowesley, Leroy? Porque algo me dice que la Reina es muy capaz de averiguar mucho más de alguien con tan poca voluntad. No le habrás contado sobre mi, ¿verdad? - inquirió, girando su mirada vacía hacia ti en la oscuridad.

Rodeado de poderosos entes que parecen estar, en todo momento, un paso delante mío... así estoy; mucho peor que cuando cruzaba la verde campiña bretona preñada de Minas: Un simple paso en falso implicará mi irremisible destrucción así que cuidado Leroy... mucho cuidado:

- En absoluto, Amo... - Miento. Obviamente exige mayor explicación - ...Lady Anne desea mantener un ojo puesto en el Clan. Para nosotros también es bueno conservar las relaciones con la Regente. Sirvo a uno y otro lado sin olvidar el pacto que con usted sellamos, Amo...
 

El "Amo" te dedicó una mirada larga y silenciosa, que duró al menos un minuto tras tu exposición.

- ¿Estás seguro de que quieres jugar a este juego conmigo Leroy? Estoy empezando a cansarme de tus patochadas y tus mentiras. ¿A quién debes lealtad, chiquillo? - preguntó, de forma directa, exasperado ya de tus intentos por mentirle.

Hastiado de tanta pregunta; tanta desconfianza:

- Mi sitio está en el Clan! Con vosotros!!! - Con vigoroso gesto mi mano desgarra una imaginaria viruta que revolotea delante mía - Acaso no he cumplido fielmente las instrucciones recibidas??? Fuera del Clan no soy Nada! Nada! Es al Clan a quien debo LEALTAD!!! Tenlo claro Amo! - Hinco mi rodilla en el suelo, sometido.

El "Amo" volvió a quedar en silencio, y por un momento temiste por tu vida, despedazado por una miriada de ratas hambrientas.

Pero no hizo nada, simplemente te observó.

- Los magos han empezado a moverse. Y NECESITAMOS sacar ventaja de ello. ¿Qué sugieres? - preguntó.

Los magos han empezado a moverse. Y NECESITAMOS sacar ventaja de ello. ¿Qué sugieres?

Como siempre, El Amo me sitúa en la compleja tesitura de tener que dar mi opinión acerca de la estrategia a adoptar en un conflicto que me queda evidentemente grande y para el que carezco de información vital como para pronunciarme...

Sea como fuere, francamente aliviado por el respiro ante el acoso al que me veía sometido, me atrevo a iniciar un cavilante y zigzagueante paseo por la estancia de mi interlocutor: Mi mano derecha en el mentón, discurriendo las posibles alternativas, mi cuerpo arrastrando la inútil pierna, inicio mi dubitativo soliloquio con la íntima sensación de encarnar al chiquillo sometido a exámen infalible del que ya se conoce la respuesta por adelantado:

- Los merodeadores han iniciado sus movimientos. Debemos sacar ventaja de ello... - repito inútilmente mientras me arrastro hacia la diestra del habitáculo - ...sacar ventaja de ello... - me muevo a la siniestra de la habitación hasta plantarme en el punto central original -. Cierto es que debemos anticipar sus movimientos, saber qué harán y hacia donde tiraran, tener constancia de cual es su estrategia debe centrar nuestros esfuerzos! - chasqueo los dedos ante mi espeluznante y demacrado rostro.

- Sin duda podría volver a internarme en Southwark pero mi alcance es limitado pues no puedo acceder a las grutas inferiores. Demasiado limitado... - mi diestra vuelve al mentón - También sería de ayuda tener conocimiento de lo que sea que sabe Bainbridge, La Reina mandó a Parr a buscarlo pero quizás pudiéramos adelantarnos o interrogarlo nosotros... - hago una mueca elocuente, desechando dicha opción -. Lo único certero es que debemos anticipar los pasos de los Magos y actuar en consecuencia -. Me sincero - Queda lejos de mi discernimiento cual sea la mejor manera de averiguar lo que sea que planeen Harker, Hoodchild y los suyos: Quizás haya tensiones entre ellos que podamos aprobechar!

- ¡Por supuesto que hay tensiones! Harker lleva demasiados años luchando por mantener la paz que tanta sangre costó firmar. - movió las manos como tratando de abarcar con ellas algo muy grande - Pero los humanos no son nuestro centro de atención, a no ser que quisieramos jugar al juego de vender información sobre el próximo objetivo que atacarán, lo cual no seria tan lucrativo como presionar a la Reina para que acceda a nuestras pretensiones. Sin duda, nuestro objetivo es colocar a Bowesley contra las cuerdas, para que acceda a fraccionar la ciudad, a cambio de algo, ¿pero qué? No va a romper el reino de Mithras tan rápidamente, no lo hará a no ser que este muy desesperada, pues la vergüenza ante el resto de ciudades de la Camarilla sería grande. ¿Cómo podríamos forzarla a ello? Esa es la cuestión. Y es tu misión, chiquillo. Quiero que esa zorra se arrodille y divida la ciudad en dos, dándonos la mitad: TODOS los subterráneos, para ser concretos. Ve y piensa, Leroy. - Notas que en ningún momento te dirige la mirada.

No se me escapa que El Amo quiere pescar en río revuelto. Tampoco me pasa por alto que quizás, sin tener la certeza de ello, quiera "hacerle la cama" a Haversham. Sea como fuere, y como es habitual, estoy en el agudo filo de la navaja...

- Subyugar la voluntad de Lady Anne! Tamaña tarea para Leroy!!! - Algo se revuelve en mi interior - Qué podríamos ofrecerle y en qué momento preciso para que ceda a Nuestras pretensiones??? - Cabilo un instante...

- Se me ocurre permanecer a la vera de La Reina. Saber qué necesita y en qué momento es más acusada su desesperación... aunque ello no disiparía la duda acerca de qué tenemos que ofrecer... quizás El Amo sugiera una conducta que nos sea más provechosa en tan difíciles momentos... - dejo caer el guante, esperando que mi interlocutor lo recoja y me guíe en este laberinto

El Amo soltó una carcajada, y hizo un gesto despectivo con la mano, invitándote a irte.

- Tiendele la mano a Lady Anne y estas perdido. Cogera el brazo completo y lo usará como palo de golf, mientras te sigue prometiendo una eternidad de favores... No, es necesaria una actitud agresiva, Haversham ya esta en entredicho, así que no podemos echar atras ahora los planes sin tener pérdidas cuantiosas. Si no tienes más ideas, vete y piensa. O al menos intentalo, si no puedes algo mejor. Buenas noches, cierra al salir. - y se volvió a su mesa, donde seguía atareado.

Cierro la puerta tras de mi. Enfadado, más que eso, frustrado por mi incapacidad para cambiar el curso de las cosas, me interno entre las sombras, con sumo cuidado de no ser seguido por ninguna alimaña!

Tiendele la mano a Lady Anne y estas perdido. Cogera el brazo completo y lo usará como palo de golf, mientras te sigue prometiendo una eternidad de favores

Y precisamente eso era lo que estaba haciendo! En quien confiar entonces???

En Nadie es la respuesta! Leroy debe jugar sus cartas y permanecer vivo en la pugna. En esta partida nadie da nada por gusto así que deberé administrar la información cautelosamente!

No sé qué hora llevamos: En función del momento horario regreso al Palacio de Justícia o voy a mi guarida a pasar las imminentes horas diurnas... 

Las ratas, las omnipresentes ratas. No hay lugar al que vayas que no haya un par de ojos rojizos y sanguinolentos siguiéndote. Pero son demasiado rápidas para ti y tu pierna tullida, y no responden a tu Animalismo, así que no puedes hacer nada.