Partida Rol por web

- Para nada... entre estos mures se todo lo mala que puedas... - Murmuro atacando tu cuello, mordiendote mientras hacia una demostracion de fuerza y tal y como te tenia en peso te elevo un poco mas y comenzo a penetrarte con ansia... - Joder... como puede ser tan maravilloso estar ahi dentro... - murmuro comenzando subir el ritmo a una velocidad que te quitaba el aire, y aun mas con el vapor del agua caliente...

Si ser mala era que me mirara y me besara como lo hacía, sería todo lo mala que podría estando con él, en lo referente al sexo, claro, pues él era como un diamante demasiado bueno y sería un pecado hacerle el más mínimo " rayón ".

- No lo sé! - Respondí agarrándome bien a él mientras disfrutaba volviéndolo a tener así para mí. - Pero no salgas nunca!

Si ya me costaba recordar la última vez que había estado con otro hombre, no podía decir lo que hacía que no tenía sexo tan seguido como desde el día anterior, pero casi estaba segura de querer formar el contrato que me diera el poder tenerlo todos los días para mí.

Tardasteis ams de lo previsto en la ducha pero para ninguno fue un problema pues lo pasasteis mas que bien, finalmente salisteis de alli ams relajados y limpios y Leo sonreia mientras te envolvia en una gran toalla - Creo que me estas dejando seco.. - Murmuro riendose mientras se ponia una toalla a la cintura y con otra mas pequeña se frotaba el pelo secandoselo.

Mientras me secaba ya fuera de la ducha le miré y le sonreí con cara traviesa, aunque en aquella ocasión me pareció que ya era suficiente y que al menos, seguro que podríamos pasar todo el día sin parecer demasiado empalagosos, como todas esas parejas que están empezando, quizás, porque ya habíamos tenido una buena ración de mimos y de sexo, sobretodo, de esto último.

- Te doy una tregua hasta que salgas de trabajar esta noche... - Respondí para luego echarme a reir a carcajadas.

No sabía por qué pero me parecía tan atractivo que lo de querer meterme en su cama me salía solo ( o en su ducha o... ).

Terminasteis de secaros y de preparar todo, salisteis de su casa para dirigiros a la residencia.

Hacia un tiempo estupendo para la playa pues el calor era abrasador y por el paseo visteis que estaba llena, de gente bañandose jugando a boley, tomando algo en las terrazas, la verdad e suqe era un ambiente muy agradable, y aun mas con aquel hombre rodeando tu cintura...

Lo mejor de todo el día, incluyendo los buenos ratos pasados con Leo, era aquella forma de caminar agarrados, que aunque sonara de lo más cursi del mundo, porque me hacía sentir esa sensación en el estómago que me obligaba a sonreir sin que pudiera evitarlo.

- No tardaré mucho en cambiarme ¿ vale? Me pongo el bikini, me cambio de ropa y listo... seré tuya hasta que te tengas que ir...

También pensaba coger un par de cosas más, pero lógicamente si íbamos a la playa no iba a ir sin nada.

Te preparaste y cuando bajarte el estaba hablando por telefono, te cogio de la mano y comenzo a caminar colgando poco despues.

- Hayley y Akio se nos uniran en un rato - Comento mientras te daba un beso en la frente - Mis padres se van esta semana de vacaciones y tengo que ir a sacar al perro y esas cosas turnandome con mi hermana, ¿te apetece venir uno de los dias conmigo? - Te pregunta con una sonrisa.

Ya le había dicho que subiera conmigo pero no hubo forma de que lo hiciera, quizás, consciente de que si venía tardaríamos más o a saber el motivo, pero cuando bajé allí estaba con el teléfono.

- Vale. Por mi parte no hay problema, ya lo sabes.

Continué caminando a su lado, pues le volví a tocar hacer de guía para mí, como le había pasado en alguna otra ocasión más y eso, que llevaba poco ahí.

- ¿ Qué sueles hacer habitualmente cuando no trabajas? A parte de ir al gimnasio que eso se nota que lo haces a menudo.... - Me saqué la lengua a modo de decirle que me estaba metiendo un poco con él.

Comenzais a ir hacia la playa charlando - Pues normalmente aparte del gimnasio, suelo ir a ver peliculas al lugar al que te lleve, soy bastante familiar asi que visito amenudo a mis padres, los jueves siempre salgo con mis compañeros de universidad tras cerrar el Temple, me gusta hacer excursiones por la montañas y siempre que puedo viajar, ademas de adorar la musica, sobretodo el Jazz y la literatura medieval - Te miraba sin dejar de sonreir ojeando la playa en busca de un buen sitio - ¿Y tu preciosa?

No tenía ninguna duda de que Leo era uno de esos chicos de costumbres y me gustaba que así lo fuera, pues era como muy centrado, y eso, me hacía sentir más segura de que me la podía jugar con él, de que no estaba cometiendo una estupidez al haber aceptado ser su pareja conociéndolo desde hacía tan poco tiempo.

- Yo bueno... - Me puse un poco más seria. - Antes sí que tenía muchas costumbres, pero con lo que les pasó a mis padres y verme sola... lo pasé un poco mal y dejé de hacer todo lo que me gustaba, lo que haces cuando llevas una vida normal. Y cuando me volvieron los ánimos, es decir, no hace mucho, me vine a América, así que la única costumbre que me queda es salir a correr todos los días, pero creo que es porque en Europa se estila mucho hacerlo.

No sabía lo que hacía la gente en Estados Unidos, pero me acordaba de los parques de mi país y siempre había alguien en mallas y con el mp3 puesto.

- Me gustaba mucho pasar los días que hacía mucho frío tirada en el sofá con una manta hasta las orejas casi, viendo películas, normalmente comedias románticas. Me gusta leer, aunque ningún estilo en concreto, pero intento hacerlo en varios idiomas, para no oxidar ninguno. Lo que me lleva a ver películas en versión original o subtituladas si no sé el idioma para ir quedándome con algo y... ¿ Soy un poco rara, no? - Reí después de aquella pregunta que más bien era retórica.

Te escucho atento a cada momento y cuando hablaste de tus padres te estrecho contra el incluso con mas fuerza, al terminar te miro y beso en la frente - A mi me pareces muy especial, no rara - Dijo primero antes de entrar en la materia dura - No preguntare jamas por tus padres, esperare a que tu quieras contarme lo que paso o lo que quieras ¿Vale? - No queria meter la pata preguntando pero tampoco que pensaras que no se interesaba en el tema, asi qeu preferia aclararlo.

- Si no se me dieran tan mal los idiomas provablmente seria como tu, ademas me encanta viajas y si no fuera porque el ingles es el idioma principal en casi todo el mundo estaria perdido - Comento bromeando y acercandose a un sitio que habia en la playa, al lado de un chiringuito, la pista de boley y el paseo con locales y puestos.

Agradecí que me achuchara tras aquellas palabras, pues seguramente si hubiera tenido a alguien que lo hiciera cuando todo aquello sucedió la cosa hubiera sido dolorosa, pero no tanto, pues había sido una contínua cuesta arriba, como si hubiera tenido que subirla con muchas piedras atadas al cuerpo y sin nadie que me ayudara a llevarlas.

- Gracias. - Le sonreí y le devolví el beso, aunque sólo fuera en la mejilla.

Con lo de que le gustaba viajar me hizo un poquito más feliz, pues lógicamente, a alguien como a mí me encantaba hacerlo y en seguida me ofrecí.

- Cuando encuentre un trabajo y tenga dinero para alguna cosa... Quizás podamos ir juntos a Europa... A mí me gustará volver a casa y a ti seguro que ver el viejo continente...

Prácticamente ya había viajado por lo emblemático de todos los países, pero volvería a ver cada rincón sin pensármelo.

Comenzasteis a colocar las cosas en la arena y Leo te miro un segundo - Espera ahora vuelvo - Se acerco al chiringuito y hablo con el camarero dandole un billete y volvio con unas tumbonas y una sombrilla - Ahora si... perfecto, sol sombre arena y comodidas sin arena - Sonrio y empezo a crear un lugar acogedor y practico par depsues comenzar a quitarse la ropa.

La verdad es que me encantaria, de Europa solo he pisado Irlanda cuando nacio Hayley y era tan pequeño que apenas lo recuerdo, cosas sueltas pero noa como hacer un viaje de adulto ¿Que te gustaria hacer si todo te fuera bien aqui? - Pregunto descalzandose.

Cuando le vi volver con todo aquello negué con la cabeza, pero sonriendo.

- Por mi parte hubiera bastado con la toalla sobre la arena. Al menos por un rato, que luego seguro que buscaba la sombra.

Se empezó a desvestir y en mi cara se reflejó que me encantaba lo que estaba viendo, aunque me parecía que ya se lo había repetido bastantes veces. De todas maneras, sin decir nada al respecto comencé a desvestirme también, que allí hacía mucho calor.

Luego busqué el bote de crema y me acerqué a él.

- Vamos ven! Que no quiero que te quemes y luego no me dejes tocarte. - Esperé a que se colocara y comencé a embadurnarle la espalda.

Escuché sus siguientes palabras y sonreí.

- Podemos hacer ruta de islas algún día... Mis padres eran ingleses y tengo algo de familia lejana por allí. - Pensar en Europa me hacía sentir cierta añoranza.

Me quedé unos instantes pensando en qué me gustaría hacer si todo iba bien y luego reí yo sola. 

- Ahora es cuanto te asustaré, pero lo único que venía a buscar aquí era empezar de nuevo y si todo va bien supongo que me gustaría lo normal, una casa, un perro, un marido, niños... - Sí, aquella era la forma ideal de asustar a un hombre. 

- Con lo palida que eres prefiero que tengas sombra y no te me conviertas en una langosta - Bromeo dejando que comenzaras a ponerle la crema sonriendo, aunque el era bastante moreno, no parecia de los que se quemaran con facilidad.

Cuando comentaste lo que querias se echo a reir - Me gusta, has dicho perro, no soy muy amigo de los gatos - Volvio a reirse mientras pensaba unos segundos - A mi madre le encantaria oirte decir eso.. - Volvio a reirse a carcajadas y recordaste como te contaron que sus padres estaban deseosos de nietos.

Suponía que pasaría un rato hasta que alguien con aquel tono de piel se quemara, pero aún así, había que echarse crema no fuera a pasarle cualquier cosa, además, para qué iba a negar que me gustaba sobarle.

- Tampoco me gustan demasiado los gatos.. - Arrugué un poco la nariz al decir aquello y luego le sonreí, aunque cuando dijo aquello de su madre me puse roja sin que me hubiera dado el sol y me quedé cortada y sin responder, un poco incómoda por ello, pues no lo había dicho porque pudiera interesarle a su madre, sino porque era lo que me gustaría tener a mí.

- Sólo son tonterías... - Terminé diciendo y luego tendiéndole el bote de crema a él. - Te toca.

Cuando terminaste de ponerle la crema te sento el delante y comenzo a echartela a ti masajeando tu cuerpo con ella - Pues realmente no es tan distinto a lo tuyo, siempre me encanto la vida que nos dieron mis padre, han sido un gran ejemplo y me gustaria ser como ellos... - comienza a decir antes de explicarse - Tener mi propio negocio, una casa con jardin y piscina, un par de niños correteando por ella y un perro, y la guinda seria tener tambien una carabana, siempr eme encanto la idea de viajar por america en ella con la familia - Sonrio encogiendose de hombros pues parte de esas cosas eran faciles de conseguir, de echo el negocio ya lo tenia.

Con lo de que le tocaba me refería a que tenía que echarme crema, no a que me tenía que contar todo aquello como obligación, pero me hizo gracia saber que no era la única que no le pedía tampoco demasiado a la vida.

- Me parece todo razonable, incluso lo de la caravana... - Le respondí sin abrir los ojos, que tenía cerrados para que pudiera llenar bien de crema.

Eso sí, en cuanto terminó de dármela abrí los ojos y con una sonrisa respondí de manera más que sincera.

- Por el momento me conformo con tu compañía y encontrar un trabajo.

Venía a ser mi forma de decir que era algo que veía en un futuro pero que no iba a forzar para que sucediera.