Partida Rol por web

Rebás se dirigió a revisar la capa en el armario, y luego asintió a Blarc.

-Vamos, tal vez tengamos más pistas allí- dijo el joven, y cuando ya se estaban despidiendo de la mujer, se frenó.

-¿Le comentó algo más en los días anteriores? ¿Una corona roja? ¿Algún mercader... algo?- preguntó, esperanzado de que fuera el tipo de esposo que al menos le comunicaba alguna inquietud.

Aunque la mujer está muy afectada, no le parece que su marido hiciera nada raro hasta ayer noche.

No había caso, habían llegado a un callejón sin salida.

-Muchas gracias- le dijo -Le avisaremos a la guardia para que se acerque a ocuparse... de todo- agregó apoyándole la mano sobre el hombro.

-Vamos, Blarc, a ver si encontramos el hilo del que tirar-

El caballero asintió y sin demorar, ambos abrieron paso hacia el destino indicado. Con suerte encontrarían la raíz de todo esto y la cortarían de una vez por todas.

- ¿Porqué buscabais a Yrac exactamente?

Vais caminando hasta el almacén, donde habláis con el jefe de taller, os cuenta que varios de sus hombres volvían ayer de trabajar cuando, en la misma calle donde trabajaba la maga asesinada, encontraron un sujeto que parecía borracho dando tumbos. Cuando Yrac se burló de él, el tipo se abalanzó sobre ellos y empezó a sacudirles. Pese a que eran seis cargadores fornidos, les dio una tunda, aunque sólo Yrac y un compañero suyo, Tand, fueron levemente heridos. Tand dijo que le mordió. Como ninguna herida era grave, no fueron a ningún sanador ni templo. Tand no ha venido hoy a trabajar. 

Estáis aun en el almacén hablando cuando llega Zook.

-Saludos chicos ... como vais ... hemos tenido otro problema con una enorme bestia ... otro  homre se a transformado delante de nuestros ojos .... , contarme que habeis descubierto? -

- Ya debería haberse percatado, marinero. Una maldición de Licantropía corre por nuestra calles. Es nuestro deber detener su esparcimiento, cuanto antes. - Le explicó de manera tajante a Carrack, en una ocasión donde dicha oración sólo llegase a sus oídos.

Pronto se reencontraron con el mago Zook. Qué habría sido del Bardo, era una interrogante aunque no una que fuese ninguna prioridad.

- ¿Han podido detenerla? - Fue su primera pregunta, el gnomo lo había mencionado como si nada. - Parece que algunos empleados de este almacén han sido víctimas también de la maldición. Uno de ellos ha muerto, y si Tand también la ha contraído, debemos hallarlo antes de que sea demasiado tarde. - Le resumió la situación rápidamente. - Necesitamos saber donde pernocta Tand. - Le ordenó a quien estuviese a cargo, en tono imperativo. Tenían uno, sino dos infectados a quienes cazar.

Zook escucho a sus compañeros.

 - Si me lo imaginaba y descubrimos que era de un cargamento de tierras lejanas ... y si, hemos conseguido deternerlo y esta esposado en la prision, pero les he avisado que tengan mucho cuidado y que le pongan MUCHAS CADENAS. -

En cuanto a que quereis encontrar a Tand ,,, quien es Tand ... si teneis algun objeto que tiene o alguna pista tal vez pdoamos encontrarlo con magia. ( Zook tiene encontrar objeto si tiene algo que siempre tiene encima tal vez podamos localizarlo con el conjuro), pensemos si hay mas opciones apra encontrarlo .... -

Negó ante la pregunta del gnomo. No poseían suficientes indicios... Pero los hallaría.

-Necesitaríamos saber dónde vive Tand... y su descripción- le pidió más amablemente el joven mulano -Es de extrema urgencia- y le dedicó una mirada disimulada a Blarc, para que callara, que estaba dando demasiada información.

-Zook, ¿cómo es el hombre que apresaron?- preguntó esperanzado, ante la posibilidad de que fuera Tand.

- Pues ... vamos a ver ...  Edad entre 35 y 40. Raza humana. Profesión, por la ropa jefe de taller o almacén. Por las botas, en el puerto. Por la calidad de este anillo, diriía que le van bien las cosas. Por el emblema del anillo, es de una casa comercial local. Una que no conozco, así que debe ser pequeña. Muestra indicios de haber dormido con la ropa puesta: está arrugada y no se ha cambiado ni afeitado. No muestra síntomas de evidente envenenamiento, pese a su afirmación. Sí de ánimo alterado. Parece haber dado un puñetazo a una pared, por el estado de sus nudillos y los restos de yeso. La herida del brazo, parece cerrada, pero ha cicatrizado muy rápido.  Tras ese analisis que le hice se convirtio en un hombre lobo ... -

Dice Zook como recordando los deralles que obserbo en el extraño hombre que les ataco en la tienda de ami

Los del almacén os dicen que Tand vivía cerca de la playa en unas chabolas que hay allí.

A Rebás le llamó la atención la descripción del hombre en un factor: trabajador del puerto con anillo con emblema. ¿Era común entre ellos? No lo sabía a ciencia cierta, pero le parecía un bien de lujo que no tendría un trabajador de puerto.

-Vamos para allí entonces- les dijo a sus compañeros en relación a la vivienda de Tand.

Vais a la barraca del pescador, donde no hay nadie. Los vecinos os dicen que no ha ido nadie por allí desde ayer. 

El joven revisó la zona, y observó si era posible meterse de alguna manera no muy llamativa... que si era necesario Blarc podía echar abajo la puerta, no era tampoco tanto problema en la situación en la que estaban.

Zook decide hacer una priemra prueba ... tal vez alli abrian habido alguna lucha de algun licantropo ...

- Bueno chicos, voy a ver si encuentro algo, aunque parece esto vacio- .Zook comienza a investigar si hay algun rastro de la especie o de sangre o de lucha por la zona ... y si encuentra algo cualquier pista del barco asociado si fuera posible

COn gran discreción miráis por una brecha de la barraca, dentro de no hay nadie ni signos de pelea. Es una casa muy modesta. Hay comida dispuesta como si alguien hubiera dejado la cena hecha. Si preguntáis a los vecinos os dicen que su madre le dejo la cena hecha, pero ella os dice que cuando ella fue a recoger la olla se encontró que no había venido ni probado bocado nadie.

Estáis preguntando a la gente cuando unos pescadores vienen con la noticia que han encontrado una balsa de unos compañeros volcada y sus ocupantes despedazados por alguna bestia. ¡El mal sin duda acecha puerto Velen!