Partida Rol por web

Charlie, incómodo y sorprendido más que molesto por el gesto familiar de la religiosa, alza una ceja cuando ésta habla de lo que podría haber visto pero no vio. Los nervios les parecen estar empezando a traicionar a todos...

¿Y ahora que es lo que queréis hacer? Por lo pronto habrá que conseguir comida así que yo me ofrezco voluntario para vigilar nuestra fuente de agua y cuidar del fuego hasta que vuelvan

Irina inclina su cabeza hacia atras y queda con los ojos clavados directo hacia el cielo, como tratando de avizorar lo imposible...

La idea de Charlie no es para nada mala... tratemos de subir a alguno de los arboles mas alto para observar un poco mejor nuestros alrededor... quizas veamos algo no se.

De un salto Irina se incorpora y comienza a trepar un arbol que a su eleccion le habra parecido el mas acorde...

Venga Charlie... por ahi hay otro, tu puedes! - como tratando de alentar al desgraciado de su amigo a imitar su accion...

Al mismo tiempo que la jóven, Charlie elige uno de los árboles más altos y comienza a trepar por él. Con un tronco bastante irregular y muchas ramas donde asirse, no parece un ascenso demasiado complicado. No para alguien bien descansado y alimentado, claro. Un sonido alarmante que viene del otro árbol, un descuido, un pie que no responde como debiera y...

Los gritos llegaban hasta su improvisado refugio en el árbol. El olor a whisky barato y a tabaco que anunciaba la llegada de su padre era siempre el preludio de escenas como esa. Su madre ya encajaba las palizas con resignación, sin proferir queja alguna. El, con apenas siete años y con los moratones de los últimos golpes todavía visibles, no estaba dispuesto a convertirse una vez más en el desahogo de las frustraciones e inseguridades de ese fracasado. La desvencijada casucha quedó en silencio por fin y la puerta se abrió. "¡La culpa la tienes tú, pequeño bastardo!" gritaba el hombre con voz de borracho. Su padre estaba convencido de que no era hijo suyo, por mucho que su madre le jurara que nunca había estado con otro hombre. Una ramita partida delató la situación de Charlie. "¡Baja a por lo tuyo, malnacido! ¡Obedece a tu padre!" ¿En qué quedamos? Hizo amago de subir a por él y, aunque estaba seguro de que sería incapaz de trepar al árbol en su estado, el pequeño se puso nervioso y cayó al suelo, golpeándose con fuerza contra él. Perdió el aire por el impacto y un terrible dolor le recorría el costado. Pero eso no detuvo a su padre, quien se quitó el cinturón y añadió a aquello una buena docena de latigazos. Cuando se cansó, entró de nuevo en casa sin amago alguno de compasión por el guiñapo sollozante que dejaba atrás.

Miro a la hermana y me encojo de hombros.

- Como quiera hermana. Espero que no tenga que arrepentirse... de verdad.

Acto seguido escucho las palabras de Irina y veo como intenta encaramarse a un árbol; sin demasiado éxito.

- ¿Se encuentra bien, Irina? - digo mientras le ofrezco la mano para levantarse.

Una vez me aseguro que la mujer se encuentra bien trato de hacer yo lo mismo. Un pie aquí, luego otro allí y, aunque timorato, logro subir hasta la copa del árbol.

- Vaya, todavía me encuentro en plena forma - digo mientras termino de acoplarme en la copa para ver mejor.

Desde esta posición no se ve mucho. La vegetación lo cubre prácticamente todo a tu alrededor. Tendrías que subir más alto para ver algo más allá de la jungla.

En sus intentos por escalar tanto charlie como irina tienen dificultades y acaban cayendo al duro suelo de la jungla sufriendo pequeños cortes y moratones por el camino.

Intento otear el horizonte pero todavía estoy en una posición incómoda.

- Desde aquí no veo nada, voy a seguir subiendo - digo a mis compañeros de abajo.

Continúo un poco más hasta una mejor posición

Solo el ver como el policía lo ha logrado, aplaca un poco la rabia y la frustración que siente Charlie por haberse caído, aunque no se haya hecho demasiado daño. El resto, se esfuma entre improperios y patadas contra el tronco del árbol.

Desde tu posición elevada puedes ojear la isla pero la visibilidad es limitada. A tu alrededor solo hay vegetación y solo al fondo observas el mar entre los árboles. Por detrás tuya se ven unos acantilados y a tu derecha una zona de vegetación en la que es menos densa, supones que será donde cayo el avión y que esa zona será por donde entro.
No puedes ver mucho más pero no parece que haya una cadena montañosa o un punto más alto aunque quizás la vegetación bloquee tu linea de visión.

Sin poder asegurarlo pero por lo que te parece a ti este lugar es una isla y no parece tener ninguna montaña sino solo vegetación y vegetación, aparte de la playa que rodea la isla.

Vamos Felix... ten cuidado!!!  Ves algo...??

Impaciente por la situacion Irina no deja de moverse debajo del arbol que ha escalado recientemente su compañero...

Claro, gasta un punto de primeros auxilios por cada uno para curarles la herida sufrida.

Flora se aproxima corriendo a sus compañeros alzando las manos. ¡Valga Dios que moriremos por torpes!

¡Ay Dios! ¿que haceis? ¡tened cuidado! Aqui en medio de este lugar perdido las heridas mas tontas pueden ser letales, ¡no tenemos antibioticos! Si, traigo un maletin pero soy enfermera no medico... y ademas, esta en la playa...

La monja se afana en limpiar las heridas con algo de agua y raja un pedazo de sus ropas para vendarlas.

¡Bien! Espero que con esto sea suficiente

Me dispongo a bajar del árbol con cuidado, paso a paso.

Una vez abajo niego con la cabeza.

- Nada. Vegetación y más vegetación. Nada - refunfuño mientras continúo moviendo la cabeza.

- ¡Maldita sea! Estamos en una maldita isla, sin ninguna posibilidad de salida.

Me dejo caer sobre el suelo apoyando las manos tras la espalda y reposando el cuerpo sobre ellas.

Tras insistir un par de veces en que no es nada, termina dejándose atender por Flora.

-Su jefe ha tenido mucha suerte con usted. Bueno, - carraspea - y nosotros también.

Las malas noticias llegan de arriba.

-¿No hay humo? ¿Nada? ¿Es que piensan comerse crudo al pobre doctor? Salvajes... - seguramente se trate de una broma de mal gusto, pero lo dice sin sonreír. - Se me acaban las ideas. Ya solo se me ocurre empezar a buscarle desde el sitio donde desapareció, donde el bambú. Ahora que hablo de él... ¿no se podría comer? Aunque haya que hervirlo un buen rato o usar solo los brotes más tiernos. Me suena que hay unos osos que se lo comen. Y si sirve para un oso, sirve para Charlie. Lo que no te mata, te hace más fuerte.

Parece decir una o dos frases hechas o refranes más, pero lo hace farfullando y no se le entiende.

Fatigados y cansados os miráis los unos a los otros cuando vuestros estomágos rugen hambrientos. Os preguntáis como estará ahora el doctor Brush ya que le habéis dejado SOLO. ¿Tendrá hambre también? ¿Estará en problemas? Una cosa esta clara, más vale no separarse porque con estos compañeros el que se queda solo que se haga a la idea de que no va a recibir ayuda del resto de supervivientes.