Partida Rol por web

Asomandome a la puerta del avión, digo, de espaldas al grupo- Espero que, por tu bien, sea verdad que cacemos algo comestible. Bueno, lo miraré por el lado bueno. Así aprenderás algo de como ponían trampas en el Paleotítico superior...

Venga, tengo hambre, pongamos las trampas de una vez...

Y, diciendo esto, bajo del avión, esperando a Charlie.

-Mrgdff... Si no cazamos nada, nos joderemos todos. A ver si se cree que yo no tengo ganas de echarme a la boca algo con fundamento. Venga, vamos. A ver que tienen de especial las trampas de su pueblo. - no queda claro si trata de ofenderle o de si su falta de cultura le hace creer que Paleolítico es un lugar.

La hermana flora intenta buscarse un lugar cómodo donde poder disfrutar de una lectura técnica sobre aviones, tal vez buscando una excusa para echarse una siesta o puede que simplemente intente buscar algo en el diario de a bordo que no sean datos técnicos pero eso le llevará un buen rato.

Mientras tanto charli y leroy inspeccionan el fuselaje en busca de cualquier cosa útil que puedan usar para conseguir comida. Entre los restos del avión hay bastantes cables u objetos que se pueden usar para conseguir crear cuerdas o crear cajas con las que agarrar animales. Tras un buen rato inspeccionando el lugar consiguen lo suficiente como para montar un buen tinglado alrededor del avión de forma que quede de alguna forma protegido y de paso conseguir algo de sustento.

Antes de que Felix e Irina se marchen, y tras varios amagos poco disimulados de decirles algo, el atareado Charlie se decide.

-Agente... - dice pomposamente y con un ligero tinte de sorna - Tengan cuidado. Y si ve algo raro, no se haga demasiado el valiente delante de la señorita. Por mucha confianza que de el llevar un arma. - la segunda parte de su despedida tiene un tono preocupado y sincero.

Como incómodo por ese gesto de afecto, vuelve al instante con su trabajo de desguace amenizado por refranes y maldiciones masculladas para si mismo.

Y, recuerda otra cosa... La pólvora mojada, no prende... Asegúrate de que el arma esté seca cuándo dispares a algo. Y, si disparas a algo, que sea grande y comestible... -Apunto a lo dicho por el mendigo

Venga, tenemos cosas que hacer -digo a Charlie- Esas trampas no van a ponerse solas. Aunque estaría bien que lo hiciesen...

Asiento complaciente.

—Descuida Charlie. Tenemos las balas contadas. Ten por seguro que no utilizaré una para alimentar mi testosterona —digo acabando la frase con una sonrisa.

Con un gesto me despido del grupo camino a la playa.

Flora se acomoda como puede en los restos del avion y se prepara para la lectura.

Caballeros... si me disculpan voy a intentar obtener algo de informacion de estos documentos. Si notan cualquier cosa extraña o viene alguien ruego que me avisen...

Entre todas las anotaciones encuentras algunas que te llaman la atención. Estás son las que encuentras interesantes y básicamente las únicas que no hablan del viaje o de datos técnicos sobre el avión.

12 de Marzo: Clive Lewinston me ha dirigido una curiosa petición. Quiere que deje caer un paquete en el oceano inexplorado. Dice que es muy urgente, que no le creeria si me lo explicará, pero suplica que lo haga.

14 de Marzo: Lewinston se paso con el paquete; se me había olvidado su petición entre todos los preparativos. Es un maletín de cuero que contiene un libro antiguo, encuadernado en un metal extraño. Siento curiosidad por la aleación; me aviso de que no lo toque. Me reí de eso pero por su expresión parece que lo dice muy en serio. Tiene una mirada salvaje en los ojos. Lo llama el "Tomo Firenze". Dice que es desagradable y que la humanidad debe ser protegida de él. Qué raro que destruyan un objeto de anticuario, le dije. Debe ser enterrado en el mar, me exige.
Muy raro, pero es tan insistente, tiene los ojos tan enloquecidos que me encojo de hombros y acepto. Así que he cogido el paquete pero cuando estaba sola en casa lo he estado ojeando, el libro da miedo así que lo he cerrado de inmediato.

15 de Marzo: Esta noche tuve Pesadillas. Debe ser miedo previo al vuelo, aunque nunca antes había temblado así.

16 de Marzo: Otra llamada de Lewinston. Me recuerda que lleve el libro, dice que me asegure de dejarlo caer lejos de cualquier extensión de tierra. Le preguntó por qué no puede simplemente arrancarle las hojas y quemarlo. La pregunta parece desconcertarle y me responde que sabe demasiado sobre algo llamado el Culto de Cthulhu; si tocara el libro de nuevo se vería tentado a usarlo. Me repite que no debo permitir que se apodere de mi, y que debería dejarlo siempre en su maletín. Ken me llama en ese momento por lo que la conversación se queda a medias. ¿Que diablos esta pasando con Lewinston?

1 de Julio: Los sueños son aún más raros. Ahora muestran ese tonto libro de Lewinston que casí había olvidado así que he decidido tirarlo en la siguiente etapa, mañana por la mañana.

Recuerdas que leíste algo en su día sobre la guerra de los cien años donde se mencionaba cierto libro de origen italiano que bien podría ser este porque el elemento común que había siempre que se le mencionaba era que la cubierta era de metal. Según parece es durante la guerra de los cien años cuando se le perdió de vista como si alguien lo ocultará de circulación.

Puede ser que el tal Lewinston sea un conocido profesor de universidad versado en textos clásicos y medievales entre otras cosas pero creías que había fallecido recientemente de un ataque al corazón. De hecho por eso te acuerdas, de haberlo leído en el periódico.

De la lectura del libro te queda claro que en el avión viajaban dos personas. La piloto Ruth Copeland y su navegante Kenner Housman. La última entrada esta fechada el día 3 de julio.

De pronto por la entrada del avión aparecen corriendo charlie y leroy con cara de pocos amigos. Sobresaltada y asustada por su intromisión se te cae el diario de las manos aunque ya lo habías acabado de leer y estas repasando lo que más te había llamado la atención.
¿Que les habrá pasado para que lleguen así de alterados?

Entráis al avión precipitadamente provocando que la hermana flora se asuste al veros entrar dejando caer el libro que tenía entre las manos. Sin tiempo para explicaciones observáis el interior del aparato que parece estar a salvo y al volveros para mirar hacía atrás no parece que nadie os venga siguiendo aunque antes tampoco pudisteis ver a nadie pero estaba claro que había alguien ahí.

¡Chicos! ¿Que ocurre? Ni que hubierais visto un muerto... dice Flora mientras se aproxima a ellos recogiendo el libro de nuevo.

¿Que les pasa a estos hombres?

Quizás no un muerto... Aunque lo cierto es que no hemos visto nada... -digo entre jadeos tras la carrera por llegar al avión, mientras me apoyo en la puerta de entrada al mismo.- Solo hemos oido ese ruido que oimos en la radio del avión. Esa especie de cántico gutural.

Yo no tenía intención de venir, pero Charlie se ha puesto a correr, y he tenido que seguirle. Espero que, al menos, las trampas que hemos puesto antes de la huida funcionen. Y podamos cenar algo...

Creo que va siendo hora de meternos dentro del avión, Flora...