Partida Rol por web

Con una hambre fruto del atareado día anterior, centras tu atención el plato de comida, comiendo a un ritmo más bien alto e ignorando al resto de clientes...

El estofado, de un exquisito sabor, calienta tu cuerpo y reaviva tus músculos, logrando que a los pocos minutos te sientas mucho mejor y más despierta si cabe. Sonriente, y tras retirar el plato vacío hacia el centro de la mesa, te medio incorporas, dispuesta a marcharte cuando....

Buenos días, Daenerys. - te saluda una voz, proviniente de un orco feo y delgado, el cual te dedica una leve sonrisa mientras te mira, de pie al borde de tu mesa. - Me gustaría que hablásemos unos minutos, creo que tenemos cosas importantes que compartir... - continua, tomando asiento frente a tí. - ...y estoy seguro de que te interesará escuchar lo que yo tengo que decirte, asi que si eres tan amable. - agrega, mientras con unas de sus manos te indica que no termines de levantarte..

Sin pensarlo dos veces, y tras ver que Lucius se retira un tanto de la puerta, Avam se prepara ante esta y con decisión, lanza un su pierna hacia adelante, dispuesto a abrir la puerta mediante la fuerza, pero su golpe, todo e ir bien dirigido hacia la cerradura, no logra que esta ceda, y la puerta se mantiene casi intacta...

Durante unos largos minutos, el crepitar del fuego es el único sonido que se escucha en el pequeño comedor del herrero y este tan solo es roto por las leves palabras de Drizzt, así como el peculiar ruido del espadón de Zenram al ser desenfundado...

Tras lo que os parece una eternidad, y sin haber probado el te ninguno de los dos, volvéis a escuchar el peculiar sonido de pisadas que se acercan y tras unos instantes, la puerta por la que salió el herrero vuelve a abrirse y cerrarse rápidamente una vez este la atraviesa....

Skrai os sonríe levemente mientras avanza hacia su silla, portando en sus manos un brillante, y a simple vista espectacular espadón, aunque este no es tan grande como el de Zenram. El arma, sin duda por estrenar, parece poseer un filo realmente afilado, y su hoja, ancha, desprende leves destellos brillantes cuando el color del fuego se refleja en ella. Su empuñadura es totalmente lisa y sin ningún tipo de adorno que la realce, pero posee un pequeño y redondo hueco que llama la atención de vuestra mirada, pues da la sensación como si en ese lugar faltase algo.

El herrero toma asiento y cuidadosamente deposita el arma en la mesa mientras observa vuestras reacciones, en especial la de Zenram, pues sus ojos se quedan fijos en el guerrero...

Durante unos largos minutos, el crepitar del fuego es el único sonido que se escucha en el pequeño comedor del herrero y este tan solo es roto por las leves palabras de Drizzt, así como el peculiar ruido del espadón de Zenram al ser desenfundado...

Tras lo que os parece una eternidad, y sin haber probado el te ninguno de los dos, volvéis a escuchar el peculiar sonido de pisadas que se acercan y tras unos instantes, la puerta por la que salió el herrero vuelve a abrirse y cerrarse rápidamente una vez este la atraviesa....

Skrai os sonríe levemente mientras avanza hacia su silla, portando en sus manos un brillante, y a simple vista espectacular daga. El arma, sin duda por estrenar, parece poseer un filo realmente afilado, y su pequeña hoja desprende leves destellos brillantes cuando el color del fuego se refleja en ella. Su empuñadura es totalmente lisa y sin ningún tipo de adorno que la realce, pero posee un pequeño y redondo hueco que llama la atención de vuestra mirada, pues da la sensación como si en ese lugar faltase algo.

El herrero toma asiento y cuidadosamente deposita el arma en la mesa mientras observa vuestras reacciones, en especial la de Zenram, pues sus ojos se quedan fijos en el guerrero...

Bien Zenram, ¿que te parece?. -inquiere Skrai, tras esperar unos segundos en silencio, al parecer tras saborear la impresión que se refleja en vuestros rostros tras su ultimo trabajo. - Creo que es una de mis mejores obras, si, si, de las mejores, sin duda. - agrega, mientras empuja, con suavidad, el arma hacia el guerrero.

Rebotando hacia atrás por la dureza de la puerta y bastante agobiado por la pasividad del humano, vuelvo a dar dos pasos hacia atrás. Esta vez lo conseguiré, debo de abrirla cueste lo que cueste. así, con firme decisión, vuelvo a aplicar una patada a la puerta intentando que esta vez se abra.

Tras su intento fallido por romper la cerradura, Avam no pierde su decisión, y nuevamente lanza una patada contra esta, en esta ocasión con mayor éxito, pues la cerradura cede ante su golpe y la puerta se abre, dejando a la vista el interior de la habitación.

Esta es exactamente igual a las vuestras, una cama, un pequeña mesita y una silla, y está totalmente vacía, sin rastro de Zenram o Drizzt, pero la ventana, que da a la plaza del pueblo, está abierta...

El guerrero observa el espadón y aún cuando en primera instancia se sorprende ante la aparente calidad del trabajo, no puede evitar el que su rostro refleje una decepción palpable..

Mmm, pero creí que habíamos quedado en que seria enorme, tal como el que me habéis prestado...

El guerrero toma el espadón que le ofrece el herrero luego de depositar el suyo en el suelo, como el guerrero experto que es comienza a valorarlo, balanceándolo de un lado a otro, viendo su ligereza y golpeando su punta contra el suelo para ver la calidad del acero...

Con suma tranquilidad, pero algo decepcionado, empuñas tu nueva arma, sopesándola mientras te pones en pie.

El arma pesa muchísimo menos de lo esperado, y envalentonado ante su ligereza, lo empuñas con una sola mano, sintiéndote más que capaz de hacer uso de él.....Y así es, pues logras blandir el arma con suma facilidad, sintiendo como esta parece acoplarse a tu brazo así como la sencilla empuñadura se moldea bajo tus dedos para sentirse mucho más firme y segura. Sonriente, realizas varios y sencillos movimientos, asombrado ante lo cómodo que te sientes con ella y la facilidad con la que puedes manejarla.

Por último, golpeas el suelo con su punta, decidido a comprobar su dureza, y sorprendido observas como esta realiza un muesca en el suelo, mucho más profunda y clara de lo que habría realizado cualquier otra arma que hayas utilizado hasta el día de hoy.

Con suma tranquilidad, pero algo decepcionado, Zenram empuña su nueva arma, sopesándola mientras se pone en pie.

El guerrero coge con fuerza la daga y blande el aire en varias ocasiones, tras lo cual sonrie, al parecer bastante complacido, pues su decepcionado rostro es sustituido por una sonrisa de asombro y respeto.

Por último, Zenram golpea el suelo con su punta, decidido a comprobar su dureza, y sorprendido observas como esta realiza un muesca en el suelo, mucho más profunda y clara de lo que habría realizado cualquier otra arma.

El guerrero parece complacido.

El ex-herrero observa los movimientos de Zeram en silencio y sin perder su sonrisa, la cual se ensancha a medida que el rostro de Zenram abandona la decepción y es sustituido por el respeto y el asombro.

Buenos movimientos, si señor. - afirma, una vez el guerrero finaliza el examen del nuevo arma. - Creo que te va como anillo al dedo, mucho mejor que si fuese enorme. - agrega, guiñándole un ojo para acto seguido desviar la mirada hacia Drizzt. - ¿A que estas de acuerdo, joven Drizzt?. Ese arma es mucho mejor que ese enorme y pesado espadón que llevaba hasta ahora, ¿verdad?

El guerrero entrega el enorme espadón al herrero.

Aquí tienes, te entrego de vuelta el espadón que me haz prestado ya que tengo esta obra maestra entre mis manos, realmente te haz lucido esta vez...

Y que propiedades haz añadido al arma, es evidente que no se trata de cualquier cosa, el material es muy ligero y su filo es excepcional.

Es en este momento que el guerrero repara en el hueco que tiene el arma...

Y... que es esto, parece que le faltase algo...

Jaja, Zenram, muchas son tus preguntas, y pocas van a ser mis respuestas... ahora. - responde el herrero, tras lanzar una suspicaz y veloz mirada a Drizzt. - De todas maneras ten esto, estoy seguro de que aplacará algunas de tus dudas. - agrega, sacando un pergamino enrollado de sus pantalones, sellado debidamente con una cera roja, y tendiéndoselo al humano.

tienes razon herrero, sin duda es una daga impresionante. miro a Zenram. Por cierto Zenram, dudo mucho que hay falte algo. miro al herrero y con una risa picara no es asi? un par de esas dagas.. mmmm

El guerrero comprende la mirada del herrero y aún cuando toma entre sus manos el pergamino esto no evita que en su rostro se dibuje claramente la decisión de obtener respuesta a sus preguntas...

Dritzz, dice el guerrero, serias tan amables de dejarnos solos, se que esto es un inconveniente para ti, pero es evidente que mi amigo me quiere decir algo en privado y quisiera escucharlo...

Sin esperar la respuesta de su compañero el guerrero se acerca a la puerta y la abre...

ya avisaras cuando acabes mientras el drow sale por la puerta