Partida Rol por web

Cuando ya tienes la sala a tu vista, el escupitajo que surge al sonido, cae sobre ti. Con un acto reflejo, cubres tu cara con los brazos, y al ácido tan solo golpea sobre tu armadura, impregnandola en muchas zonas. Solo unas cuantas gotas salpican tu piel, produciendote pequeñas y muy molestas quemaduras...

Cuando ya tienes la sala a tu vista, el escupitajo que surge al sonido, cae sobre ti. Con un acto reflejo, cubres tu cara con los brazos, y al ácido tan solo golpea sobre tu armadura, impregnandola en muchas zonas. Solo unas cuantas gotas salpican tu piel, produciendote pequeñas y muy molestas quemaduras...

Por fin, la drow y el humano entran en la sala, cerrando la puerta (que se abria hacia fuera) de esta rapidamente... Ambos llevan la armadura y ropa llena de ácido...

La sala, totalmente a oscuras, que tieneis ante vosotros ti es circular y el polvo vive alli desde hace siglos. En el centro de esta hay tres pedestales, de aproximadamente 1 metro de altura cada uno, y construidos en piedra. Entre los tres, forman un triangulo, donde cada pedestal es un vertice y estan separados, aproximadamente por unos dos metros, En las paredes, a intervalos de tres o cuatro metros, cuelgan antorchas, todas ellas apagadas....

mmm, este ácido..., entro en la habitación cerrando la puerta, saco mi odre de agua y hecho un poco donde ha caido el ácido, espero que esto lo neutralize, si no es así entonces me quito la armadura, tras esta acción miro el lugar donde me encuentro, bueno ahora, alguno de ustedes sabe que hacer aquí, pues si, son tres pedestales y nosotros somos tres, pero no imagino cual es el paso a seguir, y en efecto mis habilidades no son exactamente enfocadas a estos menesteres, menos aún si hay que usar magia... digo esto mientras miro a la puerta, no creo que pueda aguantar mucho...

Sin cuidarme de si mis compañeros han salido heridos o no, tranquilamente saco de mi mochila el pedernal y el acero y comienzo a encender las antorchas únicamente dejando sin atender las de los pedestales, una vez que la habitación esta mas iluminada reviso con mas detalle donde nos encontramos.

mmm, Pues veamos, a donde hemos llegado.

Al llegar al interior de la habitación me despojo rápidamente de mi armadura ya inservible antes de que el ácido penetre en mi piel abrasándome viva..., acto seguido echo un vistazo en derredor, no diviso
problemas momentaneos, asi que echo mano de mi material de y me pongo a limpiar la herida causada por el virote para evitar una infección que vaya a más....

observo a mis compañeros uno encender las antorchas para iluminar la sala y al otro echarse agua para evitar perder su armadura

humano , mucho me temo que nada podrás hacer por ella, salvo abrasarte, aunque si tanto la quieres será un bonito espectáculo....

después me aproximo a los pedestales cubiertos de polvo y tras limpiarlos busco alguna inscripción o algun resorte en ellos....

Una vez he encendido las antorchas comienzo a examinar la habitación buscando alguna otra puerta o modo de salir.

Una vez la puerta se cierra, el silencio reina a vustro alrededor... Desde fuera, no so llega ningún sonido...

El humano, con la armadura salpicada de grandes pegotes de ácido, intenta, deshacerse de este mediante el agua de su odre, y lo logra, pues este se disuleve con rapidez, pero el daño ya está logrado y la armadura presenta numeroso y grandes agujeros, haciendola casi inservible....

La drow, decide deshacerse de su armadura, evitando el posible daño del ácido, y con gran rapidez se desprende de ella, lanzandola al suelo y provocando un ruido sordo.... que no provoca ningun eco en la sala....

Mientras ambos hacen esto, el primero de los humanos en entrar en la sala extrae su pedernal y acero de la mochila y prende, con calma, cada una de las antorchas que cuelgan de las paredes. Cuando termina, la sala queda iluminada completamente, y la luz que desprenden los fuegos brillan con más intensidad de lo normal....

Con la luz brillando en la estancia, todos perciben como la magia reside en el ambiente, y esta parece haber revivido con el prendido de las antorchas...

Tras encender las antorcahs, tras unos instantes, tu piel se eriza levemente, señal de que la magia te rodea y te toca, con suavidad...

Sin darle una gran importancia, inicias un amplio examen da las paredes, ignorando los tres pedestales que reposan en el centro de la sala... Tu busqueda no parece obtener frutos, hasta que al final, en la pared del fondo, la opuesta a la puerta, encuentras lo que parece... una cerradura en la pared!!. Ilusionado ante el hallazgo, miras, con meticulosidad, a su alrededor, en busca de las lineas que delimiten la supuesta puerta... no las hallas.

Cuando las antorchas son encendidas, y tras unos instantes, tu piel se eriza levemente, señal de que la magia te rodea y te toca, con suavidad...

Como buen guerrero ya has notado esa misma sensación con anterioridad, por lo que no le das demasiada importancia, y te dedicas a examinar la puerta por la que habeis entrado... Perplejp, te das cuenta de que esta, poco a poco, va como difuminandose, hasta que al final lo único que divisas es un trozo de pared...

Cuando las antorchas son encendidas, y tras unos instantes, tu piel se eriza levemente, señal de que la magia divina te rodea y te toca, con suavidad... Acostumbrada, no le das mucha importancia, asi que te encaminas, decidida, al más cercano de los pedestales...

Con más de un dedo de polvo, te ves obligada a quitarlo, asi que pasas tu mano con fuerza, desprendiendo la suciedad con rapidez. Cuando terminas, más o menos, te das cuenta que el pedestal es un firme trozo rectangular de piedra, y que arriba, en lo plano, tiene un agujero pequeño, quizás del tamaño de un dedo. En su interior solo hay oscuridad....

En una de las caras del pedestal, y cuando la uz de las antorchas brilla sobre él, puedes vislumbrar unas palabras grabadas en él, cada una debajo de la otra.

Pedestal 1:
Yo
a
Después
la
Antes
la

la puerta por la que entramos ha desaparacido, digo con absoluta calma, me giro y veo al guerrero que prende las luces, si tu no encuentras otra salida no nos quedará mas que manipular ese... mecanismo, me acerco a los pedestales y los examio sin tocarles.

por cierto, hablo sin mirar a mis interlocutores, mi nombrre es Lucius, por si necesitan alguna forma de llamarme...

Mi nombre es Zenram contesto sin voltear.

Reviso varias veces una sección de la pared, mi rostro refleja confusión y cierto grado de perplejidad, mis manos recorren la pared cual si la acariciasen, pero es evidente que lo que hago es buscar algún resorte o bloque flojo en la pared, hago esto por un par de minutos hasta que completamente decepcionado les comento.

Pues creo que he encontrado una especie de cerradura, sin embargo por mas que busco no encuentro bisel alguno que delate una puerta secreta, tampoco he logrado encontrar algún resorte o mecanismo que sirva al mismo propósito.

Señalo el lugar en el que he encontrado la chapa para que mis compañeros le distingan fácilmente.

absorta en sus pensamientos por lo hallado en el pedestal, momentaneamente hace caso omiso a las palabras de sus compañeros y se dirige al siguiente, tras limpiarlo para poder ver sus inscripciones....

la magia es abundante en esta sala, la salida debe hallarse de algún modo con las inscripciones aquí escritas....

La drow, con rostro serio y decidido, empieza a limpiar el polvo, con la mano, del segundo pedestal. Tras esto, veis que se inclina para leer unas inscripicones grabadas en uno de sus laterales....

Lucius, tras presentarse, se acerca a los pedestales y puede observar las inscripciones que la drow acaba de dejar a la vista. Al acercarse a este segundo pedestal observa que la drow ya ha realizado lo mismo con un primero, donde tambien se divisan unas palabras...

Ambos podeis observar como Zenram os señala una chapa en la pared del fondo, donde destaca el agujero de una cerradura...

Tal como ha dicho Lucius, donde antes estaba la puerta, ahora solo veis pared...

Al pasar cerca de los pedestales, te detienes en el primero, limpio de polvo gracias a la drow, y cuando lo observas te das cuenta que el pedestal es un firme trozo rectangular de piedra, y que arriba, en lo plano, tiene un agujero pequeño, quizás del tamaño de un dedo. En su interior solo hay oscuridad....
Después desvias tu mirada a uno de los laterales y ves unas inscripciones que brillan gracias a la luz de las antorchas...

Pedestal 1:
Yo
a
Después
la
Antes
la

Una vez las lees, sin pararte mucho, te acercas al segundo, donde la elfa oscura acaba de hallar nuevas palabras grabadas en una de las caras del pedestal.

Pedestal 2:
la
vuestro
yo
dejaré
sabed
guardo

Como en el primer pedestal, pierdes unos segundo en apartar el polvo que lo cubre, descubriendo un pequeña agujero encima y otras inscripciones en uno de los laterales. Cuando las estás leyendo, Lucius se acerca a ti.

Pedestal 2:
la
vuestro
yo
dejaré
sabed
guardo

me dirijo al tercer pedestal y tras limpiar el polvo leo lo que pone