Partida Rol por web

Batsy parpadeó perplejo unos instantes: tenía más de archivero que de explorador, aunque le gustaba pensar en si mismo de otra manera y la rápida toma de decisiones después de montar el campamento le había descolocado un poco. Le hubiese gustado pararse un rato a colocar los libros que llevaba consigo, ojear si alguno de ellos tenía algo parecido a las ruinas en las que se enfrentaban, pero no iba a ser posible. >> Ya habrá tiempo una vez volvamos al campamento, siempre puedo llevarme unos pocos y ver si me sirven de algo<< suspiró para sí mismo.

- Me ... me parece bien su plan, pero se nos plantea una disyuntiva. Si el señor Kengsinton se mantiene en el campamento me temo que somos impares... y salvo que tomemos una solución sa-sa-salomónica me temo que no puedo acompañarlos a ambos.- tartamudeó.- Se-se-señora Srinivasan, espero no ofenderla si opino que no debería usted internarse sola en las ruinas. No-no-no creo que sea adecuado que nos separemos en solitaria hasta que-e-e sepamos si este lugar es seguro. Quizá debería dejar su análisis para más tarde cuando hayamos mapeado las ruinas, señor Kengsinton, o-o-o el resto quizá deberíamos explorar juntos ¿qué opinan?

Sharada se detuvo.

Tiene razón Sr. Baterman, creo que iré con Threkor a por agua, para no quedarnos sin abasta, y para no dividirnos.  Y el río es pieza fundamental para este asentamiento, así que es buen lugar para comenzar con las indagaciones arqueológicas. 

Por otro lado, Sr. Kensington, recuerdo haber leído que justo se prueba que la gravedad es un doblez del espaciotiempo al comparar dos relojes de ultra-presición, uno en el suelo y el otro en órbita.   Así que .... sincronicemos nuestros relojes ahora, y ya que regresemos veamos si el tiempo se mueve diferente más al centro o más alejado de las ruinas.  

Hubiéramos dejado alguno en la parte alta, ni modo. 

Pero bien, me gusta que probemos de todo, no sólo lo más evidente, y si cambia la vegetación en las cercanías, ¿porqué no habría de cambiar el tiempo también?  

Una científica, siempre es una científica.

Parecía que cada uno había decidido sus funciones en el grupo. Eso estaba bien. Iniciativa y decisión era algo que me gustaba en la gente. No sería capaz de trabajar con gente indecisa y poco aventurera, era algo que no soportaba en demasía.

Me alegro de que me acompañe doctora. Un miembro de las investigaciones físicas y yo un miembro de las investigaciones abstractas. Eso está bien. Complementaremos nuestros hallazgos uno con el otro.

Esperaba encontrar algo en aquellas ruinas que me revelara si aquella civilización o quienquiera que construyera aquel complejo de edificios, tenían conocimientos de ciencias ocultas. Evidentemente, como todo pueblo, tendrían costumbres funerarias y rituales de tratamiento de difuntos, pero mi objetivo era descubrir si creían en una vida más allá de la muerte. Conocía por mis investigaciones otras culturas que realizaban rituales con gente viva, una especie de iniciación a la vida adulta, experiencias cercanas a la muerte. Había encontrado gravados sobre aquello que estos iniciados habían traído como sueños de sus viajes al más allá. Esperaba encontrar algo parecido allí y así poder completar un poco más el puzzle de lo que habita más allá de la muerte.

De momento sólo disponía de fragmentos de historias que parecían más folklore que otra cosa, pero atisbaba indicios de verdad en ellos. Necesitaba más hallazgos para completar el cuadro del que ahora sólo tenía un boceto.

Con las habilidades como arqueóloga de la doctora, sería más fácil encontrar algo que a ojos de alguien profano en la matería pordría no ser nada.

Tras el cruce de opiniones, todos los miembros del equipo tenían más o menos claro sus tareas. La Dra. Srinivasan iría hacia el sur para proveer de agua al grupo junto con el Sr. Ohrin. Esperaba en silencio que su compañero tuviese alguna historia interesante para el paseo hasta el río. El Sr. Kengsinton tomaría datos en el campamento aprovechando las horas de sol. El Sr. Baterman dudaba entre colocar diligentemente sus libros de manera ordenada o internarse hacia el perímetro de bosque que rodeaba por el norte las ruinas.

El camino hacia el río no es excesivamente largo. Quizá no más de un kilómetro, sin embargo, las piedras provenientes de las construcciones están desperdigadas por doquier y han "salpicado" de tal manera el lugar que en numerosas ocasiones os obligan a hacer incómodos rodeos y retroceder sobre vuestros pasos al encontrar el camino cortado.

El suelo, aparte de la roca de las construcciones, está cubierto de hojas y trozos de corteza. Debajo, la tierra estaba muy compactada y a simple vista, observando las huellas que dejan vuestras pisadas, veis que se encuentra húmeda al excavar tan sólo un poco.

De los árboles llega el canto de algunas aves, que poco a poco va sobreponiéndose sobre la conversación que los Sres. Baterman y Kengsinton tienen en el campamento que vais dejando atrás. A vuestro paso, las ruinas yacen devoradas por el tiempo y la vegetación. Su aspecto inicial no es el de una guerra o algún tipo de ataque, sino el de un abandono repentino. De hecho, sentís que alguien os observa desde algún ángulo, quizá detrás de una roca, en lo alto de un árbol o desde una de las muchas ventanas que tienen las construcciones, pero sólo es sugestión, y como expertos que sois, vuestra tarea es ceñirse a los hechos.

Cuando estáis casi llegando al río, una brisa de aire proveniente del este, desde donde se levanta la gran construcción orientada al sur, agita las ramas de los árboles más altos, y se filtra por los recodos de roca más estrechos produciendo un siniestro silbido que no es más que el efecto del aire. Lo peculiar es que esa brisa trae además un olor dulce y húmedo, aunque desabradable. Tanto, que os obliga a fruncir el ceño mientras ya a poco metros un montón de vegetación verdosa marca el borde del río ranvir, de aguas turquesas y calmadas.

Cuando la arqueóloga y el... el... ¿filósofo? decidieron compartir el camino en busca de agua, Baterman compuso una media sonrisa, parecía que las cosas empezaban a organizarse.

- Bien, bien, entonces si no les importa, permaneceré en el campamento junto al señor Kengsinton, así ninguno de nosotros estará to-to-totalmente sólo. Aprovecharé para organizar mis libros y copiar algunos de-de-detalles de los relieves de los edificios más cercanos.- comentó aliviado. Batsy siempre había sido (como buen bibliófilo) un obsesionado por el orden: tener sus legajos desordenados, aunque fuese por las necesidades del viaje y lo precario del campamento, le provocaba una verdadera ansiedad. Y eso agravaba su tartamudeo y le desencadenaba ese molesto tic en el ojo izquierdo que le mortificaba tanto.

Mientras esperaba la respuesta de sus compañeros, por si tenían algo más que añadir, comenzó a organizar sus tomos, acariciando cada una de sus cubiertas como otros acariciarían a una querida mascota. 

- ¿Sabe Kengsinton? Es muy curioso que quiera estudiar el clima y si la me-me-medida del paso del tiempo difiere en esta zona de las zonas circundantes.- comenzó a comentar, sin apartar la vista de sus amados libros.- Según he podido ver las-las civilizaciones antiguas tenían algunos conocimientos que parecen imposibles para su desarrollo cultural tal como lo entendemos en la actu... actutu... actualidad.- chasqueó la lengua frustrado tras haberse atascado en la última palabra. Suspiró y siguió con el orden.- Por ejemplo los mayas eran capaces de predecir eclipses y muchos eventos astronómicos, a base de de observación directa y extrapolaciones matemáticas De hecho ¿sabe que tenían un sistema matemático en base de 20? Sí, si, interesante, muy interesante. Y no usaban telescopios ni nada similar, pero la orientación de sus pirámides es tan precisa. ¿Y su calendario? casi perfecto, requiere de ajustes mínimos, tan sólo dos días según la correlación GMT ¿se imagina? con ello sigue puede seguir usándose. - según iba entrando en un tema que le resultaba interesante, la dicción de Batsy fue aclarándose poco a poco, de manera inconsciente.- Debería tener por aquí un libro sobre ello, le gustará.

Cuando la Dra. Srinivasan y el Sr. Ohrin se alejan en busca de agua para el grupo, el bibliotecario y el matemático se quedan en el campamento manteniendo una conversación en tono cortés y desenfadada. Los dos mundos eran opuestos. Por un lado, Baterman representaba las letras, la organización, la rápida busca de referencias, la manifestación escrita que pudiera haber dejado quienquiera que habitase en aquel lugar ahora vacío. Por otro, Kengsinton era el científico puro, la persona encargada de obtener datos puros sin el filtro subjetivo que inevitablemente dan las personas menos preparadas.

El tiempo transcurrió rápido a pesar de haber pasado una hora según los aparatos de control del Sr. Kengsinton. Hay desplegados varios aparatos y sensores con el objetivo de monitorizar la más nimia actividad del lugar, y aunque le parece fascinante, no atrae durante tanto tiempo la atención de un bibliófilo como Baterman que rápidamente se distrae y coge su cuaderno y su lápiz en pos de encontrar algo interesante en las inmediaciones.

Mientras Kengsinton permanece atento a las pantallas, que pitan de manera espontánea, Baterman comienza a garabatear algo en el cuaderno.

Las mediciones que tomas mediante los diferentes aparatos tecnológicos te aportan ciertos datos:

• El clima es húmedo aunque caluroso, pero cuadra perfectamente con los pronósticos. Al observar datos históricos de satélites climáticos no observas ningún cambio brusco que haya podido estimular el crecimiento desmesurado de bosque alrededor.
• Tampoco ves en los datos históricos ningún registro de actividad geotérmica, sísmica, radiactiva o similar que haya podido provocar un ocaso de la población asentada en el lugar.
• El campo magnético no parece sufrir alteraciones. Funciona de la manera habitual.
• Las imágenes del dron que sobrevuela el lugar no muestran más que árboles y ruinas. No tienes el dron a la vista, pero lo sigues a través de una pantalla. De repente, una figura oscura de aspecto humanoide aparece una décima de segundo entre unas ramas. La resolución del la cámara, unida a la velocidad en que ocurre todo, no te permite identificar detalle alguno. Además, parece mover el brazo en actitud de lanzar algo y entonces el dron deja de emitir y la pantalla ante ti emite un chasquido. Ahora sólo ves una imagen negra y en el centro, el mensaje de "SIN SEÑAL". Por suerte, eres precavido y lo tienes todo grabado.
• El transcurso del tiempo, sin ninguna otra referencia, parece discurrir de manera normal.

Al principio no le prestaste suficiente atención, pero tus reflejos funcionaron como esas veces que tus sentidos reciben información muy limitada, en porciones muy pequeñas, y que habitualmente llamáis "sexto sentido". Una roca de cerca de dos metros de longitud y uno de altura está recubierta de musgo, pero una de sus caras posee una superficie demasiado lisa para haber surgido de manera natural. Usas, intrigado, tu mano para apartar un poco el musgo y observar unos relieves en la superficie. Al principio parece una serie de líneas y formas, como una esccritura desconocida, pero pronto observas que son representaciones pictóricas. Quizá cuenten un hecho, leyenda o algún tipo de manual. Intentando controlar los nervios que el descubrimiento te produce, coges el lápiz y comienzas a reproducir los relieves en tu cuaderno. Son cinco, y en ellos puedes ver lo siguiente:

• En el primero de ellos aparecen una multitud de figuras con apariencia humana. Son trazos sencillos, como los de un índalo, los que definen a cada individuo representado.
• En la segunda imagen aparecen divididos en dos grupos. El primero de los grupos rodea a una figura similar a una vaca o buey, y sus trazos son oscuros, y en el segundo grupo aparecen todos sentados entre plantas y árboles, con trazos más claros.
• En la tercera imagen, figuras oscuras y claras aparecen mezcladas portando objetos que con poco margen de error podrías calificar de armas de filo.
• En la cuarta, sólo aparecen figuras claras entre árboles.
• En la quinta y última, la más extraña, aparece una sola figura de tonos claros rodeada de árboles con una flor en su mano en actitud de levantarla, olerla o algo así, y encima, el sol con unas líneas tangenciales que parecen ser los rayos de luz tal y como los dibujaría un niño.

El bibliófilo garabateó nerviosamente las figuras que iba descubriendo en la roca. << Sin duda se trata de una representación de un conflicto mítico, pastores frente a agricultores, tal vez, hay un remanente a la historia de Caín y Abel, con los sacrificadores de animales como "elemento oscuro" o portadores de vicio y los "cultivadores" como seres de luz. Jum, jum, los trazos sencillos indican un desarrollo claramente figurativo, quizá una simplificación de una forma de escritura ideográfica anterior, como en el caso de los jeroglíficos egipcios, que en sus versiones tardías tenían una forma más ritual y detallada y otra más simplificada y parecida a "letras"... escritura hierática, eso es>> Al tiempo que copiaba las figuras iba anotando a su pié posibles recursos bibliográficos a consultar, así como las ideas que iban surgiéndole: Piedra Rosseta, Biblia, conflicto vegetal/animal, escritura herática, etc...

<<Es curioso que los "agricultores aparezcan sólo sentados, mientras que los pastores aparecen de pie ¿Hay una relación de castas? Quizá los "agricultores" sean nobles, gente que no trabaja con sus manos, pensadores... en oposición a los otros que tocan el ganado, realizan trabajo manual, se desplazan...También puede haber referencias a una vida transhumante frente a una vida sedentaria. Jum jum, el tercer dibujo es claramente una batalla, una guerra entre unos y otros. La cuarta.... puede ser un símbolo de la victoria de los agricultores, de la cultura de los "sentados" y los árboles. Claramente representa los antiguos habitantes de esta zona, por lo que hemos observado el tema vegetal parece definir sus edificaciones y, por ende, su cultura. Sin embargo es bastante críptico, ¿por qué siempre sentados? ¿El blanco es símbolo de que son entes bondadosos o tiene algo que ver con la luz? ¿Y ese último relieve? Sin duda hay mucho más en el de lo que puedo analizar solo con verlo, debo consultar a la doctora por si hubiese alguna cultura con símbolos solares y florales similares. Es como si realizase.... ¿Una ofrenda al sol? ¿se alimenta de la energía solar? ¿tenían una relación simbiótica con las plantas? Bueno, quizá eso es demasiado aventurado pero....>> Mientras el cerebro de Baterman funcionaba revolucionado, sus manos también parecían hacerlo, copiando hasta el mínimo detalle de los relieves así como notas de las ideas que tenía en códice taquigráfico, para no perder demasiado tiempo. Cuando copió el último relieve, hizo una mueca, no demasiado contento con el resultado, sobre todo por ser el que le resultaba más misterioso. Decidido, arrancó una hoja del cuaderno y realizó un calco mediante frottage, para así tener una copia perfecta del relieve que poder comparar.

Con una amplia sonrisa en los labios se volvió hacia el matemático.

- ¡E-e-ey! Se-señor Ken-kensington, creo que he encontrado a-a-algo.- gritó con entusiasmo, tartamudeando en sobremanera por los nervios

Batsy se había dirigido hacia una roca cercana y se movía de aquí para allá, escribiendo en su cuaderno y murmurando para sí mismo. De vez en cuando mordía el lápiz o se daba toquecitos con él en la cabeza, nervioso, como si se tratase de un animal enjaulado. Al cabo de un tiempo, con una amplia sonrisa en los labios se volvió hacia el matemático.

- ¡E-e-ey! Se-señor Ken-kensington, creo que he encontrado a-a-algo.- gritó con entusiasmo, tartamudeando en sobremanera por los nervios

Albert observa con tranquilidad los datos. Pasando de las imágenes a sus datos y acabando de analizar la velocidad del viento y los indicadores de humedad. Las dimensiones físicas parecían estables, el tiempo no había sido alterado, solo el crecimiento vegetal. Fuera lo que fuera la función de esas ruinas no parecía afectar mas que al patron de floración.

La tetera empezó a silbar, introdujo te negro abundante y sirvió un par de tazas para el y Batsy, dejando una buena cantidad para cuando volvieran sus compañeros.

Se sentía mucho más seguro entre esquemas lógicos que avanzando entre piedras inestables y estructuras antiguas. Trabajando con su dron haciendo un mapeo tridimensional vió aparecer la sombra que se llevó de golpe su juguete. 

- Einstein ha muerto. ¡Maldita sea Batsy, ahí fuera hay algo o alguien y se acaba de comer mi dron! Bueno, comer no, destruir, pero parecía humanoide ¿Es posible que las ruinas sigan habitadas, que sean usadas como templos por algun tipo de pueblo aborigen? La Dra Srinivasan y el Sr. Orrin están en peligro. Maldita sea tenemos que avisárlos.

Levantándose buscó en la dirección que se habían alejado sus compañeros, tratando a su vez de localizar el punto donde había desaparecido el Dron. Tratando de predecir sus próximos movimientos.

- Es posible que tenga que usar ese látigo suyo Indiana..

Batsy parpadeó como un ciervo deslumbrado en mitad de la carretera ante la revelación de Kengsinton, aún agitando ligeramente su cuaderno de notas. ¿El dron había sido atacado?

-Po-po-podría haber sido un simio? Los langures son bastante humanoi...- la frase murió en sus labios cuando vio la preocupación marcada en el fruncido ceño del matemático y su resolución por ir en busca de sus compañeros.- Al menos... ¿Pudo grabarlo?.- preguntó apretando con fuerza el cuaderno, de manera inconsciente.- No-no-no me gustaría abandonar nuestros recursos para que los destrocen un grupo de primates si ese ha sido el caso, pero en caso de que haya sido un agresor es prioritario ir a comprobar el estado de nuestros compañeros. Creo que usted mejor que nadie entenderá mi escepticismo.- dijo sonriendo de medio lado, intentando paliar cualquier ofensa que pudiera haberse filtrado en sus palabras. Cualquiera pudiera decir que él, un bibliotecario que basaba sus estudios en las experiencias y opiniones de terceros, sería el primero en lanzarse a aceptar cualquier teoría; pero lo cierto es que el habito de comprobar varias fuentes, contrastar relatos, buscar distintos puntos de vista sobre un hecho, etc. le hacía reticente a aceptar una afirmación como la de Kengsinton. Aunque lo seguro que parecía el matemático (que había demostrado hasta el momento tal fervor por los datos empíricos) sobre la "criatura" le hacía dudar ligeramente.

Mientras esperaba la respuesta de su compañero, volvió a agitar el cuaderno, y arrancó de nuevo con su verborrea.

- Yo, he encontrado unos relieves allí detrás. Esquemáticos, posiblemente un relato fundacional mítico o un relato de un evento importante de la historia de este pueblo. Cinco grabados, el primero relatando el punto inicial de esta cultura, el segundo como la polarización de la sociedad en dos estratos:  pastores frente a agricultores, tal vez, hay un remanente a la historia de Caín y Abel, con los sacrificadores de animales como "elemento oscuro" o portadores de vicio y los "cultivadores" como seres de luz, aunque el cambio de color quizá marque una distinción entre el "nosotros" (el blanco) y "los otros" con negro, pero esto es posible que se trate de una aproximación occidentalizada de esta cultura, debo repasarlo con Srinivasan. También es posible que los "agricultores" sean un estrato más noble o más orientado a la ciencia y la investigación que los "pastores" pues los primeros siempre aparecen sedentes...El caso es que los dos grupos se enfrentaron y sólo quedaron los sedentes, la gente de los árboles. Y luego está esto.- finalizó mientras sacaba la copia por frottage del último grabado. En ella se veía una sola figura muy esquematizada, rodeada de árboles con una flor en su mano en actitud de levantarla, y encima, el sol con unas líneas tangenciales que parecen ser los rayos de luz tal y como los dibujaría un niño- Es como si realizase.... ¿Una ofrenda al sol? ¿se alimenta de la energía solar? Hay  algo que me sugiere que tenían una relación casi simbiótica con las plantas, hasta ahora ha marcado todo lo relacionado con su cultura, les define como pueblo.

Por fin el bibliotecario se calló, dándose cuenta de que había hablado rápida y atropelladamente (pero sin tartamudeos) de algo que, quizá, no tuviese la menor importancia en ese momento. Tenía tendencia a perder el foco de la situación en la que se encontraba si andaba entusiasmado con algo. Sus compañeros. Peligro. Comprobar si había grabación del "ente" y actuar en consecuencia. Y... ¿el látigo?

- Me temo que no he tra-tra-tra-traído ningún látigo.-  respondió Batsy, completamente confundido.- Pero creo que si estamos en peligro, esto puede ayudarnos.- diciendo esto sacó de no se sabe donde un cuchillo de caza de aspecto feroz, com más de un palmo de largo

La naturaleza había ejercido su poder, llenando los terrenos abandonados de vegetación que crecía sin control. Las ruinas, allí en medio daban un aspecto tenebroso al entorno. El viento silbaba al pasar por entre las piedras.

Me acerqué a una de las construcciones erigidas allí y toqué las piedras con la mano. Era curioso, pero el tacto con algo que alguien había construido hacía cientos o tal vez miles de años, le daba al contacto un tinte más profundo que el simple hecho de tocar una piedra.

Aunque no era mi campo, intenté encontrar alguna marca en las piedras o algún lugar en que pareciera la entrada al interior de algo que estuviera fuera de la vista. Tanteaba con el pie al caminar, sin dar un paso firme en ningún momento. Tenía miedo que el suelo cediera a mi peso en algún lugar.

Esto es impresionante doctora. Mire todas estas construcciones. ¿Es piedra común o es algún tipo especial?

Albert escuchó atentamente el relato de su compañero. Tomando otro sorbo de te y tratando de serenarse asintió ante las precauciones de su colega.

- Como sea un primate.. La próxima noche que pasemos en el pub corre de mi cuenta.

Dice al tiempo que observa con minuciosa determinación las últimas grabaciones del Dron en busca de algo que les permitiera identificar a su atacante. Gira el ordenador de forma que Batsy pueda dar su opinión y abre los programas de reconocimiento de su ordenador. Filtrando y enfocando las imágenes, reduciendo las sombras y contrastando los contornos.

- Sea lo que sea parece humano…

Mientras los programas limpian la imagen se levanta para observar con mayor detenimiento los grabados de su compañero.

- En efecto, parece la historia de un pueblo grabada para enseñanza de las futuras generaciones. Quizás como forma de reafirmarse y mantener su historia en una cultura prehistórica sin conocimientos de escritura. Por otro lado la figura solar nos ofrece más factores que pueden, no solo conectar las estructuras en el eje sol – vegetación – naturaleza sino que añade las alienaciones astrológicas con su analema, o sus solsticios a los factores que intervinieron en la construcción de estas ruinas.

Entonces volvió la mirada pensativo hacia el ordenador.

- Y nos deja una incógnita, si ahora están abandonadas. Y un posible cazador ha interceptado el dron. ¿Es posible que el pueblo vencedor fueran los cazadores de animales y no los agricultores? Y estos pueblen ahora la jungla a nuestro alrededor. Quedando solo la vegetación sobredimensionada como respuesta a los conocimientos adquiridos por el pueblo de agricultores y abandonados por su extinción.

Observó el enorme cuchillo de caza y asintió murmurando.

- Espero que no lleguemos a necesitarlo.

Threkor Ohrin pasa la mano por la superficie de los cascotes de piedra, esperanzado por contagiarse de la sabiduría ancestral que esas rocas han acumulado a través del tiempo. Que les confíen el secreto de lo allí ocurrido. Por desgracia, no era su día de suerte y pese a encontrar algún relieve en las ruinas, está tan erosionado por la vegetación y el clima que es imposible sacar algo en claro. Tampoco hay ninguna entrada a ningún sitio más allá de la que hay a las estructuras similares a "Chupa-Chups" que parecen haber sido viviendas. A pesar de ello, hace un esfuerzo por remontarse a alguna lectura que haya hecho anteriormente sobre la región, pero el maldito olor nauseabundo lo distrae cada vez más.

Al fondo, la construcción marcada con la letra D cuando el dron del Sr. Allister sobrevoló la zona, se levanta imponente. Parece venir de allí el olor. El camino hacia allí (hacia el este) está medio bloqueado por grandes bloques de piedra que han caído hasta conformar una muralla en la que sólo queda un estrecho camino por el que pasar de perfil. Delante vuestra, a pocos metros, el río mueve de manera errática algunos lotos indios.