Partida Rol por web

Wilheim Limblund, un mecánico de renombre que se vio involucrado un accidente en donde una muchacha quedó ciega y otra terminó muerta. Este era el que debía ser el momento estelar para que Diego San Diego se hiciera un nombre dentro de la Policía Nipona... aunque, por desgracia el resultado fue su expulsión.

Todos los cargos que había sobre Wilheim Limblund fueron retirados por falta de pruebas, y la acusación de que Diego San Diego las había fabricado para inculparle. Todo este escándalo hicieron que sus superiores incitaran a Diego San Diego a dimitir de su cargo.

Aún con todo, Diego San Diego cree que Wilheim Limblund fue el culpable de ese accidente.

Momo Kuteki, una de las dos víctimas en aquel accidente en donde, la joven, terminó por quedarse ciega a causa del impacto traumático que esta llevó cuando una máquina en la fábrica de coches asesinó brutalmente a otra joven que estaba a su lado. La joven parece confiar en Diego San Diego, pues fue el único agente de la ley el cual tuvo un tacto cercano con ella.

Reiko Yamada, así era como se llama la muchacha de instituto que casi hace que la carrera musical de Ginyu Kaze se fuera por el retrete nada más comenzar. Es bien sabido del gusto de Ginyu Kaze por las bebidas alcoholicas, al igual que es bien sabido que la gente suele "funar" en Twitter.

Con un vídeo de la cámara de seguridad de la tienda en donde, esa dependienta adolescente, le insistía una y otra vez al propio Ginyu Kaze, que no podía comprar bebidas alcoholicas, mientras que este insistía en que sí podía, y pese a no tener documentación, era alguien famoso y que tenía que reconocerlo.

Ese vídeo de Ginyu Kaze tratando de huir con las botellas fue viral en la web... lo cual le ayudó a ganar más popularidad, pero por un buen periodo fue considerado como un simple "borrachuzo" más, todo por alguien que no lo reconocía.

"Cristal Bloom", o al menos así es como Ginyu Kaze la reconoció. Una artista que había coincidido en su misma escuela y que juntos dieron sus primeros pinitos en el mundo musical; ella se fue por el camino de la fama y la fortuna siendo una "diva", mientras que el se centraba más en un estilo más bohemio pero igual de prolífero.

Pese a que muchos podían pensar que cuando ambos ganaron la fama, uno se había olvidado del otro, nada más lejos de la realidad, pese a que nunca hicieron una "colaboración" en los escenarios, sí que seguían quedando tras ellos, las fiestas alocadas de ambos fueron legendarias.

De hecho, gracias a esta relación y algún que otro contacto de Cristal Bloom, Ginyu Kaze pudo reponerse más rápido de la situación en la que se vio involucrado con una dependienta arisca y un escándalo alcholico.

Diego San diego, era el policía que se encargaba de investigar el extraño accidente en donde el hermano pequeño de Hayato Amakuza se vio involucrado. Por desgracia, por muchos intentos que se hicieran por parte de la policía, este no logró resolver el caso, pese a que estaba convencido en acusar a Willheim Limblund.

Al final, Diego San Diego renunció a su puesto de policía y comenzó una agencia privada como detective. - Se rumorea, que el motivo real por el cual renunció es que este había fabricado pruebas, pero nada de esto ha sido confirmado.

Ginyu Kaze, compañero de clase del hermano menor de Hayato Amakuza. Pese a que estaba en la misma excursión en donde ocurrió el accidente, este no se encontraba con el resto del grupo cuando el accidente ocurrió. Pese a todo, no fue considerado como sospechoso.

Tras el accidente, Ginyu Kaze hizo una balada en honor al hermano menor de Hayato Amakuza, su compañero muerto, y debido a que la obra no fue lo mejor que había hecho hasta entonces, Japón estaba consternado por ello, por lo que llegó en el momento preciso para poner su nombre en los focos, de forma muy oportunista.

Hija de la Profesora de Instituto que perdió de vista a los estudiantes en aquella excursión en donde ocurrió el accidente. Pese a que ella aún era pequeña, lo más probable que fuera la culpable indirecta de que la profesora no hiciera su trabajo, dado que en el momento en el que el accidente ocurrió, estaban hablando por teléfono las dos juntas.

Distracción que resultó ser fatal.

Moise Mori, otro no-sospechoso del accidente que se llevó la vida del hermano menor de Hayato Amakuza. Este se encontraba también de visita en la fábrica de coches en donde ocurrió, al parecer mirando los brazos que había en el lugar para ver si sería rentable adquirir unos cuantos brazos antiguos para la fábrica de chocolates.

Se dice que fue él el que exigió a los operarios a aumentar la velocidad de los brazos para ver si serían capaces de realizar los movimientos requeridos para tratar correctamente a los chocolates. Quizás por esta velocidad extra fuera la causa que el brazo hiciera un movimiento que resultó ser letal.

Miho Hatamachi, una inversora de gran relevancia de la fábrica de coches en donde resultó muerto el hermano menor de Hayato Amakuza, estaba presente cuando ocurrió el accidente en la fábrica. No fue sospechosa por parte de la policía, de hecho, su nombre no apareció por ningún lado.

Pero fue la que insistió a los empleados que dieran velocidad a los brazos, dado que quería que la empresa vendiera esas viejos brazos y comprara mejores para aumentar así sus ganancias. Quizás por esta velocidad extra fuera la causa que el brazo hiciera un movimiento que resultó ser letal.

Cristal Bloom, compañera de clase del hermano menor de Hayato Amakuza. Pese a que estaba en la misma excursión en donde ocurrió el accidente, esta no se encontraba con el resto del grupo cuando el accidente ocurrió. Pese a todo, no fue considerada como sospechosa.

Tras el accidente, Cristal Bloom hizo un tema musical en honor al hermano menor de Hayato Amakuza, su compañero muerto, y pese a que la obra no fue la mejor que había hecho hasta entonces, Japón estaba consternado por ello, por lo que llegó en el momento preciso para poner su nombre en los focos, de forma muy oportunista.

Willheim Limblund, el principal sospechoso de la muerte del hermano menor de Hayato Amakuza. Era el que se encargaba que cada una de las máquinas actuara de forma correcta, el que tenía que encargarse de que los brazos estuvieran moviéndose como deberían.

De hecho fue el operario que estaba a cargo en el momento en el que ocurrió el accidente. Pese a todo, la investigación policial no llegó a ningún lugar y no fue condenado, ni siquiera fue a juicio, retirando todos los cargos sin dar motivos.

Kazuo Koike es el cabeza del Sindicato de Trabajadores de la Fábrica automovilística en donde ocurrió el accidente. Este muchacho, ya crecidito, fue el primero en hablar con la policía, poniendo traba tras traba para que la investigación avanzara demasiado, alegando que eso "dañaría la psique y la moral de los trabajadores".

Pese a ello, no fue considerado como sospechoso, y probablemente estuviera protegiendo al verdadero culpable, si es que no había sido el mismo el causante. Sea, como fuera, su padre, -ahora jubilado- trabajaba en la empresa en la misma rama en donde ocurrió el accidente.

Araki Yamagawa, el heredero de la familia que tenía, entre otras muchas cosas, la fábrica de coches en su posesión. Estaba presente cuando ocurrió el accidente, pero pese a ello, fue considerado como sospechoso. De hecho, ni siquiera declaró con la policía cuando ese incidente ocurrió.

Este era un negocio que fue "prestado" por su familia para ver que tal lo llevaba, y ni siquiera había pasado una semana cuando ocurrió esta situación. Tan rápido como se le dio la titularidad del negocio, se la quitaron. Todo esto, tras bambalinas, por supuesto.

Arthur Blackfield, un acompañante de mujeres ricas, un matón de poca monta, un detective sucio, o simplemente un extranjero que se pasea de un lado a otro con un enorme tupé y un arma. Estaba también presente cuando aconteció el accidente que se llevó la vida del hermano menor de Hayato Amakuza.

Era el acompañante de Miho Hatamachi, y apoyó la idea de su acompañante de poner una mayor velocidad a las máquinas, sacando incluso su arma para amenazara al operario para que lo hiciera. Nada de esto fue incluido en el informe policial, pues desapareció igual que su acompañante.

Yumeko Yamamoto, compañera de clase del hermano menor de Hayato Amakuza. Pese a que estaba en la misma excursión en donde ocurrió el accidente, esta no se encontraba con el resto del grupo cuando el accidente ocurrió. Según decían, esta estaba dormida en el baño de los empleados. Pese a todo, no fue considerada como sospechosa.

Para más inri, durante la sesión conmemorativa hecha en la escuela, esta comenzó a roncar en su asiento durante el minuto de silencio. Mostrando, nuevamente, lo irrespetuosa que esta estaba siendo hacia el hermano menor de Hayato Amakuza.

Momo Kuteki, era la compañera de viaje del hermano de Hayato Amakuza, ambos se habían desviado del camino para investigar las instalaciones por su cuenta. Según narró ella, fue idea del hermano de Hayato Amakuza, pero mientras estaban en las pasarelas, un brazo se movió de repente y golpéo la cabeza del hermano, arrancándosela de cuajo y aplastándola.

Ella terminó empapada de sangre y sus cabellos negros se volvieron rojizos con la mojadura. A causa de todo este estrés quedó ciega, pese a ello, es altamente funcional. - Quizás mintiera sobre que fue su hermano el que tuvo la idea, o quizás si ella se hubiera opuesto, a estas alturas él estaría vivo.

Ginyu Kaze era un joven bardo, o algo así, que un día decidió ir a la tienda en donde Reiko Yamada se encontraba como la única dependienta. El aspecto del joven hizo que Reiko Yamada sospechara de que estaba comprando bebidas alcohólicas de forma ilegítima para embriagarse, lo que implicaba que si se las vendía, podía incurrir en un delito.

De forma amable, Reiko Yamada pidió la documentación para poder comprobar si este era mayor de edad, pero el muchacho se negó, exigiéndole a ella que fuera a poner su nombre en YouTube o algo similar; que él era importante y que no sabía con quien estaba hablando. La muchacha no lo reconoció y ante la falta de ID, hizo lo que tenía que hacer, Reiko Yamada se negó.

Finalmente el muchacho, colérico le lanzó el dinero a la ventanilla mientras trataba de huir con las bebidas y este drama salió a la luz en la red. A causa de cómo manejó la situación, Reiko Yamada podía pensar que se llevaría las gracias, pero al contrario, la mayoría de los comentarios fueron en su contra, y hubo tanta presión que la echaron de la tienda tras el acoso de los fans de Ginyu Kaze.

Yumeko Yamamoto, era una joven que se quedó dormida un día en unos colchones de la trastienda del almacén en donde Reiko Yamada se encontraba trabajando. Realmente no sabía que hacer al respecto de tener a una chica con aspecto pequeño durmiendo a pierna suelta en un colchón de la trastienda, de hecho, temía que eso fuera a ocasionarle aún más problemas, pues en su anterior trabajo fue expulsada a causa de un escándalo.

Pero por fortuna para ella, esto no ocurrió así, sino que al despertarse, la muchacha estaba agradecida de haber podido dormir un poco en esos cómodos colchones, y le explicó que sufría de Narcolepsia, que le daba ataques de sueño repentinos. Con esta información, Reiko Yamada sugirió que ese fuera su trabajo: Dormir en colchones y hacer review. - La muchacha le dio una buena propina antes de irse de la tienda.

Kazuo Koike, tuvo una fuerte discusión con Moise Mori en el pasado; por aquel entonces, Moise Mori empezaba su trabajo como asesor y consultor de la fábrica de chocolates, su objetivo en concreto, era la automatización de diversos procesos para realizar una mayor cantidad de esos deliciosos dulces.

La empresa en la que Kazuo Koike trabajaba por entonces, era una empresa automovilística que estaban vendiendo unos brazos antiguos con las especificaciones lo suficientemente buenas como para poder realizar el trabajo en la fábrica de chocolates. Por desgracia, desde el primer momento, este se mostró hostil con Moise Mori, acusándole de que estaba exigiendo demasiado a los empleados y que él debía protegerlos de los abusos, como Líder Sindical que era... y eso que Moise Mori tan solo quería que giraran la rueda un poco para ver la velocidad a la que podían ir los brazos (los chocolates no esperan).

Desde el punto de vista de Moise Mori, casi llegan a las manos, pero el operario decidió ceder.