Partida Rol por web

Miro con asombro como el bandido al que había atacado anteriormente yace desplomándose en el suelo al ser impactado por una flecha fantasma.

¡Ay! ¡ay!, ¿Pero qué ha pasado?. Con cierto temor giro mi cabeza para ambos lados buscando entre la lejanía algún que otro bandido que quizás halla pasado desapercibido. ¿D..de donde ha salido esa flecha?.

Salgo de detrás de la carreta y le dedico una sonrisa al encapuchado que buscaba perplejo de donde salió la flecha. Acto seguido recargo el arco mientras de una voltereta vuelvo a mi escondite meneando la cola y dejando escapar un silbido reptiliano.

Con una maldición esquivo el torpe ataque del humano. Debía centrarme o esto acabaría muy mal. De todas formas a esa distancia que volviera a esquivar una de mis flechas rayaría lo imposible.

-Muere cerdo.- Le digo al oido antes de dispararle una flecha a quemaropa.

Mi primer ataque lo había conseguido parar con su escudo he inmediatamente me lanzo un ataque con su escudo. Mi armadura repele el ataque completamente y le vuelvo a lanzar un golpe con mi maza, esta vez con más consistencia al ver que algo sabe del arte de las armas. Buena maniobra asqueroso pero ha sido la última.

Arde en el infierno!!!- El orco mantiene firme la intensa llamarada que brota de sus manos contra el mismo bandido que ahora parece mal herido, -nunca tendrías que haberte osado atacar mi transporte.

Escondido detrás del carromato pongo una flecha sobre la cuerda tensa y me levanto rápidamente para atacar. Miro al primer bandido de la fila pero tardo demasiado en dar con su posición y acaba por verme.

Bueno, veras venir la flecha pero no sé si eso será mejor para ti amigo.

Pienso en eso y acto seguido suelto la cuerda.

Sin apartar la vista de mi objetivo, levanto mis dos brazos para después juntar las palmas de las manos, posteriormente abro las manos y apunto con ellas hacia uno de los bandidos...

¡Koor!, ¡Mah...! Emmm..., como era... Al instante, unas fuertes llamaradas de ardiente fuego empiezan a salir de las palmas de mis manos, haciéndose estas cada vez más grandes con el paso de unos pocos segundos. Mmmm... ¡Ah! ¡Koh!, ¡¡Taay!!. Nada más pronunciar estas últimas palabras, las llamaradas de fuego salen disparadas hacia unos de los bandidos más cercanos envolviendo a este en un intenso fuego, pero nunca cortando la conexión estando las llamas unidas a mis manos, como si de un lanzallamas se tratase.

¿Te gusta el fuego?, yo se que si, heh..., hehe... haa!, ¡¡Huahauhahahahahagrr... Sin previo aviso un poco de saliva me pasa por el lado viejo de mi garganta produciéndose así una incontrolable tos. ...Koff!! ¡Koff!, agrr.. ¡Koff! ¡Koff! ¡Koff!...

Urial mata al instante a bandido 4. (Te dejo rolear cómo lo matas tipo movimientos especiales y tal ^^)

El bandido 1 para los golpes de Rox  con facilidad.

El bandido 3 esquiva perfectamente las llamas y con un ágil movimiento le da con la espada al orco asqueroso.

El bandido 1 para la flecha con el escudo. - ¿Acaso crees que no te he visto lagarto?

El bandido 1 ataca primero a Turr´okk con fuerza pero al estar despistado Xsi aprovecha y le lanza una ráfaga de llamas que hace que muera fatalmente. (A rolearlo como quieras Xsi que le has sacado 170 de vida)

Al ver que Xsi hace arder al bandido 1 el bandido 3 va inmediatamente a por él con la espada.

Antes de que el cadaver del bandido toque el suelo yo ya había recuperado la flecha ensangrentada que había atravesado el paladar del humano. Con un movimiento entrenado me asomo afuera de la caravana y apuntando a las piernas del último bandido disparo.

-¡Dejadle vivo!¡Así sabremos si hay más!

El bandido 3 esquiva perfectamente la flecha, aunque se arrodilla junto a ellos lanzando las armas. - Porfavor tened compasión. - Les dijo lanzando sus armas al suelo y agachando la cabeza.

Las potentes llamaradas que salen mágicamente de mis manos hacen que uno de los bandidos muera carbonizado convirtiendo a este en unas simples cenizas...

¡Aghh!, Me duele la cabeza... Debido al agotamiento de energía que ha supuesto el último ataque realizado, hace que me tambalee por unos breves segundos. Mientras veo borrosamente como el último de los bandidos se acerca con furia hacia mí...

Con las últimas llamas que salen devilmente de mis manos intento crear un escudo de fuego para así defenderme del bandido...

Salgo de detrás de la carreta y me dirijo al grupo:

-Supongo que ahora tenemos que preguntarle quien es y luego matarlo. No quiero dejar a alguien que me quiere ver muerto suelto. Quizás vuelva con más.

Miro al Bandido y le digo:
-Bueno amigo ¿Por qué nos has atacado?... dímelo, de todas maneras seguro que si te mato y rebusco en tus bolsillos encontrare algún contrato de matón con nuestros nombres.

Parece que el viaje me había oxidado o es que mi rival era mejor de lo que parecía a simple vista, el caso es que pude ver lo bien que nos complementamos el grupo y salimos bien parados de este enfrentamiento, Uno de los bandidos logro conservar su vida y estaba en nuestras manos el tiempo que seguiría respirando el aire que le rodeaba.

Será mejor que tengas algo que decirnos, tu amigo a logrado cabrearme bastante y lo pagare contigo. le digo al bandido tras las preguntas del argoniano.

El orco arremete rápidamente contra el bandido desenfundando su hacha y patea su pecho atrapándolo contra el piso del pisotón. rápidamente apoya el filo de su arma en la garganta del maleante -Vamos habla escoria! quien diablos te contrató? 

Realmente pensaba que solo eran unos bandidos del camino, pero luego de las extrañas circunstancias en las que fue contratado para trasladar al grupo de aventureros, sabia que podría esperar cualquier cosa.