Partida Rol por web

El orco iba caminando, cabizbajo, rumiando cosas ininteligibles para su interlocutor, cuando el comentario de este le sacó de su ensimismamiento.

-Habría que ver zi loz demáh confian en mí- y diciendo esto se dirigió a la posada con paso firme.

Os reencontráis todos en el medio del asentamiento sin querer. Urial y Xsi venían del bosque, Turr´okk y Jo´Dodar del herrero y los demás de la posada.

Salí de la taberna arrebujándose en su capa. Por lo que parecía el personaje relevante de aquel asentamiento era el herrero.

-Y cuya mujer intentaron ligarse-pensé con una sonrisa un tanto torcida dándole vueltas a las posibles reacciones que tendría un hombre que se tiraba horas martilleando metal de enterarse. Y las consecuencias para nuestros huesos.

Pero aquello no parecía que fuera a ser necesario pues el resto de los integrantes del variopinto grupo se acercaban por la calle. Con una sonrisa les saludé

-¿Qué nuevas nos traéis?-miré hacia atrás, a la posada echando ya de menos su calor-Espero que grandes noticias que nos permitan descansar por hoy y continuar con nuestro viaje mañana-

Al salir de la taberna, veo que el resto de los integrantes se acercan al lugar de donde nos habíamos separado, y todo parecía ya más calmado. ¿Todo arreglado compañeros?, me gustaría hacer una visita al herrero, ¿Alguno de vosotros quiere acompañarme?

Turr se acerca a grandes zancadas a los compañeros.

-No hay nada arreglado amigoz. Alguien tiene que ir a la mina a por hierro, ya me encargaré yo de arreglar el carro junto al herrero- carraspea y escupe al suelo- también eztaría bien zu´h majeztadez zuelten algún zeptim.

-Yo me ofrezco a ir a la mina, nunca esta mal algo de trabajo manual. ¿Quien quiere acompañarme?... Pero antes tendremos que ir al herrero a comprar un pico... Espero que no este infestada de fantasmas que en estas tierras es muy común. Dije soltando una carcajada.

-En fin señores, ¡pongamonos en marcha!

Al oír al orco que necesitábamos hierro de la mina, no puede más que ofrecer mis músculos para tal tarea. Seguidamente del argoniano respondo: Yo bajare también, un poco de ejercicio le vendrán bien a mis músculos.

Mientras que vas a comprar el pico yo le iré echando un vistazo a la mina, allí quizás encuentre algún pico que alguien olvidase o sino algún amable señor me deje uno para la tarea de hoy. Bueno de todas formas voy yendo para allá será todo más rápido.

Me encogí un poco de hombros, lo cierto era que había miembros mucho más aptos para esa tarea que yo.

-No creo que os pueda ser de mucha ayuda picando en la mina-miré de reojo a aquellos cuya musculatura era más que evidente-Pero os acompaño encantado igualmente, tal vez haya algo interesante que hacer allí-añadí con una sonrisa.

Volviendo la mirada hacia el orco le alcancé media docena de monedas.

-No hay necesidad tampoco de perder la cortesía compañero, pide y aportaremos encantados-la sonrisa era si cabe más radiante aún-Si no nos dejamos nada podríamos ir yendo si os parece-

-Seguro que en la mina hay una de esas antiguas tumbas nórdicas repleta de espiritus. Y millones de grabados en las paredes que cuentan como los torturaron y por que sus almas estan encerradas allí. Sonrei.-Seguro que te entretienes mago, espero que no nos caiga una roca en la cabeza ¡Ja!... Minas...

-Voy al herrero por el pico, si encontrais alguno en la mina darme una voz y correre con vosotros.

Vas al herrero y te dice que hay picos en las minas de sobras.

Sin pensarlo mucho me encoji de hombros y me puse la capucha de nuevo.

-Una mina... ¿Por qué no? Pero al fin y al cabo... ¿Que se nos a perdido ahí? -Digo al grupo. Yo no habia estado con ellos así que no tenia ni remota idea de porque ahora querian ponerse a picar piedra.

Al oír las palabras del argoniano lo miro descontento. ¿Una mina?, que absurdo. Para que iba a querer ir yo, Xsi, ir hacia allí. Además, d-dudo que haya algo de mi interés p- ¡P-por! esos agujeros ¡O no no!. Al instante de terminar de pronunciar la última palabra varias voces con distinto tipo de tonalidad emergen de mi boca para después entablar una discusión entre ellas. ¡Ay ay!, pero voy a hacer yo en una mina, ¡Todo esto es una locura!. ¡¡Irás!!. P-pero  ¡P-para que!, ¡Porqué!, no se me ha perdido nada allí. ¡¡Qué vallas he dicho!!. Me llevo las manos a la cabeza soltando algún que otro sollozo. Ay, por que a mí..., ¡Agh!. Iré...

Fui y volvi del herrero en medio minuto.

-El simpatico tipo dice que en la mina hay picos de sobra. Podremos adueñarnos de algunos. El mineral es para arreglar la carreta... El herrero dice que es necesario.

-Bueno ¡En marcha! Dije empezando a andar rumbo a la mina.

Después de la conversación.

-Bueno, no habrá nada que hacer hasta que esté el hierro azí que iré a la mina con vozotroz.

No parezco muy alegre por la decisión de ir a la mina.

---De todos los lugares que hay en el mundo tenemos que ir a una mina... creo que esto no puede ir peor..- mascullo en voz baja siguiendo al grupo hasta la mina.

Os encontráis en las minas, con algunas vetas dónde puede extraerse algo de mineral. Alomejor el herrero podrá hacer suficiente con lo que hay por la mina.

Parecía que el grupo se encontraba con la moral dividida en cuanto al tema de la mina por lo que tomé la decisión de insuflar un poco de ánimo a los alicaídos.

-Vamos compañeros, seguro que todo eso son paparruchas y habladurías de ancianos de aldea pequeña-con una sonrisa mantuve el paso firme-Veréis como no hay nada, y si lo hubiera, ¡seguro que con aventureros tan audaces como nosotros no supondrá ningún problema!-

Tras lo cual me puse a silbar una alegre tonada élfica hasta que llegáramos

Llegamos a la mina y un grupo de trasgos asquerosos nos esperaban.

-Diversión. Nada mejor antes de trabajar. Dije sonriente.

Entro a la mina y veo a un grupo de trasgos merodeando por allí.

Sabía que no debía haber venido ¡O no no!.