Partida Rol por web

(Tema zanjado, continuamos con la partida)

Willheim escucha con atencion a Lucius y posteriormente a Phillip y responde con un inglés fluido aunque con fuerte accento:

-Ya veo que han venido de muy lejos atraidos por las cosas de mi hermano. Si llego a saber que despertarían tanto interés habría pedido mejor precio por ellas. En fin... Como ya les he dicho, no poseo esos objetos actualmente, pero puedo aclararles cualquier duda que tengan. Pero pasen, por favor... Estarán cansados por el viaje.

Wilheim abre completamente la puerta para dejaros entrar y os señala una amplia sala de estar mientras se dirige a la cocina en busca, posiblemente, de algún pequeño refrigerio. La casa tiene dos plantas y está decorada de forma elegante, aunque todo huele a viejo. Al parecer Willheim lleva mucho viviendo solo y se nota la falta de un ama de casa.

Cuando estais acomodados, el anciano regresa con unos cafés y algo de comer.

Gabriel observa como se desarrolla la escena con atención, hasta que por fin el viejo accede y les invita a pasar al interior de su casa, pero el Sacerdote, algo inquieto prefiere quedarse fuera de la casa, sus compañeros son mas que capaces de conseguir la información necesaria, asi que se acerca a Alison.

-Yo me quedo por aqui fuera a tomar el aire, así estiro las piernas después de tanto conducir las tengo adormecidas.- Mientras comenta eso, la guiña un ojo y se da la vuelta hacia el coche. En su breve trayecto, comprueba que el comunicador funciona.

Wilheim me sorprende cuando se dirige a nosotros en ingles, mi sonrisa crece por un momento al pensar que no solo Lucius puede hacerse entender por el anciano. Cuando nos invita a pasar asiento complacida tomandole la palabra.

Antes de pasar a la casa escucho lo que me dice Gabriel, me parece buena idea que se quede controlando el exterior, con un leve movimiento de cabeza le indico que estoy de acuerdo con el. 

Sin esperar mas, me adelanto al grupo y entro en la casa de Wilheim. Siguiendo su invitacion me siento y espero a que nos acompañe.  

-Disculpe si soy demasiado directa. Ha dicho su hermano? Se refiere a un hombre llamado Alexander quizas?- aun recuerdo el nombre y la coincidencia en cuanto a los apellidos, interesada prosigo- Si no he entendido mal acaba de decir que ya no tiene sus "cosas" y que de saber...,- algo nerviosa al comprobar que la valija no esta en poder del anciano, carraspeo ligeramente- las ha vendido supongo- disimulo mi decepcion, hubiera sido demasiado facil...- lastima, estoy segura de que eran objetos de interes para un coleccionista, doy por hecho que se los habra vendido a uno de ellos, verdad?

Tras la pregunta me quedo en silencio y aprovecho para beber un sorbo de cafe y coger un dulce. De reojo miro a los demas evitando poner cara de fastidio, esta claro que no saldremos de la casa con la valija. Pensativa observo a mi alrededor el interior de la casa, no quiero agobiar al anciano pero si tengo intencion de sacarle el nombre del comprador de la valija. Paciente, espero a que hable alguien.

Al recibir la invitación del hombre se me ilumina el rostro e intento no mostrar físicamente todo mi entusiasmo mientras entro a la casa: "con suerte no ofrece unos pasteles o algo de beber".

Pero al escuchar a Gabriel, pienso que no es ni conveniente ni cortés dejarlo fuera. Por tanto se da la vuelta: vale Gabriel, yo te haré compañía, si quieres podemos dar una pequeña vuelta por aquí por los alrededores mientras.

Lucius entra cediendo el paso a Alison - las damas primero... - se sonrie y luego le sonrie a Fox haciendo un gesto para que pase... - hijo...

Una vez dentro se sienta en el sofa mirando todo a su alrededor esperando a que llegue el anciano pensando en lo que le va a preguntar.

Gabriel se apoya de nuevo en el coche, mientras observa los alrededores, saca su pitillera y enciende un cigarrillo, después le ofrece a Norman si quiere coger uno. El frio en la zona se hace patente al verse el vaho de su propia respiración, asi que el sacerdote se cubre el cuello con su chaqueta.

-Brrr, empieza a refrescar Norman, y no nos qued¡a mucha luz, podemos observar desde aqui, desde el coche o intentar buscar un sitio con menos luz para que no se nos vea tanto ¿que te parece?- Le pregunta a la par que le ofrece un cigarro.

El rostro del anciano Willheim, de expresión arisca y taciturna parece cambiar por completo al oír el nombre de Alexander Koenig. El viejo suspira, mira por unossegundos al techo y se sienta tras servir el café.

-¿Asi que habeis oido hablar de mi hermano mayor? Supongo que os habrán dicho que fué un desertor, un traidor o cualquier otra cosa parecida. Desgraciadamente, a veces la historia no es justa con aquellos que simplemente se dedicaban a cumplir ordenes y a dar la vida por su país.

Willheim vuelve la vista hacia vosotros asqueado.

-Ya no tengo sus cosas. Ni su uniforme, ni su arma ni esa maldita maleta. Miradme, soy un viejo casi arruinado y necesitaba algo de dinero para seguir adelante. Además, eso forma parte de una guerra sin sentido y de unos recuerdos demasiado dolorosos.

Cuando Lucius me invita a pasar entro sin mediar palabra y tomo asiento junto con ellos. Miro al techo y a las paredes de la casa curioseando un poco y escucho al viejo Willheim cuando comienza a hablar.

Me quedo pensando unos momentos. "El viejo parece que nos recibe más por obligación que otra cosa y no parece muy dispuesto a colaborar, sin embargo escuchar el nombre de su hermano a provocado que nos deje entrar y comience a hablar, deberíamos seguir por esta línea a ver si nos lleva a alguna parte..."

-Señor Koening, tal vez me considere demasiado joven para hablar sobre el tema pero si me lo permite me gustaría dar mi opinión sobre lo de su hermano. permanezco en silencio unos instantes antes de empezar a hablar - Es cierto que hemos escuchado por ahí que su hermano es un traidor pero no debería sentirse mal por eso porque ¿a caso importa...? ¿quienes somos nosotros sino completos desconocidos? lo que importa es que usted, su hermano, sepa realmente quien era y lo que hizo. Un verdadero hombre, un auténtico heroe no necesita reconocimiento, hace lo que hace porque es su deber, por una causa, aunque  le vaya su reputación y su vida en ello, eso es lo que diferencia al fuerte del débil, la tenacidad para soportar lo que le echen encima... Señor Koening tal vez sea injusta la situación, pero si a su hermano no le importa, sonría un poco al fin y al cabo usted es un privilegiado, conoce la verdad y con ello tiene la posibilidad de sentirse orgulloso.

"JODER, ¿QUÉ ACABO DE SOLTAR? ¡¡TENGO QUE DEJAR DE LEER COMICS!! ACABO DE PONER A SU HERMANO COMO SI FUESE EL TIPO ESE DE SALVAR AL SOLDADO RYAN, UN MALDITO HEROE DESCONOCIDO!!

-Perdone si me he excedido, no era mi intención ofenderle... Cambiando de tema, ha dicho maldita maleta ¿no? ¿a caso a tenido algún problema con ella?- con una cara un poco enrojecida por el discursito me quedo mirando al viejo esperando una respuesta.

Cuando Phillip comienza a hablar lo miro con curiosidad. Una mueca de sorpresa aparece en mi cara cuando acaba de dar su "opinion", no puedo dejar de mirarlo con los ojos como platos y un interrogante en mi mirada.

"¿Ahora es psicologo? ¿Acaso intenta levantar la moral del viejo con su charla?" Sin decir ni pio miro alternativamente a Phillip y a Wilheim, me interesa saber que va a responder el anciano despues de que un adolescente le diga como tiene que tomarse lo de su hermano. Sobre todo espero que hable de la maleta. Tal vez sepamos de una vez que documentos contenia y porque son tan importantes para el cliente del señor Ward.

-Quieres Lucius?- sin alzar mucho la voz le ofrezco un dulce aleman mientras me pregunto como me habra presentado a mi, por supuesto no como la madre de Phillip, soy demasiado joven para serlo- Estan muy buenos- dicho esto sonrio a Wilheim- Ha sido realmente amable invitandonos a su casa, le estamos muy agradecidos-

Cuando me ofrece Alison algo de comer niego con la cabeza... tocandome el estomago... - no tengo ganas de comer nada... - Estoy demasiado agobiado y ahora el chaval empieza a hablar sin parar... debe estar mas nervioso que yo... Iba a preguntarle sobre la valija de manera discreta pero ya insistir cuando ha preguntado Fox seria demasiado. Esperare... y escuchare... la pregunta no es donde sino quien... - Callo y escucho a ver que responde el anciano.

El viejo medita por unos segundos las palabras de Phillip, aunque parece mas confuso que otra cosa. Finalmente, al oír lo de la maleta salta como un resorte levantando la voz y alzando un brazo arrugado y fibroso al aire.

-¿Problema? ¿Si he tenido algún problema con esa maleta? ¡Mi hermano murió por su culpa! ¿Acaso te parece poco, niño?

Tan rápido como subió, el arranque de Willheim desciende de nuevo y prosigue mas tranquilo.

-Veréis, os explicaré lo sucedido. Alexander, mi hermano mayor fue destinado al frente cuando apenas había dejado la adolescencia. Él no luchaba por ideologías ni por gusto a la guerra; simplemente creía que debía servir a su país y eso hizo. Al cabo de un año ya se había ganado la confianza del general Von Paulus y éste le llevó consigo a Stalingrado, en una operación militar que le traería gloria y victoria. Pero no fue así. A las semanas llegaron noticias de que la operación Stalingrado había fracasado… y que no había supervivientes.

Di a mi hermano por muerto pero al cabo de unos días llegó a mi casa agotado y malherido; Todavía vestía su uniforme de militar, hecho jirones y empapado de sangre. Y en sus manos esa valija.

Me pidió que le ocultara aquí, en esta misma casa y me contó la verdadera historia:

En los últimos días de control alemán sobre Stalingrado, con la derrota ya acechando, Von Paulus le encargó a mi hermano que sacara la valija de la ciudad. La prioridad era que no cayera en manos enemigas y para ello debía salir a hurtadillas, ocultándose incluso de sus propios aliados. Logró salir de la ciudad pero el secretismo de su huída hizo que fuera considerado un desertor.

Mi hermano logró cruzar la frontera con la valija a cuestas, pero en un control de carretera fue descubierto y alcanzado por una bala. Abandonó su vehículo cerca de Beeskow y logró llegar a mi casa en busca de refugio.

Desgraciadamente su herida era demasiado grave y estaba infectada tras días de caminar por el bosque. Pronto unas fuertes fiebres lo afectaron y pasamos los últimos días recordando aquellos momentos felices y despreocupados de nuestra infancia y hablando sobre el sinsentido de la guerra.

Mi hermano murió por lealtad a Alemania y fue enterrado como un traidor sin honor…

Escuchar la historia de Alexander Koening me produce algo de tristeza.

Wilheim parece guardar un buen recuerdo de su hermano, verlo morir como un traidor debio de ser doloroso sabiendo que habia hecho todo lo contrario. Sin pensar en lo que hago estiro el brazo y le cojo la mano como si fuera alguien de mi familia a quien debo darle el pesame.

-La historia que nos ha contado es realmente interesante. No sabe cuanto siento que su hermano muriera, estoy segura de que no solo usted sabe que no fue un traidor- ahora si, consciente de mi actuacion, trato de ganarme la confianza del anciano- Antes de morir le dijo que contenia esa maleta? Porque era tan importante para Von Paulus que la sacara de Stalingrado sin que nadie lo supiera?  

Mis ojos miran directamente a los del anciano tratando de adivinar sus pensamientos. Si consigo ganarme su confianza tal vez nos cuente lo que queremos saber. Una pregunta da vueltas en mi cabeza pero se que debo ser discreta y tener tacto, "¿Donde diablos esta la maldita maleta y a quien se la vendio?"

Iba a preguntar pero se me adelanta Alison, escucho y admiro los grandes avances en conseguir la informacion por parte de ambos, Fox y Reichel me callo y espero a ver que contesta el anciano mientras voy atando cabos sobre todo este asunto de la valija.