Partida Rol por web

- ¿Un-unirnos a qué exactamente?- pregunta titubeante Gabriel, temeroso de que sus temores; expuestos a Norman; fueran una realidad y todo aquello fuera un ejercito dispuesto para iniciar una nueva conquista.

- ¿Que habéis hecho con Norman?- pregunta de nuevo haciendo acopio de valor ante la envejecida figura del alemán, obviando que si sabía sus nombres, también sabría que faltaba un miembro en la expedición.

La voz del dictador suena de nuevo en vuestras cabezas, Los dos guardianes reptilianos os observan inmóviles como estátuas.

-La dominación mundial. Cuando los operarios alcancen su objetivo, los Dra-Kuv regresarán al planeta que una vez fué suyo, se reunirán con sus antepasados todavía atrapados aquí y me entregarán este planeta de entre todos los que poseen para que lo gobierne a mi antojo... para siempre. Y vosotros, intrépidos, podeis ocupar lugares de importancia. ¿Quieres el Vaticano, Gabriel? ¿Que te parecería refundar la iglesia con tus propias ideas y variaciones? ¿Alison, por qué no demostrar a todo el mundo que las expediciones de tu padre si tenían una base real y que se podría haber convertido en el más grande de los descubridores? ¿Y tu Lucius? ¿Quieres fama, riquezas, mujeres...?

Hitler espera una respuesta.

- Creo que nosotros solo q-queremos a Norman... - Lucius cavila un momento - P-pero lo que yo quiero es conocimiento. ¿Quienes son esos seres? ¿C-cómo volverán?- Lucius saca su libreta, a ojos de cualquiera entusiasmado por sus nuevos descubrimientos históricos... Pero a vosotros, que le habéis visto así antes, os parece que debe haber algo más que esté tramando, en vez de ausente en sus pensamientos parece muy alerta.

El anciano dictador nos habla como si nos conociera de hace mucho tiempo. Algo mas confiada me dirjo a el respondiendo a sus preguntas. 

-Llevo años intentando demostrar que mi abuelo no era un viejo loco. De hecho me he dejado una fortuna en ello. -de reojo observo durante unos segundos a los reptiles que estan en la sala- Lo que me ofrece es ni mas ni menos lo que siempre he deseado, seria una estupida si no aceptara su propuesta. Me unire a su causa y estare a su lado cuando gobierne el planeta- decida a jugar todas las cartas cojo aire y hablo con seguridad- Pero falta uno de mis hombres, Norman, lo perdimos cuando llegamos y quiero tenerlo de nuevo conmigo. Si puede ofrecernos tantas cosas no le sera complicado averiguar donde esta y traerlo a nuestro lado de nuevo. 

Las alarmas se apagan en unos minutos,

El joven encerrado al lado tuyo se levanta, le sacan de la celda y él mismo camina hacia el quirófano.

No sientes el cuerpo.

Te estás comenzando a morir de frio.

- Tanta mierda con los superhombres y os dejáis manejar como marionetas -le espeto al figurín, aunque en voz baja. De repente, me doy cuenta de lo débil que me siento y de cómo me está afectando el frío.

Empiezo a moverme en la medida de mis posibilidades, mientras pienso en los demás. Por lo que ha dicho Otto el nazi todavía están libres, y debo agarrarme a esa esperanza.

¡Bah! ¿Quién la necesita? Un tipo como yo vive por inercia.

Sin darle tiempo a reaccionar tras la respuesta de su "anfitrión", Lucius y Allison se adelantan y responden afirmativamente a la pregunta del alemán, aunque en su fuero interno Gabriel quiere creer que todo es una estratagema de ambos para averiguar el paradero del fornido exmilitar y poder salir de allí en cuanto tuvieran ocasión, asi que siguiendo la línea de sus compañeros da un paso al frente.

- Siempre he querido remodelar el Vaticano y expulsar a esos hipócritas que lo dirigen- responde con toda la firmeza que es capaz de reunir - Nunca podría rechazar una oferta semejante...-

Una leve sonrisa se dibuja bajo el canoso bigotillo del dictador y su voz suena d enuevo en vuestras cabezas.

-Me alegra oír eso. Subid arriba y sereis escoltados hasta la excavación. Quiero que seais testigos del principio de la nueva era que va a comenzar en pocas horas. Haré que os reunais allí con vuestro amigo.

Hitler parece bloquearse a nuevas preguntas y concentrarse en algo que no llegais a comprender. Los dos guardianes reptilianos, Dra-Kuv, como él los ha llamado, os empujan de nuevo al ascensor y una vez arriba, dos templarios (los humanos cubiertos con armadura), os escoltan hasta el nivel 0.

De pronto las alarmas paran. Pasan unos interminables minutos y varios guardias irrumpen en los calabozos, abren la puerta d etu celda y te ponen de pié. Te temes lo peor y no tienes fuerzas para defenderte, pero para tu sorpresa, te cubren con un grueso albornoz y te sacan del lugar.

Justo cuando cruzais la puerta, oyes la voz de la enfermera de antes que les da el alto. Los guardias, medio humanos medio máquinas discuten con ella unos instantes en alemán y finalmente acceden a dejar que os acompañen.

Todos juntos recorreis un largo pasillo que termina en una plataforma con una botonera que recuerda a un ascensor. La plataforma comienza a ascender por el interior de un tubo hasta que llegais a la "superficie", bajo la cúpula d ehielo, donde los operarios trabajan con unas inmensas perforadoras.

El centro de la ciudad es un enorme lago helado repleto de operarios, excavadoras, aparatos de medición y grúas. Decenas de operarios trabajan a destajo tratando de recuperar algo enterrado bajo el hielo y por lo que parece están realmente cerca de su objetivo.

Entre los operarios hay tres que destacan por su clara procedencia no autóctona. Alison, Gabriel y Lucius llevan ropas de operario pero sus rostros y cabezas están descubiertos, llamando la atención de cuantos pasan cerca de ellos; Custodiados por dos templarios, observan inmóviles la zona de la perforación.

También custodiado por dos templarios y acompañado por una mujer rubia vestida de enfermera aparece Norman. Va cubierto con un albornoz y su rostro, manos y piernas muestran las marcas de haberlo pasado realmente mal. Sus labios están hinchados y amoratados, un ojo apenas es visible bajo la hinchazón y varias heridas de sejan ver entre la piel azulada por la hipotermia.

Me cuesta creer que haya sido tan facil salir de alli, por si acaso no bajo la guardia, los templarios que nos custodian de momento se limitan a eso pero nunca se sabe. En la zona de perforacion parece haber mucho movimiento, presto mucha atencion a lo que hacen para averiguar que estan buscando. Con disimulo le hablo a Lucius. 

-Intenta averiguar que hacen, que buscan. Tu hablas aleman  y te sera mas facil entenderte con ellos. No muestres demasiado interes- En ese momento veo llegar a Norman y me quedo paralizada, su aspecto es realmente lamentable, una idea horrible cruza por mi cabeza mientras me acerco a el y le susurro- Norman...! que te ha pasado? estas bien?

Negando con la cabeza no dejo de mirarlo. Los malditos hijos de perra lo han debido de torturar, Norman es fuerte pero las marcas que tiene indican que lo ha pasado muy mal. En silencio aprieto los puños y los dientes y sigo maldiciendo esperando que pueda hablar. 

Intento sonreír, pero me sale poco más que una mueca dolorida.

- Sólo me duele cuando me río, hermanita -gruño- Estos putos cyborgs nazis son duros de pelar. Me alegra verte viva.

Señalo con la cabeza a los demás.

- Hola al resto. Me alegra ver que estáis vivos y coleando ¿os habéis aliado con estos boches de mierda?

No estoy de humor para bromas, me duele hasta el alma y no puedo evitar una punzada de resquemor al ver que ellos están tan campantes.

Al ver el estado de Norman, Gabriel se culpa a si mismo por haberlo dejado allí abandonado, y no puede evitar un setimiento de remordimiento recorrerle.

- Norman, me alegro de que sigas vivo, cuando oí los disparos me temí lo peor y pensé que avisar a Allison y Lucius era la mejor opción.- le dice mientras le mira las heridas y moratones - Creo que tenemos que hablar y ponernos al día de lo que ha pasado, no te lo vas a creer.- añade inquieto.

- ¡N-Norman! Espero que estés bien... C-conmigo hubieran acabado s-seguro - dice algo avergonzado - Hemos ganado a-algo de tiempo, ¿Qué hacemos ahora?

Río por lo bajo, divertido al ver su azoramiento.

- No te culpes, Gabriel, yo hubiera hecho lo mismo que tú. Estoy vivo de milagro. Me peleé con uno de esos guardias medio robots- medio nazis y me dejó para el arrastre. Me metieron en un calabozo y creo que querían convertirme en otro de esos bichos de mierda. Pero cambiaron de idea y me trajeron aquí.

Miro a mi alrededor con curiosidad.

- Otto el nazi me contó una milonga sobre una puerta estelar, unos bichos del espacio que van a venir a tomar el té y un "elegido" que les va a dominar cuando lleguen -escupo a un lado, no me sorprendo al ver que es sanguinoliento. Con un poco de suerte no tendré un pulmón perforado... hay que joderse.

- No tiene ni pies ni cabeza ¿y vosotros? ¿os han enrolado a la fuerza o habéis visto la luz del Reich? -hablo medio en broma, pero no me gusta nada verlos vestidos de operarios y tan frescos.

Bajando la voz a pesar de que nadie nos presta atencion le explico a Norman cual es nuestra situacion. 

-Lamento que te pasara todo eso, pero lo que importa es que estas vivo. Te hemos buscado por todas partes, creeme. Y hemos tenido suerte, si, mucha suerte la verdad, no te imaginas a donde hemos llegado. Creo que sabemos quien es el elegido- echo una mirada a Gabriel para que sea el quien le cuente a quien hemos tenido el disgusto de conocer- Digamos que nos hemos unido a ellos "voluntariamente" y quiero creer que gracias a eso estas aqui. Hubiera hecho cualquier cosa por encontrarte. Ahora la prioridad es averiguar como salir de aqui. Porque Lucius..., no querras quedarte a ampliar conocimientos verdad? -miro a Lucius a los ojos de forma inquisidora- Mira lo que han hecho con Norman, estan todos locos de atar y cuanto antes salgamos de esta maldita ciudad mejor- mirando a Norman arrugo la frente extrañada- Que has dicho de una puerta estelar?

Me encojo de hombros.

- No entendí una mierda. O mejor dicho, creí entender que unos bichos del espacio vienen por aquí de vez en cuando, como si esto fuera un aeropuerto. Los nazis lo sabían y han ido enviando expediciones desde antes de la Guerra porque quieren cotrolarlos. La de Otto fue la última y coincidió con la de Ward, a los que secuestraron -hablo casi maquinalmente, estoy francamente agotado- Y luego esa basura del "elegido". Se ve que hay una manera de llamar a los bichos y controlarlos para dominar el mundo. Lo hace una persona especial que no sé quién es. Y la perforación es para encontrar una fuente de energía que lo mueva todo.

Me acaricio la mandíbula. Al menos la sigo teniendo igual de cuadrada.

- Lo que no sé es qué coño estaba pasando cuando lucharon en las afueras de la ciudad... ¿creéis que estos boches tienen enemigos? Tal vez haya monstruos alienígenas sueltos por ahí. Eso explicaría por qué están armados hasta los dientes y viven en esta fortaleza... ya sabéis, como aquella cosa del circo romano -bajo la voz y mi mirada brilla- ¿Habrá más? Podríamos abrirles las puertas de este lugar y que lo barrieran todo de mierda nazi. O buscar a ese "Elegido" y cargárnoslo. Todo esto es una locura, pero esas armas, armaduras y bichos son reales.

¿Será que empiezo a delirar?

- E-ese elegido, es Hitler....está vivo; mas o menos- dice Gabriel cuando Norman termina de explicarles lo ocurrido. - Tenemos que encontrar una manera de salir y seguir vivos, no se cuanto tiempo tenemos.-

Gabriel se notaba nervioso y las palabras se atoraban en sus labios, continuamente miraba hacia ambos lados y escrutaba a todos los que pasaban cerca de ellos.

- L-Lo mejor es destruir la fuente de e-energía, o desconectar a Hitler, pero creo q-que eso será más difícil... Necesitamos información, saber cómo. Los operarios deben saberlo