Las aguas del mar se encontraban tranquilas, sin apenas movimientos. Junto a vosotros, Istar se ha unido a la aventura, pues prefiere ir que quedarse en casa junto con Akanni; este visualizará la expedición desde Canadá.
La brisa marina es meramente apetecible, después de un largo y cansado viaje, lo único que queréis es paz; pues bien sabéis que allá entre tanta arena y desierto, no la hallaréis.
El crucero es privado, lo han contratado Istar y Akanni exclusivamente para el viaje, por lo que podéis ir a todas las estancias disponibles:
Sabéis de sobra, que el viaje va a durar unas cuantas horas, por lo que podéis curiosear por él. Quién sabe si os encontráis 'algo' qué resolver...
Fichas disponibles de Istar y Akanni.
Gracias a vuestra labor cooperando, el ministro os ha concedido ir 'más allá' de la expedición. Aunque no le ha quedado del todo claro qué es eso de 'energía luminosa procedente de la esfinge'. Tras varios días intensos negociando, Martina se encuentra en la tienda de campaña descansando. Ella sabe de sobra cómo son las duras y frías noches del desierto. En su pecho, estruja junto así la foto de su difunto esposo...
Lo recuperaré y me podrán conceder, amor mío, la cura para mi enfermedad. -piensa para sí-.
Cierto es que la vieja mujer no le ha comentado a nadie acerca de su 'miesteriosa' enfermedad; puesto que ,además, no se le percibe físicamente. Es algo interior. Una extraña bacteria que la va deborando eternamente.
Ese mismo día, antes de caer la noche y con él, el Sol, Martina le ha comentado a su amigo íntimo acerca de ir solos a la esfinge de Guiza, si eso, con suerte, acompañados de un equipo. En sus ojos se podría haber visto la desesperación y la emoción: dos sentimientos equisdistantes y cercanos a la vez.
Antes de continuar, necesitaria saber como termino la noche anterior, y que respondio Istar a la propuesta de salida.
Istar no salió contigo, esa noche prefería descansar. Te sonrió y con un ''mañana quedaremos en el barco'' lo arregló. Dormiste tú y los demás, en la gran casa de estos dos allí en Canadá. :)
Hemos trabajado mucho para obtener los permisos y lo mas complicado ha sido el ministro, este hombre es cuidadoso con todo lo referente al patrimonio nacional.
Tome sus manos con las mías mirando a los ojos a mi mejor amiga, en su mirada detecto cosas que no debería y no me gusta esa sensación. Claro Martina, pero tu mirada me dice que hay algo que no me cuentas y antes de adentrarnos solos que de por si es arriesgado sin tener mínimo a Pier, no me pedirías esa imprudencia sin un motivo justificado. Antes de compañeros somos amigos y me tienes que contar esas prisas y necesidad. Una vez me lo cuentes no dudes que iremos, soy incapaz de negarte algo que sea importante para ti.
Respondo con total claridad y sinceridad a mi mejor amiga sin ningún tipo de duda.
El guía había pasado su noche algo frustrado, había memorizado el mapa que les había dado Akanni, y le había sacado una foto con el celular. Lo había estudiado y había intentado dormir, sin embargo con la cantidad de cafeína, su sueño había sido incomodo, y algo revoltoso.
Había aprovechado para llamar a Egipto y pedir que tuvieran su equipo disponible, todo lo necesario para el desierto, y a lo que iba a ejercer como guía, así también como algunas armas, que por lo que había dicho Istar, y luego Akanni, no vendrían mal.
Luego, había estado con herramientas, arreglando y desarmando su moto, aceitando y puliendo una que otra pieza, en la parte del crucero que transportaba los vehículos, y donde el había aparcado su moto.
Ahi estare por un rato, por si alguien me necesita.
Martina le observó y le apartó la mirada un poco avergonzada.
-Pequeño... no me ocurre nada -le sonrió mostrando su blanca dentadura-, quiero entrar y saber qué es lo que hay ahí... Creo que que me he precipitado al decirte que vayamos cuanto antes. Yo había contado con Pier... ¡Una excursión de tres!
Cariño... tu mirada no miente pero voy a fingir que lo que dicen tus labios y palabras son cierto. La expedición es nuestra, ya hemos pagado por ello. Cogiendo uno de los cascos con luz incorporada en el casco para cada uno, unos guantes para cada uno miro a Martina, coge tu equipo que entramos, voy yo a por el mío y nos reunimos aquí de nuevo cuando lo tengamos.
Sin darle opción a réplica fui a buscar mi equipo sin despertar a nadie para hacer lo que me ha pedido Martina.
Byel no se encontraba del todo bien. Tenía fatiga y, en ocasiones, las subidas y bajadas que sentía debido a las olas ... tampoco es que le ayudasen mucho. Por lo que antes de vomitar en su respectiva habitación, decidió salir a la cubierta donde, observó la silueta de Istar.
El joven ceramólogo, se había percatado que en este viaje le acompañarían sólo dos mujeres -obvió el mero hecho de que una criaja le acompañaran-.
Se agarró como pudo a los barrotes y fue caminando hacia donde se encontraba aquella joven, saludándole desde lejos, avistando la presencia de alguno de sus compañeros; pues tenía la sensación que nadie se presenciaba por la cubierta...
-H-Hol... -dio una arcada y un líquido fue esparcido hacia el mar-.
''Mierda, la he cagado''.
Mientras su amigo se daba media vuelta para coger algunas cosas, Martina fue a su tienda de campaña. Recordó que el ministro les entregó un solo mapa, por lo que lo guardó para que no se perdiera en su campaña. Tras salir de ella y despedirse de la foto de su difunto esposo, se reunió con Johnson, a quien le extendió el mapa.
-Ready?
Haciendo una foto al mapa con mi móvil para poder volver si le sucediera algo al mapa vuelvo a guardar el teléfono en mi bolsillo.
Entremos y veamos a ver que que encontramos... Estaba en modo serio, poco hablador y concentrado. Cuantas menos cosas me distraigan de mi trabajo mas podremos esclarecer esa energía extraña de la Esfinge. No sabía porque de repente corre tanta prisa para Martina, pero la amistad implica confianza y la considero mi amiga para poder esperar que me cuente su motivo.
Tan aventurero vosotros, entrásteis por la única puerta disponible al interior. Todo estaba oscuro, por lo que Martina, muy precavida ella, se llevó consigo dos linternas.
El interior olía a humedad, fruto del tiempo, y se podía percibir el calor que emanaba desde las profundidades.
Utiliza la linterna del casco, te va dejar las manos libres para trabajar. Vamos al centro de la Esfinge para comenzar a explorar desde allí. Encendiendo la linterna del casco, espero a que ella también lo haga y avanzar por la ruta siguiente.
(S1-P11-S7) (S7-P8-S6) (S6-P9-S5)
Por el camino me fijo en todos los detalles que encuentro por si alguno tiene la clave que enlace con el enigma de esa extraña energía.
Mochila donde llevo documentación y apoyo documental para cualquier descubrimiento, el móvil libreta y lápiz.
Koko están alucinando. Jamás antes había viajado en un crucero como este. Caminó por el pasillo, dirección a no se dónde, cuando acabó en una especie de garaje, viendo como el topógrafo cuidaba de su bien más apreciado.
-Hola - Le saludó observando como la reparaba -, creo que necesitas más aceite...
En el pasillo podíais observar un jeroglífico a lo ancho y largo de la pared. En él, se encontraba al dios ANUBIS retocando la momia de un difunto :
'' Deja ir a aquel que
parte al más allá ''.
Al entrar en la sala S7 todo estaba a oscuras. A medida que os vais avanzando, veáis que, al fondo, había un sarcófago. Sin embargo, Martina pisó una losa por error y está se hundió al sentir el calzado. Aquello empezó a temblar... ¡El suelo empezaba a derrumbarse!
Tirada atletismo dificultad +7
La cosa no parecía ir mal, la aparición del jeroglífico de Anubis me interesa y tomo una foto además de apuntarlo en la libreta para guardarlo de nuevo todo antes de seguir avanzando.
El problema es cuando en la sala del sarcófago comienza a derrumbarse por la losa pisada por Martina, tomo su mano y le ayudo a correr para que no caigamos ninguno.
!Agárrate a mi y corre!
Motivo: Atletismo
Dificultad: 7
Habilidad: 0+3
Tirada: 5 6 10
Total: 6 +3 = 9 Éxito
Faraday giro varias veces la llave de tuercas, logrando darle el efecto esperado. Luego se incorporo, y se limpio las manos con un paño, hasta dejarlas razonablemente limpias. Ahí le sonrio a la pequeña, y siguió por unos segundos en lo suyo. Se coloco a la cabecera de la moto y le pregunto: - Koko, ¿Verdad? Nathan. dijo. Y probando el acelerador, le dio un par de vueltas, escuchando como la moto aceleraba. Tienes razón, necesita más aceite dijo y busco entre las cosas que tenia. ¿Como lo sabias?
En una de esas vueltas, escuchaís de la cocina el sonido de unos cristales romperse. Posiblemente sean alguno de los camareros, pero aquel ferri no tiene contratado ningún servicio, es privado y ha sido pagado por la mismísima Istar junto con su coordinador.
a- Decidís ir a envestigar.
b- Lo dejáis estar.
Habéis pasado la prueba con eficancias. Sin embargo eso no es todo. Al frente, hay un pasadizo que se divide en dos y eso, no estaba marcado en el mapa.
A- Izquierda.
B-Derecha.
Viendo que está bien tras revisarle, le abrazo y sonrío un pelín mas relajado. Tenemos que tener mucho cuidado.
Apuntando en la libreta la bifurcación, examino si la sala da alguna pista del camino a seguir sin cae en el agujero.