Partida Rol por web

Los Monjes de la Nada

6 - Una partida incierta

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06/09/2007, 12:22
Ayron Derkbal

Yo mismo he tenido esa sensación - respondo muy seriamente a sus palabras - aunque no puedo explicar por qué.

Giro el rostro de nuevo hacia la grieta, y señalándola, le cuento a Ónemar cómo sentí durante un momento, que la grieta parecía dirigirse directamente hacia él....por algún motivo.

Creo que es demasiado peligroso que te encuentres en los Montes Perdidos - le indico con un rictus de preocupacion en el rostro - Si has sido elegido para ser el receptor de ciertas revelaciones, quizá eso te ha convertido en objetivo de alguna fuerza que no comprendo....pero que no por ello descarto.

Me levanto y comienzo a recuperar nuestras cosas que se encuentra esparcidas a nuestro alrededor - Quizá debería seguir yo solo - termino por decir, pese a que creo saber la respuesta que tendré a esta proposición.

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06/09/2007, 14:11
Ónemar

-Ah, mi buen amigo, sabes que no puedo hacer eso - responde con un atisbo de sonrisa Ónemar -. Agradezco mucho tu preocupación, ya lo sabes, mas debo seguir adelante, hasta donde me lleve este camino. Rezaré a la diosa pidiendo que nos de valor y fuerza para hacer frente a nuestro destino. Ahora, pienso que haríamos bien en recuperar aquello que se pueda de entre nuestras posesiones y buscar a los pobres animales, ¿no crees?

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06/09/2007, 14:29
Ayron Derkbal

Tienes razón - contesto mientras camino a su alrededor, alejándome poco a poco de él al tiempo que busco cualquiera de nuestras posesiones que haya sobrevivido al terremoto - en eso estaba, aunque los caballos supongo que habrán huído muy lejos...de todos modos intentaré llamarlos.

FIUUUUUUUU - silbo llevándome el dedo pulgar e indice a la boca para aumentar la potencia.

Guardo silencio, con la esperanza de escuchar el tratar de unos cascos que regresan o al menos algún relincho lejano.

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10/09/2007, 09:22
Director

Cargados de resignación y aún con las manos temblorosas por la experiencia que acabáis de vivir, recogéis vuestras pertenencias y volvéis a arrojar cierto orden sobre el improvisado campamento. Básicamente todo vuestro equipo se ha salvado del temblor, tan sólo una de las cantimploras y una manta han desaparecido al caer a la sima. Nada que no se pueda reponer en el Mesón.

En cambio, no hay señal alguna de los caballos y no parecen responder a tu llamada.

Ónemar, a tu lado, enciende un par de antorchas utilizando para ello los restos diseminados de la hoguera que calentó vuestros cuerpos durante la noche.

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10/09/2007, 09:23
Ónemar

-Si quieres podemos dar una batida y buscarlos - ofrece tu compañero y amigo -. Nos son muy necesarios y, de cualquier forma, no creo que pueda volver a conciliar el sueño en lo que queda de noche.

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10/09/2007, 10:43
Ayron Derkbal

Observo a mi alrededor, hasta donde alcanza el cerco iluminado por la luz de las antorchas.
Nuestras cosas yacen en el suelo con cierto órden, y una simple mirada demuestra que sin caballos tendríamos que abandonar la mitad de ellas....no podríamos cargar con ellas durante un trecho muy largo.

Desde luego tienes razón - respondo levantando la mirada hacia el lugar donde la montaña escupe fuego en lontananza...aquella lengua ardiente y la grieta que se encuentra cerca nuestro son las únicas pruebas de lo ocurrido....bueno, y el dolor que siento en ciertas partes de mi cuerpo un poco maguyado.

Cojo en mi mano una de las antorchas y me giro hacia Ónemar.
Las sombras danzan en su rostro cuando le miro, producto del baile llameante de las antorchas - Vayamos cuanto antes, o no les encontraremos nunca.

Camino hacia el lugar donde se encontraban la última vez que les ví, y me agacho observando el suelo.
Extiendo mi mano para rozar el suelo, esperando que él me de las respuestas que necesito....el camino que han seguido los caballos, pues estoy convencido de que se han mantenido juntos.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20+4
Motivo: Buscar huellas
Resultado: 8+4=12

Notas de juego

Es la primera vez que realizo una tirada....para practicar un poco.
Dime si es la forma correcta de hacerlo.

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13/09/2007, 09:51
Director

A la escasa luz que ofrecen las antorchas examinas el suelo embarrado en busca de alguna pista que te confirme la dirección en la que escaparon los animales. Aunque no consigues encontrar evidencia alguna, a tu memoria acude un fugaz recuerdo... durante el terremoto, mientras eras zarandeado arriba y abajo, alcanzaste a ver de refilón a los animales huyendo. Estás convencido de que marcharon hacia el oeste.

Notas de juego

La tirada es correcta, aunque el resultado no es suficiente. ;-)

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13/09/2007, 10:04
Ayron Derkbal

¡Maldita luz!...¡Y maldito terremoto! - exclamo apretando los dientes poniéndome en pie. Mis ojos siguen fijos en el suelo, en su superficie que me niega las pistas que necesito - Está todo movido y no consigo encontrar ninguna huella válida - intento explicarme ante Ónemar, pese a que él no me ha pedido nada.

Tendremos que fiarnos de mi memoria - añado acercándome hacia nuestras cosas, pensando en cargar todo aquello que no suponga un peso excesivo para caminar, pero no queriendo dejar demasiadas cosas atras - Creo que les ví dirigiéndose hacia el oeste, que de todas formas era prácticamente el camino que debíamos seguir, así que no nos retrasará demasiado.

Haciendo acopio de todo lo que puedo, comienzo a caminar en esa dirección....esperemos que no se encuentren demasiado lejos.

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14/09/2007, 10:55
Ónemar

-Adelante pues, además nos vendrá bien movernos un poco, quizás el ejercicio físico ayude a templar nuestros nervios - comenta Ónemar mientas carga al hombro la mochila con sus cosas.

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14/09/2007, 11:10
Director

Avanzáis despacio en la oscuridad de la noche, tanto por precaución, ya que la tenue luz de las antorchas no abarca tanto campo de visión como os gustaría, como por tener la seguridad de no pasar de largo alguna pista que pueda indicaros el camino que tomaron los animales.

La incertidumbre, no obstante, no dura demasiado tiempo. Tras avanzar un rato llega hasta vuestros oídos el inconfundible sonido del relinchar de unos caballos asustados. Guiás a Ónemar a través de la espesura del bosque hasta llegar a un claro donde ambos animales piafan nerviosos y deambulan inquietos.

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14/09/2007, 20:29
Ayron Derkbal

Con cuidado dejo en el suelo las pertenencias que llevo encima - Espera aquí - le indico a Ónemar - intentaré acercarme lo suficiente para tranquilizarlos.

Con cuidado de no hacer ningún ruido lo suficientemente fuerte para que puedan asustarse más de lo que ya están, me acerco hasta ellos. Mis manos se encuentran abiertas, con las palmas abiertas y los brazos estirados ante mí.

Chssssss chssssss - les chisto en un tono muy bajo - tranquilos...tranquilos...ya ha pasado todo.

Poco a poco, avanzo hasta el lugar donde se encuentran, optando por acermarme primero a mi equino, pues supongo que si me reconocer será más sencillo tranquilizarle...después me preocuparé por el de mi amigo.

Sin dejar de susurrarle en ningún momento, con voz calmada, llego hasta él y alargo una mano para coger la cincha sin brusquedad, sin dar ningún tirón que pueda alarmarle.
Con la otra mano le acaricio levemente el morro, arriba y abajo, con mis ojos puestos en los suyos y sin dar ninguna muestra de miedo ni preocupación.

Con el caballo ya tranquilo, me resulta mucho más sencillo acercarme al otro, que parece contagiarse por la tranquilidad de mi caballo, y agarrando su cincha con la otra mano, les llevo hasta donde se encuentra Ónemar.

Bien, ya está - le indico - volvamos a cargar las cosas y continuemos nuestro camino...ya no creo que podamos descansar por lo que queda de noche.

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17/09/2007, 18:25
Ónemar

-Tienes razón, mejor será que continuemos - coincide contigo el joven sacerdote, mientras monta en su caballo, no sin dejar escapar un involuntario gemido de dolor -. Cuanto antes lleguemos al Mesón más tranquilo me sentiré. Tengo la sensación de que es allí donde realmente comienza nuestro viaje. Se tiene a ese enclave como la puerta hacia los Montes Perdidos. Quizás sea por algo.

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17/09/2007, 18:52
Director

El día amaneció cubierto y gris, cual reflejo del estado de ánimo que reinaba entre vosotros. Aún no había comenzado a caer lluvia, mas las oscuras nubes que avanzaban desde el Este presagiaban un día húmedo e incómodo.

En unos primeros momentos avanzasteis a pie, por miedo a que uno de los caballos se lastimase una pata en la oscuridad, pero en cuanto comenzó a clarear pusisteis a vuestras monturas a un trote bastante animado, que os llevó a través de valles y colinas hasta las cercanías del Mesón. El camino os conduce hasta lo alto de una de estas colinas, desde la que podéis ya divisar el valle en el que se encuentra El Mesón Fronterizo. Desde aquí el camino desciende por entre un bosquecillo de pinos hasta el centro del mismo, donde se encuentran los edificios que componen la gran estructura.

El Mesón Fronterizo es una antigua construcción de piedra gris y madera oscura, que data de la época de esplendor de Delhter Brelan, contando pues con más de 200 años de historia. Durante este tiempo ha sido restaurada, reformada y ampliada en numerosas ocasiones, presentando actualmente un aspecto de solemne antigüedad, aunque magníficamente conservado. Su nombre es también herencia de aquella época, pues hoy no se ubica en frontera alguna. Es uno de los llamados Mesones Reales, los cuales pertenecen a la corona y son gestionados por sirvientes del rey, que reciben para ello un permiso escrito vitalicio. Fueron creados durante la expansión del reino y utilizados como sitios de descanso para los destacamentos del rey. Cuentan con grandes establos donde, actualmente, los correos reales realizan el cambio de monturas de refresco.

Aquel tuvo que ser sin duda un lugar hermoso. En cambio, lo que presenciáis bajo la luz gris de este día es un valle maltratado por el terremoto que vosotros mismos sufristeis. Podéis observar varias grietas en la tierra, árboles caídos… y una imagen más que desgarradora del edificio principal del Mesón, o lo que queda de él, convertido en tan sólo un esqueleto ennegrecido consumido por las llamas. Desde esta distancia puede advertirse el olor a madera quemada… y hasta os parece sentir que se entremezcla con algo aún peor, el sufrimiento.

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17/09/2007, 21:05
Ayron Derkbal

La voz se niega a salir de mi garganta cuando observo el desolado lugar que era nuestro destino...en realidad lo sigue siendo, pero desde luego no estaba preparado para ver aquel paisaje.
A pesar de haber sufrido el terremoto, en ningún momento pasó por mi mente que el Mesón pudiese haber sido afectado por él.

Desde la distancia a la que nos encontrábamos no se divisaba ningún movimiento, ni siquiera un ruido, pero el tamaño de aquella edificación no dejaba presagiar nada bueno. Sin duda había estado ocupado cuando el desastre lo sacudió...pero entonces ¿por qué no se veía a nadie?
Sólo un pensamiento cruzó en ese momento por mi mente, y era un pensamiento de muerte. ¿Podía haber sobrevivido alguien a aquello?

Por los dioses - conseguí pronunciar al fin - Esto es horrible - el caballo piafaba nervioso bajo mis piernas, quizá exasperado también por lo que se veía obligado a observar - Debemos bajar cuanto antes...quizá haya algún superviviente que necesite nuestra ayuda.

Ayudado por la claridad ténue del amanecer, clavé los talones en los flancos de mi equino, y le hice trotar con celeridad hacia el Mesón, rogando porque el desastre fuese menor de lo que aparentaba a simple vista.
Apenas volví un momento la mirada para comprobar que Ónemar me seguía.

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19/09/2007, 17:50
Director

Descendéis el camino que transcurre por la cara interna del valle y que os lleva a través del bosquecillo de pinos. Detrás tuya puedes escuchar el sonido de los cascos del caballo de Ónemar, así como su voz, en un leve murmullo, que entona una cadena de oraciones a los dioses.

Cuando aparecéis en un leve claro alzanzáis a ver que la estructura del Mesón está formada por varios edificios. El mayor de ellos está completamente calcinado, pero otros dos, anexos al mismo, se hayan en buen estado... incluso podéis reconocer desde esta distancia a un grupo de personas reunidas en el claro de hierba que hay frente a ellos. Un pequeño pero ruidoso riachuelo cruza las estructuras y pasa bajo varios puentes. Los establos también han perecido a las llamas. Pero hay supervivientes.

Este pensamiento os acompaña cuando volvéis a espolear a los caballos para alcanzar el fondo del valle lo antes posible. Sin embargo, al adentraros de nuevo en el bosquecillo de pinos por el que pasa el camino, una voz en tono autoritario frena vuestra marcha.

-¡Alto! ¿Quien va? - la voz parace salir de detrás de unos arbustos, no alcanzas a reconocer a su origen - ¡Identificaos en nombre del rey!

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19/09/2007, 21:49
Ayron Derkbal

Con un suspiro continúo mi avance, ahora con más energía al descubrir que hay supervivientes, aunque sin duda se habrán producido bajas.

En ese instante, alguien nos da el alto. Miro en todas direcciones al escuchar la voz que nos interroga desde su escondite, y la intuición me dice que tanto Ónemar como yo estamos siendo apuntados por arcos, con las cuerdas tensas en espera de algún movimiento peligroso.
Por lo tanto no hago nada que pueda alarmar a aquellos que están de guardia...aunque ¿qué hace una guardia montada aquí?...Que pregunta más tonta, pues porque los caminos se han vuelto peligrosos.

Finalmente decido presentarme, y con un tono de voz alto y sereno comienzo a hablar - Mi nombre es Ayron Derkbal, caballero del rey, y vengo en misión de custodia de un sacerdote.

Dirijo mi mirada hacia el lugar de donde ha procedido la voz que ha preguntado - Muéstrate tú ahora. Dime el nombre de aquel que osa frenar el camino de un caballero que se dirige a prestar ayuda a los supervivientes del Mesón.

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20/09/2007, 17:34
Director

Se producen unos segundos de tenso silencio, tras los cuales las ramas de los arbustos se abren y aparece ante vosotros un soldado vestido con los colores y el emblema real, una espada que atraviesa verticalmente una corona de cinco puntas.

El soldado se sitúa frente a los caballos y os examina detenidamente tras escuchar vuestra respuesta. Finalmente, una vez satisfecho, realiza un saludo militar.

-Disculpadme señor, he recibido órdenes de vigilar el acceso al Mesón por este camino. Hemos tenido una noche bastante inquietante y andamos todos con los nervios a flor de piel - el soldado parece dudar unos instantes, pero rápidamente toma una decisión -. Permitidme que os acompañe hasta el Mesón, el terremoto a convertido estos caminos en una trampa mortal.

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21/09/2007, 22:09
Ayron Derkbal

Por supuesto - respondo al soldado al tiempo que respondo a su saludo - mientras tanto podrás ponernos al día de lo sucedido en el Mesón - pienso durante un momento, se nos presenta una gran oportunidad de recabar información de primera mano, y no es cuestión de desaprovecharla - Y me gustaría que nos informaras también de lo que haya acontecido por estos lares durante los últimos tiempos....los rumores llegan hasta la frontera este, y nadie mejor que alguien de por aquí para corroborarlos.

Aunque la urgencia por llegar al Mesón es grande, desmonto del caballo, para poder ponerme a la altura del soldado y caminar a su lado...nunca me ha gustado la soberbia de algunos caballeros...prefiero hablar con un hombre de igual a igual, independientemente de los rangos que ostenten cada uno.

Vuelvo la mirada un momento hacia atrás, buscando los ojos de Ónemar con los míos - Camina junto a nosotros. Seguro que a tí se te ocurren más preguntas...dos mentes recuerdan mejor que una sola.

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25/09/2007, 08:55
Ónemar

-Caminar nos vendrá bien, estirar un poco las piernas - comenta Ónemar coincidiendo con tu idea - ¡Eso sí, mantengamos un ojo en todo momento sobre nuestros pies! Esas grietas no tiene un aspecto demasiado amistoso.

El sacerdote desmonta y se sitúa a vuestro lado, sosteniendo las riendas de su caballo en su mano derecha. Una vez a vuestra altura, coloca su mano izquierda sobre el hombro del soldado, en una actitud abiertamente amistosa, mientras guiña un ojo en tu dirección.

-Buen amigo, mi nombre es Ónemar y soy sacerdote de Zhárain - comenta en tono afable presentándose al soldado. Has visto ya con anterioridad en varias ocasiones a tu amigo utilizar este truco, sirviéndose de su hábito y su posición para obtener la confianza de un desconocido.

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25/09/2007, 09:15
Director

El soldado comienza a descender por el bosquecillo de pinos en dirección al centro del valle. Su expresión se ha relajado bastante tras vuestras palabras.

-Mi nombre es Fharin, es un honor conoceros Ayron. Sacerdote, que los dioses guíen siempre vuestro camino - dice en tono respetuoso, tras lo cual vuelve su vista al frente para apartar unas ramas caídas y abriros paso, luego continúa -. El Capitán podrá poneros al tanto de todo cuanto ha ocurrido por aquí mejor que yo, pues han sucedido cosas que no llego a comprender. Anoche sufrimos un terremoto y el edificio principal del Mesón ardió hasta sus cimientos. Murieron seis personas. Con todo, lo peor aún estaba por llegar. A lo largo de la noche se han sucedido enfrentamientos y extrañas muertes. El mal ha anidado entre nosotros en este hermoso valle.