Partida Rol por web

Mis ojos se abren de par en par pues la idea de Es no me parece mala.

-Bien, Es, es uan buena idea. Roy debería ser uno de los primeros en salir de la casa, pues con esa herida en la pierna no podrá correr mucho. Yo me ofrezco como una de las que se quede aquí haciendo ruido para llamar su atención. Puede que no sea fuerte, pero soy ágil, podré correr si uno de esos enfermos consigue acorralarme o algo por el estilo. Ruth... tú sal. Si algo sale mal no quiero que caigamos las dos, sé que tú puedes lograr salir de esto. Así que acompaña a Roy, parece que formasteis buen equipo al vez anterior y ésta vez deberás conducir tú...-termino dirigiéndome a mi hermana-. Antes hay que ahcer algo con la niña-añado a los demás.

LA situación parece escapársenos de las manos, pero incluso en esa situación tan peliaguda veo un pequeño rayo de sol al final del camino... aunque tenga que arriesgar mi vida por esa gente a la que no conozco de nada, pero que tanto está haciéndo por que todos salgamos adelante. Entre esas personas está mi hermana. Llevaba sin verla años, pero de repente nos reencontramos para, posiblemente, volver a separarnos y no vernos nunca más. Siento que el corazón se me dispara, pero no cambiaré de opinión, estoy decidida.

"Ya la cagué con Roy, espero poder hacer algo bien esta vez" pienso convencida de que caeré.

Las balas impactaban contra el doctor desgarrando su carne. Pero aun asi se lanzó con una inusitada fuerza sobre Caroline. Parecia mentira que pudiera tener tanta energía cuando hacia unas horas no se podía ni mantener en pie. Agarró a Caroline de la manga pero la mujer rubia pudo mantenerlo a raya, evitando sus dientes, que trataban de morderla igual que a la pequeña.

En ese momento Scoot entró por la puerta y agarró al zombie por la espalda forcejeando con el y tratando de separarlo de Caroline.

En el otro lado de la casa trazaban un plan, mirando de soslayo por las ventanas. Podian ver como una marea de zombis se arremolinaba al rededor de la casa y comenzaba a golpear las paredes, puertas y ventanas. Estaban enloquecidos, golpeaban con fuerza y gemian, como si pidieran entrar. Tony trató de ayudar a Roy, que le costaba correr debido a su reciente herida y River se disponía a seguir el plan mientras quitaba el seguro a la pistola.

- Yo también me quedo para hacer ruido, puedo correr rápido. Si, total, estoy sola, no tengo a nadie que me vaya a echar de menos. Me quedo contigo, Nidia.- Dije con tristeza ya que, me la estaba jugando y bien. No me hacía especial gracia pero...dio qué más da.

Un golpe seco aporreo una de las ventana, haciéndola estallar en pedazos. Un muñón de lo que venía a ser una mano humana asomaba por la ventana. Después, otro golpe y otro, otro, otro...

- Chicos, nos están faltando piernas. ¡Matad al médido ya! y la niña..."la niña sobra también"- Me dije para mí. - ¿Alguien más nos ayuda a Nidia y a mi?

Miro a Nidia de manera fulminante cuando se ofrece voluntaria para hacer ruido pero en el fondo comprendo sus intenciones y sus ganas de compensar el accidente con Roy y dado que tampoco hay tiempo para ponerse a discutir me limito a arrugar mucho la frente.
-Más te vale que vuelvas entera- aviso con preocupación -Empezad pues, yo me encargo de la niña hasta que salgamos de aquí- el doctor ya ha dejado claro que la enfermedad tarda varias horas en extenderse. Intuyo que con la pequeña será más rápido pero al menos le llevará una hora así que por el momento la cojo con firmeza de una mano para tirar de ella y que me siga, después de las curas de María.

Empiezo a bajar las escaleras seguida con cierta lentitud de Roy y Tony. Ignoro y esquivo al doctor zombieficado porque supongo que los que tienen que hacer ruido son los más apropiados para mantenerle a ralla... aunque prefiero no pensar en la posibilidad de que reparta más mordiscos.

A Roy no le hacía ninguna gracia salir corriendo, pero no podía hacer otra cosa. La pierna de dolía y de poco ayuda podría ser en aquella situación. Así que resignado, y con la ayuda de Tony, se dispuso a seguir el plan trazado, y aprovechar la distracción que proporcionaban sus compañeros para intentar salir de la casa.

Roy cogió la mochila con sus cosas, mientras agarraba con fuerza el bate en la mano que le quedaba libre.

La distancia entre la furgoneta y la casa, que hacía tan solo unas horas le parecía corta, ahora mismo se le presentaba como toda una hazaña, y más si tenía que llegar hasta ella rápidamente. Era como tener la posesión del balón en los últimos segundos del partido, y tener que recorrer más de 20 yardas para marcar el tanto de la victoria.

No sé por qué, pero antes de que mi hermana se vaya me lanzó a sus brazos y la apreto fuerto contra mí.

-Volveré entera, volveré, espérame porque volveré-le susurro a Ruth al oído mientras la abrazo.

Luego me separo de ella, cojo la pistola, que tan mala suerte me trajo la vez anterior, y me acerco a la ventana para comenzar con el plan de Es.

-Es, tú también ves con ellos. Tu pie noe stá bien y no podrás correr si necesitamos salir de aquí rápido-le digo todo lo amablemente qu epuedo pues mi voz tiembla a causa de la tensión que me envuelve en ese momento.

Miro hacia fuera por la ventana.

-Bien, ¿comenzamos?-les digo a los que se vana a quedar para hacer ruido.

Niego con la cabeza ante el comentario de Simon (o Garfunkel).

-No, creo que debería quedarme: esguince o no tengo práctica corriendo, tanto en velocidad como en aguante. Creo que podría seros de más ayuda aquí y dejar que alguien que corra menos baje en mi lugar -digo para espanto de mi hermano, que se gira hacia mí con los ojos como platos.**

Mientras el doctor aún está vivito y coleando (mucho, además) la gente ya está empezando a trazar un plan. Cosa que estaría bien si no fuera porque podía salir alguien más mordido si no se acababa con la amenaza. Claudia tiene razón y nadie parece dispuesto a finiquitarlo.

- Apartad a la niña, que no vea esto. - dice mientras ve cómo Ruth se encarga de ella

Aprovecha que Scoot lo tiene cogido y entretenido para apoyar el arma directamente en la cabeza del doctor. Antes había resultado de lo más efectivo y esperaba que ahora también lo fuera. Además, poco le importaba que alguien saliera herido si fallaba, porque quien estaba justo detrás del poseído se merecía la muerte tanto como él. Dispara y ve cómo la bala acierta de pleno.

- Ya está... Yo me quedo también - dice volviendose hacia el resto como si no hubiera pasado nada - Que Rivers vaya con vosotros, sabe disparar mucho mejor. Dejad a la niña aquí... - calla el resto de la frase "porque tampoco podemos hacer nada por ella".

Sigue a Nidia hacia donde deben empezar la distracción.

- "Es", Nidia y yo. ¿Alguien más se queda en la casa? - Pregunté gritando. Ya daba igual hacer o no hacer ruído, el tiró que se escuchó fue el limite de lo que debíamos y no debíamos hacer, ahora sólo quedaba sobrevivir. - ¡Qué pregunta más estúpida!.

Ahora sólo teníamos que esperar a que el resto estuvieran preparados para correr hacia la furgoneta, falta Carol...

-Es, parece que te abandonan con tres chicas, ¿podrás soportarlo?-le digo tratando de sonar un poco bromista aunque la situación sea tensa-. Vamos, largaros ya-les digo a los que tienen que irse.

Luego pegada a la ventana miro a Caroline a los ojos.

-¿Comenzamos?-le pregunto algo asustada.

Arqueo una ceja ante el comentario de Simon (o Garfunkel). La idea de separarme de mi hermano hace que me aparezca un nudo en pleno estómago, pero agradezco que alguien tenga sentido del humor. Malo y del barato, ¡sí!, pero es el que mejor sienta en estos momentos. Ya basta de tanto drama, sabemos que estamos con la mierda al cuello, ¡pero un poco de por favor!

-Mientras no me hagáis ir a comprar sujetadores de Hello Kitty y me gritéis "¡una C, una C!" detrás de una cortina, me conformo... -le digo complaciente. Me despido de mi hermano con un fuerte abrazo, rezando (¡rezando, madre mía! Mi padre con una lucha eterna porque mi hermano y yo dejáramos de profanar altares y ahora me pongo a rezar...) por poder volver a verle. Y no es precisamente lo que le pueda ocurrir a él lo que me preocupa-. Vamos, id  bajando ya. De nosotros, dos a la ventana a hacer ruido, el resto a vigilar, que os recuerdo que aquí tampoco estamos solos... y que Él, maldito desgraciado que parió mala madre, nos pille confesaos.

Mira muy seria a Nidia, que parece haber tomado el mando, cosa que ya le va bien. Al fin y al cabo alguien tiene que hacerlo. Pero los comentarios que intercambian la pelirroja y Es le arrancan una sonrisa.

- No te preocupes, sólo te haremos cargar con las bolsas. - dice con una mueca que pretende ser malvada - Y después tomaremos té con pastas y te depilaremos las cejas. ¡Seguro que te lo pasas en grande¡

Se gira hacia los que serán los primeros en salir. O tal vez los únicos si la cosa va mal. Pero, a pesar del miedo, o tal vez a causa de este, se siente tranquila y centrada. En paz consigo misma. Y por fin conseguirá alejarse de él...

- Es tiene razón, tenemos poco tiempo y es mejor que os vayáis ya. Dejad a la niña aquí... - dice intentando no sonar excesivamente cruel, como si estuviera pidiéndoles que saquen la basura al salir de casa. Vuelve a mirar a sus compañeros de suicidio, para evitar las miradas de los demás. - Vosotros haced ruido, yo vigilaré y apuntaré a la vez, por si acaso.

 Es no digas tonterias, tienes una esguince. te tienes que marchar ya. Yo me quedaré-dijo Sean Nervioso mirando a su hermano-no puedes correr con el pie asi...

Arriba se escucho un disparo y lo gritos de una niña

Caroline había disparado contra el doctor. Un disparo en la cabeza, que salpicó de oscura sangre a Scoot. La niña tumbada en el suelo agarrandose el brazo vió como su padre caia en el suelo sobre un charco de sangre.  Sus ojos miraban histericos a todos los lados, mientras gritaba y gritaba. El policia miró a Caroline, pero luego de mirar hacia el suelo salio por la puerta y bajo con los demas. Ruth levantó a la niña y la saco de aquella habitación, bajo las escaleras con la niña, que no paraba de gritar y llorar, suficientemente herida como para no oponer resistencia y la llevó con Maria.

Roy y Tony estaban ya en la puerta principal. A unos metros estaba la furgoneta, pero tambien estaban los zombies. Debían empezar la maniobra ya, o no tardarían en entrar en la casa...

 La chica miró a Ruth. Sabía que podia vendar a la niña, y curarla si fuera una herida normal. Pero no lo era. Por no mencionar que su padre habían intentado comersela viva y había visto como le disparaban. Aquella niña estaba destruida.

-Ruth...yo...-trató de explicar que no se podía hacer nada, pero las palabras se ahogaron en su garganta.

-Entiendo- me limito a responder secamente a María. Ella no puede decirlo y yo tampoco quiero escucharlo en voz alta así que en este momento nos entendemos a la perfección.
Le vendamos el brazo toscamente a la niña simplemente para que pare de sangrar a chorro y se tranquilice un poco, con que parase de gritar me conformaría.

Entre el caos de arriba y el que tenemos abajo enseguida noto como si la cabeza fuera a estallarme pero me temo que no es buen momento para echar una cabezada.
Miro de reojo como Tony y Roy se aproximan a la puerta, pronto estarán fuera, y después a Rivers con expresión sombría.

-Si eres capaz tendrás que hacerlo...- me limito a decirle mientras sujeto a la pequeña con suavidad, a menos que oponga resistencia.

 Esta bien...yo lo haré, vosotras id a la puerta-dijo el policia, con voz baja mientras miraba a la niña apesadumbrado. LA cogio de la mano y sonrrió para tranquilizarla. Al subir al piso de arriba se metio con ella en el cuarto donde estaba el cadaver del doctor, tapado con la sabana ensangrentada.

Ya en la habitación, esperando alguna orden para empezar a montar bulla, miré hacia la puerta, atónita mientras veía cómo Ruth sacaba a la niña del cuarto tras el disparo de Carol. La niña, era nuestra enemiga.

- Esos gritos ahí abajo no harán nada más que complicar la huída. Pero si me preguntáis qué hacer, os diría de matarla para que no acabe como el padre, tirado en el suelo de una habitación en un lugar que no es su hogar, donde no tiene una historia que le relacione.- Paré para tomar aliento.- O matarla o que suba aquí arriba para que con sus gritos nos ayude a salvar al resto.

Me pareció duro decir otra vez la palabra "matar", pero ver y escuchar los gemidos y los gritos de Will convertido en ese ser, me aterró tanto que empecé a sentir unas terribles ganas de sobrevivir, de no querer morir. Aquellas personas, lo quisiera o no, eran mi familia. Estar juntos me reconfortaba de alguna manera y que les pasara algo, o que cayeran uno a uno, era una idea que me asustaba.

Definitivamente, teníamos que hacer algo con la niña, que herida, se convertiría en lo que ahora es su padre, un ser NO humano tirado en cualquier lugar a la espera de pudrirse o en el peor de los casos, a la espera de mordernos.

-Caludia, no sé cómo lo verás, pero no Rivers no se ha llevado a la niña a esa habitación a darla caramelos-le digo después de lo que dice.

Aunque pretendo que mi tono suena bromista tengo la garganta tan seca y tan cerrada que no lo consigo, así que sale algo ronco y tosco, aunque se nota que no lo decía a malas.

"Estoy deseando que esto empiece y que sea lo que tenga que ser, pero que Ruth salga con vida" pienso pues que yo salga con vida no lo veo tan claro.

Me mantengo junto a la ventana esperando para comenzar a hacer ruido cuando llegue el momento.